Capítulo 27

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Jungkook se encontraba sentado con las piernas de Jaehyun sobre su regazo. Después de aquella cena decidieron tener una noche tranquila viendo el televisor, no obstante, él no estaba prestándole atención a las figuras animadas detrás de la pantalla. Sus ojos parecían enfocados, pero no almacenaba información alguna, su cabeza estaba en blanco pensando en todo lo sucedido con Taehyung horas antes.

Su confusión era sencilla y complicada la vez, partiendo desde lo ocurrido tres años atrás. Él no se mentía, engañaba o negaba sentimientos. Desde que vio al peligris ingresar a su club, plantó su mirada en él porque físicamente, todo en él le gustaba. Su primer intento fue aquella botella que le envió para estudiar la parte más superficial de su personalidad. No era ingenuo, no había profundidad en aquello que se mostraba o vivía en lugares como ese. A eso había que agregarle que no es que buscara una relación, solo pasar un buen rato.

Desde la primera mirada que dio en su dirección, como lo estudió detenidamente antes de hacer algún movimiento, le gustó. Cuando levantaron sus copas a modo de saludo, cuando se acercó para hablar y bailar, como le siguió el juego, podía llegar a ser tan atrevido como él. La química y compatibilidad en el ámbito de la diversión y sexual, estaba ahí, esa tensión estuvo desde el momento cero.

Sus conversaciones, la provocación mutua, el deseo con el que sus cuerpos se encontraron, un espléndido sexo y todo lo que le siguió a este. Se encandiló demasiado rápido por un brillo que no provenía del otro, diamante o cualquier otro metal o piedra preciosa. Comprendía que no había mucho que esperar de un encuentro único cuando seguían siendo dos desconocidos, pero Taehyung le gustó lo suficiente como para querer dejar de ser eso.

Como él era el interesado y creyó ver cierto interés en el contrario, le pidió volverse a ver e incluso comenzó a organizarse para ir a él, solo para asegurarse de que valía la pena intentar conocerlo. ¿Se enamoraron? Por supuesto que no, lo tenía claro. Atracción sexual y gusto eran muy diferentes de amar. No obstante, sí le chocó saber que ese chico no era del soltero y que su compañero, su prometido, fuera justamente su padre.

Sus emociones fueron múltiples, confusión, enojo, perplejidad, dolor, no iba a negar que le dolió toda aquella extraña e incómoda situación. Por un momento llegó a pensar que sin notarlo había hecho algo estúpido y terminó enamorándose del rollo de una noche. Cuando el día de la boda vio a Jaehyun entre sus piernas con su mente en otro lado, supuso que estaba jodido.

No obstante, aunque quizás costó un poco más de lo esperado, fue superando lo sucedido. En un punto, cuando lo volvió a ver luego del tiempo de estudio que Taehyung tuvo en Inglaterra, esperó sentir algo, pero no hubo nada. Había dejado de sentir cualquier cosa por él, sí, podía ver que seguía siendo igual de atractivo, tenía ojos que le permitían ver el físico de otra persona, pero hubo cero emoción. Ahí supo que todo había terminado, por eso se permitió profundizar más en lo que tenía con Jaehyun sin miedo alguno.

No es que creyera que sus sentimientos eran una farsa, el pelinegro jamás fue un clavo para sacar al otro porque para empezar, no hubo tiempo siquiera para que Taehyung se clavara lo suficiente en él, solo cayó, saliendo de él. Fue curioso como sin apresurarse o intentarlo demasiado, las cosas entre Jaehyun y él simplemente fluyeron. Dejando de lado que ya se conocían desde hacía mucho tiempo, de lo bien que se complacían sexualmente, eran amigos que compartían actividades, cama y vida.

Los quería al punto en el que sonreía con solo verlo o escucharlo. Nunca conectó tanto con alguien como lo hizo con él, a excepción de aquel fin de semana con su padrastro. Fue por eso que tuvo la seguridad de querer compartir un futuro a su lado, por eso le entregó esas alianzas. Había dejado de sentir cualquier tipo de deseo por el hombre que se follaba a su padre, pasó lentamente a ser alguien más de la familia aunque supiera que este seguía mirándolo de manera indecorosa e infame.

Siempre evitó seguirle un juego que no le interesaba, entonces... ¿Qué fue tan diferente esa noche? Al primer beso quedó desconcertado porque claramente le había dicho "no" en más de una ocasión. No esperó que Taehyung se abalanzara para besarlo una vez más sin su autorización. El segundo beso, ese fue un poco diferente, vaciló debido a la fuerza ejercida por el mayor y también su mirada cuando se mezclaron.

Fue contradictoria la sensación, no la entendía del todo, pero era claro que no le desagradó, estaba claro de eso. Su mente por un momento solo vieron esos labios que seguían orillándolo, esos ojos, esas clavículas que estuvieron ocultas y que con el forcejeo se abrieron paso. Ahí, por primera vez desde que Taehyung se fue de luna de miel con su padre, volvió a pensar en él como un simple hombre más. Ahí, hubo atracción física nuevamente, pero esta era pasajera, no le ofrecía más que la liberación de encuentros carnales.

Aunque en su mirada viera una pasión despierta que parecía querer consumirlos a ambos, una aventura teñida de peligro, no podía entregarse del todo a ello. Porque no se podía comparar sus toques momentáneos a los dados por la persona que comprendía su mente, conocía sus defectos y amara cada uno de estos e incluso su alma. Eso era lo que buscaba, lo que tenía y no perdería, porque Jaehyun no se merecía una mierda así de su parte.

Sus ojos buscaron al pelinegro de cuello tatuado cuando los movimientos de su cuerpo lo sacaron de sus pensamientos. Se estaba incorporando con tranquilidad mientras lo observaba de regreso.

— ¿Ya vamos a la cama? — Preguntó Jungkook estirándose en su lugar, recibiendo un asentimiento.

— Sí, ya la película se acabó y estoy cansado. Mañana debo prácticamente amanecer en la empresa, odio los días previos a los comeback, siento que me drenan y a la vez me motivan. — Sonrió caminando hacia la habitación seguido de Jeon. — Se te cayó vino arriba hace un rato, no vengas a la cama con ese pijama, cámbiate.

Jungkook asintió, quitándose rápidamente el pantalón, dejándolo en el suelo mientras iba a buscar otro. A su regreso, Jaehyun sonrió, caminando hacia él con el pijama sucio, fijando su mirada en su pene.

— ¿Y eso? — Señaló el llamativo y a su vez elegante accesorio. Era algo más por vanidad que por placer mismo, pero a Jungkook siempre le gustaron los piercings. El único problema era que, debido a su trabajo y demás, debía mantenerlos en lugares a donde la vista general no llegaba. — No lo había visto, me gusta.

Se lo había puesto por él, creyó que fue un regalo de su parte y lo usó justamente para que lo viera esa noche. Después de saber que quien se lo obsequió fue Taehyung, todas estas ideas desaparecieron de su mente. Kim incluso le había dicho que lo disfrutaran junto, ¿cómo demonio podría hacer eso? En silencio, Jungkook le regaló una sonrisa mientras se jorobaba un poco para retirarlo.

— La verdad solo lo estaba probando, es bonito, pero me pesa un poco. — Mintió y se odió por ello. Quería contarle todo lo ocurrido a Jae, pero justo el día en que este accedió a comprometerse con él, le parecía algo funesto. — Me lo cambiaré por otro.

— El de oro blanco que llevabas antes era más discreto, si soy sincero, aunque este es precioso y llamativo, me gustaba más el otro.

A decir verdad, a Jungkook también le gustaba porque por algo lo usaba, sin embargo, debía admitir que los que Taehyung le regaló era mucho más su estilo y preferencia.

Se fueron a la cama como cada noche, intercambiando solo un beso esta vez porque Jungkook se sentía mal, no podría darle más que eso cuando horas atrás dejó que su boca besara a alguien más que no era su novio.

En la mansión por otro lado, la situación fue un poco diferente. Después de estar junto a Jungkook, la llama del deseo quedó prendida en Taehyung y por esto procuró apagarla junto a su esposo. Aunque no era algo que hacían regularmente, el peligris hizo a un lado todos sus pensamientos, permitiéndole entrar en él para hacerse a la idea de que no era el padre, sino el hijo quien lo follaba. ¿Problema? Si bien no la estaba pasando mal, se mantenía completamente flácido.

Esta fue la razón para volver a la posición acostumbrada y, bajo la excusa de evitar ensuciar demasiado esa noche, el menor llevó un condón cuando se perdió en su esposo. Sabía todo lo que a Dongun le gustaba, vamos a él también le gustaban muchas de esas cosas, pero esa noche simplemente parecía no ser la suya.

Entonces, antes de que se tornara tan suave como la mantequilla, buscó llevarlo a su orgasmo. Unas penetraciones más tarde, Taehyung se aferraba a él con fuerza, contrayéndose para hacerle creer que también se había corrido. Se inclinó para besar su espalda y, antes de que se volteara, se alejó para que no notara el condón tan limpio como cuando se lo puso. Molesto le hizo un nudo mientras caminaba hacia el baño, dejándolo caer en el retrete para luego descargarlo.

Odiaba quedarse frustrado sexualmente, Jungkook lo dejó a medio camino y luego con su esposo simplemente no pudo hacer mucho más que gastar energía y calorías en vano. Después de un tiempo sin relaciones debido al jodido piercing que se había colocado, cuya sanación fue más incómoda que ponérselo en realidad, su primera vez fue una basura. Fue un ejercicio, si lo veía así, quizás no se molestaría tanto como lo estaba mirándose al espejo.

+++

Jungkook salió de su oficina al día siguiente completamente agotado, ya era casi media noche y moría por un baño relajante. Una vez sentado en su vehículo, pensando en cómo afrontaría lo sucedido con el peligris, cómo contárselo a Jaehyun sin que este malinterpretara todo, suspiró profundamente para calmarse. Fue el ruido de su teléfono avisándole de un nuevo mensaje lo que le hizo abrir los ojos, cuando lo tomó en su mano, ocurrió lo mismo.

Esperaba que fuera su pareja, este le dijo que después de las grabaciones lo esperaría en su apartamento, sin embargo, era Taehyung. ¿Los mensajes? Tres fotos, todas mostrando su pulcramente depilado miembro erecto luciendo los piercings a juego que compró para él. El semi abierto con dos diminutos zafiros en las puntas y el cerrado idéntico al de Jungkook con el diamante malva. Una foto con cada uno y otra donde se había puesto los dos.

Jungkook las vio con la misma rapidez con que las eliminó, maldiciendo por lo bajo antes de bloquear por completo en contacto de Taehyung. Lanzó el teléfono a un lado, se deshizo de su corbata y condujo hacia su hogar. Sentía que no había hecho nada malo ese día, algo muy diferente del anterior, pero a cada minuto que pasaba se sentía peor. No quería alargarlo más, aunque no solo dependía de él. Cuando llegó, ya Jaehyun se había dormido.

Los días siguientes apenas pudieron cruzarse en el trabajo y así, sin querer, pasaron dos semanas. El comeback llegó con éxito, Namjoon, Jimin y Jaehyun eran prácticamente sus artistas estrellas, los que mayores ingresos generaban también. Debido a esto, el ajetreo de esas semanas fue enorme e imposible verse con su novio durante casi tres semanas seguidas a la presentación de su último disco. Entrevistas, presentaciones en sus programas, participaciones en programas de variedades, más grabaciones y demás, la agenda de Jeong Jaehyun estuvo tan saturada como la suya.

Justo cuando se cumplieron esas tres semanas en su totalidad, lograron reunirse en un restaurante privado. Faltaba casi dos meses para su boda, pero ahí estaba Jungkook, con sus manos sudadas esperando a que su pareja llegara.

— Perdón por la tardanza, se extendieron demasiado en las grabaciones y como todo es simultáneo para el DVD, con las preguntas y demás el tiempo se me fue de las manos. — Se disculpaba Jaehyun entrando en el apartado. — ¿Ya pediste? — Preguntó inclinándose, dejando un beso suave en sus labios. — ¿Cómo te fue hoy?

— Mucho trabajo igual, pero pude librarme un poco antes. Comparado contigo, estoy menos agotado de lo que pensé que estaría cuando llegara esta hora. — Le sonrió algo tenso, cosa que no pasó desapercibido para el contrario.

— ¿Todo bien?

— ¿Eh? Sí, todo bien... — Asintió ampliando su sonrisa, estirando su mano para agarrar la de Jaehyun.

— ¿Qué sucede, Jungie? — El nombrado suspiró vencido, no tenía sentido negarlo cuando tan bien se conocían. — Me dijiste que te gustaría cenar conmigo, ahora siento que tienes algo que decirme a pesar de no haberme alertado antes.

— Sí, hay algo de lo que he querido hablarte desde hace un mes, pero no hemos podido hacerlo debido a nuestras agendas. Pero mejor comamos primero, ya tendremos tiempo para conversar mientras avanza la noche.

La manzana de Adán en el cuello del otro pelinegro se movió evidenciando lo tenso que se puso después de aquellas palabras. Asintió de acuerdo, pero lo cierto fue que no se pudo concentrar ni siquiera mientras comía. Llegó muriendo de hambre, no había comido nada desde la mañana prácticamente, pero ahora su apetito había parecido a pesar de que su estómago se sentía estragado.

— Muchas gracias. — Musitó el artista con una sonrisa cuando el camarero retiró los platos para pasar a traer el postre. Hubo un silencio desde entonces que a Jaehyun no le gustó, ambos se miraban, pero ninguno decía nada. Solo cuando recibieron el postre y volvieron a quedar solos, el silencio se rompió. — ¿Y bien? ¿Estamos terminando nuestro compromiso?

— ¿Qué? — La sorpresa y negación de Jungkook llegaron de la mano. — No he venido aquí para terminar lo nuestro. No estoy interesado en romper nuestro compromiso. ¿Por qué piensas eso?

— No lo sé, quizás por lo extraña que se siente toda esta situación, algo parecida a cuando terminé contigo años atrás antes de irme del país. La cena, el tenemos que hablar poco explícito, luego los incómodos silencios, las miradas intranquilas, la tensión que se respira en el ambiente, todo es raro y me hace pensar que estás aquí para terminar conmigo.

— No quiero acabar esto que tenemos, aunque no sé qué quieras tú después de conversar.

— ¿Por qué querría romper contigo, Jung?

— Porque hice algo que no debí haber hecho, puse en riesgo todo esto que tenemos y no he tenido un día tranquilo desde que ocurrió. — El ceño de Jaehyun se frunció, su mano derecha acariciaba su propio cuello mientras con su mandíbula tensada lo miraba. — No quiero alargar más esto que quise decirte desde que sucedió todo. Taehyung me besó y, aunque lo rechacé las primeras veces, en algún punto me encontré respondiéndole el beso. Ya te he contado de sus insinuaciones, de las cosas que han pasado, pero esto fue totalmente diferente, en verdad lo besé, yo... Me dejé envolver y llevar.

Observando como Jaehyun se frotaba su rostro con ambas manos y se levantaba del asiento rascándose el cuello, hábito que tenía cuando estaba molesto, frustrado o nervioso, Jungkook permaneció callado.

— ¿Se acostaron?

— No, solo nos besamos. — El cantante asintió tratando de darle forma a sus pensamientos, limpiando la lágrima que corría por una de sus mejillas y la otra que estaba por caer. — Jae...

— Jungkook, yo te he dado siempre la oportunidad y libertad para hacer lo que desees, cuando quisiste una relación me sinceré contigo. Una cosa era aquello que teníamos cuando no éramos novio y otra muy diferente formar algo serio. Esto para mí no es sencillo porque te amo y he amado desde hace muchísimo tiempo, pero justamente por temor a sentir esto que ahora está en mi pecho, dudé de una relación y luego el compromiso. Porque me dijiste que ya Taehyung no significaba nada para ti, pero ahora me dices que te dejaste llevar por sus besos y...

— Yo sé que no se minimiza, te fallé, lo besé y tienes todo el derecho de molestarte conmigo. Sin embargo, sigo estando seguro de que quiero estar contigo, eres tú el hombre que quiero para que sea mi esposo.

— Pero lo besaste, Jungkook. — Fue todo lo que dijo volteándose para mirarlo fijamente. — No soy un ingenuo, soy un hombre maduro que también ha vivido, que ha tenido sexo solamente por el placer del momento sin ningún gusto por su acompañante. Sé separar los sentimientos de esas actividades, tú y yo lo hicimos muchas veces, nos acostamos con personas que no significaron una mierda y al final, terminamos buscándonos cada vez desde que éramos jóvenes. Pero todo eso fue antes de tener esto Jungkook, no una relación abierta, sin ser solo folloamigos o teniendo encuentros esporádicos. Me pusiste una alianza en mi dedo, ¿comprendes?

— Lo comprendo, lo sé, joder sé lo que todo esto conlleva, por eso...

— Tomémonos un tiempo, yo lo necesito y tú también. — Lo interrumpió sorprendiéndolo, dejando salir un sollozo que ocultó detrás del puño que presionó en su boca. — Mejor... — Cerró los ojos sintiendo las manos de Jungkook que llegaban a él, alejándolas con una sonrisa que se forzó a dar. — Te amo, Jungkook, lo sabes, pero así no. Yo estaré aquí durante algún tiempo, no creo poder estar con nadie más por ahora aunque quiera. Así que te dejo libre para que organices tu cabeza y sentimientos por nuestro propio bien. No creo que debas dar un paso de este tipo conmigo si todavía puedes dejarte llevar por los besos de alguien más sin darle un stop. Esta vez fue un beso, no quiero que un día simplemente llegues y me digas que tuvieron sexo o que lo amas.

— Jae...

— Pongamos esto que tenemos en pausa. Asegúrate qué es lo que sientes, si es atracción sexual, un gusto, lo que sea, porque si vienes a mí, si seguimos con lo nuestro, yo no voy a permitir ni siquiera una insinuación más de su parte y menos que tú correspondas alguna, Jungkook. No soy un perro, no solo tengo sentimientos, sino que te los he dejado claro de mil maneras y no quiero que los pisotees, no puedo permitir que eso ocurra. Así que por ahora, dejemos esto hasta aquí. No sé si cuando aclares tu mente yo seguiré aquí, pero por ahora, esto es lo mejor. — Cerrando sus ojos, lo acercó para darle un último beso. — Te amo, pero quiero algo estable, sano y seguro. No quiero que los dos sacrifiquemos nuestra estabilidad emocional por el otro o por la relación. Quiero que seamos felices y aunque duela si no es juntos, lo respetaré.

— Quiero lo mismo, que seamos felices juntos.

— Entonces asegurémonos de que eso es realmente lo que queremos y sentimos. Que cuando demos ese paso, no queden dudas, que no exista algo o alguien que simplemente pueda poner todo de cabeza con una insinuación, un beso. No sé por cuánto tiempo, ya te lo dije, pero esperaré. Prefiero separarnos ahora, a que nos destrocemos en un futuro cuando nuestros lazos solo se vuelvan más fuertes.

Jungkook se quedó con lágrimas en sus ojos cuando quien hasta el momento había sido su pareja simplemente le sonrió y desapareció por detrás de la puerta, dejándolo ahí. Todo por un jodido beso, por un jodido hombre que quería solo sexo y no le importaba lo que tuviera que hacer para conseguirlo. Estaba molesto con Taehyung, pero mucho más consigo mismo.

¡Hola!✨ Espero que les haya gustado este capítulo 🥰
LORED

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