El Aprendiz De Zeus Cap.53

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Luego de aquel encuentro en el cementerio con Hurtson me quedé en casa con Jeni, la melancolía volvió, y en su mejor momento.

Estaba sentado en el borde derecho de la cama en el cuarto, eran las 9:14 pm y no podía dormir, estaba llorando en un silencio. Jenissia estaba a mi lado, consonlándome y ayudándome, ella sabía que necesitaba esto ya que en el cementerio no saqué todo de mi ser y solamente me dijo "deja salir todo, estoy aquí para ti". Y simplemente empecé a llorar como un niño.

—¿Por qué todo lo malo me pasa a mí? —me desquito ahogando un sollozo.

Ella me miró con lástima, sé lo que piensa.

—No te ha pasado nada ma…

—Claro que sí. Siento... Siento que la mala suerte está enganchada conmigo —así me sentía, a veces pensaba que Jenissia me tenía lástima, unas simples palabras no podían animarme.

—Hey, no seas malo contigo mismo. No es tu culpa, siento también la muerte de él, pero no es tu culpa, no es de nadie; lamentablemente, la hora le llegó. No es tu culpa el no haber llegado a tiempo, no es tu culpa el haberle informado cuando no debías —intenta lo imposible —. Todo estará bien ahora, pudimos verlo, pudiste hablar con él.

Eso fue bueno, jamás olvidaré aquel momento en el que yo vi la lápida de un Ángel Caído especial. Limpié mis lágrimas y le agradecí a ella por dichas palabras.

—Estaré contigo siempre —susurró en mi oído. Era increíble saber que Jenissia me amaba de verdad y que siempre me lo dejaba saber, de corazón, de todo, mujeres así son especiales y únicas, no se encuentran en todos lados y tampoco fácilmente, no era de esas chicas locas de amor ni nada, sólo una hermosa Ángel expresando todo el rato sus sentimientos. Es especial. Aún recuerdo esa noche cuando me dijo lo que sentía, sin duda un giro inesperado en mi trama.

—¿Sería malo querer darte un beso en estos momentos? —le pregunto mirando a otro lado para que ella no viera mi vergüenza, debía hacer algo para devolverle todo ese amor que me ha dado, me siento egoísta y seco con ella.

Estuve esperando unos segundos su respuesta, hasta que me rodeó con sus brazos y me hizo caer lentamente a la cama con ella arriba dándome un abrazo completo.

—Sé lo que necesitas: necesitas un abrazo. No es que te esté rechazando ni nada parecido, un abrazo de vez en cuando es mejor que un beso de consuelo —ella se oculta en mi cuello mientras me abrazaba. Tiene razón, la conexión es mejor y muy hermosa, siempre tiene la razón.

Sentía su respiración caliente en mi cuello, me quedé totalmente quieto recibiendo su abrazo.

—Quiero recordarte siempre que te amo —suelto en voz baja para que ella pudiera escuchar y relajarse.

—Lo sé. Eres el mejor —ella siempre estaba positiva y muy cariñosa. De verdad que es muy raro que ambos discutamos, pero entendí que cuando ella discute con alguien es porque lo hace y dice las cosas por el bien de esa persona. En ese caso, yo.

Giré mi cabeza a su lado, estaba muy cerca de ella, me aparté un poco y le dí un beso en su frente, y otro en su mejilla para asegurar, no le dejé otro en sus labios, no esta vez.

—Quisiera quedarme así por siempre, ¿se puede? —no tenía nada de qué hablar, pero me gustaba decir algo que ella pudiera responder con su cálida voz.

—Estoy segura de que se puede.

—Bien, quedémonos así entonces.

***

Ya solo le quedaba una semana libre a Jenissia, aquella bolsa llena de reales cada día bajaba, supongo que era de esperarse, el dinero se gasta y se acaba y aún no me decido si buscar un trabajo normal o seguir siendo un cazarrecompensas, pero uno solitario, no sé cuál sería mejor, debo seguir dándole uso a mis poderes.

Ya era lunes y salí temprano, quise tomar aire y aprovechar para llevarle algo a Jenissia. Pasé por un puesto de flores en el centro de la ciudad que por suerte estaba muy cerca del Big Ben, habían muchos turista tomándose fotos cerca del reloj, pero vine por flores, la única que me llamó la atención fue una rosa, una hermosa y significativa rosa. La pagué y la miré por unos segundos en mi mano.

—Déjame adivinar: es para una dama especial, ¿verdad? —el puesto era atendido por una mujer muy mayor, gente de la tercera edad da buena espina y agrada.

Le sonreí y le confirmé.

—Así es, será algo especial para alguien especial.

(Una rosa para otra rosa)

—Adoro las parejas enamoradas. Ve y dásela entonces.

Fui a casa con una sonrisa de oreja a oreja, con la rosa que le iba a llevar a Jeni en mi mano, ella insiste en que no le dé o regale nada pero yo lo hago por ella y para agradecerle mucho, incluso puedo hacer más que regalarle una simple rosa. Llegué al edificio, subí las escaleras y abrí la puerta, por fin tengo llaves de la puerta para entrar y ya no debo entrar como un marginal.

Cuando entré la vi al instante, estaba tomando té sentada en una silla mientras leía un libro.

—No tardaste tanto afue… —ella había hablado pero cuando le mostré la rosa su boca dejó de transmitir palabras —Tom…

—Es un regalo, sé lo mucho que te gustan las flores, en especial las rosas. Es hermosa, al igual que tus ojos —ella dejó la taza de té vacía en la mesa al igual que el libro y tomó la flor.

—Oh, Tom, es hermosa —observa la rosa con su admiración.

—Tiene algo en común con nosotros dos, adivina cuál es esa cosa en común.

—El color, es obvio —contestó rápido.

—Ehm… ¡Correcto! —ella rió y dejó la rosa en un jarrón llena de agua. Caminé a ella y me puse muy cerca —¿Sabes la otra cosa que tiene en común la rosa, pero ahora contigo?

—¿Qué tal si tú me lo dices?

—Bien. Es una flor especial y hermosa, con un exquisito olor y forma de admirar y ver, todo lo que concuerda contigo —no era un experto pero hacía mi mejor esfuerzo por ser el mejor frente a ella.

—Son varias cosas —ella contiene unas pequeñas risas.

—Dos en una —corregí muy cerca de ella, quería intentar algo y sé que ella lo sabe, lo noto en su expresión.

—Haces tu mejor esfuerzo para seguir enamorándome —dice —, pero está resultando —me rodeó el cuello con sus brazos y me dio un beso en mis labios, pero cuando se iba a separar yo la sostuve en su cintura y evité que se fuera y lentamente besé sus labios como se debía, como a mí me gustaba.

—Ya tú me enamoraste desde hace mucho tiempo —le comenté en un momento cuando se rompió el beso.

—Yo estuve enamorada de ti a primera vista.

(Ahora mátale esa)

Ya estuvo bien, tomé a Jenissia de la mano y la llevé conmigo al cuarto, ya me estoy encendiendo. Cuando pasamos cerré la puerta y tomé los labios de Jenissia enseguida, eran mis juguetes favoritos pero extrañamente ella me separó y me sentó en en borde de la cama.

—Dime algo—mi vista se puso fija en sus pechos, tenía puesto una blusa corta sin mangas y tenía un buen busto, también tenía un short corto. Bendito sean los Ángeles —, ¿crees que valió la pena haberme enamorado de ti, de un Humano?

(¿Y esa pregunta?)

—Sí. Claro que sí. Por supuesto —decía mientras miraba bobo todo su cuerpo bendito.

(De verdad a veces me dan ganas de hacerle el amor)

Ella se burló de esa respuesta.

—Eres un caso perdido.

¿Es un cumplido?

—Claro que… No lo sé...

Ella dio dos pasos lentos de manera sensual, de una manera que me encendió completamente.

—He visto cómo me miras en estas situaciones, y tienes la misma cara de siempre —reaccioné y me puse serio.

—Yo… E-Es inevitable.

—Lo sé —ella lentamente deslizó sus manos por su pecho y abdomen hasta llegar a los bordes de su blusa y las tomó con fuerza arrugando la blusa.

(¿Es lo que creo que es?)

Luego se subió lentamente su blusa corta hasta arriba y se la quitó quedando solamente su sujetador, un sujetador de color rojo, sus pechos se veían un poco más claros y jugosos, su abdomen estaba al aire y las curvas de su abdomen plano también. Es una diosa. Era la primera vez que la contemplaba más allá, es mi primera vez mirando más de ella.

—Esto es el Paraíso —opiné totalmente bobo mirando cada parte de su parte superior. Se acercó a mí y cayó lentamente conmigo a la cama.

—Este es tu regalo por haberme alegrado la mañana —dice apegándose más a mi rostro, miré por debajo y sus pechos chocaban con el mío.

—Ay, Diosito…

(¿Quién dice que no se puede actuar verdaderamente por las mañanas?)

Pero no es lo justo, ella no es así, creo que lo hace para complacerme.

—Oye, no es necesario que hagas esto...

—No…

—No quiero obligarte y tampoco a que te obliges a ti misma hacer esto, no es lo justo para una mujer, puedes complacerme con diferentes cosas distintas a éstas —me levanté con ella y la senté en el borde delantero de la cama —. Escucha, no debes obligarte a hacer este tipo de cosas por mí, podemos hacer otras cosas, tal vez tengas excusas pero lo digo en serio. No tuve buena educación pero sé que las partes de una mujer se respetan aunque un hombre las vea con deseo, se debe respetar a una mujer y más cuando se trata de estas cosas. Sé que estoy matando el momento pero es lo mejor.

Fui por su blusa, la acomodé y se la puse con ayuda de ella mientras escuchaba atentamente lo que decía.

—No es necesario que hagas todo esto para que quede aún más bobo y… Tenga más ganas de hacértelo. Yo me controlaré, esos momentos en el que te he tomado han sido muy disparados y no me he detenido a ver y a preguntar lo que tú pensabas, a veces debes sentirte obligada a hacer esto conmigo. Me voy a controlar, y llegará el momento donde pase lo que tenga que pasar, pero ese momento será mucho después de este y estaremos listos, íntimamente, ¿bien? —la miré para esperar una opinión y sólo asintió un poco ruborizada —, perdón por hacerte pasar esos momentos que de seguro fueron vergonzosos o incluso excelentes para ti, yo... Ah, lo siento mucho. Vamos, haré el almuerzo.

Después de haber almorzado ambos nos quedamos viendo televisión toda la tarde hasta las 5 pm. A Jenissia le gustaban mucho las películas románticas, sin duda son ayuda para hacer bien las cosas y me daba mucha vergüenza ver esas escenas donde los protagonistas se besaban con pasión, Jenissia estaba tranquila y totalmente cómoda pero yo me incomodaba.

Ella apagó el televisor cuando acabó la película y se subió encima de mí, sentí un ataque de nervios y mi corazón latir a millón.

—¿No te gustaría hacer todo lo que vimos? —preguntó sonando coqueta.

Simplemente me negué.

—No —respondí mirando a otro lado —, creo que deberías quitarte.

—No lo haré.

—¡Jenissia! —me tapó la boca inesperadamente.

—Entiendo lo que hiciste por mí, pero la verdad quise hacer aquello, aunque era mi primera vez yendo más allá. Tienes razón, deberíamos esperar y hacer esto cuando estemos listos pero… Yo quiero expresarte todo lo que siento —me destapó pero enseguida pegó sus labios salvajemente con los míos mientras yo intentaba zafarme y separarla pero se afincaba más a mi cuerpo.

—Jeni... —decía entre el beso cada vez que ella hacía un movimiento.

Se separó pero me tapó otra vez la boca con su mano.

—Lo sé, lo sé, pero disfrútalo al menos como yo lo hago. Te amo, Tom, nunca lo olvides, por favor, tú eres el responsable de que yo haga cosas como ésta.

(Me necesita)

—No es lo que piensas, no me estoy obligando a hacer esto, lo hago para que sientas mi amor y para que yo pueda sentirte y seguir dándote todo ese amor. Te amo muchísimo —volvió a atacar mis labios sin siquiera dejarme responder o decir algo.

No me queda de otra, me dejé domar por ella y acepté su "amor" y puse mis manos en su cintura para al menos apoyarme y poder recibir bien sus labios, y su lengua entrando en mi boca.

No le correspondí el beso, siempre quedaba en shock en estas situaciones, ella tenía sus ojos cerrados concentrándose en el beso intenso, con una mano presionaba mi cuello y con otra mi rostro.

—Dios mío, no puedo hacer esto sola. Ayúdame —se separó harta con el ceño fruncido y me ordenó hacerlo.

Tomó mis manos que estaban en su cintura y las puso a cada una en cada uno de sus dos pompas, de su trasero, suave y esponjoso.

—Coopera conmigo, por favor —pidió esta vez amablemente, pero antes de que se uniera conmigo otra vez, la detuve, pero lo hice quitando mi rostro de sus labios, y por accidente ella chocó con mi cuello y refunfuñó del enojo —. ¡Vamos, no seas así de frío!

—¿Quieres mudarte conmigo?

Sabía que me quedaba poco tiempo para hacer esto y se lo pregunté rápidamente y de una vez por todas seriamente y no como antes. Ella se sorprendió por completo y se separó y se acomodó arriba de mí, y lamentablemente solté su trasero.

—Sabes que he pensado esto desde que conocí a Hurtson, sabía que ganaba dinero suficiente para tener una vida feliz contigo a mi lado y Hurtson estuvo de acuerdo y me alentó para hacerlo, y ahora te lo pregunto en serio y no como las otras veces. ¿No te gustaría vivir conmigo, vivir en una casa propia y sola para los dos? ¿Tener nuestro propio espacio y estar solos, tener una futura familia fuera de aquí? ¿No te gustaría mudarte conmigo?

Jenissia sin duda no se esperaba esta pregunta de manera seria, se lo dije antes y ella bromeó, pero su cara era de sorpresa. No respondía, se quedaba pensando pero sé que no quiere abandonar todo esto, sé que piensa un "no", su cara lo dice todo, lo entiendo.

—Bueno, yo lo entiendo, era una simple sugerencia que estaba desde hace mucho en mi cabeza —y se quedó ahí por mucho tiempo. Quise llorar con eso, sentirme negado no me afectaba pero sí recordar que le conté esta idea a Hurtson y que él me apoyó con eso y que estuvo de acuerdo, era una promesa por cumplir, una meta para lograr y para preguntarle a ella —. Yo te amo, Jenissia, y te apoyaré en lo que sea y en cualquier opinión y decisión. La verdad, no me importa quedarme más tiempo aquí y esperar... no lo sé, quizás el paso de los años.

—No, yo quiero mudarme contigo.

Esa era la respuesta que he esperado desde hace mucho, su sinceridad me confirmó que en verdad quería vivir conmigo en otro lugar distinto a este. Esto me pone muy feliz, esto me enorgullece, es otro paso a dar en nuestra bonita relación.

Me alcé hacia ella y la abracé con fuerza recostando mi cabeza en uno de sus hombros.

—Está bien, nos vamos a mudar.

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