❄23❄

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng





Mal Reencuentro














-Hola, señora Jeon, ¿cómo se encuentra? - Yoongi le hacia señas a Namjoon y Hoseok quienes reían entre chistes, acostados en la cama del mayor mientras este hablaba vía llamada con la madre de su adorado tormento.

Los chicos entendieron, se tensaron al escuchar el apellido e hicieron silencio de inmediato.

-Muy bien cariño, oh, ¿escuché la risa de Hoseok-ssi? Saludale de mi parte, a Rapmon también- Yoongi quiso desmoronarse en carcajadas al escuchar el apodo, Jeongguk lo había mencionado en muchas ocasiones y desde entonces su madre no había parado de llamarle de esa manera.

-El motivo de mi llamada es para preguntarte si sabes qué pasa con Jeonggukie, llama poco y casi no atiende nuestras llamadas, ¿está todo bien? - Yoongi ya no sabía, el menor últimamente no le dejaba participar mucho en su vida, se sentía dolido por ello.

Pero aún así, debía encubrirle porque de cierta forma entendía que él era el responsable de que el chico le haya mentido a sus progenitores, él le dió la absurda idea de la que hasta el día presente todos eran cómplices.

-Oh, em.. - miró hacia sus amigos, pidiendo ayuda para inventar una excusa más.
-Ah, exámenes, si eso - tragó grueso - Está muy ocupado y con el trabajo de por medio, ya sabe como es esto.

-Mi pequeño bebé, debe estarse esforzando tanto- se sintió culpable - Bien!, entonces me quedo más tranquila, cuídense mucho chicos, trataré de llamarle luego entonces.

Yoongi asintió como si pudiera verle a través del aparato y bufó luego de que la llamada fuera cortada.

-Pero claro que se está esforzando, debe estar en una sesión de latigazos ahora mismo con don fetiches raros- gruñó - Esto es una mierda.

-Ya relájate, hemos hecho esto por más de dos años, estamos todos concientes de que la señora nos odiará cuando se entere a pesar de que le hemos todos tomado cariño - habló Hoseok y Nam asintió en acuerdo.
-Pero es un problema ajeno a nosotros Yoonie.

-Es que no se están dando cuenta - les encaró a ambos, ya cansándose de la situación.
-Jeongguk no está haciendo bien las cosas..entiendo, en serio entiendo que si debe experimentar y toda esa basura de vivir su juventud pero ustedes lo conocen igual que yo, ¿desde cuando se desaparece por días y no atiende las llamadas de su madre? Ni siquiera responde mis mensajes y si, ya sé que está con el niño ese pero no es excusa para que se desligue de todo y todos así como si nada.

Los dos delante suyo guardaron silencio.

-¿Sabían que renunció a su trabajo? - allí si que obtuvo reacción, sorpresa en los rostros ajenos.

-¿Qué? ¿Por qué?.

-¿Por qué crees, Namjoon? - escupió las palabras y el odio en ellas no iba dirigido para él precisamente.
-Ayer fui a la tienda a comprar algunas cosas que hacían falta y no lo vi en la caja,supuse que estaba ocupado en algo más pero no, la chica chismosa que le sustituye dijo que renunció, recogió incluso sus cosas y dijo que había ido acompañado de un "sexy chico rubio" - le estresaba sólo pensarlo.

-Pero qué está pasando por la cabeza de ese niño, no pensé que las cosas fueran a llegar tan lejos, Nochu siempre ha sido incluso muy tímido para hablar con la gente, ¿cómo pensará conseguir un trabajo? - Namjoon aún no asimilaba que estuvieran hablando de su pequeño amigo.

-Quizá Jimin le pagará por las atenciones especiales, a fin de cuentas que prácticamente es su muñeco sexual, su prostituto personal.

-Si sigues hablando de esa manera, te juro que olvidaré que eres como mi hermano y te sacaré los dientes de un sólo golpe- rugió Hoseok ya enojado, poniéndose de pie, abandonando su lugar en la cama.

Namjoon en medio de ambos sin saber cómo responder al pesado ambiente.

Pero para Yoongi aquello fue un buen sacudido, uno que le devolvió a la cordura.

-Lo siento -suspiró cansino - Es sólo que, siento que es culpa mía, tenías razón - miró a Hoseok con pena, pena por el mismo.
-Se me salió de las manos.

-Desde luego que si - afirmó con tono tosco.
-Por lo demás, Jeongguk no es un niño, sus motivos y razones tendrá, ¿le regañarás, le reclamarás?, sabes que no tendrá caso, ¿cierto?.

El pálido bajó la mirada.

-Aún esté tomando malas decisiones no lo notará ni escuchará hasta que se de cuenta por si mismo y como dice Hoseok, no conocemos sus razones- Namjoon rompió el silencio.
-Debes despojarte de esto, tu amor por él sólo te hace daño- Yoongi le miró atónito.

-El único que no se ha dado cuenta de que estás hasta el culo por él, es Jeongguk- le sonrió con ternura, sus bonitos hoyuelos marcándose y el pálido se sonrojó.

-Salgamos esta noche, tomemos unos tragos en el parque o yo que sé, pero hay que botar las cargas negativas, esto no somos nosotros.

Hoseok caminó hacia la cocina luego de hablar y los dos chicos allí le siguieron, en acuerdo con sus palabras.

Los últimos días sin verle no fueron los más bonitos, le extrañaba.

Ya no podía ocultarlo.



















💙💛

















Tres días habían pasado desde su visita a aquel hermoso lugar, tres días desde que le había dado las gracias al pelinegro por hacerle sentir paz, tranquilidad como la que no tuvo hacía incontable tiempo.

Tres días en los que no tuvo sexo y se sorprendía de si mismo, porque lo único que había hecho era reír, comer, dormir, jugar vídeo juegos y escuchar las tontas anécdotas de un Jeongguk en sus tiempos pubertos.

Si, todo con él, porque no se despegó de su lado ni un instante, descubrió los dotes culinarios del menor, su talento para dibujar, le sorprendió lo organizado que era con sus cosas y por los cielos, cada hora que pasaba se sorprendía más de lo maravilloso que ese chico podía llegar a ser.

Esa noche, luego de un día encantador como todos los anteriores, mientras estaba en su computadora revisando algunas cosas de "trabajo" porque si, su padre insistía en que se uniera de lleno a la empresa y el sólo por complacerle (de cuando en vez) le hacía uno que otro chequeo. Estaba concentrado hasta que escuchó aquel sonido, lo descolocó por completo.

Se separó de su cama en donde estaba sentado en posición india,quitando el computador de sus muslos y parándose junto a la puerta entre abierta del baño.

Jeongguk tomaba una ducha tranquilamente, su cuerpo relajandose ante el agua debidamente tibia, cada noche hacia la misma rutina en casa pero no estaba en la suya en esos días por lo que se restringía, sin embargo no pudo evitarlo esa noche, comenzó a dejar salir su voz, con tono airoso, un calmante auditivo para Jimin que le espiaba desde el marco de la puerta, apoyado allí con brazos cruzados sobre su pecho.

No pudo evitar cerrar los ojos y dejarse ir junto con la nota alta que había interpretado el menor, bajando despacio con un hermoso falsete y un suave melisma al final.

Jimin suspiró profundo, como si aquello le hubiese adormecido los sentidos.

Como si hubiese reparado las fisuras de su alma.

No se dió cuando de lo que pasaba a su alrededor hasta que sintió labios cálidos sobre los suyos, abrió sus ojos entonces, Jeongguk estaba frente a él con el pelo húmedo y una hermosa sonrisa en su rostro.

Sonrisa a la que se estaba acostumbrando más rápido de lo permitido.

-Nunca había escuchado esa canción- murmuró bajito, aún con brazos cruzados, alzando la vista para compensar los centímetros de altura que les separaban.

-La compuse hace algún tiempo, Nam y Yoonie hyung me ayudaron - le sonrió bonito.

Se quedaron así, perdidos en el reflejo de los ojos del otro por unos segundos y no fue un silencio incómodo, sin miedo a equivocarse podrían jurar que se estaban comunicando de esa manera.

-Cantas hermoso- le acarició la mejilla y se retiró con una boba sonrisa plasmada cuando el timbre de la puerta principal resonó, rompiendo el momento.

Jeongguk se avergonzó un poco, nunca alguien más fuera de su círculo de amigos le había escuchado cantar, ni siquiera sus padres.

Caminó hasta estar de pie frente al espejo, las marcas de aquella noche de lluvia aún presentes aunque ya no con el mismo tono oscuro, las acarició una por una hasta llegar a su cuello, por suerte no había salido a las calles más que aquella tarde donde tuvo que cubrirse bien para que no se vieran los rastros de la extraña forma de "amar" que tenía el rubio.

Sonrió, ¿a quién le mentía?, amaba sus huellas, brevemente detestó pensar que dentro de unos pocos meses todo se acabaría y aunque con suerte quizá podría renovar el maldito contrato, se sentía egoísta, quería más, pero no podía obligar a que el curso de las cosas fuesen a su favor, simplemente tomar lo que se le diera, e irse cuando llegará el momento de hacerlo.

