☪️:31' Soltar no significa perder

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Jimin estaba literalmente siendo clavado a la cama y gimiendo probablemente como jamás lo había hecho de forma tan natural y destruido.

¿Cuando se había vuelto adicto a Jungkook? ¿Cuando había dejado de creer que una sola polla fuera suficiente? Para él los hombres eran un pedazo de carne que servían para su entretenimiento y cuando dejaban de ser entretenidos, pasaba de ellos.

Sí, sonaba egoísta. Quizás podrías llegar a pensar que incluso era una mierda, pero Jimin siempre había sido honesto con sus conquistas. Nada serio, nada muy largo y definitivamente nada exclusivo ni permanente. Él tenía su fecha de caducidad en la vida de sus amantes y viceversa. Si de casualidad daba volver a repetir de mutuo acuerdo, perfecto, el sexo siempre era bienvenido. Pero. Sólo. Era. Sexo.

Hasta que Jungkook entro en él y golpeó más que su punto dulce, Jimin se sentía como todos esos idiotas de los que solía burlarse cuando decían estar enamorados y satisfechos con una sola persona. ¿Cómo podías no aburrirte acerca del mismo cuerpo y la misma dinámica en la cama? Le resultaba imposible la monogamia, pero... Pero con Jungkook, era otra cosa.

— Más fuerte —gemía contra la cama. Estaba boca abajo y el gran cuerpo de Jungkook lo aprisionaba a la superficie blanda mientras la pelvis de este golpeaba contra su bonito culo y el sonido de piel lo estimulaba. Bueno, el sonido de dos cuerpos sudorosos y la polla de Jungkook bañada en lubricante, entrando y saliendo con los movimientos correcto entre salvaje y certero.

La boca de Jungkook delineaba su mandíbula cuando lo cubría por completo con su cuerpo al inclinarse sobre él—. Voy a romperte si lo hago más duro —susurraba ronco.

Ay, esa voz. Jimin sentía que se sonrojaba al darse cuenta, por enésima vez que su pequeño amigo menor, le estaba clavando su polla con la precisión exacta, clavando sus dedos en su cadera dónde seguro dejaría hematomas y haciéndole ver estrellas detrás de sus párpados..

Girando su cabeza, miraba a Jungkook con esos ojos de pura lujuria fresca y exclamaba—. Si el que me rompe eres tú, no importa. Jodidamente lo vale... Ah~sigue por favor, por favor —pedía mordiendo la almohada debajo de su cabeza y levantando más su bonito culo.

Jungkook no entendía de dónde sacaba tanta energía.

Estaba entre caliente y furioso. Sabía que Jimin era consciente de que estaba follando furioso, pero no parecía importarle. Contrario a eso, lo había dejado hacer a su antojo. Antes de ser la bestia desenfrenada que estaba follando como perro en celo, él había comenzando con calma y delicadeza, asegurandose de estirar bien a Jimin antes de quitar sus frustraciones sobre él.

Ahora no quería detenerse, estaba a punto de sentir que iba a explotar.  La piel entre ellos era cautivadoramente adictiva, no había condón. Por supuesto que estaba demasiado ido para pedir un jodido condón y muy en el fondo de su cabeza quería su polla desnuda clavándose en el interior de Jimin como si fuera el último día en que haría eso.

Sus bolas daban un claro aviso de que se vendría como un demente, pero todavía no. Aún no, quería besar a Jimin, necesitaba saciarse de esa boca porque luego del beso, todo había sido desordenado hasta llegar al meollo de la cuestión al bonito culo de Jimin y comenzar a preparar su agujero para su polla. Así que ahora necesitaba besarlo.

Ralentizando sus movimientos, Jimin gemía desesperado y frustrado, empujando su perfecto culo para follarse con su polla. Se quedaba atónito ante la obscena imagen de su polla siendo tragada por esos glúteos. Profunda y enterrada, con el lubricante pintando de blanco la unión entre su cuerpo y el de Jimin.

"Si, si... Tan bueno conmigo. Tan grande y profundo"

Jimin era tan bueno para endulzar sus oídos con su voz suave y rota. Nuevamente el tirón de advertencia y sus manos apretaban las caderas del rubio para detenerlo.

—Para, para, para —decía, poniendo una mano en la nuca de Jimin y teniéndolo prisionero debajo de su cuerpo. Daba un empujón fuerte para clavarse hasta el fondo en el culo del rubio y se quedaba allí. La cintura de este se erguia mientras la mano de Jungkook apretaba la nuca—. No quiero correrme aún —susurraba al oído de Jimin, mordiendo y besando su lóbulo y esa zona erógena de su cuello.

Jimin presionaba sus glúteos para apretar la polla de Jungkook y ambos gemían al unisono.

—Cambio —decía Jungkook, dando una nalgada al culo de Jimin y dejando lqnpiel pálida roja—. Relájate y date la vuelta. Déjame salir —pedía.

Jimin se quejaba, pero obedecía, girando sobre el mismo lugar, se recostaba boca arriba. Su espalda contra la superficie blanda y sus piernas bien abiertas. Sus brazos se enrollaban en el cuello de Jungkook y bebía de su imagen agitada, sudado y precioso.

Jimin se encontraba sonriendo mientras sus piernas se enroscaban en la pequeña cintura de su amante. Su amigo y amante. Su corazón nunca se había sentido tan cálido y confundido o seguro. Su mano se inmiscuia entre sus cuerpos y acariciando la dura y adolorida polla ajena, la guiaba entre sus glúteos otra vez.

Jungkook tenía sus dientes apretados, su mandíbula perfecta relucía y Jimin llevaba su boca allí mientras Jungkook empujaba con calma nuevamente dentro.

—Mmm~.... ¿Por qué tan lento? —preguntaba pasando su lengua por el mentón filoso y sus manos apretaban el culo de Jungkook para sentirlo más profundo—. Ah~... Te sientes tan bien —decía mirando al pelinegro con párpados pesados. Sus manos subían por la espalda de Jungkook y rasguñaba cuesta arriba con sus uñas romas.

Jungkook se presionaba más, hasta las bolas hundido en el rubio.

—No quiero correrme aún —decía Jungkook necesitando todo de sí para tomarlo con calma, así que miraba a Jimin unos segundos más, antes de tomar sus labios y besarlo.

Su lengua se hundía tan profundo como su polla y sus movimientos eran exquisitos. Jimin gemia cuando se sentía tan lleno en ambos lados que, no podía evitar transformar ese beso tranquilo en uno salvaje y apasionado al que Jungkook reaccionaba y respondía al mismo nivel, segundos después de sentir que Jimin necesitaba más y más.

Su pelvis moviéndose más rápido, mientras se apoyaba en un brazo para tener una mejor movilidad. Jimin abría sus piernas para dejarlo enterrarse sin acorralarlo con estas. Jodido infierno, ellos encajaban tan bien que Jungkook perdía los estribos. Jimin comenzaba a gemir nuevamente que, Jungkook se erguia sobre sus rodillas levantaba las piernas del rubio y comenzar a golpear con fuerza.

— ¡Ahí! Si... Si si, por favor hazme llegar, por favor, por favor —decía con sus labios carnosos más hinchados y rojos.

Las súplicas hacían que Jungkook se sintiera cada vez con más fuerzas en vez de sentirse agotado. Los sonidos de su piel contra la de Jimin, sonidos de sexo crudo, sucio y salvaje lo ponían al cien. Se sentía en lo más alto, se sentía listo para dejarse ir y lo hacía justo despues de hundirse, arrebatarle un gemido desgarrados a un Jimin que se corría en todo su abdomen y pecho con una fuerza que lo hacía temblar bajo el cuerpo de Jungkook y él conocía tan bien esa sensación.

SeokJin lo había hecho correrse como un demente tantas veces, haciendo que su cuerpo se reduciera a simple placer. Del crudo y del bueno que lo dejaba deshuesado luego de curvar los dedos de sus pies y temblará inevitablemente por los espasmos restantes de su orgasmo. Jimin estaba así, temblaba bajo su cuerpo, apretaba su polla y Jungkook sabía lo que se sentía que siguieran golpeando dentro cuando estabas en las últimas.

Su polla estragulada explotaba dentro de Jimin, la sensación era una locura. Tanto placer, tanto control, pero parte de él se sentía vacía. Se sentía vacío hablando de forma sucia y sexual, así que lamía uno de sus dedos y lo introducía en su propio agujero, golpeaba su punto dulce en una últimas sacudidas de golpear dentro de Jimin y su orgasmo se sentía más intenso, sólo estaba un poco doblado intentando follar y follarse al mismo tiempo. Jimin lo veía y le parecía el tipo más candente con el que había estado, apretandolo más profundo, empujándolo hasta enterrarlo hacia el fondo y ayudandolo a modo que abría sus glúteos para que Jungkook pudiera acariciar su próstata un poco más.

Cuando las caderas ajenas temblaban, Jimin sonreía satisfecho y encandilado por la vista. El pelo de Jungkook caía sobre su rostro, sus finos labios eran sensuales, estaban rojos y mojados por haberlos mordido como un demente. Con ese aspecto animal que a Jimin le encantaba en los hombres cuando lo follaban, pero que se sentía diez mil veces mejor al ver a Jungkook tan descontrolado por él.

Cuando este caía, no caía sobre su pecho, caía a un lado de la cama y Jimin se sentía extraño, necesitaba la cercanía con el pelinegro a pesar de que no era del tipo que se abrazaba luego del sexo, pero algo dentro de él necesitaba la cercanía con Jungkook. Sabía que se trataba del hecho de que, lisa y llanamente, había aprovechado la recaída de su amigo y la de SeokJin, al parecer a la distancia, por eso había algo dentro de él que necesitaba alguna señal de que no estaba solo en esto.

El silencio era ensordecedor, Jungkook se alejaba otro poco y se ponía boca arriba, miraba el techo e intentaba controlar su respiración.

—Necesito una ducha —decía con sus ojos cerrados.

Jimin lo miraba y se giraba con su cuerpo en dirección a él, su mano quería alcanzar a Jungkook, pero se quedaba a mitad de camino.

— ¿Estás bien? —preguntaba en un susurro.

Jungkook tapaba sus ojos con su antebrazo y reía sin gracia—. Eso tendrías que haberme preguntado apenas me viste ver esa foto y no ofrecerme sexo con la mirada.

Jimin apretaba sus dientes—. No es como si te hubieras negado, Jeon

Jungkook suspiraba y el silencio reinaba unos momentos—. No, no lo hice —mencionaba tranquilo—. No te enojes, no quiero discutir contigo. No contigo.

Jimin mordía su labio inferior, todo su cuerpo zumbaba con la necesidad de acercarse, él lo necesitaba.

— ¿No conmigo? ¿Y eso que significa? —cuestionaba—. Yo estoy soltero, me ofrecí contigo porque quise. Pudiste decir que no —añadía sin problemas. Luego se animaba finalmente a acomodarse en el pecho de Jungkook apoyando su rostro sobre sus manos.

Jungkook suspiraba y retiraba un mechón de cabello rubio del rostro de Jimin—. ¿Cómo está tu costilla? No te quejaste durante el sexo.

Jimin ponía los ojos en blanco y luego sonreía—. Soportable y olvidable si me follas así cada vez —susurraba.

Jungkook aspiraba por su nariz, sus fosas diltadas y su cuerpo drenado. Su mano se alejaba y la ponía junto con la otra debajo de su cabeza.

—Debería aprender a decirte que no —susurraba.

Se veía mucho más relajado para Jimin que al inicio de la odisea sexual.

— ¿Por qué? —preguntaba el rubio—. No pienses demasiado en ese beso. Estaban en público con viejos compañeros de la secundaria, por supuesto iban a querer algo más que una simple llegada uno al lado del otro. No te hagas demasiado la cabeza —susurraba—. No debería contar como infidelidad.

Jungkook fruncía su ceño, por un momento pensó en lo que sería una relación con alguien cómo Jimin, ciertamente haber caído con él, se debía a su enamoramiento de años, no sólo calentura. Jungkook no se consideraba que pudiera ser infiel sólo por sentirse aburrido o traicionado. Él tenía sentimientos por Jimin.

Oh... Él tenía sentimientos por Jimin.

«Los tienes» pensaba un voz en el fondo de su cabeza.

— ¿Qué sucede? —preguntaba el rubio al ver el rostro en blanco de Jungkook.

Este relamía sus labios—. ¿No te tomas nada en serio con respecto a los sentimientos, cierto? Todo es una simple acción guiada por la lujuria y ya está —decía irritado.

Jimin alzaba sus cejas—. Sólo digo que él volvió contigo, no va a ir a ser simplemente infiel con TaeHyung porque así lo que quiera. Nada más, no tienes porque decir que prácticamente todo me vale una mierda.

Jungkook pasaba saliva y se levantaba de la cama quitando a Jimin de encima de él.

—Necesito una ducha —repetía.

— ¿Por qué? ¿Te sientes sucio? —cuestionaba el rubio.

Jungkook se ponía de pie buscando su boxer y poniendoselo otra vez.

—Sí, lo hago. Yo fui a su apartamento pidiendo otra oportunidad cuando estoy seguro que parte de SeokJin aún no estaba listo y tú dijiste que TaeHyung se ve que sigue claramente enamorado de él —apretando sus dientes miraba a Jimin—. Esto no se trata de simple infidelidad

—No deberías darle importancia. Ustedes volvieron y ya... —decía Jimin sin ánimos—. No sé que con TaeHyung, yo presencié su fijación o devoción por SeokJin incluso entre lineas. Él totalmente se olvidó que yo estaba allí la última vez. Estaba incluso medio desnudo —decía, Jungkook apretaba sus dientes—. Eso no me afectó, nada lo hace. No te preocupes por mí. No me considero usado si fui yo quien lo buscó. Lo lamento, sé que estás en contra de mi forma de ser, pero tengo totalmente naturalizado ser sólo el objeto de deseo de alguien más. No sucedió con TaeHyung la última vez, pero me halagabser el tuyo... No me ofenderíanque me necesites de vez en cuando.

Jungkook lo miraba con cierta irritación, Jimin sentía que le estaba drenando la poca energía que tenía.

—No queria saber si para TaeHyung el resto del mundo desaparece junto a SeokJin. Y no me compares con tus amantes, te lo pido amablemente —decía—. Y sí vas a comenzar a hablar de ti así, no hables. No digas nada

—Tú dijiste que el sexo conmigo no cambio nada en tu rutina con SeokJin. Claramente sólo soy el mejor amigo al que siempre quisiste coger y finalmente lo lograste, pero no superó tus expectativas —susurraba más bajo.

—Yo jamás dije eso. Mi dinámica con SeokJin es diferente —decía Jungkook irritado, no quería tener explicarse otra vez—. Es hasta un poco vergonzoso lo mucho que me gusta que él me tome.

— ¿Y creés que yo no puedo hacerlo? —decía Jimin.

Jungkook fruncía el ceño—. Tú y yo no estamos juntos —decía sorprendido y confundido—. Y no te veo de esa forma. Ya te explique cómo me siento ¿Por qué tocas el tema y te das por menos? Te dije que no mancharas los sentimientos que tuve por ti con sexo

—Yo no-... —Jimin suspiraba—. Porque quiero... —él resoplaba—. No me importa tener el segundo lugar mientras tenga uno. No puedo volver a ser sólo tu amigo sin sentir la necesidad de tocarte o que me toques —decía con sinceridad—. Quiero más que amistad —decía sin tapujos.

Jungkook abría su boca y la cerraba. Su ceño fruncido—. ¿Quieres sexo? ¿Te estás ofreciendo como un amante? ¿Eso es? —estaba tan anonodado que no podía siquiera enfadarse cuando Jimin se encogia de hombros—. Lo siento, no soy una polla o amante glorificado sólo porque descubriste que quieres coger conmigo al punto de aburrirte con el resto —soltaba con rabia, camino a su propia habitación—. No vuelvas a ofrecerte así. Aún tengo una relación.

Cuando salía y dejaba a Jimin aún desnudo y deseoso de un abrazo y caricias, el rubio suspiraba, negando con su cabeza para volver a acomodarse y abrazarse a la almohada que tenía aún el olor de Jungkook, se preguntaba Por qué este se ofendía tanto. Lo había amado por tanto tiempo y ahora que lo tenía para hacer con él lo que le viniera en ganas y saciarse de su cuerpo, Jungkook lo rechazaba, incluso parecía hasta ofendido por la idea de tener a Jimin a su alcance.

Ellos no estaban teniendo sexo.

Ellos habían estado tocándose sin apuro. Sin intenciones de ir más lejos que simples besos que llenaban el alma. SeokJin había lavado el pelo de TaeHyung y TaeHyung simplemente cerraba los ojos y se dejaba cuidar. TaeHyung enjabonaba el cuerpo de SeokJin sin apuro y luego lo enjuagaba. Sus manos eran un poco más traviesas que las de SeokJin, tocando donde sabía que provocaba a ese hombre a mirarlo más intenso.

Su mano estaba masajeando la polla más que atormentada de SeokJin mientras este todavía echaba su cabello hacia atrás con ternura.

—Estoy tratando de no ser un animal contigo —susurraba con voz ronca. TaeHyung apretaba sus labios para evitar reír, pero fallaba cuando veía como SeokJin rodaba los ojos y luego le sonreía tan dulce.

Dios, TaeHyung se sentía en el cielo, esa sonrisa hermosa llena de afecto era para él y sólo para él. Simplemente se sentía tan cálido, tan adolescente y empalagoso que resoplaba cuando reaccionaba.

SeokJin lo miraba—. ¿Qué sucede? —preguntaba, levantando su rostro.

TaeHyung daba una última caricia a su polla, posaba sus manos en las caderas de SeokJin y le sostenía la mirada.

—Me siento un poco estúpido, eso pasa —respondía.

—Usualmente lo eres veinticuatro siete, pero esta vez no creo que sea el caso —decía divertido.

TaeHyung reía, pero sus manos llevaban el cabello de SeokJin hacía atrás. No podía creer que esta escena empalagosa en el medio de la ducha fueran ellos.

—Es que siento que me comí algo putrefacto y los gusanos están rompiendo su cascarón en mi estómago y por eso se siente extraño —decía con un rostro sumamente preocupado y asqueado.

SeokJin apretaba sus labios, pero luego se echaba a reír—. Joder. Eso fue asqueroso, pestañas —mencionaba—. Jodiste incluso toda la frase de sentir mariposas vomitando en tu estómago

—Se siente más intenso y tembloroso que mariposas volando —decía TaeHyung—. Sólo es extraño, como que siento haber retrocedido en el tiempo al sentirme tan desesperado y curioso a la vez —admitía con ceño fruncido, mirando el pecho desnudo y mojado de SeokJin—. Sé todo lo que debo saber ahora, no tengo dieciséis, pero... —su mirada se alzaba y se cruzaba con la de un SeokJin que había estado acariciando su mejilla y sostenía su rostro con esa misma mano.

—Pero seguimos sin conocernos realmente en este ámbito —decía Jin, señalando a ambos—. No tuvimos una auténtica relación porque se acabó demasiado rápido —decía SeokJin—. Y el sexo entre tú y yo es intenso y desordenado. Pero no voy a arriesgarme por simple sexo ¿Sabes eso, no?

TaeHyung por primera vez notaba el dolor en la mirada del castaño. No había una barrera emocional entre ellos. Incluso notaba la dulzura extra en la voz de SeokJin al decir que no habían tenido una relación como hubiera deseado porque la verdad había sido esa. Tuvieron un noviazgo adolescente precioso, experimentando juntos y luego su primera vez juntos que, había sido perfecta, hasta que se había arruinado por los celos de otro adolescente malicioso y la inseguridad de TaeHyung.

Sentía el pulgar de SeokJin hacer caricias en formas de círculos y le gustaba tanto la sensación. Le gustaba también la mirada que SeokJin tenía mientras él era el centro de su atención. Se sentía perfecto, indestructible y...

—Te amo —decía con seriedad. Incluso hasta parecía enojado por su ceño fruncido.

SeokJin alzaba sus cejas y aspiraba aire notoriamente—. Siento que dejo de respirar cada vez que lo dices, pero pareces enojado al respecto

—Por supuesto que lo estoy —admitía con un puchero—. Años pasaron y diferentes hombres he conocido y aún así tú-... —sus labios se apretaban—. Tú eres incomparable —susurraba—. Y yo ni siquiera le llegó a los talones a Jungkook —decía indignado.

SeokJin apretaba sus dientes ante la mención del pelinegro, por supuesto él no se había olvidado que aún seguía en una relación. Él jamás podría olvidarse de Jungkook así.

—No te compares, por favor

—Todos sabemos que es cierto, por eso lo deteste de inmediato —admitía encogiéndose de hombros—. Él te mira como si fueras su todo y tú lo tratas como si fuera la persona más delicada del jodido mundo y yo me sentía como un perdedor. Tú me tratabas a mí así... Al viejo TaeHyung. Este TaeHyung que soy ahora, no sé que despierta en ti.

SeokJin fruncía su ceño, su pulgar ahora acariciaba el labio inferior del azabache, lo miraba hipnotizado, embelesado como si nada más existiera. TaeHyung comenzaba a sentir que hablaba solo.

—Jin... —decía con un puchero.

SeokJin sonreía con cierto deje de tristeza—. Te dije que Jungkook llamó mi atención porque era el único que no aceptaba nada de nadie en el Illecebra, se veía solitario—suspiraba, entre mirando a TaeHyung a los ojos y peinando su cabello mojado—. Él me gustó desde un inicio, pero sí... También parte de su esencia tenía un aire al TaeHyung que recordaba de ti porque para ser honestos, no te conozco del todo ahora, Tae —se encogía de hombros—. Tú te apartaste de mí e hiciste tu vida, sólo tengo la imagen del TaeHyung de tabloides amarillistas y webs de bajo presupuesto. No sé que parte de ti que yo solía conocer sigue ahí —susurraba—. Y no lo digo de mala forma, sé que nos hemos dicho muchas cosas, pero realmente no sé cómo eres. Siempre te ha gustado sacarme de quicio y burlarte, pero ¿Qué quieres? Dijiste no saber que despiertas en mí, pero es divertido que aún si conocerte del todo y recordarte tan dulce, yo aún así puedo decir que te a-...

— ¿Podemos salir de la ducha y hablar como es debido? Sé que no vas a follarme y todo desnudo y mojado es mucha distracción —pedía TaeHyung de inmediato, cortando las palabras ajenas.

SeokJin alzaba sus cejas y luego de un momento sonreía—. Claro, pero déjame encargarme de mi cabello. Mi polla está limpia, pero no prestaste atención a mi cabeza de arriba —decía con cierta dulzura y sorna.

TaeHyung sonreía—. Déjame, puedo hacerlo, tú solo sostente de mí —exclamaba mientras echaba una dosis de shampoo en su palma.

SeokJin sonreía y pasaba el nudo en su garganta no entendiendo por qué TaeHyung lo había cortado en el momento en el que iba a decir una frase que creía que el azabache más o menos esperaba. No iba a decirle por complacerlo, iba a decirla porque SeokJin ya se sentía ahogado con sus propios sentimientos hacia rato.

Pero ellos realmente necesitaban estar vestidos para mantener una charla como era requerida. Y estar desnudos y mojados, era una mala combinación para charlas serias.

Chan chan 🥹

Soltandole la manito a Illecebra, recibimos a JUNE 28 y saben que luego de despedir a casi dos fics, no voy a dejarlas sin nada. Retomaré pronto las actualizaciones de Upsida incluyendo OFICIALMENTE a ASHES.

¿Qué sucederá ahora?

Con amor niñita Nanykoo 💜

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