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Su cuerpo completo se paralizó, sintió su pecho apretado con una sofocante sensación que recordada nunca haber sentido. Su sistema no parecía querer funcionar y su cerebro se había congelado.

Sin embargo, se sentía mejor de lo que nunca imaginó.

Y Jeongguk había soñado demasiadas veces con ello.

- ¿Jeongguk? - Jimin palmeó sus mejillas con suavidad, el dulce roce de su tersa piel adormeciéndole aún más los sentidos por unos segundos.

Parpadeó, enfocando sus ojos grandes sobre aquel rostro angelical y juró que era la primera vez que lo veía así, destruido, y aún en ese estado sus faroles color miel brillaban, podía asemejar aquello con fuego apunto de incendiarlos a ambos.

Jeongguk sonrió.

Reaccionando al fin y volviendo en sí de su efímero letargo luego de las palabras ajenas recitadas.

- Repítelo - sus manos que habían aflojado su agarre volvieron a apretar casi con nostalgia y desesperada ambición por sentir suya la piel bajo sus dedos.
- Dilo de nuevo, por favor dilo - le rogó y el otro sonrió.

Ya no cabía la necesidad de que pidiera por algo, Jimin se lo gritaría, se lo daría porque la necesidad de amarlo ahora era suya.

- Te amo niño bobo - su frente se apoyó en su pecho y Jeongguk casi aseguró que las palabras le mareaban aunque la realidad fuese que hizo aquello porque ansiaba tan jodidamente mal sentirlo.
- Te amo - dijo en su susurro quebrado.

Hubo silencio después de allí, cómodo, nunca hubo algo entre ellos que les incomodara y luego de tanto fue cuando pudieron darse cuenta.

Un sollozo rompió la tranquila atmósfera que habían formado a pesar de ser una bomba de tiempo a punto de explotar, y lo hizo. Jimin empuñó entre sus manos la fina tela que cubría el pecho del menor, aferrándose allí como si estuviese en peligro de caer hacía un barranco sin final y Jeongguk no se sentía aún con derecho de hacer mucho, mas su instinto le obligó a anclar sus brazos por su espalda, atrayéndole y refugiándolo allí.

- Perdóname Jeongguk - hipó, sus propias lágrimas ahogándole mientras sacaba de sus entrañas todo lo que le devoraba por dentro.
- Yo.. Y-yo tenía miedo. Te juro, te lo juro que no quise lastimarte, sería un juego más p-pero ni siquiera eso pude hacer bien contigo - el menor tragó seco, afectándole menos que antes las palabras pero no le interrumpió.
- Creo que me enamoré de ti desde que te ví - Jeongguk se congeló, Jimin pudo sentir su cuerpo volviéndose rígido y en medio de su llanto sonrió, sabiendo que él nunca se esperó aquella confesión.

Se separó despacio, buscando con su mirada empañada la suya y podría asegurar que aquellos ojos café oscuro se tornaron casi tan claros como los suyos. Volvió a sonreír despacio, así quería verlo por lo que le quedara de vida en ese mundo de mierda.

- Pero tú, solías decir que...

- Solía, sí - contestó esta vez con más firmeza. Decidido ya a no mentirse a si mismo nunca más.
- Pero creo que tu mismo te diste cuenta, Jinnie hyung, todo mundo menos yo. Nunca tuve suficiente resistencia contigo, nunca llevé las reglas de manera correcta y me auto engañaba diciendo que lo hacía sólo por probar algo nuevo - ladeó la cabeza en un gesto que Jeongguk amó, como todo lo que él hacía.
- La realidad siempre fue otra, estuvo todo ahí y yo lo evadí, no quería reconocerlo. Soy un..

- Te perdono Jiminie - le interrumpió, dejando al chico pasmado frente a el.
- Tienes razón, la verdad es que nunca pudiste resistirte a mis encantos - sonrió bonito, molestandolo un poco y quitó las pequeñas gotas que resbalaban por sus mejillas.

Con ambos pulgares, secó cada lágrima que se deslizó por su rostro, llevando luego los dedos a su boca.

- ¿Es un nuevo fetiche? - Jimin frunció su entre cejo, mirando con atención las acciones del menor.

Se veía tan sexy chupando de sus propios dedos.

(Concentración Jimin, se supone que estamos en un momento romántico) su mente dictaba pero Jeongguk no ayudaba mucho.

- No, simplemente tuve curiosidad - su rostro fue tomado entre sus manos fuertes que le atrajeron. Sus hermosos labios finos depositaron un inocente beso en cada mejilla sonrojada.

Volvió a sentirse culpable, Jeongguk siempre fue un alma pura a la que él nunca terminaría de adaptarse. Pero esta vez, le cuidaría con fiereza.

- Bueno, la verdad es que si extraño mamartela, no mentiré.

<<Retiro lo dicho>> volvió a pensar.

- Eres un pervertido, Jeon - le dijo con voz bajita, más que sonar sexy, sonando tierno debido al llanto que había cesado y ni cuenta se había dado.

- Aprendí del mejor - alzó y bajó su ceja derecha, en un gesto típico suyo cada que quería molestarlo un poco y Jimin no se había percatado de cuanto había extrañado sus juegos hasta ese momento.

Se quedaron de pie allí, no sabiendo que más decir pero con miles de cosas por decirse.

Que contradictorio.

- Jimin.. - el menor llamó, mordiendo sus labios pero con expresión dura, haciendo que su rostro se viera más varonil y maduro de lo que realmente era. Hermoso.
- Me amas, lo he entendido si al fin pudiste aceptarlo pero ¿qué quieres de mi realmente?

La pregunta le sorprendió aunque la había estado esperando.

¿Qué quería con él? ¿Qué quería de él?

- Lo quiero todo, Jeongguk - el nombrado detuvo su respiración inconscientemente mientras Jimin seguía hablando firme, sin titubeos.
- Quiero darme una oportunidad contigo. No reglas de por medio, no ocultarnos cosas, no más cuerdas, no más castigos, no más cohibirme, no quiero que lo hagas tú tampoco. Seremos tu y yo, sin algo más de por medio, si me permites este honor, no quiero a nadie más que no seas tú.

Respiró profundo porque había dicho todo aquello con tantas emociones que no supo en que momento retuvo su respiración.

Jeongguk le observaba, soltando de a poco su pecho deliciosamente apretado e inhalando el oxígeno necesario.
No dijo algo por breves segundos en los que Jimin pensó morir hasta que sus labios se entre abrieron en una sonrisa, volviendo a apretarse luego y el otro no supo como interpretar aquello.

- Tengo una queja - Jimin se extrañó aún más, perdido, sin saber lo que pasaba por su mente y no podía descifrarle.
- Las cuerdas y los castigos pueden quedarse - estalló en carcajadas.

Jimin empujó su hombro con sutileza, divertido por sus ocurrencias hasta que su cerebro conectó.
- Eso quiere decir..

- Quiere decir que deberás cortejarme - Jimin lamió sus labios más divertido aún, metiendo sus manos a los bolsillos de su pantalón mientras le escuchaba con atención.
- Me gusta el chocolate y los dulces, si, muchos dulces. Me gustan las películas de acción, acepto invitación al cine. Me gusta la playa y también el campo. No te la pondré tan fácil Park.

Jimin podía perderse por la eternidad escuchando su bonita voz y tono aniñado. Ese no era el hombre pervertido de minutos atrás. Jeongguk era diferente a todos los demás.

Lo amaba demasiado.

Vaya epifanía.

- Todo eso ya lo sé, siempre tomé nota de cada cosa - le dijo sin borrar la tonta sonrisa de sus labios.
- Sigo siendo idiota pero no tanto como antes, te aseguro que ahora te demostraré todo lo que siento por ti, no dejaré nada por fuera. Todo en lo que erré antes lo arreglaré, por mi, por ti, por nosotros.

- Me siento felíz de saberlo. No te desgastes mucho en ello - con la punta de su dedo tocó la punta de su pequeña nariz, haciéndolo reír bonito.

Había alma de niño allí aún.

Jimin era tan hermoso.

- Tendré pendiente también lo de las sesiones, aún tengo muchas cosas que mostrarte, cuando me gane tu confianza de nuevo, tenlo por seguro - guiñó un ojito de forma coqueta hacia él.

- Me estremecí.

- ¡Jeongguk! - se carcajeó.

- Debo trabajar ahora ¿hablamos luego?

Jimin asintió, no sin antes acercarse a él y dejar un suave beso, casi sólo un roce de sus labios debajo de su oreja.
- Gracias - susurró, separándose para al fin abrir la puerta y salir del estudio, dándole una última mirada y observando la confusión en su rostro.
- Por haber pasado página, en especial a lo que pasó aquella última noche. Te juro que me siento miserable e increíblemente mal por ello. Que me hayas dado la oportunidad de comenzar de nuevo y perdonarme no tienes idea de como lo agradezco. Gracias a ti me di cuenta de tantas cosas, gracias a ti me siento yo otra vez, ese que nunca debí renunciar a ser. Gracias Jeongguk.

Con las últimas palabras casi inaudibles, salió de allí, su voz estaba volviendo a quebrarse y no quería hacerlo más. Esta vez lucharía por ser fuerte, invencible, para los dos, por los dos.

Jeongguk volvió a su silla frente a su laptop, sumergido en aquel momento que le pareció tan irreal cuando su puerta volvió a abrirse sólo un poco y dos ojos pequeños y tiernamente hinchados se asomaron a través del pequeño espacio entre la puerta.

- ¿Quieres salir a cenar hoy? - preguntó bajito y Jeongguk aguantó las ganas de apretar sus mejillas.

- Pasa por mi a las 8:15 pm. Debo hacer algunas cosas aquí así que creo que saldré algo tarde - Jeongguk captó cuando sus ojos se achicaron un poco más. Estaba sonriendo tras la puerta, eso sin duda.
- ¿Jimin? - le llamó antes de que volviera a irse, el otro deteniéndose de inmediato ante su nombre ser pronunciado.
- También acepto flores - bromeó.

No se dijeron algo más. Se respondieron con una sonrisa mutua y cada uno se encaminó a sus labores pendientes.

Que dulce se habían sentido las horas restantes de aquel día.





































Dos noches antes


- Pueden tomar lo que quieran del bar chicos. Hay comida en la despensa y el refrigerador - Taehyung dijo, quitando la chaqueta de sobre sus hombros.

Les había dicho que tomaría una ducha, el alcohol haciendo estragos y no quería que aquello le afectara. No esa noche.

- ¿No te da miedo que robemos y cuando salgas del baño sólo encuentres las cortinas?.. Bueno no, esas también se ven caras - la voz más ronca de lo común de Yoongi interrumpió su trayecto a la habitación.

- Me da más miedo aún que roben mi atención. Eso es mucho más peligroso - el pelinegro pintó una sonrisa ladeada en su perfecto rostro antes de perderse tras la puerta.

Joder, Taehyung.

- Casi me meo, ¡Dios! está más bueno que escuchar todas las canciones de Nsync un domingo por la mañana - Hoseok murmuró mirando a su amigo con ojos abiertos de forma dramática.

Estaban en su departamento, a las puta 4:00 de la madrugada.

- Joder, Hoseok, no me siento lo suficientemente borracho para hacer esto.

- Tampoco lo estabas hace dos horas cuando me metiste la lengua hasta la tráquea - exageró.

Lo de la lengua hasta el fondo de la garganta en cambio si que era cierto.

- Me gustabas cuando estábamos en secundaria, Hobi, hablamos de eso hace mucho tiempo pero ahora, no creo que.. - se detuvo.

El fue quien lo besó mientras Taehyung estaba en el baño de la disco.
¿Y si...?

- También me gustó ese besó, Yoonie - suspiró, echándose de espaldas en el costoso sofá - Sólo dejémonos llevar, por hoy, luego no sé, no me gusta pensar en que voy a arrepentirme antes de meter la pata - el otro rió, exactamente eso hacía siempre su amigo.
- Este chico, Jeongguk nos dijo que es buena persona y está más bueno que el pan, sólo vamos a..

Jadeó cuando inesperadamente Yoongi se montó a horcajadas sobre su regazo, devorandole los labios una vez más.

Se sentía cálido, dulce en su boca. Hoseok sabía a gloria.

- Veo que empezaron sin mi - la voz grave de Taehyung les sorprendió.

Se separaron un instante sólo para percatarse que el chico menor que ellos pero más alto, iba sólo vestido por un pantalón de chándal color blanco. Su pecho fuerte desnudo lucía aún las gotas de agua de su rápida ducha y el pelo húmedo pero alborotado por su intento de secarlo era la imagen más caliente que habían podido ver en sus vidas.

- No se detengan - les dijo calmo, arrastrando hacia delante de ellos una de las sillas del comedor y tomando asiento, sus piernas abiertas y su espalda doblada en una posición bastante holgazana pero que en él, se miraba majestuosa.

Por no decir asquerosamente sensual.

Acataron su orden. Yoongi volvió a tomar las labios ya rojos de su mejor amigo en los suyos, chupando la carne sensible y succionando su lengua mientras sus caderas comenzaban un majestuoso contoneo sobre la pelvis ajena.

Hoseok cerró y apretó sus ojos cuando el mayor bajó hasta su hombro, clavando sus dientes allí y sus caderas avivaron con destreza sus movimientos, levantándose un poco para caer de improviso, sintiendo su hombría dolorosamente dura bajo la tela.

A Yoongi le gustaban las "caricias" rudas.

Bajó la mano hasta por debajo de aquella fina cintura y acarició con menos fuerza de la que usualmente emplearía.

Hoseok jadeó.

Tan bonito.

Un jadeo más acompañó al de su amigo y no había sido suyo. Miró hacía atrás y quiso pintar la imagen para volver a revivirla en cada sucia fantasía suya.

Taehyung acariciaba su miembro con su mano derecha, sus ojos felinos fijos en ellos dos y joder, quiso montar esa gran hombría erecta.

O darle mientras aplastaba contra la cama, Yoongi no tenía preferencias a la hora de conocer cuerpos.

Taehyung se puso de pie abandonando su lugar, los pantalones perdidos por algún lugar del espacio y caminó con porte firme y varonil hacía ellos.

Apartó a Yoongi del regazo del otro con suavidad y sin rodeos sus manos desnudaron a Hoseok, quedándose absorto ante su hermosa piel trigueña casi del mismo tono de la suya y luego miró a Yoongi con sus labios rojos y su tez blanca como la nieve. Perfecta combinación la que hacían los dos, pensó.

Devoró él esta vez los labios del chico de hermosos hoyuelos mientras Yoongi los observaba más se negaba a no unirse. Tomó en su boca el miembro de Hoseok, apretando al rededor con sus labios y deslizando la lengua por la punta hinchada. Hoseok gimió ahogado en la boca de Taehyung y tanto él como Yoongi se separaron.

Se miraron a los ojos, una sonrisa adornando ambos labios y luego volvieron a mirar al chico frente a ellos, respirando pesado debido a los besos arrebatadores. Desnudo, expuesto.

Eran las 6:47 am cuando al fin sus cuerpos no pudieron más.

El espejo en el techo sobre la cama de Taehyung siendo el único testigo.

Los tres habían mirado hacia arriba antes de terminar con la última posición de la ardua faena.

Hoseok siendo penetrado por Yoongi mientras estaba apoyado sobre sus antebrazos y rodillas.
Taehyung invadiendo a Yoongi desde atrás y cada vez que el menor empujaba fuerte ambos chicos delante gemian. Taehyung disfrutó mucho hacer aquello una y otra vez hasta que los dos mayores no pudieron más.

No fue a trabajar aquella mañana. Mandó vía e-mail los trabajos que tenía pendientes, al menos los más sencillos y cuando se dió cuenta eran las 10 :00 de la mañana.

Solía preparar sus propios desayunos para mantenerse saludable. Sólo cuando el tiempo no le alcanzaba comía algo por ahí.

No había dormido. Preparó para comer algo rápido y lo puso sobre la mesa para luego caminar hasta su habitación. Sonriendo cuando vio los los cuerpos desnudos allí.

Caramelo y vainilla. Así les había llamado desde que los dejó dormir horas antes.

- Buenos días, les preparé algo de comer.

Yoongi se sentó en la cama de inmediato, su mente de apoco atrayendolo a la realidad y miró despacio hacia su costado, riendo bajito cuando vio a su amigo envuelto en las blancas sábanas.

-Buenos días, Taehyung - dijo, y era un milagro, Yoongi nunca se despertaba de buen humor luego de una noche de fiesta.
- Hobie.. - tocó su hombro, hablando lo más bajito que su voz le permitiese.
- Vamos, tengo hambre y si voy sólo no te dejaré nada.

Taehyung desde la puerta negó con la cabeza. Aquellos dos tenían una bonita química que ni ellos percibían.

- No creo que pueda pararme - dijo, removiendose sobre el colchón.
- Me duele hasta la existencia - Yoongi rió mirando al menor caminar hasta la cama.

- Es normal si nunca habías sido el que recibe - le dijo el pálido, acariciando su pelo enmarañado.

- No tengo etiqueta con eso, ya lo había hecho. ¡El problema es que ustedes dos hicieron equipo sólo para mi!

- Tu culo es delicioso - Yoongi dijo, dando una caricia en su muslo descubierto.

Habían hecho de todo pero ciertamente, hubo algo en los bonitos gemidos de Hoseok que despertó en los otros dos más que hambre y curiosidad.

- Vamos bonito, te cargaré si es necesario - Taehyung buscó entre su ropa algo de su talla luego de decir aquello. Luego buscó algo para Yoongi.

Su ropa les quedaba enorme.

Adorable.

Les invitó a salir nueva vez, algo distinto donde pudieran compartir más fuera de la cama y ambos aceptaron.

Taehyung no era un simple hombre joven con su futuro asegurado que buscaba botar el estrés de su ajetreada vida con ligues y fajes de una noche. Lo descubrieron a la hora del desayuno, fue muy atento y ellos hubiesen pensado que lo echaría a patadas luego de amanecer.

Esa noche, les llegó a cada uno un mensaje "Buenas noches, bonito" el mismo para los dos y no fue reenviado, su chat decía 'escribiendo'.

Se había tomado el tiempo para eso... Taehyung era extraño.

Dedujeron lo último antes de dormir, juntos, en el departamento de Hoseok.

Respondieron ambos al mismo tiempo aquel mensaje y luego apartaron sus celulares, no sin antes avisar a Jeongguk donde estaban.

- Buenas noches Yoonie.

- Buenas noches Hobie.

La vida da muchas vueltas.






































Jeongguk acomodaba un poco su cabello cuando el sonido de toques en la puerta le interrumpió.

Dejó a un lado el spray fijador que le había regalado Seokjin (lo había considerado un gasto innecesario. Estaba equivocado) y caminó hasta pararse frente a la puerta.

Su mandíbula casi cayó al piso cuando vio lo que había detrás cuando la abrió.

Un arreglo de rosas blancas era sostenido por un chico desconocido y otra persona a quien no podía verle la cara debido a lo exagerado del tamaño del otro arreglo de rosas rojas estaba frente a él.

- Puede firmar aquí, joven - le dijo amable el muchacho.

Jeongguk pensó en reclamar el equivoco de aquel envió pero se abstuvo cuando vio su nombre en uno de los sobres en el arreglo que sostenía el muchacho.

Firmó, y el desconocido con uniforme le entregó las flores blancas. El nombre estaba bordado en su pecho sobre la camisa donde leyó.
- Muchas gracias, Taemin-ssi - suponía que no era una simple floristería, el uniforme era diferente, se veía más elegante.

El chico que nunca había visto se despidió con una sonrisa y partió. Jeongguk entró para depositar el arreglo sobre la mesa de centro y volvió hacia la puerta para tomar el otro arreglo.

Lo depositó en el sofá hasta que se le ocurriera hacer espacio donde colocarlo y se devolvió hacia la puerta con intenciones de darle una buena propina al otro chico pues el arreglo pesaba, sin embargo cuando se giró para decirle que esperara mientras buscaba en la habitación su billetera no halló rastros del desconocido.

Se extrañó pero debía terminar de arreglarse. Caminó para cerrar la puerta que estaba aún abierta y casi se desmayó cuando la cerró y vio lo que había detrás.

- Ese grito no sonó muy masculino, Jeon.

Jimin le sonreía, con sus manos detrás de la espalda.

- ¿Quieres matarme tan joven? - aún con su mano en el pecho mientras el más bajo reía.

- Estuve sosteniendo las flores todo el rato, no tengo culpa de que seas despistado.

- ¡Pero no te veías! esto es enorme Jimin - señaló los arreglos - ¿Cómo lo cargaste?

- Soy muy fuerte - fanfarroneó con tono burlón.

- ¿Y no pudiste decir algo cuando tomé el arreglo? En vez de esconderte tras la puerta, ¡casi muero! - Jimin se dobló tras la carcajada que lo sacudió y Jeongguk solo pudo disfrutar de la hermosa imagen.

- Lo haré de nuevo, tenlo por seguro. Te ves adorable con ese puchero ahora mismo - el otro bajó el rostro algo avergonzado, hacía mucho que no le escuchaba decirle eso. Lo extrañaba.

- Rosas blancas...

- Rosas blancas - asintió Jimin - Te representan a ti, inocencia, pureza, tal y como te conocí y sonará muy cliché si sigo diciendo lo que encontré en naver - el otro rió ante su ocurrencia - Quisiera decirlo con mis propias palabras - suspiró - Rosas blancas, paz, quiero que en nuestra relación haya paz. El blanco es ese tono que casi nadie gusta usar para vestir por miedo a ensuciarse, quiero que nos mantengamos blancos Jeongguk, sin secretos o pasado que nos torture.

Asintió, escucharle hablar le daba calma y conocer esa faceta suya que había mantenido escondida le tenía en las nubes.

- Rosas rojas...

- Rosas rojas, querré por siempre recordar la pasión que vivimos desde el inicio. Es una de las cosas que quiero rescatar de esos meses. Fuerza, osadía, resistencia, todo eso tuviste al no rendirte conmigo y es lo que quiero mantener ahora de ambos para cualquier cachetada que la vida nos quiera soltar - sonrió al ver los ojos brillosos de Jeongguk.
- También, es un bonito recuerdo. La primera flor que me diste fue roja, una semana después llevaste un arreglo igual a ese a mi oficina.

Jeongguk al fin salió de su ensoñación luego de unos segundos cuando la voz de Jimin dejó de escucharse.

- No es necesario que hagas todo esto, lo de las flores fue en broma - sus mejillas estaban sutilmente adornadas con un color durazno.

Jimin quería besar sus cachetes cada mañana y antes de dormir.

Por muchos, muchos años.

- No hay algo que digas y no me lo tome en serio - picó su costado donde sabía que el menor era más sensible.
- Así que ten cuidado con lo que deseas porque todo puede hacerse realidad. Mi misión es hacernos felices, siempre lo será.

Y Jeongguk amaba que todo lo dijera en plural.

Por fin se sentía como un nosotros y no como un yo.

- Vamos, amor - Jeongguk tembló al escucharle llamarlo así.
- El chofer personal de mi padre nos espera abajo, lástima por él porque hoy, la noche apremia.

- ¿Por qué no viniste en tu auto? - preguntó con curiosidad mientras tomaba su billetera y celular.

- No creo que me vea cool conduciendo una limusina.

- Una.. ¿Park Jimin que tramas?

No contestó, se meció sobre sus pies y las manos nueva vez sobre su espalda y una sonrisa pintada en sus labios.

- También quiero amarte a tu manera, Jeongguk.


La respuesta a la petición de meses atrás había llegado, tal vez más tarde de lo que quiso pero si más temprano de lo que jamás imagino.



















¡Help!

No puedo decidirme por un sólo bias con los nenes de TXT.











Did u miss me? 😏




Naver, es como Google pero en Corea 👌



¿Notaron que usé como mil veces la palabra "bonito"?
No sé, me gusta mucho escribirla 💖



💕Denle mucho amor a los bebés siempre 💕








No detallé mucho el lemon, no sé a quienes pueda quizá incomodar una relación distinta a la pareja principal.

PiDoPerd0n hahaha









Dos hombres y un Jungkook 😂😂😂



See u soon💜






















❄BigBabe_Jeon

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