Sacudió su pelo húmedo y con ello las ideas que le abrumaban, no era momento de pensar en ello, era momento de disfrutar junto a él. Volvió a sonreír porque los últimos días fueron tan inusuales, Jimin se mostraba diferente, aún no del todo como su verdadera identidad, él lo sabía, sabía que el rubio era incluso más dulce y amoroso de lo que se estaba mostrando (aunque fuera poco). Su misión era seguir descubriéndole.

Porque aquel día, Jimin se había acobardado, esquivó la oportunidad y simplemente le dijo que la conversión la dejarían para otra ocasión.

Luego de que se sentaran sobre la manta y el rubio tomara una larga respiración, se quedó perdido observando el agua cristalina del lago, luego, sólo fue nada.

Se recostó en las piernas del menor y se dedicó a sentir la suave brisa que traía el atardecer, Jeongguk le entendió,no le forzaría, no tenía el derecho, dedicándose a acariciar su pelo, tarea que se había convertido en su favorita. Le vió incluso dormitar, tomándole par de fotos más (muchas) y para cuando oscureció decidieron regresar.

Recordar aquello le hacia feliz debido al íntimo momento, el primero en el que sus cuerpos no se involucraron. Pero también se sintió ancioso, quería conocer más de él.

Sin embargo sus sentidos se pusieron alerta cuando escuchó la puerta principal cerrarse de manera estruendosa, tanto que quizá la vibración provocó que algún cuadro en la pared cayera porque también escuchó cristal rompiéndose luego del grito con furia de Jimin.

Salió corriendo hacia la sala de estar, por suerte ya había colocado los pantalones de su pijama.

Cuando llegó, le halló con el rostro enrojecido y no tuvo que preguntar el por qué, la rabia le brotaba por los poros, sin embargo, cuando vió una solitaria lágrima resbalar por su mejilla no supo como deducir la situación. En efecto, los cristales rotos al lado de la puerta eran de un cuadro y un florero que habían en la mesita al lado de la entrada.

-Oh por Dios!, ven aquí ..- dijo escandalizado cuando vió su mano sangrar, lo atrajo consigo hasta sentarlo en el sofá más cercano y buscar algo para detener y limpiar la sangre.

Encontró una toalla en la cocina y con ella le cubrió la herida que por suerte no era tan grande ni profunda.
De rodillas ante él se posó, sujetando su mano con delicadeza, haciendo presión en el corte y cuando alzó la mirada su cuerpo tembló. Jimin le miraba de forma casi siniestra y no supo como reaccionar más que tragar seco y bajar la cabeza.

Y sólo aquel gesto pareció despertarle porque Jimin alzó su otra mano hasta su pelo aún mojado y le acarició.

-No tienes la culpa, no tú.. - dos lágrimas más descendieron por sus mejillas abultadas al instante en que Jeongguk volvió a conectar sus ojos con los ajenos.

-¿Que pasó? - ignoró sus palabras pues no entendía de lo que hablaba, limpió con el pulgar de su mano libre las gotas saladas que ensuciaban su etéreo rostro.
-Hablo en serio cuando digo que puedes confiar en mi, ¿qué sucedió?.

Jimin esquivó su mirada, doblando su rostro hacia el costado, maldiciendo el hecho de que al parecer no merecía ser feliz por unos días sin que algo o alguien irrumpiera.










Veinte minutos antes.

El timbre sonó, Jimin caminó hacia la puerta, el pedido de comida que había hecho minutos antes ya había llegado, esa noche no quiso meterse a la cocina de igual modo no era bueno en ello y tampoco quiso que Jeongguk cocinara, pasarían una bonita velada platicando, beberían unas copas de buen vino y dormirian tarde, nada más que eso.

Sintió un tirón en su pecho al momento de tomar el pomo de la puerta pero no hizo gran caso.

Se arrepintió de ello luego.

Esa asquerosa y arrogante sonrisa fue lo primero que le recibió al instante en que abrió la puerta, dió dos pasos hacía atrás por el impacto pero pronto retomó su postura, el carácter bravío que adoptó en los últimos años siendo su escudo para encararle.

-¿Qué diablos haces aquí? - vomitó las palabras con asco, con tono tan grave que el otro se sorprendió por diminutos segundos.

Su sonrisa oscura no se desvaneció.

-Te ví por ahí y quise comprobar si era cierto lo que dicen las malas lenguas.

Jimin alzó una ceja aún con el rostro contraido.

-Park Jimin, no puedo creer que seas tan estúpido para volver a caer.

Le inspeccionó de pies a cabeza y Jimin sintió arcadas.

-¿De qué mierda hablas?.

-Todos tus ex sumisos ya saben que andas por ahí destilando amor con un niñato, que de seguro no sabrá ni besarte como te gusta- Jimin sintió su quijada doler por la forma en la que se estaba reteniendo en soltarte un golpe.

-No mentían, ese brillo en tus ojos- rió con burla - ¿Te enamoraste?.

-Si así fuera, no es asunto tuyo ni de todos los que dices que hablan de mi, te pregunté que mierda estás haciendo aquí.

-Sólo vine a recordarte.. - dió un paso hacia el frente y Jimin dos hacia atrás - .. que yo soy el único hombre al que podrás amar siempre, por más que busques y trates de olvidarme, no podrás hacerlo.

Y cuando quiso acercarse más con intenciones de tocarlo, Jimin tiró con fuerza la puerta pero este la detuvo, haciendo que chocara con el borde de la mesa cuando la regresó con igual fuerza hacia atrás. El cuadro cayó al suelo rompiéndose en el proceso, el florero cayendo luego y cuando Jimin vió que la persona que tanto odiaba se seguía acercando tomó sin fijarse uno de los filosos trozos de vidrio, amenazándole con la punta.

Salió corriendo cuando Jimin amagó con herirle, y él estrelló la puerta con furia, histeria recorriendo sus venas porque lo último que vió fue la sonrisa burlona en su rostro.

Luego todo sucedió rápido y el no lo notó, cuando volvió en sí estaba sentado con Jeongguk sosteniendo la herida que supuso se había hecho cuando tomó el vidrio.




...

-¿De verdad?, ¿puedo confiar en tí? - preguntó con la vista puesta en cualquier lado sin prestar realmente atención.

Jeongguk besó el dorso de su mano y eso fue todo lo que necesitó.

-Sírveme una copa de vino y vuelve aquí, te contaré mi vida de mierda.

Besó su frente y sonrió sin ganas.

Era ahora o nunca.
































El timbre había sonado nueva vez siendo por fin la comida que esperaba el rubio pero el hambre ya no la sentía. No se había movido de aquel sofá siendo Jeongguk quien atendiera la puerta y sirviera su vino como le había dicho.

Tomaron asiento ambos en su lugar favorito; el diván, los dos de frente mirándose los rostros.

Jimin no quiso que el menor curara su herida, se colocó una venda y eso fue todo. Le incentivó a tomar una copa de licor también y allí estaban, Jeongguk en silencio y el otro pensando como comenzar.

-El tipo que estuvo aquí hace unos minutos es mi.. fue mi primer y único novio- soltó sin más y por alguna extraña razón Jeongguk sintió celos.

-No pretendo aburrirte, ni empezar a contar todo desde mi niñez como guión de reality show barato - trazó con su dedo el borde de la copa antes de proseguir.

-Podría escucharte hablar por lo que me quede de vida y nunca me aburriria- el rubio sonrió.

-Creo que estás siendo muy obvio - ambos rieron.

- Lo conocí cuando estaba aún en secundaria, llegó como estudiante de intercambio, era muy inteligente ganó una beca y así llegó a este país - suspiró al recordar aquellos tiempos.
- Su familia era de clase media y el era muy ambicioso, también muy guapo - Jeongguk empujó su mejilla interna con su lengua y Jimin tomó su mano cuando notó el gesto.
- Ya es pasado, bebé.

Jeongguk asintió pero no podía evitar sentirse algo llevado.

-Te imaginarás como todos y todas estaban locos por el, yo siendo parte de ese grupo de idiotas- prosiguió - No haré esto muy largo - bebió un largo sorbo de vino.
-Nos hicimos novios, me enamoré, llegó el momento de la universidad y ahí cometí la burrada de mi vida.

Jeongguk no decía palabra, dedicando toda su atención al relato.

-Mi plan desde siempre fue asistir a Londres, allí estudiaría danza contemporánea.

Se sorprendió, nunca esperándose esa faceta del rubio.

- El problema para ese entonces era que no quería dejarlo, su familia no podía pagar los gastos para sus estudios así que le rogué a mi padre que.. Por Dios es que incluso decirlo me da vergüenza - rió amargamente- La cosa es que al final el viajó conmigo, mi padre cubriendo sus gastos aunque nunca le cayó bien, éramos la envidia de muchos según pensaba yo en mi incredulidad.

Tomó el contenido de la copa de un solo trago y Jeongguk supuso que venía la peor parte.

-Antes de nuestra graduación, me llegó un video, él.. él y mi hermana estaban teniendo relaciones, c-cuando lo confronté no se negó, me dijo que estaba harto de mi, que incluso siempre le di asco porque según dijo nunca le gustaron los hombres, todo lo hizo porque sabía mi posición y quería conseguir beneficios, eso fue todo, desperdicié cinco malditos años de mi vida.

