"Matilda"

"Ella no es de quedarse sentada y dejar que la vida pase, ella es la chispa que la prende en fuego"

Mis días empiezan todos igual, pero terminan todos distintos. Odio la rutina por esto trato siempre de cambiar lo que hago. Si ustedes se preguntan como soy, que pienso, que me gusta... pues déjenme iluminarlos.

Mi nombre es Matilda Radke y me considero una persona muy liberal además de feliz, pero lo más importante es la parte "liberal". Mis padres son los más cuadrados que existen, por lo tanto están horrorizados conmigo y ¡me encanta! aunque no saben la mayoría de las cosas que hago.

Si tienen curiosidad por la parte liberal, ya les contaré todo.

Como ya dije mis padres no me dejan hacer nada, pero eso no me impide a hacer todo lo que quiero. Empezando por escabullirme cada vez que puedo de mi cárcel personal que vendría siendo mí casa.

Empecé a "liberarme" de todo cuando tenía 15 años, y fue la mejor decisión que pude tomar. Aunque soy bastante responsable para las cosas que se tratan de mí, por eso es que ellos nunca se han dado cuenta y además estoy en perfectas condiciones. Siempre he visto el lado positivo de las cosas, creo que todo tiene una razón, y siempre trato de ayudar a los que lo necesitan.

Esa última frase nos lleva a mis dos mejores amigas, Adela y Cori. Aunque no las conozco hace mucho tiempo siento que son más mi familia que la real. Empecemos por Cori, ella es como una hermana pequeña para mí, la que siempre quise tener ya que soy hija única. Yo sé que ella me necesita ya que somos lo único que tiene aquí, por eso trato de estar siempre con ella y preguntarle qué tal está, parezco más su madre que su amiga pero a ella parece no molestarle, al contrario, sé que es lo que necesita. Seguimos con Adela, esa chica sí que es complicada. Sé que algo le pasa, sé que está "rota", porque no hay otra forma de decirlo. Trato de hacer que se despeje, que saque su mente del agujero en el que está, por eso siempre ideo planes, salidas más que nada, fiestas para que podamos ir todas juntas. Las fiestas no me salen nada baratas, ya que soy yo la que las organiza la mayoría de las veces, y compra todo sólo para que ellas dos puedan salir de lo que las atormenta día a día (claro que eso no lo saben y quiero que se mantenga así). Aunque me ha costado demasiado con Adela, por fin se está acercando más a nosotras y no pienso desaprovechar eso, sé que le cuesta por eso estoy dispuesta a esperar el tiempo que sea necesario para que confíe en mí y en Cori, para que sepa que vamos a estar con ella siempre que lo necesite.

Siguiendo con mi vida se preguntarán cómo va mi vida amorosa. Pues estoy sola, y pienso mantenerme así. Estoy más en eso de divertirme que en tener una relación seria. Y créanme que me he divertido mucho. Les dije que empecé a liberarme a los 15, pues fue porque conocí a un chico, para ser más exactos el hijo de mi mucama, Lucas, que tenía 17. Empezó a venir a la casa con su madre y al principio nos odiábamos. Emma siempre lo regañaba, ya que para sus ojos cuando nos veía discutiendo la culpa era siempre de él, aunque a decir verdad era yo quien lo molestaba. Desde el primer momento en que lo vi me encantó todo lo que tenía que ver con él, por lo que siempre lo seguía y trataba de hacer que se fijara en mí.

Con el tiempo y cada vez creciendo más, fui madurando y empezamos a tener conversaciones civilizadas. Yo tenía 16 y el 18 y cada vez me gustaba más. En los días en que él no tenía clases o salía temprano iba siempre a mi casa y ayudaba en lo que fuera, en el jardín principalmente y yo siempre iba donde él estaba. No estábamos convirtiendo en buenos amigos cuando yo no pude aguantar más y lo besé, fue mi primer beso y el mejor que he tenido, creo que siempre será el mejor, para ser sincera. Siguiendo la historia, él me correspondió el beso y empezamos nuestra relación secreta. Fuimos nuestro mi primer amor, él fue mi primer beso, mi primer... todo. Yo lo amaba y él a mí. Era todo perfecto entre nosotros. Pero todo lo bueno llega a su fin, así que cuando él terminó la escuela, un día desapareció de la fas de la tierra y no supe nada más de él. Nunca contestó mis llamadas, mis mensajes y Emma me dijo que lo mejor era que no lo buscara más. Siempre me pareció extraña su repentina desaparición ya que yo sabía que él también estaba enamorado de mí y confiaba en él con mi vida.

Después de un tiempo de llorar y estar encerrada, decidí continuar con mi vida. La relación de mis padres con Emma cambió de un día para otro, ya no la trataban como una más de la familia y con el tiempo ella no lo pudo soportar así que decidió irse. Mantuve el contacto con ella pero con el paso del tiempo dejamos de hablar. Ellos contrataron a otra mujer y yo seguí con mi vida, como todos.

Nunca volví a saber de Lucas, pero aun así no lo odio, al contrario, siempre lo voy a amar. Siempre recordaré los buenos momentos.

Basta con momentos tristes. Mi vida después de eso fue un total caos, pero para mí fue de los buenos. Mis padres no tienen idea de lo que hago, por lo que me ven como la perfecta hija, pero eso no puede estar más lejos de la realidad.

De los 7 días de la semana, salgo 5. Amo las fiestas, pasarlo bien, conocer gente, conocer chicos. Cada semana es un chico nuevo para mí. Salgo sola, así lo prefiero, a distintos lugares. Nunca mantengo el contacto con nadie de los que conozco.

Mi lema es vivir el día como si no hubiera un mañana y me hace bien. Soy feliz, sinceramente feliz.

Ahora estoy en mi cuarto preparándome para la estupenda fiesta a la que iremos y con la nueva Adela, que es mejor de lo que imaginé. No sé que le pasó para que decidiera por fin vivir su vida, por fin disfrutar. Aunque no me quejo, me encanta.