☪️: 10'No hay dos sin tres

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TaeHyung cerraba la puerta de su habitación, podría decirse que luego de la ruda advertencia de SeokJin y sobre qué debería mantenerse alejado de él, debería de haberle bajado un poco su excitación, pero de hecho haber estado desnudo y tan cerca de SeokJin, lo tenían más duro de lo esperado. Y cuando giraba a ver a Park Jimin sobre su cama con su cabello rubio, mirada nerviosa y labios carnosos e hinchados, TaeHyung se olvidaba del mal rato y su polla saltaba de la felicidad con un amante tan atractivo como lo era Park Jimin.

— ¿Tenían condones? —preguntaba dudoso, el rubio.

TaeHyung sonreía ladino y mostraba dicho condón al rubio, mientras mordía su belfo inferior.

—Dime que con esa boquita sabes cómo colocarlo —cuestionaba.

Jimin lo veía de arriba a abajo con sus ojos rasgados y se le hacía agua la boca. Qué Jungkook lo golpeara luego, por ser tan reina del drama, pero no podía no ser follado por Kim TaeHyung esa noche. Así que asentía obedientemente y estiraba su mano para tomar el condón de los dedos largos de TaeHyung, pero era apartado repentinamente.

—Pero-...

TaeHyung se inclinaba y tomaba su mentón con su mano libre.

—Estoy estresado y vengo sin sexo hace unos días largos, con todo esto de la maldita boda falsa... —se acercaba y mordía el belfo inferior de Jimin con suavidad, mientras que con esa voz aterciopelada volvía a exclamar—. Voy a follarte duro y parejo. Espero que puedas con eso.

Jimin sentía un calor acrecentándose en su nuca y volvía a asentir, mientras recibía el condón finalmente. Con sumo cuidado  lo abría y luego de sacarlo de su envoltura, lo llevaba a la boca, y apretaba la bolsita que estaba en la punta, presionándolo con firmeza entre los labios, con sumo cuidado de no interferir con sus dientes. Luego alzaba la vista de forma provocativa hacia TaeHyung, lo tomaba de las caderas y se acercaba a su polla, para llevar su cabeza hacia este de tal forma que el centro del glande quedara frente al centro del condón. 

Después, con la ayuda de sus labios carnosos desenrollaba el preservativo sobre el glande, hasta llegar a cubrirlo completamente, presionando sobre la parte más hendida de la polla erecta del azabache, quien se mantenía apretando sus dientes y acariciando la cabeza de Jimin. Este comenzaba a presionar con los labios, de tal manera que tomara bien la forma del glande y luego, mostraba su talento cuando lo cubría hasta tocar la pelvis de TaeHyung con la punta de su nariz y presionar para que no saliera luego.

Jimin era de garganta profunda y TaeHyung, sentía que se correría por estar caliente y apretado, mientras esos bonitos ojos se llenaban de lágrimas y luego salía, soltaba todo el aire y limpiaba la comisura de sus labios. Su mirada se mantenía fija con la de TaeHyung y luego se giraba, poniéndose sobre sus rodillas y manos.

—También me gusta duro —susurraba Jimin.

Y TaeHyung tomaba la luz verde que se le había dado para tomar las pequeñas caderas del chico, poner su gran mano en la cintura y écharlo hacia abajo mientras se alineaba. Comenzaba a empujar suavemente para no lastimar al rubio y cuando Jimin lo sentía pasar el anillo muscular, un gemido ahogado y dulce se escapaba de sus labios. Aquello había enviado al azabache una descarga que lo llevaba a empujar por completo la longitud restante de su polla.

Jimin erguía la cintura apenas sentía la pelvis del otro tocar sus glúteos. Le había hecho ver las estrellas de repente y no sabía si gemir o insultarlo.

—Hijo de puta... —optaba por la segunda.

TaeHyung reía ladino y relamia sus labios mientras tomaba la cintura de Jimin y movía suavemente sus caderas.

—Oh~... —Jimin apretaba sus ojos y sus manos el cobertor de TaeHyung. El movimiento era suave, pero el maldito bastardo había presionado su glándula de inmediato y ahora la torturaba, haciendo que Jimin gimiera constantemente, en forma de sollozos.

TaeHyung estaba de pie en la punta de la cama, se estaba conteniendo torturando al rubio y a él mismo, hasta que Jimin encontraba sus fuerzas y se movía a la par de él. Acelerando sus movimientos y encontrando a TaeHyung más abruptamente en cada penetración. La respiración de TaeHyung ya era irregular y sentía que debía de ir en busca de su placer.

—Que bonito culo —soltaba, acariciando suavemente los blanquecinos glúteos del rubio—. Y qué bien apretado estás —soltaba con voz oscura y sombría.

Lo siguiente que Jimin supo cuando esos dedos se clavaron a los lados de su cadera fue recibir el polvo más duro e intenso. TaeHyung era un jodido animal, la forma en que sus caderas se movían y golpeaban sin reparo, ni pausas dentro de su culo, era embriagador, por poco y solo se tendia a recibir los ataques, pero como buen chico amante de hacer las cosas bien y no quedarse atrás, Empujaba a la par para encontrarse con TaeHyung y ver las estrellas.

Minutos más de ese ensordecedor y placentero momento de trabajo en equipo, TaeHyung se subía a la cama y encima del cuerpo de Jimin para clavarlo más horizontal. Señal para el rubio de, quedarse tieso y solo recibir mientras TaeHyung hacía todo el trabajo y él solo lo alentaba con palabras sucias.

—Vas a romperme la cintura —soltaba jadeante luego de unos momentos.

—No... Solo este bonito culo que te cargas, cariño —respondía TaeHyung y mordía el lóbulo de un Jimin que ya había llegado a su momento de gloria.

Se corría sobre el cobertor de TaeHyung, gimiendo sonoramente, retorciéndose y temblando por la fuerza de su orgasmo y bajo las penetraciones rudas que TaeHyung continuaba dando mientras sentía su polla más apretada. Muy ensimismado en buscar su propio placer, concentrado en el perfecto perfil de Park Jimin que, se encontraba sobre estimulado, gimiendo con sus labios abiertos de par en par y le parecía un tipo jodidamente precioso.

Así que le daba más duro, intentando de que el orgasmo fuera intenso luego porque, aquí entre nosotros, TaeHyung adoraba recibir, pero desde que había comenzado el juego con Park, se veía que debía de estar a cargo. No es que le disgustara, solo que le encantaba tomar por culo. El orgasmo era más intenso y duradero y lo hacía temblar por completo. Le gustaba ser tomado, sujetado con fuerza, empotrado por el cuerpo ajeno... Como SeokJin lo había tenido en el pasillo cuando había tomado su mentón y presionado su cuerpo sobre el suyo... Dos veces esa misma noche.

SeokJin tenía brazos fuerte, un agarre seguro. Un cuerpo de infarto-...

—Ya~... —soltaba Jimin, demasiado estimulado.

Y TaeHyung se corría finalmente, casi tan fuerte e intenso como los orgasmos de próstata, casi. Caía satisfecho al lado de Jimin, intentando recobrar el aliento, mirando hacia el techo, con su corazón demasiado acelerado.

¿Se había corrido por como le apretaba Park Jimin o Kim Seokjin?

—Eres un jodido animal —soltaba el rubio, golpeando su cintura para masajearla—. Pero valió la pena.

—Si —TaeHyung ponía su brazo encima de su rostro y cerraba sus ojos—. Lo valió.

Jimin pasaba saliva y lo veía todo sudado a su lado, se veía muy bien, pero ahora que el cometido había sido llevado a cabo, se preguntaba que debía de hacer.

—Ummm... ¿Puedo dormir aquí? —preguntaba con timidez.

—Casi te rompo la cintura, seguro. Qué estúpida pregunta ¿pensabas que te echaría entrando la madrugada?

Jimin reía, agotado, sudado y muy dulce. A TaeHyung, quien ahora lo miraba, le gustaba como sus ojos se volvían más pequeños.

—Quizas tienes fobia de compartir la cama —mencionaba.

—Nah... Una vez tuve un trio y les dije que no me movería de la maldita cama hasta recobrar la movilidad en mis piernas —exclamaba riendo.

Jimin reía con él—. ¿Fuiste el pasivo?

—Si, señor —afirmaba—. Tan lleno, de mis mejores encuentros

—Los rumores sobre ti, si son ciertos. Eres un descarado —exclamaba el rubio.

TaeHyung reía y luego suspiraba.

—Me contuve demasiado en su momento —respondía—. Sentirme avergonzado por mi preferencia sexual me volvía demasiado vulnerable para el resto —exclamaba con seriedad—. No quiero volver a sentirme así.

Jimin asentía en silencio y no decía más nada, TaeHyung parecía ser muy superficial y hueco, pero al parecer había algo más allí que lo llevó a ser el personaje que era en la actualidad. Por ahora no presionaria, pero si repetir la grandiosa experiencia reciente, se daba, ya lo sabría. Ya tendría tiempo de saber.

Jungkook se había dormido bajo los efectos somníferos de los besos calmados de SeokJin en su cuello y hombro. No es que le aburriera en absoluto, habían tenido un revolcón de lo mejor para retomar nuevamente su relación y estaba agotado. SeokJin siempre lo dejaba agotado y satisfecho, por lo que dormirse con los dulces besos del castaño era algo que había extrañado esas semanas en las que no había podido verlo.

Su apartamento era frío, su cama no era cálida y ningún cuerpo fuerte presionaba contra su espalda para abrazarlo durante toda la noche. Si, Jungkook dormía por primera vez en todos esos días que estuvo esperando por ver a SeokJin. El chico dormía plácidamente. Mientras que el mayor por su parte tenía esta obsesión con escuchar su respiración pacífica y ver su rostro de bebé grande que, formaba un puchero precioso mientras dormía. Ya que siempre le costaba más que al menor pegar un ojo y ahora, muchísimo peor.

No quería pensar en eso, no quería pensar en todos los arrebatos e insinuaciones que TaeHyung había tenido para con él. Volviéndolo loco, jugando con sus nervios. Le recordaba al TaeHyung curioso de su adolescencia. Solo que más fogoso e intenso y también desafiante. SeokJin soltaba a Jungkook fregaba su rostro, no había forma de poder dormir aún, así que se levantaba con sumo cuidado y se dirigía abajo.

Necesitaba tomar un té y fumar un cigarrillo. Venía más o menos controlado con el maldito vicio, pero un poco de intercambio intenso con el chico de sus pesadillas y perdía el control de su vida. Suspiraba, apoyándose sobre la isla y maldecía a TaeHyung, una vez más.

— ¿No puedes dormir? —soltaba la voz grave de la última persona que deseaba ver en la madrugada, sobre la sala semi oscura y su paciencia hipersensible.

Soltaba todo el aire por sus fosas, daba una calada a su cigarrillo, y se giraba, largando todo el humo por sus fosas nasales. Cuando vislumbraba a TaeHyung tras él, lo veía llevar una remera negra manga corta arremangada y un boxer, la remera era de talle justo, llegando justo a la cinturilla del boxer negro. Y sus piernas eran gruesas y de un tono acaramelado.

Pasaba saliva y apretaba sus dientes, junto con el borde del mármol de la isla. TaeHyung no tenía las piernas de Jungkook, pero tenía lo suyo... Y lo "suyo" siempre había sido perfecto para SeokJin.

—Me cuesta hacerlo —respondía, dando otra pitada.

TaeHyung fruncía su ceño, se veía más tranquilo y de hecho lo estaba, solo tenía un gran dolor de cabeza por dormir de forma intermitente. Su consciencia no le había dejado conciliar el sueño como era debido.

—Iba a prepararme un té, tengo un dolor de cabeza horrible —exclamaba.

SeokJin asentía—. Te haré uno, estaba por hacer uno para mí —mencionaba tranquilo, girando sobre sus talones y abriendo uno de los cajones de la isla.

TaeHyung relamia sus labios cuando lo veía con el torso blanquecino perfecto, sin cubrir y el pantalón de chándal. Su pelo negro enmarañado y el cigarro que llevaba a su boca cada dos por tres, lo hacían verse tan... Imposible para el azabache. Cuando SeokJin giraba le mostraba una tableta.

—Toma un vaso con agua, estas tomo yo cuando se me parte la cabeza, te daré una —exclamaba tranquilo.

TaeHyung relamia sus labios y asentía, iba en busca de un vaso y lo llenaba, podía sentir la mirada de SeokJin en su culo o quizás, eran sus ganas de ser codiciado por el castaño. No estaba seguro, pero tampoco tenía energía suficiente para pelear con él otra vez. Cuando giraba iba a tomar las tabletas que SeokJin tenía extendidas, pero este la apartaba, dejando su mano en el aire.

TaeHyung entrecerraba sus ojos.

—Infantil —acusaba.

SeokJin alzaba sus cejas incrédulo—. Te daré solo una, no las tomes sin mi permiso en un futuro cercano —exclamaba, con su cigarrillo entre dos de sus dedos.

—Si, señor —se burlaba TaeHyung, acercándose más, mientras veía a SeokJin dejar el cigarro entre sus labios carnosos y sacar una pastilla para él.

TaeHyung no estaba seguro si quería darle una pitada de ansiedad al cigarro o si quería los labios de SeokJin para apagar la misma.

—Toma —cuando el castaño le tendía la pastilla, TaeHyung se acercaba otro poco.

—Gracias... —respondía, tomando ahora la misma y poniéndola en su boca para tragarla con la ayuda del agua y su cabeza extendida hacia atrás.

SeokJin estaba a punto de alejarse, cuando inhalaba un poco más de su cigarrillo, porque realmente estaban muy cerca, pero sus ojos viajaban al cuello de TaeHyung y luego estos siguieron por el pecho del chico, las caderas, la polla que estaba tranquila en su lugar, pero que igual era un espectáculo. Luego las piernas largas de TaeHyung y...

— ¿Te gusta algo de lo que estás viendo? —susurraba el azabache.

SeokJin alzaba la vista, había sido atrapado, pero no veía a TaeHyung con un tono burlón o condescendiente, realmente se lo había preguntado.

SeokJin relamia sus labios y con ceño fruncido miraba el lunar en el ojo de TaeHyung, en la punta de su nariz y en el labio inferior. Mierda, ¿él realmente se lo había comido con los ojos otra vez?. El azabache estaba seguro que era su momento para burlarse, para presionar los botones de SeokJin, pero se sentía exhausto, y solo lo dejaba pasar. Pero esos ojos tenían un efecto tan fuerte en él. SeokJin lo estaba mirando, realmente lo estaba viendo, después tanto tiempo.

—Lo lamento —susurraba, sorprendiendolo.

TaeHyung parpadeaba confundido—. ¿De qué hablas?

SeokJin agachaba su cabeza—. En el pasillo, no estuvo bien lo que hice. Yo no tengo el derecho de agarrarte de esa forma por el mentón, lo lamento. Estuvo mal —exclamaba con sinceridad.

TaeHyung abría su boca y luego la cerraba, nada salía de esta. No esperaba una disculpa en absoluto, no sabía que decirle cuando SeokJin lo miraba con el perdón pintado en sus orbes. Así que solo optaba por elevar su mentón, apoyar su muslo en la cadera de SeokJin y quitarle el cigarro.

Si, así de cerca estaban.

SeokJin alzaba sus cejas y veía esos labios semi carnosos posarse en el cigarrillo que él tenía hacía unos segundos en su boca, pero ahora estaban en la de TaeHyung. El azabache daba una pitada fuerte, sin cortar el contacto visual con SeokJin y luego le devolvía el cigarro, reteniendo el humo dentro.

—Me dejaste con una calada menos, gracias por eso —se quejaba sin sentirse realmente ofendido.

Solo negaba, cerrando sus ojos y riendo de lado y girando su rostro que, había estado muy de frente al de TaeHyung. Iba a dar su propia calada para bajar la tensión que flotaba en el maldito aire, pero los dedos de TaeHyung tomaban su mentón con dulzura y giraba su rostro para tenerlo otra vez de frente. SeokJin no decía nada, solo veía a TaeHyung acercarse, viendo su boca como único objetivo y cuando sus narices rozaban, SeokJin había pensado que estaba demasiado cansado para otra pelea, por lo que abría sus labios apenas de forma perceptible para TaeHyung y cuando su lengua estaban en la punta de sus dientes, TaeHyung no llegaba. Solo posaba sus labios a los suyos y soltaba todo el humo dentro de su boca.

SeokJin estaba mareado por el roce de belfos, la mirada intensa de TaeHyung. El poco espacio entre ambos y de cómo el humo entraba a su sistema. Cuando TaeHyung soltaba todo, rozaba el labio inferior al de SeokJin y se quedaba unos segundos, recapacitando en lo que había hecho. En el espacio cerrado entre ambos y como SeokJin tenía sus pupilas dilatadas igual que él. Eso podría tranquilamente terminar en un beso o comenzar con uno.

Su pulso estaba acelerado, sus piernas temblaban, quería morderlo, pero estaba seguro que pronto sentiría un empujón o una reprendida o comentario mordaz de parte de SeokJin. Solo que no llegaba, el castaño se quedaba estático, parpadeando con lentitud y su boca aún semi abierta.

—Lo siento —susurraba TaeHyung, mordiendo su propio belfo y alejándose como si los pies le pesarán horrores y no quisiera moverse del espacio personal de SeokJin.

Era tan fácil gravitar cerca de él para TaeHyung, pero la frase "Por favor, no juegues conmigo" de horas atrás que el castaño le había tirado, le llegaba a sus recuerdos y se alejaba sonriendo incómodo y aturdido.

—Haré el té —susurraba sin fuerza, sacando la pava de la ornalla y tomando dos tazas de la alacena, junto con la caja de té—. ¿Cuál quieres?. Hay de todos los jodidos sabores y colores —susurraba nervioso—. ¿Tú los compraste?, son muchos —mencionaba, tomando uno y leyéndolo, luego otro y frunciendo el ceño—. ¿Para que sirven?

SeokJin apagaba el cigarro en el cenicero y sonreía. Luego encontraba el coraje de acercarse para colocarse detrás de TaeHyung. ¿Por qué mierda se le ponía atrás?. No lo sabía, no quería pensar, solo presionaba suavemente su cuerpo al del azabache y quitaba las manos de este de la caja de té y tomaba dos de una de las tantas filas.

—Manzanilla —susurraba en la oreja de Tae. Bueno, no exactamente en su oreja, pero estaba pegado a su lado detrás de él—. Tiene un efecto relajante para mí, me ayudará a dormir —susurraba dulcemente, TaeHyung apretaba sus ojos y pasaba saliva, no estaba escuchando una maldita palabra—. Luego tiene un efecto antiinflamatorio para ti. Es muy recomendado para el dolor de cabeza —añadía, tocando con su dedo la sien de un TaeHyung que ya no podía disimular la forma en la que apretaba sus ojos y tragaba el nudo en su garganta.

SeokJin se quedaba con su dedo sobre la sien de TaeHyung y lo veía totalmente inmóvil, dócil. Su perfil era perfecto. Su mandíbula se marcaba a la perfección, su nariz pronunciada, sus labios con un aspecto más delgado de perfil. Estaba nuevamente comiéndoselo con los ojos, tan así que ni siquiera notaba lo mucho que su cuerpo estaba pegado a la espalda del azabache y la forma en que su dedo se flexionaba para acariciar cuesta abajo con su nudillo la mejilla de un TaeHyung que, estaba seguro que estaba temblando.

—No escuché una jodida palabra de lo que dijiste —susurraba sin aliento.

SeokJin mordía su labio y se decía a sí mismo que tenía que alejarse de TaeHyung, pero a él también le estaba costando. Era como el famoso dicho "la tercera es la vencida" y ese era el tercer encuentro con TaeHyung, bueno, quizás el cuarto si contamos cómo lo había provocado en los pasillos del Illecebra. Reaccionando con efecto tardío, se encargaba de poner un saco de té en cada taza. Todavía no se movía de detrás de TaeHyung, pero intentaba hacer de forma robótica lo que tenía planeado, un té para él, otro para TaeHyung y volver a su jodida habitación de una vez. Donde Jungkook todavía estaba durmiendo.

«Jungkook»

SeokJin se alejaba, casi horrorizado, como si TaeHyung fuera un toma corriente y lo hubiese electrocutado. Endulzaba solo un poco su té y notaba la mirada de TaeHyung sobre él.

— ¿Qué? —soltaba tensionado.

TaeHyung entrecerraba sus ojos y apretaba sus dientes.

—Nada —respondía, encargándose de endulzar su propia taza.

—Deja la caja de nuevo en su lugar —ordenaba a TaeHyung—.  Que descanses
—soltaba decidido a irse, pero el azabache se le ponía en frente, obstaculizando el paso. SeokJin apretaba sus dientes—. Por favor, hazte a un lado —pedía con calma.

TaeHyung iba a hacerse a un lado, pero pueden declararlo culpable por jodido cabeza dura, cuando desobedecia el pedido del castaño.

— ¿Vas a pretender que no hiciste lo que hiciste? —preguntaba seriamente.

SeokJin suspiraba y cerraba sus ojos, dejaba la taza de té sobre marmol y juntaba sus manos frente a TaeHyung.

—Soy un maldito imbécil, olvidalo. Estoy cansado y solo quiero dormir —pedía.

TaeHyung rodaba sus ojos—. Puff ¿y se supone que me coma esa excusa? —soltaba, retomando un poco de su propio temperamento y acorralando a SeokJin contra la mesada—. Me deseas... —susurraba—. No lo niegues.

SeokJin resoplaba y dejaba caer su cabeza hacia atrás, TaeHyung se distraída y veía su cuello, su nuez tan masculina y marcada, sus clavículas. Esos anchos hombros, sus pectorales sutilmente marcados, su abdomen. Se lo estaba devorando con los ojos. Poniéndose duro de la simple vista, nuevamente, posaba su mano sobre el torso desnudo de SeokJin y traía a este de nuevo a la realidad. Notaba como los abdominales de SeokJin se contraían ante su tacto, pero esta vez, no tomaba su muñeca para alejarlo, como la primera vez aquella noche.

—Por favor, estás volviéndome loco —susurraba SeokJin—. No sé qué sucede contigo y que quieres, pero estoy con Jungkook. Y deberías dejar de... Hacer lo que sea que estés haciendo porque estoy seguro que ni siquiera sabes qué mierda quieres conmigo —susurraba tranquilo.

No estaba amenazándolo, no estaba empujándolo lejos, ni tampoco le estaba gritando o hablando sacado y enfurecido. SeokJin era todo calma y ruego.

—Estás muy creído que yo si te deseo ¿cierto? —cuestionaba ardido.

SeokJin fruncia el ceño—. En absoluto. No creo que me desees, creo que así es como eres ahora. Ves algo, se te antoja y lo tomas, te sales con la tuya. Te diviertes un rato y luego lo desechas, pero no creo que me desees, solo que pasaste demasiado tiempo conmigo estas semanas y estás encaprichado. Pero tú no me deseas —y lo último salía como un susurro. Sin aliento, sin fuerza y sin ganas de seguir hablando del tema—. Eres un bebé caprichoso... —soltaba más relajado.

Deseaba que la tensión de desvaneciera, que volvieran al inicio donde podía ser más indiferente a TaeHyung.

—No soy un bebé caprichoso —se defendía este, con un puchero en sus labios.

—Si lo eres, mírate —y para sospresa de él y del mismísimo SeokJin, un ademán tan íntimo y tan antiguo de ellos, salía a relucir. El castaño tomaba su mentón apretaba sus labios para abultarlos y sonreía ante la visión de TaeHyung quejándose por eso.

Pero ese ademán no continuaba como solía, porque lo siguiente era SeokJin, besando y mordiendo el puchero de TaeHyung, pero a cambio de eso, se quedaba petrificado frente a él. Cerca, demasiado cerca, TaeHyung sentía que su corazón se aceleraba y que necesitaba más aire, pero repentinamente SeokJin lo soltaba.

—Que descanses. Necesito descansar y tú también —susurraba SeokJin y tomaba su taza de té para salir de una jodida vez de en frente de TaeHyung

El azabache por su cuenta se quedaba atónito, descolocado otra vez y pensando que necesitaba alejarse de SeokJin porque se le estaban quemando las ideas. Tomaba su taza de té y reconsideraba que antes de que Park Jimin abandonará el recinto, debía de follarselo de nuevo, pura y exclusivamente para sacarse el mal sabor de SeokJin o el mal sabor de no tener a SeokJin.

Solo para sacarlo de su sistema, por si acaso y de una jodida vez.

Hola de nuevo, soy Edit Vergas UwU
Perdón, me distraje viendo la Ley y el Orden.

Pero AQUISTAMOS DE NUEVO
¿qué tal este dúo?

Así va la rueda:
EROTOFONOFILIA ✅ (10/6)
ANATEMA ✅ (12/6) ᶜᵉʳᶜᵃ ᵈᵉˡ ᶠⁱⁿᵃˡ
REMEMBER ME ✅ (20/6) ᶜᵉʳᶜᵃ ᵈᵉˡ ᶠⁱⁿᵃˡ
HOLA, SOY VANTE ✅ (21/6)
UPSIDA ✅ (22/6)
ILLECEBRA ✅ (22/6)
¿Y SI DIGO QUE NO? ❎

Miren esa actividad, uhlala

Con amor Niñita Nany 💜

Pd: Si no es mucho pedir... Me gustaría que dejarán sus comentarios luego cuando Wattpad se arregle, en serio quería leer sus emociones y comentarios.

Estaba muy emocionada escribiendo cada escena y pensando en cómo se pondrían

(╥﹏╥)

Ojalá puedan pasarse( ⚈̥̥̥̥̥́⌢⚈̥̥̥̥̥̀) sino, está bien

*Se larga a llorar*

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