Jeongguk estaba enojado y a la vez sorprendido porque la forma en la que Jimin estaba contando todo era tan fría como si ya no le dolieran los recuerdos pero de igual forma sus ojos estaban aguados.

-Mi padre se enojó tanto cuando lo supo pero, si solo hubiese sido eso quizá.. - se detuvo y respiró profundo.

Allí si se rompió, dejó salir algunas lágrimas y Jeongguk quiso abrazarlo hasta unir sus partes rotas.

Y lo hizo, lo abrazó fuerte mientras acariciaba su pelo pero lo siguiente no supo como recibirlo.

-M-me violó - dijo entre sollozos - Luego de la graduación, esa tarde, me amenazó con mostrar videos íntimos de nosotros en la fiesta que se haría esa noche y y-yo..

-Shh, ya no debes decir algo más, tranquilo - le arrulló por algunos minutos pero Jimin quería sacar todo lo que guardó por años.

-Mis padres no saben esa parte de la historia, sólo Jin y.. hasta el día de hoy me siento tan estúpido, no dije palabra sobre eso, nadie me creería, se suponía que éramos los novios más felices - dijo con sarcasmo - Jodida mierda.

El pelinegro volvió a secar sus lágrimas, sintiéndose impotente ante la situación.

- Lo veía a cada rato, mi hermana creo que al día de hoy aún le abre las piernas, así que no me llevo con ella y pues lo demás es historia, cada que puede reaparece para joderme- no derramó una gota más, no debió hacerlo delante de él.

-Busqué como despejarme de todo eso, conocí un hombre, él.. me enseñó todo lo que sé acerca de las disciplinas del sexo, encontré libertad en ello, abandoné la danza porque cada maldito movimiento me recordaba aquellos días, suena inmaduro y lo es pero, una vez me convertí en lo que soy, no supe como volver atrás, duré casi dos años con esa persona en una relación libre, sólo para practicar y aprender, luego seguí sólo, estudiando más y aprendiendo hasta que estuve lo suficientemente preparado para cuidar de mi primer sumiso y.. heme aquí, no sabiendo que diablos hago con mi vida pero no arrepintiéndome de los últimos cuatro años en los que hice lo que nunca imaginé que llegaría a hacer.

-Te admiro - dijo sin más, dejando al mayor sin palabras.
-No todos tienen el valor para arriesgarse y lanzarse a lo desconocido. No te juzgaré,no soy quien para eso, lo que si te puedo decir es que quiero cortarle las bolas a ese hijo de puta.

Jimin dejó salir la primera carcajada sincera de esa noche.

-Entonces anótate en la lista porque Jin hyung es el primero.

Hubo silencio.

-Si vuelve a tratar de hacerte algo..

-Sé cuidarme sólo - le interrumpió- No soy el mismo adolescente de aquella vez.

-Lo sé - se acercó para abrazarlo, recostándolo sobre su espalda.
-Pero quiero cuidarte - enterró el rostro en su cuello, aspirando su dulce perfume.
-Sé que no me necesitas, sé que soy nadie en tu vida, pero mientras esto que tenemos dure, déjame quererte, con tus reglas y límites pero déjame estar, porfavor.

No escuchó respuesta, pero no fue necesario, Jimin envolvió sus brazos sobre su espalda y permaneció así, escuchando su respiración serena, sintiendo como dejaba pequeños besos en su cuello.

Quiso quedarse ahí, así, por horas, por días porque hasta la persona más fuerte necesita de alguien que sepa apaciguar su dolor.

Porque la soledad es buena pero no para tenerla por siempre de compañera.

Porque hasta el alma más fría necesita un toque de calor.

Porque Jeon Jeongguk se metió sin aviso en cada poro de su piel y sin ningún permiso estaba abrigando su corazón de hielo.


























Ice Heart : Corazón de Hielo.
Cold Soul : Alma Fría.







нєℓℓσ!!!

¿Sabían que originalmente la obra se llamaba "Corazón de Hielo" pero lo cambié porque habían muchas obras con ese nombre?

No quería que sonara tan común 💙



Dato: el ex de Jimin no es coreano, ni alguien conocido en la vida real, simplemente un personaje inventado, es que no quería que odiaran a ninguno de mis bebés si lo ponía de antagonista, no no y no.



💕Denle mucho amor a los bebés siempre 💕













Dejaré esta fotito porque joder, Yoonie bebé me dejó sin palabras 😍




See u soon 💜










❄BigBabe_Jeon

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro