El Aprendiz de Zeus Cap.41

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Okey, no me esperaba esto.

Mucho después de aquella reunión, Afrodita me interceptó y no me dejó ir, en cambio me llevó a la entrada de su templo y me acostó en su regazo en el suelo para acariciar mi cabello. Admito que es bueno, y es difícil resistirse a esto, y más cuando ella lo hace sin decírtelo, no se puede hacer nada en esa situación, es una droga, y a veces siento que me hechiza para caer bajo su control y que ella pueda hacer lo que quiera.

—Sabes que tengo pareja, ¿verdad? —le recordé.

—Lo sé, no estoy intentando nada, también tengo el mío. Es normal que yo haga esto, a Hefesto le encanta.

—Ya sé por qué le gusta —es magnífico, por algo le llaman Diosa del Amor, aunque a veces ella puede ser una pervertida y acosadora por lo que he escuchado de Hefesto.

—Es algo difícil de evitar. ¿Volverás con Jenissia? —sabía que en algún momento alguien me preguntaría eso. Por algo no me dejó ir y por algo hace esto, ahora quiere interrogarme, es manipulación.

La verdad es que quise hacer eso, por eso quise irme de aquí y verla, ver sus ojos y oir sus "Te amo" y sus "Por favor", seguir sabiendo que me ama, pero el miedo al rechazo ahora me domina.

—¿Cree que ella querrá verme? —en vez de preguntar, parezco negarlo por el tono.

—Ay, Tom, debe tener muchas, pero que muchas ganas de verte. Te fuiste sin dejarle explicación y la abandonaste. Ella se preocupó por ti.

—Sé que soy culpable pero haces que me sienta como un miserable —comenté sobre sus duras palabras.

—Pero verte la aliviará y volverá a ser feliz. Deberías ir de una vez.

(Es jueves)

—Debe estar trabajando...

—Pues ve a su trabajo.

—No tengo el valor...

Le sacaba cualquier excusa, estaba entre ir y dejarla en paz, pero Afrodita empezó a darme palmadas en la frente como cuando la conocí.

—¡Estás rechazando una grandiosa oportunidad! —me regañaba mientras me pegaba, eran suaves pero fastidiosos.

Ya qué, igual debo ir y pedirle disculpas. La amo de verdad, fue un error haberme ido y dejarla a ella sola, como lo estuvo antes.

—Está bien. Lo haré. Pero no será ahora, será después.

—Cuento contigo.

***

Después de haber estado con Afrodita me quedé un largo rato con Hefesto, luego fui a visitar a Jessie y a Mort, por suerte ellos no sabían nada, pensaban que estaba ocupado, nunca pensaron que los abandoné y eso era bueno. Ni siquiera saben de mis poderes, tengo planeado contarles, pero no ahora, estoy en problemas, y con problemas me refiero a Darkius.

No sé en qué lugar lo dejé pero debe estar lejos para dar amenazas y peligro, haré lo posible para acabar con él. Los dioses me pidieron que me retirara, deben estar pensando en un plan para detenerlo. Quisiera que me revelaran más sobre él, sólo sé que es inmortal de vida, tiene más de ocho mil años, cosa que me impactó, es capaz que tenga muchos más años.

Jamás había visto al Olimpo entrar en desesperación por alguien que dice ser un dios, debe ser más que serio que un problema de Demonios Puros o una invasión; todos estaban inquietos excepto Zeus, parecía ya tener algo, se notaba en su cara seria y neutral con la que me miraba. Si ellos tienen miedo, de seguro es porque Darkius puede destruirlos, al Olimpo, a los dioses, a los Ángeles, todo a su paso con su hacha. Lo peor de todo es que me siento como el culpable y responsable de todo, pero por otro lado no me arrepiento de haber conocido la cara buena de Darkius, hubiera sido un gran cambio para mí seguir con él pero lo evité, y descubrí que el Dios del Caos está vivo y que quiere destruir a todo lo que no sea humano.

(Muy malo)

Faltaba poco para ser las siete de la noche, tenía miedo, debía ir a aquel lugar donde vivía con Jenissia. Tenía mucho miedo. Y no quiero imaginarme su reacción o cuál de tantas.

Me teletransporté al pasillo del edificio donde quedaba la puerta de la residencia de Jenissia, lo bueno fue que recordé que guardé ahí adentro dinero para ella, el suficiente, tal vez ya no viva aquí.

(¿Qué estupideces estás diciendo? Deja de ser un marica sin huevos y ve por tu chica)

Lo haré porque es mi chica.

Estaba frente a frente con la puerta, esto es horrible, mi mano quería tocar pero se mantenía resguardada en el bolsillo de mi pantalón, no quise teletransportarme adentro directamente y darle un susto a ella, sería otra cosa con qué lidiar.

—Vamos, Tom, tú puedes —me dí ánimos para tocar la puerta y al final toqué tres veces.

Es ahora o nunca.

Esperé por unos segundos parado frente a la puerta, con la vista al suelo, tampoco tenía el valor de ver su rostro, no era capaz de hacer lo que fuera, nunca fui capaz de hacer algo, siempre he sido un cobarde.

La puerta se abrió de una vez y de ella apareció Jenissia, estaba vestida con ropa de salir, un jean y con una blusa roja sin mangas con sus hombros y parte de su pecho al aire con unas sandalias blancas.

Sin pensarlo, yo miré directamente sus ojos, no tenía pensado hacerlo, pero unas ganas que salieron de repente de mí lo hicieron.

Sus ojos rojos, hermosos, lindos, peculiares y muy llamativos. Unos ojos que al tener contacto visual con los míos se hicieron agua y empezaron a derramar lágrimas. Jenissia estaba en shock, su cara estaba congelada y unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos, quise limpiarlos pero me arrepentí de hacerlo.

Entre nosotros hubo silencio, ninguno hablaba, ella lloraba en silencio y yo tenía un nudo en la garganta que evitaba poder gritar de felicidad y moverme.

—H-Hola... —esa fue mi primera palabra, me sentí miserable al decirlas, me sentí lo peor del mundo. Quité mi vista de sus ojos llenos de agua y miré el suelo queriendo matarme a mí mismo —Y-Yo… —quise explicarle todo pero recordé que lo mejor sería decir esto —Yo… Lo siento mucho —finalizo en un balbuceo escuchable y muy lamentable, veía sus lágrimas caer al piso, mojando el suelo, y caían muy rápido.

(Ni siquiera lo intentes)

Quise salir corriendo de ahí, quise escapar, escapar de este sentimiento que me mataba por dentro, que me comía y me perforaba dándome culpa, pero en cambio me hicieron llorar; primero fueron unas palabras pero dejé que mis sentimientos hablaran con lágrimas, lágrimas de culpa.

(No lo hagas, quédate ahí, con ella)

—Lo siento mucho —prosigo —, tuve miedo de hacer daño, por eso me fui...

Ella seguía como piedra llorando en la puerta de su residencia.

—Mírate, te he hecho llorar, te he hecho daño. Tuve miedo de venir pero al final lo hice, para ver… A la mujer que me ama y a la que yo amo.

Jenissia se acercó y me abrazó, recordé aquellas veces en que ella me abrazaba y posaba su cabeza en mi pecho y en mis hombros, recordé su buen olor y también el cómo olía su cabello, recordé y sentí su presencia pero, principalmente, recordé todo lo que ella sentía por mí.

Siguió llorando en mi hombro, en silencio, me presionaba con sus brazos con fuerza sobre mi cuello. Ella rompió nuestro abrazo y me llevó con su mano sujetando la mía hacia dentro de su residencia, cerró la puerta y luego vino a mí para reanudar nuestro abrazo, y lloró con más fuerza.

—Te extrañé demasiado, me preocupaste mucho. No vuelvas a desaparecer así, por favor, te lo suplico por Dios, no me dejes... —me rogó, un sentimiento fuerte golpeó mi corazón.

—Ya no, ya no lo haré nunca más. No volveré a dejarte. Todo fue culpa mía. Perdóname.

El tiempo pasó dentro, ahora estábamos sentados en el borde de la cama del cuarto, sentí mucha nostalgia al ver todo por dentro y al encontrar al cuarto. Ella pudo calmarse, ambos mirábamos el suelo sentados en la cama, sin más que decir o hacer. De todos modos no quería hacer o tramar algo, no esta noche que se volvió especial para mí, era mi regreso a casa.

—Gracias —le agradecí matando el silencio que había.

—¿Por qué? —quiso saber la razón.

—Por ser tan buena conmigo —esa era la verdadera y pura razón, otra no haría lo mismo que ella hace por mí, sin duda es la pieza a encajar y el soporte en esta relación. Es amor verdadero.

Ella no dijo nada, se quedó callada pero sé que debió sonrojarse aunque yo no la haya visto, y me gustaba verlo; no quise quedarme como estaba y la miré. Sí lo estaba, y ocultaba su cara mirando a otro lado.

—Te ves hermosa como siempre, nunca pedí algo como todo esto pero estoy satisfecho. Te amo —era mi yo sincero, todo para ella sola, para más nadie.

Ella me miró, estaba sonrojada, pero sus ojos estaban perdidos al igual que los míos. Todo esto es lo bueno de estar enamorado, sentir amor y saber que eres amado.

—No supe qué hacer cuando te fuiste —desahoga —, ese día no pude dormir, ni siquiera en el siguiente o en los otros, estaba muy preocupada y asustada, me desvelaba en las noches deseando que volvieras en cualquier momento, ya no era la misma trabajando y me tomé un descanso. Hurtson pasó por aquí una semana después de tu desaparición y yo le conté todo, estuvo buscándote hasta el cansancio y no te encontró, volvió muchos días después y me dijo que no logró encontrarte por ningún lado, él también estaba preocupado. Llegué al colapso y me volví paranoica, ya no comía bien y todas las noches lloraba por ti y le rezaba a Dios para que volvieras sano y salvo; incluso yo misma intenté buscarte en lugares que no conocía, nunca recurrí a la ayuda de Sebastián. Me hiciste sufrir, Tom.

Mi corazón se hizo añicos al escuchar todo ese desahogo, de saber que la decisión de irme fue la peor que pude haber tomado. En verdad la hice sufrir, pero Jenissia no lloró mientras contaba eso, más bien habló tenazmente con una voz grave y madura con solamente sus ojos llorosos, como la vez en la que me pidió arrodillarme frente a ella.

Me puse a su lado y la abracé poniendo su cabeza en mi pecho, luego le dejé un beso en su frente; supe el esfuerzo que hizo al hablar sin tener que mostrar más sensibilidad, me tomó por sorpresa escucharla hablar así, con intención de dejarme saber todo lo que vivió sin estar conmigo y reclamarme por eso, cosa que me merezco.

—No me dejes, por favor, no me dejes, yo no podría vivir sin ti, no quiero fallarte —todo lo que decía me rompía el alma, ella era una Ángel sufriendo y siendo lastimada, no se merecía eso.

—Lo siento, perdóname, por favor. Yo siempre te voy amar, yo nunca te olvidé —la abracé con más fuerza sin tomar tanto en cuenta que estábamos incómodos —. Te juro a ti y le juro a tu Dios que jamás voy a dejar de amarte y que tampoco te voy a volver a dejar. Sólo pido que confíes en mí y que me sigas amando como siempre lo has hecho; yo tampoco podría vivir sin ti.

Sí, esto es todo lo que quería y lo que quiero para siempre, ella hace que me olvide de todo y que solamente me centre en ella, en nadie más. De nada me sirve volver a huir, debo afrontar mis problemas y resolver las consecuencias de haberme ido, el recuperarla a ella fue mi misión principal. No espero volver a ver a Hurtson, quizá el necesitaba de mi ayuda en los últimos días y, yo como un idiota, estaba con un "dios" asesino, es mi deber sentirme  culpable por todo.

—Jeni... —susurré perdidamente su apodo, un apodo del cual estoy muy feliz de haberlo inventado.

—Tommy... —además, yo tenía el mío inventado por ella, y me gustaba mucho.

—¿Quieres dormir? —pregunté, era mi regreso y me urge ir a dormir a su lado, tal vez ella también deba descansar, todo debe volver a la normalidad ahora que estoy aquí.

—Sí —respondió segundos después.

Ella se levantó y fue al baño primero a hacer quién sabe qué, yo me acomodé en la cama, pero no me acosté, no sin ella.

Jeni salió y cuando estaba preparando la manta de la cama para acostarse la detuve para dedicarle una última cosa.

—No sabes cuánto te amo, me alegra mucho haber vuelto y volver a verte. Te eché de menos.

Ella quedó sorprendida y se acomodó unos rizos salvajes detrás de su oreja derecha. Sonrió y se sentó en la cama, no supe por qué hasta que la escuché rezando en voz baja del otro lado de la cama dándome la espalda; agradecía, estaba agradeciendo de haber vuelto a ella con vida, agradece haber sido más paciente y no haber perdido la fe en mí.

Fue algo muy lindo, representa muy bien lo que es. Estuve perdido mirando su lindo rostro con sus ojos cerrados dedicándole algunas palabras a su señor.

—Ahora podré estar tranquila contigo aquí.

-----------------------------------------------------------

:') :') :') :') :')

¿A quién no le tocó el corazón éste capítulo? ¿A quién no le dio rabia pero también emoción ver el reencuentro magistral entre Jenissia y Tom? Hermoso.

Dejemos a Darkius y centrémonos en la relación otra vez, manténganse tranquilos. Todo volverá a ser como antes y veremos a Jenissia, (ahora falta Hurtson).

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro