Capítulo 20

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La pareja de pelinegros, no fueron los únicos que se sentaron a conversar esa mañana. Aunque todavía no habían mediado palabras desde que abrieron sus ojos y permanecieron contemplándose durante un buen rato, Namjoon y Jimin también se sentaron para entablar una conversación necesaria. Nunca fueron novios, nunca pasó nada entre ellos más allá de un beso que se dieron cuando eran adolescentes, pero sentían que se debían esa conversación. Namjoon sentía que le debía una explicación a Jimin después de que este lo viera junto a Yoongi.

— ¿Vas a decir algo? — Preguntó Jimin al ver que el mayor continuaba mirándolo fijamente sin decidirse a mover sus labios. Conociéndolo, debía estar planificando un discurso en su mente, acomodando las palabras para tocar de la forma más profunda y correcta el tema. — ¿Por qué no me dijiste que estabas con Yoongi? Tenía que ser el primero que supiera de esto, nosotros...

— Jimin, somos amigos, sabes que por mucho tiempo has sido más que especial y ocupas un lugar importante en mi vida, en mis sentimientos. Sin embargo, no estaba en la obligación de decirte nada. — Lo interrumpió de la forma más calmada posible. — Mis familiares y amistades son personas activas en mi vida, con quienes comparto mucho, pero no tienen derecho a saber cada detalle de mi vida privada.

La mandíbula del menor se tensó ante esto, desviando sus ojos porque una parte de él se sentía patético en ese instante. Se levantó de la silla y Namjoon calló, dándole el tiempo necesario para procesar todo, sabía que estaba intentando no explotar.

A veces Jimin podía llegar a comportarse como un niño porfiado que hacía rabietas y necesitaba mucha atención. Podía ser tan duro como tan sensible, a veces tenía inseguridades que le ocultaba al mundo, batallaba en silencio, algo que Namjoon siempre supo interpretar. Por eso le tenía tanta paciencia, pero también tenía sus límites y había cosas que simplemente no se las dejaba pasar con tanta facilidad.

— ¿Tenía que ser justamente con Yoongi? — Indagó volteándose hacia él mientras caminaba de un lado a otro. — ¿Desde cuándo? ¿Cómo empezó todo? ¿Por qué él? ¿Por qué ustedes dos? — Estas últimas preguntas llegaron en un tono más alto y agrio que no pudo disimular. Le dolía saberlos juntos, rememorar en su memoria aquel beso dolía en demasía. — ¿Qué tiene él que no tenga yo?

— Jimin, no hagas esto.

— Quiero saber, responde mis preguntas. — Exigió volviéndose a sentar a su lado. — Soy fuerte, no me derrumbaré por tu respuesta, pero necesito saber cómo es que de la nada vas a tener una relación con un amigo en común.

— Para comenzar, no tenemos una relación seria aún. Sí, hemos pensado en ello, pero todavía no nos decidimos a dar ese paso porque nos conocemos lo suficiente. Como amigos y algo más hasta ahora todo está bien, pero las relaciones ya requieren un nivel de seriedad y compromiso que ninguno sabe si puede brindar en estos momentos. Cargamos con muchas cosas que quizás pesen demasiado para llevarlas a una relación formal.

— Pero quieres tenerla...

— Ya me conoces, no soy un tipo de muchos encuentros casuales. Sí, los tengo, pero me gusta una estabilidad que no se puede tener con todo el mundo. Es por eso que he pasado la mayor parte de mi vida soltero. Conoces mi única relación fallida y de eso hace casi una década.

— Entonces por qué tener una con Yoongi. Tú mismo estás diciendo que tienen demasiadas cosas acuestas como para tener una relación. — Replicó ansioso, sintiendo deseos de llorar nuevamente.

— Lo nuestro no fue planificado, ninguno buscaba una pareja, ni siquiera un acostón. Nos encontramos en un momento de nuestras vidas en el que conversando, liberando con alguien todo lo que nos acongojaba entre tragos, terminando viéndonos un poco diferente. Esa primera vez creo que aún está algo borrosa en la mente de ambos. Sin embargo, lo conversamos una vez claros, cuando pensamos todo con detenimiento y en soledad. Volvimos a acostarnos, nos sentimos bien, el hecho de que hubiésemos sido amigos por tanto tiempo tal vez influyó. Lo vimos como algo sin mucha importancia, solo sexo, pero luego los encuentros se hicieron más regulares y tomaron tonos diferentes.

— Yo te ofrecí eso muchas veces y siempre me lo negaste, jamás aceptaste tener ese tipo de relación conmigo, Namjoon. ¿Por qué? — Fue el mayor quien bajó la cabeza y luego se levantó del sofá, siendo sentado con brusquedad por Jimin. — Estoy hablando contigo. ¿Por qué no me aceptaste y a Yoongi sí?

— Por lo mismo que he tenido encuentros de una noche con otras personas y contigo no. Porque eres diferente, Jimin, por ti siempre he sentido cosas, lo sabes. No podría simplemente limitar nuestra relación a ser amigos que follaban esporádicamente, somos novios o somos amigos, no puedo tener un punto medio contigo. Con otros no me afecta si tenemos un simple polvo, si se acuestan con alguien más porque no me afecta, pero no soportaría tener solo sexo contigo y luego verte enrollándote con alguien más.

— Namjoon, me gusta disfrutar de mi vida sexual.

— Bien por ti. A mí también me encanta, ¿crees que no me gusta follar? Joder, me fascina Jimin, pero simplemente no puedo hacerlo siempre con cualquiera ni puedo estar cada fin de semana con alguien diferente. Soy un ser vivo capaz de hacer, claro que me gusta hacerlo. Puedo disfrutar de mi vida sexual con una única persona, lo he estado haciendo desde que comencé con Yoongi de una forma muy exquisita.

Su cuello se volteó cuando la mano de Jimin colisionó con su rostro sin poderlo evitar, el menor intentó rápidamente disculparse y acercarse, pero Namjoon le alejó sus manos, se levantó del sofá.

— Justamente estas son las cosas que impiden que tú y yo estemos. Eres alguien tóxico en varios aspectos íntimos, Jimin, lo quieres siempre todo para ti, pero te niegas a ceder. Me dijiste ayer que podíamos tener una relación, pero eso no es cierto. La única razón por la que me lo dices es porque sientes que te están arrebatando algo que consideras tuyo porque siempre, a pesar de todo, me has tenido ahí. Porque sabes que aunque lo niegue, es muy probable que esto que siento por ti en algún momento haya sido amor.

— Nunca te he tenido.

— Siempre me has tenido. Desde que éramos estudiantes, cuando yo no veía más allá de mis libros, lo único que captó mi atención fuiste tú bailando en la escuela. La primera persona con la que hablé de algo no relacionado con las clases. Desde aquella primera vez que me confesé y me rechazaste sonriente diciéndome que te causaba ternura. Desde que te vi irte con otro chico de mi año. Has sabido que estoy aquí para ti desde que por despecho me robaste un beso que correspondí.

— Morías por besarme y rechazaste.

— Porque no estabas besándome porque te nació, sino porque estabas despechado, el chico que te gustaba terminó engañándote con alguien más.

— ¡Si no me hubiese nacido besarte no lo hubiera hecho! — Gritó algo exasperado y molesto. — Me gustabas, no tenía las cosas clara en ese entonces, pero me gustabas, de lo contrario, hubiese besado a alguien más, sabes que personas para eso me sobraban.

— Lo sé, siempre te han sobrado las personas con las que enredarte.

Peinando su cabello con las manos, caminaba de un lado a otro buscando calmarse porque no era fan de exaltarse de ese modo, no ganaba nada con ello. Muchas veces, Jimin tenía la posibilidad de calmarlo, otras todo lo contrario. Justo como en ese momento.

— Namjoon... — Yendo lentamente en su búsqueda, rebuscó bien sus palabras. — Namjoon, yo quiero ser tu pareja, estar contigo.

— Has dicho hasta el cansancio que no eres una persona de relaciones serias y esto solo nos dañaría a ambos. Si tú y yo tuviéramos algo, tarde o temprano te enredarías con alguien más, simplemente eres así, no creo que sea capaz de mantener algo con esa inseguridad. Contigo nunca sé a qué atenerme, lo que va a suceder no solo se me hace incierto, sino tormentoso. Yoongi y yo estamos lejos de ser perfectos, incluso estamos al tanto de que cada uno tiene a alguien más en su corazón aunque eso no afecte al cariño y el gusto que pueda ver entre nosotros. No obstante, sabemos exactamente con qué estamos lidiando, no vivimos con el pendiente de qué puede estar haciendo el otro en ese momento.

— Yo nunca te he ocultado lo que hago, sabes a qué atenerte conmigo. Me parece una excusa lo que me dices porque no hay ninguna razón para arriesgarte a algo con Yoongi, pero no conmigo. Ni siquiera nos hemos besado desde que éramos prácticamente niños, a pesar de que ambos sabemos que siempre ha existido algo más que un gusto entre los dos. No lo amas, Namjoon, no estás enamorado de Yoongi.

— Mira, Jimin, paremos con lo que sea que esto signifique. Lo que ha venido pasando todos estos años, es justo un pasado que no vale la pena revolver. — Suspiró cerrando sus ojos por breves segundos. — No lo amo, tienes razón, pero el amor no es un sentimiento que aparece de la noche a la mañana, no es imposible, pero se da en el menor de los casos. ¿Crees que todas las personas que comienzan una relación es porque están locamente enamorados? No, se gustan, se quieren, van compenetrándose y se sienten bien juntos, pero no es amor. De hecho, muchas empiezan, duran años y termina sin llegar a amarse, con puro cariño y querer.

— ¿En verdad te sientes tan bien con él? — Se miraban, ninguno rompía ese contacto visual que los conectaba de manera diferente, una que desde jóvenes experimentaron.

— Sí, me siento bien con él. — Esa fue su respuesta, una que llego junto a un asentimiento tranquilo. — Tú eres un hombre genial en muchos aspectos, eres talentoso, cálido, buen amigo. Podrías ser tanto la pareja como la compañía temporal de cualquiera y ellos deberían de sentirse honrado de tenerte. Eres bueno para todos, pero como novio, no eres bueno para mí. Sigo y seguiré en tu vida como amigo, siempre que me escribas, llames o me necesites, estaré para ti como un amigo. Siempre podrás contar conmigo en las buenas y malas, pero nosotros dos, no podemos tener una relación, solo nos haríamos mucho daño, estropearíamos esto que tenemos. Prefiero tenerte toda una vida como amigo, que pocas semanas o meses como novio.

— ¿Tan poca confianza nos tienes? — Namjoon ladeaba su cabeza con poco ánimo, algo en su pecho dolía.

Esa decisión fue correcta, lo sabía, mas no dejaba de sentirse algo mal porque le estaba poniendo fin a una relación implícita que por años levitaba sin un rumbo específico. Ambos debían soltar las cadenas que todavía en el presente seguían anclándolos a algo que no tenía futuro. No podían terminar con algo que jamás empezó, solo tenían que liberarse para que cada uno buscara su bienestar por diferentes caminos. Quizás no fuera algo que sucedería inmediatamente, pero a largo plazo, era lo mejor.

— No tienes que responder. — Jimin se respondía mentalmente, además, solo bastaba aquel silencio implantado entre los dos para conocer la respuesta de Namjoon.

Se secó las lágrimas que cayeron por sus mejillas, dedicándole una sonrisa que le fue devuelta. Era hermoso ver esos hoyuelos mostrarse debido a él aunque en ese momento no fueran los más reales. Ninguno tenía verdaderos deseos de sonreír, lo hacían para el otro y para sí mismos, una manera de alentarse en silencio.

— Gracias por venir a hablar conmigo, por ser conmigo siempre... Tú... — Musitó Jimin sentándose en el sofá, estirando su mano para acariciar la mejilla del más alto. Sus pupilas recorrieron cada detalle de la facción de Namjoon, siendo imitadas por las contrarias. — No sé por qué no puedo ofrecerte lo que quieres, simplemente no quiero o me siento preparado para una relación de tal magnitud, pero te quiero. — Musitó acercándose levemente a sus labios. — Te amo, Namjoon, a mi manera, una incomprensible para muchos, incluyéndome. Mas lo hago, te amo.

Frente a estas palabras, Namjoon simplemente suspiraba cerrando sus ojos. No se inmutó cuando sintió la respiración contraria volverse más densa, ese cálido aire topándose con su piel hasta que en sus labios hubo un roce que lo desarmó. Fue entonces que abrió sus ojos para alejar a Jimin, encontrándose con todo el rostro de este enrojecido y lleno de lágrimas. Las fuerzas para volverse a negar no estuvieron allí cuando vio la súplica dibujada en su rostro.

Cuando Park se acercó una vez más lleno de emociones, temores y literalmente temblando, ninguno dudó, ninguno se alejó. Como no ocurrió en años, sus labios pudieron unirse en un beso que ambos sabían era de despedida. Para siempre o solo un hasta pronto, era imposible decirlo en ese momento, pero de igual manera, se estaban diciendo adiós como ese algo más que amigos. Un beso sutil aun cuando varios segundos después varió de intensidad. Aun cuando se abrazaron con cierta necesidad, cuando sus lenguas se encontraron y comenzaron a caldear todo el ambiente, lo mantuvieron con un tono sutil y cálido.

— ¿Podrías cerrar bien la puerta al salir? — Preguntó Jimin sobre sus labios, recibiendo un asentimiento del hombre que acariciaba su cintura. — Te lo agradecería mucho. — Depositando un muy delicado beso, se levantó del asiento para caminar sin mirar atrás hasta el baño. Una vez cerrada la puerta, se desplazó por esta hasta quedar en el suelo, volviendo a perder su rostro entre sus rodillas mientras lloraba.

Comprendía todo, no podía culpar a Namjoon por tomar esa decisión, pero era cierto el hecho de que era una persona egoísta. Lo entendía, no lo aceptaba, seguía odiando el hecho de que el mayor buscara felicidad en otro sitio aunque lo comprendiera y eso de cierta forma, lo hacía sentirse peor.

En silencio y con los dedos de sus manos afianzándose en sus propias rodillas, Namjoon se quedó algunos minutos mirando en la dirección en la que el menor desapareció. Fue como si temporalmente su mente hubiese quedado en blanco después de aquel beso que causó que su corazón aún latiera como si hubiese terminado de correr una maratón.

Se levantó por inercia del sofá, caminando hacia la salida sin dejar de voltearse a cada tramo en busca de algo aunque no sabía qué. Cerrando sus ojos, se llenó de fuerza para salir de aquel apartamento, cerrándola puerta tras de sí.

+++

— ¡Muchas felicidades! — Exclamaba Hoseok abrazando a Taehyung con fuerza.

Justo esa mañana, después de una semana desde que se habló del tema por primera vez, el peligris pudo firmar el contrato que lo acreditaba como artista de Jeon Entertaiment. Su abogado y esposo estuvieron presentes, mas en cuanto tuvo la oportunidad, llamó a su mejor amigo porque realmente necesitaba celebrar.

— ¡Por fin lo has logrado! — Se carcajeaba mirando al menos, ambos compartían una genuina felicidad. — Siempre quisiste ser modelo y actor, querías una agencia que te respetara, no te explotara o se aprovechara de ti. Ahora has alcanzado todo eso, solo te queda esforzarte para que le demuestres al mundo el talentazo que tienes.

— No puedo quejarme. — Se reía lanzándose para abrazar al pelirrojo al que tumbó al sofá. — Wooshik tuvo un ojo clínico para escoger a Dongun. Al inicio me daba igual el millonario con el cual cumplir mis metas, pero cuando lo vi supe también que tenía que ser él y no me arrepiento. Poniendo de lado su cualidad número uno que es ser asquerosamente multimillonario, es bastante humilde, siempre me trata como si fuera lo más preciado para él. No es un viejo que se esté cayendo, su físico es envidiable por muchos veinteañeros, en la cama no es diferente. Ha logrado que realmente me encariñe y lo quiera en todo este tiempo. Gracias a él he podido experimentar muchas cosas, incluso llegué a Jeon Entertaiment, me guió hasta la puerta, la abrió y así tuve la oportunidad de demostrar que merecía quedarme.

— Pues sí, has tenido suerte con Jeon Dongun. — Estuvo de acuerdo Hoseok, levantándose para caminar hasta la cocina. — Deberás esforzarte mucho, a pesar de todo, no me gustaría que quienes no te conozcan juzguen y digan que solo estás ahí por ser quien eres ahora dentro de la familia Jeon aunque pocos sepan del verdadero parentesco. A luchar para demostrarle al mundo que naciste para alegrar sus días con solo verte a través del lente de una cámara.

— Lo haré, en verdad trabajaré arduamente para ello.

— Quiero mi autógrafo con antelación. — Bromeó el pelirrojo abriendo el refrigerador. — ¿Qué quieres que te cocine? Sé que mi cocina no está a la altura de lo que ahora comes, pero haré mi mejor esfuerzo. — Dicho esto, un cojín colisionó contra su cabeza haciéndolo reír.

— No seas idiota, al final todo es comida y yo siempre tengo hambre. Además, nada como la sazón de mi Hobi, lo extraño. — Con una sonrisa en su rostro, el nombrado se movía por la cocina como muchas veces antes.

De hecho, cuando compartieron apartamento, casi siempre era él quien terminaba cocinando aunque Taehyung lo ayudase con el resto de las tareas. Se sentía bien tener a su amigo cerca como en los viejos tiempos, tirado en el sofá mientras miraba el televisor y aguardaba la comida.

— Por cierto, te tengo otra sorpresa, no sé si te guste, pero...

— No lo quiero. — Interrumpió Hoseok mientras comían sentados en el suelo frente al sofá.

Desde que comenzó su relación con su actual esposo, cada vez que Taehyung mencionaba que le tenía una sorpresa fue porque le había comprado algo. Lo agradecía, pero ya le había dejado en claro que no quería regalos todo el tiempo cuando no era una fecha importante. Sí, sabía que no siempre debía haber una fecha de por medio para dar un presente, pero era del único modo que podía controlar todos los regalos que Taehyung le daba.

— Ni siquiera me has dejado hablar, hyung. — Protestaba con su boca llena, dejando con una fingida y excesiva molestia los palillos de lado. — Escúchame primero.

— De acuerdo, te escucho, solo eso, pero no pienso aceptar nada que hayas comprado. — Con una sonrisa, el menor se acomodó en el suelo, volviendo a tomar los palillos abandonados.

— Yo recién hoy firmé el contrato, no sé si también pueda participar aunque lo intentaré. Resulta que en la compañía, se abrirán audiciones VIP a puertas cerradas. Esto significa que los artistas y trabajadores del centro, podrán nominar a alguien que ellos consideren talentosos. Por supuesto, esto no garantiza un puesto porque las audiciones serán igual de rigurosas que en cualquier compañía de entretenimiento, no obstante, sé que si alguien podría arrasar, ese serías tú, hyung. Si me lo permites, me gustaría nominarte. Será a comienzos del próximo mes según lo que me dijo mi esposo, pero igual me informaré a detalle.

Hoseok dejó de comer procesando lo que su amigo le decía, por un momento no comprendió, luego, una leve esperanza en su interior brilló. Tuvo que obligarse a apagarla porque a su edad, era difícil incursionar como él deseaba en el mundo del entretenimiento. Para Taehyung era diferente, el modelaje y la actuación era un poco más longevo que el baile. Existían incluso ancianos actuando, haciendo comerciales y tomándose fotos.

A eso debía agregar que estaba fuera de forma, no tenía tiempo para nada con todo lo que tenía que trabajar diariamente. Para realmente prepararse para algo así, debía obligatoriamente ausentarse muchos días de su trabajo y entrenar por más de doce horas diarias. Sus cuentas no esperarían mientras él bailaba. Además, ya pasó por eso infinidades de veces, seguramente no lo escogerían y perdería todo su tiempo. Fue por eso que se negó.

— No estoy interesado, Tae.

— Por favor, no me contestes ahora, solo piénsalo, ¿sí? — Antes de que Hoseok pudiera darle otra respuesta, el sonido en la puerta de su casa se ganó su atención. — Que extraño...

— Seguramente es Wooshik. — Habló el peligris ganándose una reprimenda visual por parte del mayor. — Quería darles la noticia a ambos, por eso le dije que viniera, no te molestes, llevemos la fiesta en paz.

— Pides cosas difíciles, pero lo intentaré.

Cuando Wooshik entró, los saludó como de costumbre, mostrando mayor efusividad junto al peligris. Se les unió en la comida, a las pláticas que le siguieron a esta e incluso a una pequeña celebración que le hicieron a Taehyung por haber logrado uno de sus sueños, era el primer paso, pero fue uno enorme.

— ¿Cómo van las cosas con Dongun? — Preguntaba Wooshik sentándose junto a Taehyung en los cojines que habían situado en el piso una vez que Hoseok se levantó al baño.

— Bien, realmente nos llevamos bien y todo sigue marchando genial a pesar del tiempo que llevamos juntos. — El contrario sonrió tirando de sus cachetes, pero algo en esa pregunta se sentía diferente para el peligris que esta vez no sonreía. — ¿Sucede o deseas algo?

— Tan inteligente nuestro Taehyungie. — Sacudía sus cachetes con una sonrisa. — No sucedió nada en realidad, ¿recuerdas que hace unos meses te dije que pensaba cambiar de auto? — El menor asintió viendo la dirección en la que esa conversación iba. — Pues finalmente encontré el automóvil que deseo comprar, está un poco por arriba de mi presupuesto, pero está genial.

Sacando su teléfono, le mostró el sitio oficial de Mercedes Benz, buscando el modelo AMG GT 4-Door Coupé en el que estaba interesado. Sin el contexto general, Hoseok no necesitaba ser adivino para ver lo que el mayor de todos pretendía y eso le molestaba. Descaradamente le estaba pidiendo a Taehyung que le comprara un auto, para rematar, uno nada barato. El precio oscilaba el millón de won, aproximadamente cien mil dólares.

— Podrías prestarme ese dinero, apuesto que la tarjeta que te entregó Jeon ni siquiera te los sentirás. — Reía mientras continuaba mostrándole fotos. — ¿Qué opinas?

— Sí, está bonito. — Asentía Taehyung mirándolo de soslayo. — ¿En qué color te gustaría?

— Blanco polar, clásico y elegante. — Contestó entusiasmado mientras el peligris pensaba en cómo podría justificarle a Dongun que le regalaría un auto de tal magnitud a su amigo.

Sinceramente, en su lugar incluso sospecharía de que era más un amante que un amigo. Su esposo no le controlaba sus gastos, no tenía que informarle de nada, pero esa era una cifra que se haría notar aunque no fuera tan exorbitante. A estas alturas, él contaba con su propia cuenta privada y una conjunta, pero no era ingenuo, estaba seguro de que de algún modo Jeon Dongun podría llevar un control. Ni siquiera había decidido comprarse un vehículo propio porque tenía su propio chofer, tomaba taxi o andaba con su esposo.

— Yo no puedo creer que tú estés en verdad pensando en comprarle un automóvil a este idiota, Taehyung. — Interrumpió Hoseok su ola de pensamientos. — Tampoco puedo creer que seas tan descarado como para pedirle a tu amigo que te compre un deportivo que excede tu miserable presupuesto. Está bueno lo bueno, pero ya esto es demasiado. No eres el mantenido de Taehyung, tienes todas las capacidades para trabajar y comprarte lo que quieras.

— ¿Sabes cuánto tardaría en reunir ese dinero? Para Tae es como sacudirse algunas pelusas de su ropa, no le cuesta nada. ¿Por qué abres tu boca cuando no sabes nada?

Taehyung odiaba verlos discutir, no le gustaba y por eso siempre interfería. Estaba comenzando a pensar en que definitivamente no podía continuar forzando encuentros entre los tres. Llevaban años y esos dos todavía no podían llevarse bien. Por un tiempo creyó que se gustaban, que era una tensión sexual no resuelta, pero se había equivocado. Estaba intentando aplacarlos cuando escuchó su teléfono sonar. La primera llamada la ignoró, pero cuando volvió a sonar, se alejó para tomarlo porque estaba seguro de que se trataba de su esposo, lo más probable fuera que ya estaba en casa y quisiera avisarle.

— Hola, mi amor... — Contestó ya encerrado en el baño. — ¿Ya estás en casa?

— No soy mi padre, Taehyung. — El aludido rápidamente alejó el teléfono de su oreja para ver la pantalla, notando que se trataba de Jungkook. Había estado tan ensimismado en la pelea, que al descolgar no comprobó su número, un gran error. — Lamento interrumpirte, pero dado que ya has firmado el contrato, necesitamos fijar una reunión lo antes posible. ¿Cuándo podrías venir a la empresa?

— Ahora, puedo ir ahora. — Se apresuró a responder.

— Entonces te esperaré en mi oficina, le dejaré dicho a mi secretaria. Nos vemos en un rato. — Fue todo lo que dijo antes de colgar, dejando a Taehyung con una amplia sonrisa en su rostro.

Sin decir nada, salió del baño, apresurándose a buscar sus pertenencias para irse. Solo habló por arriba de las voces que continuaban discutiendo, sin esperar a que notaran su partida. Iba a ir a Jeon Entertaiment, un paso más allá en su carrera, pero también, vería a Jungkook y estaba increíblemente entusiasmado ante la idea.

Hola por aquí, ya había dicho que no podría estar muy activa debido a asuntos familiares, pero aquí les dejo este sencillo capítulo. Espero que sea de su agrado, nos vemos en el próximo.

LORED

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro