XII Resentimientos perpetuos

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Un día después de lo acontecido con Transmaster, aun doliéndole en parte el cuerpo de solo recordar la gran paliza inicial que le dio junto a sus amigos, principalmente cuando hacían sus sesiones de entrenamiento intensas, recostado en su cama, tomando una pequeña siesta, Jaguaret se movía de un lado a otro, no teniendo sueños tranquilos, siendo, al contrario, aterrorizantes como confusos en todo sentido, despertándolo Pauline para su susto.

-¿Pesadillas?-Pregunto Pauline preocupada por su estado, habiendo sentido y visto cómo se movía de la cama.

-¿Cómo lo sabes?-Pregunto Jaguaret.

-Te eh sentido inquieto varias noches-Respondió Pauline.

No respondiendo nada, bajo la cabeza un poco avergonzado. Notando su sufrimiento, su compañera se sentó a su lado.

-¿Qué sueñas comúnmente? ¿Es sobre tus padres?-Pregunto Pauline.

-No. Es muy confuso. No sabría cómo explicarlo-Dijo Jaguaret.

-¿Cómo es la mayoría del tiempo?-Pregunto Pauline colocando una de sus manos en uno de sus hombros como muestra de apoyo.

-Un montón de gritos con imágenes extrañas que nunca recuerdo-Dijo Jaguaret tocándose la cabeza.

-Si quieres puedo servirte algún té relajante para tratar de calmarte-Dijo Pauline.

-Gracias. La verdad no quisiera que lidies con mis problemas-Dijo Jaguaret.

-No es algo con lo que no pueda lidiar-Dijo Pauline retirándose para hacer lo que dijo, acostándose Jaguaret pensando en que podrían significar esos sueños, o mejor dicho, pesadillas tan extrañas.

En su celda, acolchonada y contando con lo básico de una celda como baño, grifo y ducha, dentro de los calabozos de Paititi, vestida con el traje presidiario de la institución, siendo de color marrón con rayas negras, Vidria descansaba recostada de brazos cruzados dando la espalda. Siendo la hora de almuerzo, un guardia runapuma, vestido de uniforme similar a la policía peruana pero grisáceo como acompañado de las insignias propias de la ciudad, camino con un carrito que albergaba comida de diverso tipo, acercándose a su celda para dejarle su almuerzo.

-¡Vidria! Tu comida-Por medio de una bandeja de la puerta de hierro, que solo se activaba con una tarjeta de seguridad, deposito su almuerzo empaquetado, no prestándole atención continuando de espaldas.

-¡Oye, te estoy hablando!-Dijo el guardia golpeando la puerta al ver que la presidiaria no le contesto.

-Comía de los mejores platos y delicias haya arriba. Now, feed me worse than a dog-Se quejó la vidriante.

-Es llama Broaster, más nutritiva que el pollo, así que ni te quejes-Respondió el guardia.

Sin más opción, de mala gana, la vidriante se puso de pie. Tenía un rostro demacrado como el pelo esponjado, y pese a eso, seguía siendo hermosa físicamente. Caminando hacia su comida, tomo asiento enrollando sus piernas, quito el plástico de la comida y empezó a comer lentamente usando un tenedor puesto a su izquierda.

-Disfruta tu comida-Dijo el guardia retirándose, dándole mala cara ella.

-Un día saldré de aquí tarde o temprano. Me la pagarán el asqueroso jaguar y chupagrasa que me pusieron en este lugar...-Molesta, apretó con tanta fuerza el tenedor que lo partió en pedazos, a la vez desprendiéndosele un pedazo de su piel, aunque eso no fue problema para ella, usando sus manos en forma de cuchillos para cortar la carne y comer, pese a la repulsión que le causaba. Inmediatamente, su pedazo de piel desprendido empezó a movilizarse como si tuviera conciencia propia, no impresionando a su antigua portadora, al haber descubierto en su estadía esas habilidad suya que no sabía que tenía.

Detrás suyo, sin enterarse aún, el pequeño y raro ser creado por Transmaster había llegado a su celda tras excavar. Acercándose lentamente, la criatura se posiciono encima suyo, dándose cuenta pronto de su presencia al echarlo, usando sus manos cuchillo para intentar atacar al verse asustada por su extraña apariencia, de no ser porque una voz y figura proveniente del estómago del animal, que poseía una pequeña pantalla, la detuvo, una vez que monto vuelo.

-Tranquila Safak. No vengo a buscar pelear contigo.

-¿Pero qué rayos?

-No me conoces. Pero yo a ti sí. Se que odias a Jaguaret por ponerte en este feo lugar. Créeme, se cómo se siente.

-That dammit jaguar! ¡Me gustaría ensartarlo yo misma o ver como lo ensartaran!-Dijo transformando en cuchillos una de sus manos.

-Eh visto tus grandes como letales habilidades de combate y defensa, por eso mismo vengo a proponerte algo.

-Anything to get out of here, incluido otras cosas...

-No eras la única que lo detesta. Tengo una lista de otras siete personas que igual que tú les gustaría arreglar cuentas con él.

-Y además de mi libertad ¿Qué obtengo a cambio?

-Dejaré que seas la mayor criminal del mundo que voy a crear. Con mi respaldo, nadie te detendrá, pero solo si tú y ellos lo eliminan.

Pensándolo detenidamente, la vidriante recordó su pelea con Jaguaret, principalmente como la hizo una estatua involuntaria y la trajo a ese lugar, invadiéndola un sentimiento de venganza y odio que la hizo hablar-Hecho. Admito que esto es inesperado hasta para mí respecto al futuro ¿Cómo me sacarás de aquí?

-De eso me encargo yo.

Sin ningún aviso, brotando un rayo de la boca del animal, Vidria fue desintegrada tras dar un grito de dolor, guardando en sus robóticas patas sus restos en polvo el ser, prosiguiendo a irse del sitio de la misma manera en que llegó.

En su habitación, Olusegun y Alisha continuaban experimentando con la piedra, descubriendo en el proceso el por qué Transmaster tenía tanto interés en ellas. Sabiéndolo, llamaron a los demás.

-Tras nuestra investigación, hemos llegado a la siguiente conclusión-Dijo Olusegun.

-No se trataba de ninguna piedra común, sino de un orbe-Dijo Alisha.

-¿Orbe?-Pregunto Jaguaret.

-Artefactos místicos de origen desconocido que a lo largo de la historia han servido de diversas maneras-Dijo Olusegun.

Si bien el descubrimiento asombro a los involucrados, igualmente los aterro por pensar que usos podría estar planeando darle su enemigo principal de turno, especialmente por lo último dicho por el loa.

-Nunca imagine que vería un orbe con mis propios ojos. Pensé que mayoría ya no existía-Dijo Makonde mirándolo.

-Entonces ¿Estas cosas han sido usadas casi siempre?-Pregunto Jaguaret.

-Por criaturas sobrenaturales sobretodo, y por personas interesadas en ellos, como fuente de energía ilimitada más que todo-Respondió Alisha.

-Tiene sentido el por qué Transmaster los busca. Claramente quiere energía para algo siniestro-Dijo Pauline.

-Los orbes no son creaciones malas. Lo malo son para que los usan-Complemento Olusegun.

-Sirven también como portales a otros países o lugares, como a mundos alejados del nuestro. En algunos casos también han sido usados para viajar en el tiempo-Dijo Alisha.

-Ahora veo que no está lejos de lo que teorice-Dijo Jaguaret.

-Pero eso no es todo. Es un orbe de tipo invocación-Dijo Alisha.

-¿Tienen tipos y subclases?-Pregunto Jaguaret.

-El mundo de los orbes es muy extenso para explicarles todo detalladamente-Dijo Olusegun.

-Miren esto-Alisha procedió a tocar el orbe, activándolo. Entro en una especie de trance donde sus ojos se volvieron completamente blancos. Pese al susto inicial, calmándolo su compañero, Alisha desplego un aura celeste, pronunciando unas palabras de origen desconocido. Pese a la confusión inicial, la mujer volvió a la normalidad al dejar de tocar la muestra.

-Es el orbe más poderoso que hemos tocado y examinado-Dijo Olusegun.

-¿Qué fue lo que pronunciaste?-Dijo Pauline.

-No tengo idea, pero sin duda, ese idioma representa un gran peligro para todos-Dijo Alisha.

-¿Por qué lo dices?-Cuestiono Jaguaret.

-Al parecer, nuestro amigo alquimista está tratando de contactar fuerzas oscuras más allá de la imaginación.

-¿Qué tanto más allá?-Pregunto Makonde.

-Tanto que ni su imaginación podría concebirlo-Respondió Alisha.

-¿Quiere que le avisemos ya a los concejales?-Pregunto Olusegun a Makonde.

-Aún no. Mantengan resguardado el orbe. No debemos permitir que Transmaster lo tenga-Respondió Makonde.

-Por cierto, también ya sabemos que es exactamente, o más o menos, el líquido que dejo nuestro alquimista-Dijo Alisha.

-¿Qué es exactamente? ¿Es algún compuesto conocido del que no hayamos tenido conocimiento antes?-Pregunto Pauline de brazos cruzados.

-No, de hecho, no encaja con ningún líquido que hayamos visto con anterioridad-Respondió Alisha-Además, creemos que no es un compuesto como tal en sí.

-Pero, sea lo que es, sin duda, tiene grandes propiedades que solo la magia más oscura puede igualar. Observen-Dijo Olusegun mostrando en su mano izquierda una cucaracha muerta aplastada de tamaño considerable, asustando un poco a la pishtaco. Aplicándole Alisha una sola gota, tras un pequeño tiempo de inactividad, las patas del pequeño animal lentamente volvieron a moverse para sorpresa de los espectadores. Seguidamente, el insecto volvió a levantarse con sus heridas sanando como si nada; había resucitado, desapareciéndolo el loa tras mostrárselo. De todos, Makonde era el más impactado, como si estuviera reviviendo, más que un recuerdo, una pesadilla.

-No puedo creerlo, resucito-Dijo Jaguaret sin aún poder creer lo que había presenciado.

-Que horrendo...-Dijo Pauline atónita por lo visto.

-Creemos que quizá podría tratarse de una especie de suero o algo similar con propiedades regenerativas-Dijo Alisha.

-Quizá así logro hacer a sus monstruos-Dijo Jaguaret.

Guardando el dúo mágico el orbe en un compartimiento, lo hicieron justo a tiempo cuando un guardián entro a la casa.

-Mil disculpas señor, pero es urgente lo que tengo que informarle-Expreso el soldado, notando todos su cara de preocupación.

-¿De qué se trata?-Pregunto Makonde.

Más tarde, en los calabozos, observaron sorprendidos la escena de la inesperada fuga, cubierta con cintas policiales propias de color rojo, atravesándolas para observar el lugar.

-¿Cómo rayos paso esto?-Pregunto Jaguaret.

-Es imposible que se fugara sin que nadie la haya avistado. Los calabozos de Paititi es de las prisiones más seguras que existen en el mundo sobrenatural-Respondió Makonde.

-A menos que...-Dijo Alisha.

-Algo o alguien la haya ayudado...-Complemento Olesegun.

Notando el pequeño agujero en el suelo, sumamente intrigados, se acercaron para observarlo.

-¿Y esto?-Pregunto Pauline.

-Imposible. No cabría por ahí-Dijo Olusegun.

-Como si Transmaster suelto no fuera un gran problema-Dijo Jaguaret.

-Algo la ayudo sin duda-Dijo Alisha.

-¿Creen que Transmaster esté detrás?-Dijo Jaguaret.

-No lo sé, pero con todo lo que ha pasado hasta ahora, es muy probable-Dijo Pauline.

-Alumnos míos-Intervino Makonde-Vayan a buscar a Vidria si desean. Desplegaré tropas para rastrear al alquimista ahora que sabemos de sus probables intenciones.

-Iremos con ustedes-Dijo Alisha.

-No. Tú y Olusegun deben quedarse. No podemos arriesgarlos desde la última vez-Respondió Jaguaret.

-Sus habilidades serán de más ayuda para la ciudad que para nosotros-Complementó Pauline.

Guardando silencio pensando en sus palabras, ambos acertaron moviendo la cabeza, sabiendo que tenían razón.

-Ahora ¿Dónde podría estar esa loca?-Pregunto al aire Jaguaret.

-En lo que fue su casa lo dudo. Sabría qué iríamos allí a buscarla-Dijo Pauline.

En un almacén abandonado, la criatura reintegro a la vidriante a su aspecto, tras acumular sus restos desintegrados en su boca y expulsarlos como energía, sorprendiéndose de ver que estaba fuera del lugar donde había sido contenida bastante tiempo.

-Ok señor desintegrador ¿Por qué me trajo a este feo lugar?

-Aquí conocerás a los ocho de los que te hablé.

-¡Agh!-Se quejó Vidria haciendo un gesto de desagrado-Pensaba que sería en un lugar más nice-Dijo zapateando en una pequeña rabieta.

-No es mi problema-Tras pronunciar esas palabras, la criatura desapareció en lo que pareció ser una especie de teletransportación. Explorando un poco confundida el lugar, encontró pronto a los dos pasados enemigos del jaguar, observándola atentamente para su incomodidad, principalmente por el aspecto de uno de ellos.

-Con que, tú eres la mujer hecha de vidrio de la que nos relató el alquimista-Empezó el diálogo Sangrino-No pareces tan intimidante a simple vista.

-Fascinante, creí que la mayoría estaban extintos-Dijo acercándosele el Chullachaqui para su incomodidad, sobre todo por querer tocarle otras áreas, alejándolo pronto con su habilidad de cortar al contacto, aunque eso no causo mucho daño en la criatura.

-¡No me vuelvas a tocar monstruo! ¿Quiénes son ustedes?

-Gente que igual que tú, tenemos cuentas que arreglar con cierto jaguar...-Dijo el Profesor Máscara apareciendo literalmente de la nada acompañado de un poco de humo negro, haciendo toser un poco a Vidria.

-I notice I don't the only who him ruined his life.

-Tampoco la última fémina-Madam Wolf se presentó apareciendo de las sombras, impresionando bastante al conde su figura y apariencia.

-¿Estará soltera?-Pregunto Sangrino retóricamente, causando pequeña gracia en el Chullachaqui.

-El que me trajo aquí ya hablo con ustedes sobre él por lo que veo.

-Por supuesto, sino, no hubiéramos aceptado reunirnos en este lugar-Pronuncio el Supay saliendo del suelo como una masa gelatinosa que se armó en su forma común, causándole cierto temor inicial.

-Además, no tendría su nivel de diversión si no se hace en grupo, aunque igual no me parece-El último en presentarse fue Matadero, ahora con una apariencia similar a la de un zombie con la carne putrefacta y heridas por todo su cuerpo, además de la piel cocida como si lo hubieran vuelto a armar como un gran muñeco de acción, pero transparente.

-¿Pero qué demonios eres tú?-Le pregunto curiosa como inquietada.

-Alguna vez fui un tonto humano, ahora, soy algo realmente diferente, un condenado-Respondió Matadero con una gran e inquietante sonrisa con sus dientes sobresaliendo de su boca uno tras otro.

Dándose cuenta, como asimilando y analizando la situación, Vidria aclaro su voz y empezó a hablar, sabiendo lo que tenía que hacer para ganarse a cada uno.

-Entiendo perfectamente. Cada uno ha sufrido de una manera u otra por la intervención de Jaguaret. Sonará cliché lo que te diré, pero....

-Eso Transmaster ya nos lo dijo-Respondió Sangrino cortando su hablar abruptamente.

Guardando silencio unos segundos, Vidria retomo el hablar-¿Entonces para qué demonios me trajeron además de eso?

-Dijo que tu serias capaz de liderarnos, pero por lo que veo, ya lo estoy dudando.

-¿Liderarlos yo?-Dijo fingiendo que no era su pretensión inicial.

-Si quieren yo puedo hacerlo-Dijo jocosamente el Profesor Máscara-Es broma, yo si estoy de acuerdo. Veo gran potencial en ti.

-Vaya, al fin una opinión positiva de uno de ustedes, aunque, honestamente, ya la veía venir-Dijo Vidria, apoyando una de sus manos en su pecho como muestra de grandilocuencia.

-Yo también la apoyo, sobre todo por otras razones—Dijo el Chullachaqui lamiendo sus labios con su gran lengua, causando asco en la vidriante por saber por qué razón la apoyaba, no siendo por su ingenio.

-No me causa gracia-Dijo Vidria.

-Yo igual. Siento una gran maldad en ella, y una muy especial para liderar...-Dijo el Supay.

-Tampoco me convence-Dijo Madam Wolf.

-Por mi depende, sobre todo si la niña demuestra su brutalidad-Dijo Matadero.

Haciendo caso a lo dicho, la vidriante lanzó vidrios a su dirección, clavándose en su piel. Pareciendo que le había causado grandes daños, agachando su cabeza como si estuviera a punto de llorar o estuviera sumamente adolorido, en realidad, solo le ocasiono una loca risa que aterro a todos los presentes, quitándoselos y arrojándolos al suelo como si nada.

-¡Ya me convenció! ¡Me gusta sus habilidades! Bastante útiles para asesinar y hacer bastante daño-Dijo Matadero emocionado como un niño al ver la serie que le gusta.

-No me dejaré mandonear por un ser que gastaba su tiempo extorsionando seres inútiles-Dijo Madam Wolf.

-Solo acepte por la venganza, no para que una mocosa de una especie que creía extinta me mandonee-Dijo Sangrino.

-Qué tal si hacemos algo mejor. Pese a que los lidero, les daré a cada uno la libertad de hacer lo que deseen, siempre y cuando me den cuentas a mí ¿Qué dicen? Respondan rápido, realmente es oferta limitada.

Viendo que era interesante lo que proponía, Madam Wolf acepto aun con dudas, aunque Matadero como un niño era el más emocionado por la libertad que les daría, prevaleciendo Sangrino como el único en desacuerdo.

-Los Unzu no somos subordinados, y menos sirvientes.

-Lo tomas o lo dejas-Dijo Vidria ofreciendo su última oferta al orgulloso conde.

Molesto, Sangrino le planto una seria mirada, intentando hipnotizarla, no causándole ningún efecto para su decepción.

-Sea lo que hayas intentado hacer, no te funcionará.

-Bien-Respondió seriamente el pishtaco-Pero iré a mi modo.

-Igual yo-Complemento Madam Wolf a lado del conde, para sonrisa suya, correspondiéndole la lobizona.

Sabiendo que no debía tenerlos en contra, Vidria solo acento con la cabeza, por ahora.

Para finalizar el trato, la vidriante estrecho manos con cada uno, siendo el Chullachaqui y Matadero lo más efusivos, como Sangrino y Madam Wolf los únicos que apretaron fuertemente su mano, aún en señal de cierto desapruebo, no importándoles que sus manos les sangraran posteriormente.

Minutos después, Vidria y su nuevo grupo discutían como iban a acabar con el jaguar, no estando muy de acuerdo entre ellos, ni siquiera teniendo una idea clara de cómo iban a atacarlo, pese a lo que proponía la vidriante.

-Para acabar con el maldito jaguar hay que acorralarlo a nuestro modo particular. Cerrarle todas las futuras salidas posibles-Dijo Vidria.

-Solo conseguiremos eso atacándolo en grupo-Respondió Madam Wolf.

-Así lo someteremos rápidamente al no saber responder con tantos ataques para darle fin-Añadió Sangrino.

-No. Eso no servirá. Es astuto y sabe improvisar en las peleas como quizá habrán notado.

-Es verdad, realmente sabe atacar y moverse-Respondió el Profesor Máscara, asentando silenciosamente el Chullachaqui y el Supay con la cabeza.

-Yo propongo que pongamos un cebo para atraerlo, sobre todo si esta hecho de carne humana-Dijo Matadero lamiéndose los labios de forma grotesca para asco de los demás.

-No es mala idea. Pero, necesitaremos una ayuda más. Por suerte, conozco a alguien ¿Uno de ustedes tiene teléfono?

-Aquí tienes princesa-Dijo el Profesor Máscara ofreciéndole uno salido de la nada de sus manos.

-Gracias. Sabría que me tratarías con gentileza. Por cierto, también dame mi ropa, sé que puedes hacerlo.

-Con gusto-Dicho y hecho, golpeando su bastón contra una pared mientras se apoyaba en pleno aire, el loa le devolvió su vestimenta glamorosa que uso en su extorsión hacia su última víctima, además de un arreglo de cabello y rostro.

-Mucho mejor. Ya extrañaba mi ropa de siempre.

Mientras tanto, en una casa desordenada a montones, cierta figura conocida escribía frente a su computador, la única luz que iluminaba el sitio, recibiendo una llamada que contesto.

-Diga-Respondió continuando con lo suyo.

-Federico ¿Me recuerdas?

-Como podría olvidarte Safak.

-Necesito un gran favor que me hagas. Ven al Cusco y te cuento el resto.

-Con mucho gusto, estoy cansado de escribir novelas históricas que de históricas no tienen nada, como de solo calificar exámenes de alumnos idiotas que de todos modos no tendrán empleo y la mayoría ni cumplirá sus sueños al trabajar en cosas mediocres. Ahí me verás. Tomaré el siguiente bus a Cusco.

Colgó el celular, se alisto para su salida al ponerse una chaqueta que desarrugo con sus manos, encontrándose bastante emocionado, alistando igualmente una pistola tras llenarla de munición-Al fin tengo la oportunidad que tanto quería. Verán quien es el loco ahora-Expreso vertiendo parte de su bebida en toma todo cercano en su computadora, estropeándose rápidamente.

Moviéndose el jaguar y la pishtaco por el Cusco buscando, aunque sea una mínima señal suya, tras revisar su antigua casa por si acaso, no encontrando nada relevante, vieron por un noticiero en televisión que Betancourt, ahora haciéndose llamar Atros, había tomado como rehenes a gente de un resort de montaña. Decidiendo si ir a detenerlo o seguir tras Vidria, supieron de una posible conexión directa al mencionar a la policía con rehén sostenido del cuello y pistola en la frente que el vidrio se podía reparar, la gente no. De solo verlo en el noticiero, Jaguaret sabía que su cara le era no bastante, sino muy conocida.

-¿Tendrá algo que ver con Vidria?-Dijo Jaguaret.

-Aun si no fuera así, está loco-Respondió Pauline.

-Recuerdo que fue a visitarme antes de que llegaras a recogerme-Dijo Jaguaret.

-¿En serio? También me visito a mí una vez, cuando trabaja como mesera en un restaurante. Se hizo pasar como oficial de migraciones para intimidarme-Dijo Pauline.

-Imagino que te dijo algo haciéndose el intelectual-Dijo Jaguaret.

-Adivinaste. Y fue odioso de hecho. Incluso me pregunto si había estado haciendo algo raro las últimas semanas-Dijo Pauline.

-¿Quién rayos es exactamente?-Pregunto Jaguaret.

-Su verdadero nombre es Federico Betancourt. Experto en cuestiones nihilistas, investigador de criptozoología y profesor de filosofía de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. También es aficionado a la ingeniería robótica. Ganó el Premio Friedrich Nietzsche, siendo el segundo peruano en ganar ese honor tras Pedro Paulet póstumamente-Expreso Pauline mostrándole en su celular información y foto de tal persona.

-¿Qué quiere con nosotros exactamente?-Pregunto Jaguaret al aire.

-Siendo un nihilista supongo que para él no tenemos sentido científica, ni social ni evolutivamente-Dijo Pauline.

-En resumen, somos abominaciones que no deben existir para él-Dijo Jaguaret.

-Si. Pero aun así no entiendo el por qué si nos odia por eso, el por qué se junta con otros criptidos-Dijo Pauline.

-Conveniencia seguramente-Dijo Jaguaret.

Sabiendo que encontrar a Betancourt los llevaría a Vidria, se movilizaron en dirección al resort, sin esperar que dos figuras conocidas los interceptarían rápidamente sin siquiera avanzar un poco, cayendo sobre una casa con ropa colgada.

-Vaya, ustedes dos se han vuelto más unidos desde la última vez que nos vimos-Dijo Sangrino saliendo entre la ropa.

-Y tu igual de idiota desde que te conocimos-Dijo Pauline.

-No crean que no es un gusto volverlos a ver-Pronuncio Madam Wolf saliendo detrás del conde con los brazos cruzados.

-No tenemos tiempo para sus tonterías-Respondió Jaguaret.

-Lárguense. Esto no les corresponde-Dijo Pauline.

-En realidad, tenemos mucho que ver-Respondió Madam Wolf.

-Admito que la vidriante fue muy astuta en saber que irían hacia allá -Dijo Sangrino.

-¿Vidria? ¿Qué relación...?

-Descúbranlo ustedes-Dijo Madam Wolf sonriendo cínicamente.

-Supongo que recordarás nuestra última pelea-Dijo Sangrino al runapuma.

Recordando brevemente su batalla anterior tiempo atrás, Jaguaret solo dijo-Si, y estoy listo para la revancha.

-Lo dudo de un patético runapuma-Expreso Sangrino con sumo desprecio.

-Veámoslo entonces-Respondió él desafiante.

-Supongo que tú y yo pelearemos. De todos modos, tu fuiste la que me descubrió-Dijo Madam Wolf a Pauline.

-Adelante-Respondió ella en posición de batalla.

Intentando el pishtaco dar el primer golpe, fue bloqueado con facilidad, mandándolo a volar hacia la pared cercana. Volviendo a la batalla, cogiendo una escoba, logro dañar al jaguar, seguidamente tratando de empalarlo con ella, reaccionando justo a tiempo al zarparlo en el rostro. En pleno aire, y pese a ser zarandeado a golpes por el conde, logro mandarlo al suelo usando su bioelectricidad para sorpresa suya, sangrándole la nariz, sorprendido a su vez como había igualado su velocidad.

Lanzándose el pishtaco al ataque al coger dos escobas, manteniendo la calma, intento clavarlas nuevamente en él, solo para ser pateado en el rostro, aunque logro golpearlo con ambas. Recostando en el suelo sin moverse, el conde se acercó lentamente, colocando su pie en su cabeza, listo con sus armas para empalar a Jaguaret, no contando con que desplegaría una de sus copias para sostenerlo por detrás. Confundido por no saber quién era el verdadero de las cinco copias desplegadas, Sangrino fue llenado de golpes continuos, especialmente del jaguar que además le lanzaba su bioelectricidad. Desesperado, cogió una carreta para lanzársela a gran velocidad, no contando que el verdadero Jaguaret desplegaría un gran rugido directo a su rostro, haciendo que el objeto caiga sobre su cabeza. Mareado como desconcertado, el conde solo cayo rendido e inconsciente al suelo.

En su lado, Pauline y Madam Wolf compartían y bloqueaban sus ataques a gran velocidad. Impactándole un golpe en su rostro la lobizona, burlándose tras la acción, no espero que respondiera mucho más fuerte y rápido. Continuando la pelea, usando su rugido Wolf, no equilibro la situación en su favor al saber esquivarlo Pauline. Viéndose en problemas, intento sacar su arma secreta; otro celular que emitía ondas sonoras como la ocasión anterior, siendo en vano al quitárselo y romperlo en su cara, literalmente. Movilizándose por el lugar, asestándose golpes continuos, superando Pauline la cantidad, la desesperada lobizona finalmente cayo rendida al suelo, rematándola la pishtaco de una patada en el rostro.

Derrotados sus oponentes, procedieron a interrogarlos, no respondiendo nada más allá de simples burlas. Haciéndose la idea que la vidriante estaba armando una especie de sindicato criminal con sus viejos enemigos, al voltear, vieron como sus rivales ya no estaban, observando a lo lejos como la lobizona ayudaba al pishtaco a movilizarse al sostenerlo por sus hombros por los edificios cercanos, los dejaron ir al ya no representar un problema.

Continuando su camino al resort, cerca de una zona boscosa en las afueras de la ciudad, fueron interceptados por otros dos rostros familiares. Encerrando al runapuma en una prisión de plantas salida debajo de sus pies, no pudiendo salir o esquivarla por más que fue avisado por sus sentidos, permaneciendo inmóvil, como si durmiera, pero a la vez no.

-¡No! ¿Qué demonios le han hecho?

-Tu amigo está tomando una pequeña siesta, nena-Dijo el Chullachaqui-Una habilidad de nuestras fuerzas combinadas.

-Y pronto te unirás a él-Complemento el Supay.

-Demuestren lo que tienen, payasos demoniacos-Posicionándose para pelear.

Rompiéndose el suelo donde estaba, vomitando el gran ex señor del Uku Pacha lava de su boca, supo saltar antes de ser quemada o caer al vacío, y aunque fue golpeada por la espalda por la forma de cóndor del otro demonio, supo aterrizar en el suelo. Desplegando cadenas, ahora con la habilidad de explotar como bombas al tener un solo contacto de cualquier tipo, como su compañero tomando la forma de Jaguaret y la suya para usar imitaciones de sus habilidades, impactando en ella al movilizarse por los árboles, casi decapitándola las enormes garras del Supay.

Atrapado en esa cárcel natural, Jaguaret intento usar su bioelectricidad para liberarse, teniendo el efecto contario de dejarlo más atrapado- Con mucho esfuerzo, abriendo paso uno de sus brazos entre las plantas con el gran dolor que le causaba, consiguió sacar una de sus manos del amarre para empezar a cortar las plantas con sus garras antes que otra amarrara su mano, haciendo lo mismo con la otra. Pese a que los amarres se volvieron mucho más fuertes para impedir su escape, su fuerte voluntad hizo que aguantara el dolor hasta terminar de liberar sus brazos y torso, procediendo con sus piernas y pies.

Pauline continuaba siendo atacada por los demonios, golpeándola el Chullachaqui en el aire en forma de puma al cambiar de forma, casi cayendo al vacío creado por el Supay de no ser por sus grandes reflejos para sostenerse de uno de los riscos con sus manos, para salir disparada a gran velocidad al haber casi entrado al hueco, golpeando al ladrón de personas en el proceso. A punto de ser atacada por la deidad demoniaca, su compañero intervino justo a tiempo al lanzarle grandes pedazos de roca que sacaba de la tierra con sus manos, haciendo lo mismo con árboles.

-¿Estás bien?-Pregunto Jaguaret para asegurarse de su compañera.

-Me han dado palizas peores-Respondió ella.

Molestos, pero no desmoralizados, los demonios sacaron su arma secreta. De la tierra emergieron más de dichas plantas atrapadoras. Aunque pudieron esquivarlas a todas, una que otra rozo con su cuerpo. En manos de sus enemigos, zarandeándolas contra los árboles, como atacando con más cadenas y formas variadas, respectivamente, habiendo notado el patrón de las cadenas, como de cuánto tiempo tardaba el Chullachaqui de cambiar de una forma a otra, tras un nuevo movimiento del primero, lograron sujetar sus cadenas para amarrar al segundo antes que cambiara de forma, explosionando en él, seguidamente estrellándolo en el gran rostro del Supay, explotando al instante.

Levantándose de los escombros sus rivales, derrotados nuevamente, y heridos, los seres aborrecibles no tuvieron más opción que retirarse, chillando el primero como pájaro herido volando en retirada, mientras el segundo se desvaneció tras soltar humo denso sin decir nada.

-¡Y no me llamen nena!-Dijo Pauline levantando el puño en cólera.

-Tranquila. Sigamos adelante-Dijo Jaguaret agarrándole los hombros para calmarla.

Muy cerca del resort, esperando no tener otro encuentro con alguno de sus viejos rivales, como si el destino jugará en su contra, cierto mago vudú apareció en frente, impidiéndoles el paso tanto por su presencia, como por haber puesto paredes invisibles en todo lugar al tratar de evadirlo.

-Espero que estén listos para jugar nuevamente conmigo.

-Adivinaré. El polvo fue una forma de trolearnos-Dijo Jaguaret.

-¿Qué puedo decir? Fue divertido tomarles el pelo-Dijo el Profesor Máscara levantando las manos juguetonamente.

-Tú estarás listo para ser vencido nuevamente, Profesor Máscara-Dijo Pauline.

Otra voz familiar resonó, una que no hubieran querido volver a escuchar, para disgusto de ambos-Que Gusto verlos otra vez...

-Matadero...-Expresaron ambos.

-Hola de nuevo, Jaguaret y Pauline. Qué bueno que al fin se el nombre de tu hermosa amiga-Dijo sonriendo con lujuria hacia la pishtaco haciendo que se incomodara.

-Así que por eso te suicidaste. Aunque te aborrezca, admito que fue una táctica bien jugada-Dijo Jaguaret.

-Ni creas que nos asustas con tus nuevas habilidades de condenado-Dijo Pauline.

-Ya quería que nos reencontráramos. Hasta rece por ello.

-Dudo que cualquier deidad escuchara y cumpliera tus plegarias de sádico-Dijo Jaguaret.

-Es justo lo que quería escuchar-Respondió Matadero, lanzando un rugido de batalla.

Sabiendo que tras su última pelea atacar de frente al Profesor Máscara era mala opción, ambos procedieron a atacar a Matadero primero, el mago vudú por medio de portales amarro sus extremidades gracias a cuerdas salidas de ellos, atrayéndolos a su posición. Intentando liberarse, dándoles el loa un golpe con su bastón, separo sus almas de sus cuerpos.

-¿Pero qué demonios nos hiciste?-Pregunto Jaguaret observando su cuerpo paralizado en plena calle junto al de Pauline.

-Desaloje de sus cuerpos sus almas-Respondió el mago loa.

-Y ahora me daré mi festín con ellos mientras sus almas ven como chupo hasta el último de sus huesos sin que lo eviten.

Intentando dar una mordida a sus cuerpos inertes, el condenado se dio con la sorpresa que Jaguaret y Pauline lo golpearon juntos, protegiendo sus cuerpos de sus mordidas.

-No crean que ser fantasmas los salvara de ser eliminados en un caso hipotético, aunque espero acierte-Dijo el Profesor Máscara.

-¡Quédense quietos para que pueda morderlos!-Pronuncio Matadero intentando asestarles un mordisco sin éxito, recibiendo un golpe conjunto antes de caer al suelo y volver a poner de pie.

-Necesitarás más que eso para vencernos-Dijo Jaguaret.

Intentando entrar a sus cuerpos, el Profesor Máscara los atrapo con energía oscura, mandándolos directo junto al condenado a un lugar muy parecido al suyo, pero con los edificios cambiados de lugar. Cayendo por un vacío sin fin, compartiendo golpes con el condenado, a la vez esquivando sus intentos de morderlos y rasguñarlos.

-¡Créanme que disfrutare mucho bañarme en su sangre!-Pronuncio Matadero intentando morderlos.

Impactando en un edificio tras deshacerse de él, se movilizaron por el extraño lugar, modificando el mago todos los edificios a los que entraban para tratar de confundirlos. Al ver que eso no funcionaba, el Profesor Máscara sacó diversos objetos de la nada, siendo golpeados por ellos por la gran velocidad a la que iban, cayendo encima de un gran bus de turismo, enfrentándose nuevamente a Matadero.

-Veo que mejoraste tu dimensión de bolsillo-Dijo Jaguaret dándole un vistazo al inusual lugar.

-No. Esta es mi dimensión espejo. Y es mucho más letal que la otra. No la use antes por estar construyéndola, pero ahora que está terminada, no tendrán escapatoria.

Apareciendo edificios en pleno cielo, cayeron como grandes proyectiles hacia su dirección. Tuvieron que esquivar los escombros y atravesar las estructuras caídas, en medio de su pelea con Matadero que no daba signos de detenerse en intentar arrancar pedazos de su carne. Notando que eran más persistentes de lo que había pensado, el mago los encerró en estructuras de metal, haciéndolos caer junto a Matadero en un siglo continuo por un portal, siguiendo su batalla. Intento atraparlos con su energía, solo para atrapar al condenado al atravesarse, jalándolo violentamente causando que el lugar se rompa como un espejo. Posicionados encima de una piedra en pleno aire, el jaguar noto un patrón muy curioso en el lugar.

-Espera...conozco esto...

-¿Conoces esto?

-No el lugar. Me refiero a la manera en que está hecho.

-¿En qué nos ayudará?

-Su estructura es similar a las matemáticas. Yo era bueno en eso.

-Qué suerte por ti. Yo siempre fui pésima.

-Sígueme lo corriente y quizá saldremos de esto. Espero no haber perdido el toque.

Acercándose el mago y el condenado, empezaron a mover las rocas, objetos y todo lo que encontraran en pleno aire bajo indicaciones de Jaguaret, según los cálculos que hacia mentalmente. No fue hasta que el mago vudú y el condenado estuvieron atrapados para su sorpresa y desdicha que se dieron cuenta que habían caído en la trampa.

-Para ser un lugar que se guía de las matemáticas no sabes mucho de ellas, Profesor-Dijo Jaguaret.

-¡Ni crean que esto me contendrá eternamente!-Respondió él furioso.

-No, pero al menos lo hará momentáneamente para dejarnos tranquilos-Respondió Pauline.

-¡Vengan aquí para que los devore, esto no es justo, hicieron trampa!-Reclamo Matadero.

-Ni en tus sueños será eso posible. Ahora regrésanos, y sin trucos, si no quieres que apretemos más estas cosas-Dijo Jaguaret amenazándolo.

Sin más opción, el mago vudú abrió un portal que los devolvió a su dimensión, quedando atrapado junto al necrófago.

-Bueno, de todos modos, estar junto a ti no es tan malo-Dijo Matadero.

-Cierra el pico imbécil-Respondió el Profesor Máscara.

-Lo único malo es que realmente tengo hambre, y si no salimos, te voy a tener que devorar.

-Hazlo si quieres. No le afectará. Pero te advierto, no tiene buen sabor.

-¿Tiene? ¿No le? ¿Qué estás diciendo?-Pregunto el condenado confundido por esa palabra.

-¿Pensaste que era el verdadero?-Dijo el falso Profesor Máscara desapareciendo lentamente dejando solo a Matadero. Por medio de un portal, el verdadero había estado observando todo desde una zona segura como oscura en ubicación desconocida.

-¡Maldito lunático, déjame salir!-Exclamo Matadero exigiendo ser liberado de ese lugar como de sus ataduras de roca que ya le apretaban mucho el cuerpo para su dolor.

-Lo siento. Hasta a mí me desagradas-Dijo el Profesor Máscara cerrando lentamente el portal, dejando a Matadero atrapado ante sus súplicas, pegando un fuerte rugido al verse imposibilitado de salir.

De nuevo en su dimensión, Jaguaret y Pauline retomaron sus cuerpos. Continuando su camino al resort, sabiendo que todo se trataba de una conspiración.

-Un sindicato de nuestros enemigos-Dijo Jaguaret.

-Honestamente, no pensé que algo como eso pasara-Respondió Pauline.

-Aunque, yo quería que todos me atacaran a la vez y no en grupos.

-Me dices luego tus locas fantasías vale.

-6 menos.

-Quedan 2.

-Y entre ellos el nuevo amigo de Vidria-Dijo Jaguaret llevando sus dedos derechos a su boca pensando en lo último que dijo, sobre todo por la curiosidad interna que sentía al respecto de lo que había hecho el profesor universitario a donde iban.

En el resort, Atros seguía teniendo como rehenes a los clientes a punta de pistola, abrazando una madre a su pequeña hija asustada susurrándole que todo saldría bien, no evitando notarlo.

-Señora, deje los abrazos. Solo es una construcción social. Nada más.

Continúo paseando observando a cada uno de ellos, preguntándose a qué hora llegaría el dúo que tanto quería ver con sus propios ojos. Aprovechando que el secuestrador estaba distraído, dos personas trataron de abalanzarse sobre él, reaccionado justo a tiempo para golpearlos rápidamente, dejándolos en el suelo.

-No traten de salvar su vida, de todos modos, si lo hacen, la desperdiciarán en cualquier tontería.

-No tanto como tú con esto-Respondió Jaguaret a lo lejos.

Finalmente, por una ventana, Jaguaret y Pauline entraron delante suyo. Impresionado, como sus rehenes, como nada aterrado, el profesor de filosofía, no dejando de apuntarles con la pistola, tranquilamente solo tomo asiento en una de las mesas como si nada estuviera pasando, impresionando en cierto modo a sus enemigos su actitud tan despreocupada.

-Demasiado pronto para alardear ambos-Dijo tomando un sorbo de uno de los cafés dejados por la conmoción.

-Atros supongo...-Expreso Jaguaret disgustado al verlo.

-Veo que pensaste en lo que te dije de no esconderte más.

-Nunca dije que sí.

-Por favor, si no, no hubieras salido-Expreso dando otro sorbo.

-No me vengas con filosofía barata. Eh conocido a manipuladores como tú.

-Además ¿Qué clase de nombre es Atros?-Dijo Pauline.

-Uno que llene de miedo a todos.

-Levanta las manos y ríndete-Dijo Jaguaret.

-No si reflexionan si es lo correcto lo que hacen o no en primer lugar.

-Mejor reflexionaremos tu cara-Dijo Jaguaret-En pie, a punto de apretar el gatillo, soltó un rugido que lo aturdió para que su amiga le quitara rápidamente la pistola, sacándole todas las balas que cayeron al suelo, partiendo en dos el arma. Intentando asestarle golpes, sosteniendo sus brazos, de una rápida patada lo mandó a volar hacia las mesas de atrás.

Lanzando una especie de atrapadoras de sus muñecas, esquivaron las primeras solo para ser atrapados por otra ronda. Dirigiéndose Atros para golpearlos con una silla, rompieron sus ataduras justo a tiempo para quitársela y cargarlo, arrojándolo seguidamente hacia una ventana, dañando el vidrio del impacto, cayendo herido al suelo.

-Solo eres un cobarde Atros-Dijo Jaguaret.

-Para su punto de vista sí ¿Pero qué tal si tomamos un refresco para arreglar esto?-Sacó su toma todo de su chaqueta que arrojo hacia ambos, soltando humo para desorientarlos. Aun así, lograron ver que escapaba hacia fuera, esperándolo una moto de nieve, la misma que uso para llegar al lugar e iniciar su secuestro masivo.

-Huyo por mi integridad, no por cobarde-Dijo Atros prendiendo el vehículo, alejándose del lugar.

-No por mucho-Respondió Jaguaret.

Rápidamente lo siguieron, lanzándoles una especie de dron con rayos que cortaban todo a su paso. Aunque uno logro rozarles, lo destruyeron al hacer un chócalas.

Escapando, supieron seguirle el rastro entre el páramo helado. Pensando que los había perdido de vista, Atros se relajó dando un suspiro de tranquilidad, solo para ser sorprendido por detrás. Estrellándolo Jaguaret contra el timón, le sangro la nariz. No desanimado, sacó unos guantes de hierro, accionando sus botones iluminándose.

-¿Qué tal si mejor dejan de luchar? No ganan nada con esto.

-¿No ganar nada? ¿Tomas rehenes y quieres que con tu derrota no ganemos nada?-Respondió Jaguaret.

-Son más difíciles de convencer de lo que pensé-Dijo Atros.

Tratando de asestarles golpes, sin querer Atros golpeo el timón del vehículo, descontrolándolo en el camino. Pauline clavo sus garras en su espalda causándole un enorme dolor que lo tumbo hacia atrás, quedando semi inconsciente por la conmoción. Viendo que el vehículo perdía el control, sacaron al profesor justo a tiempo al choque con un árbol, destrozándose el vehículo del impacto.

Encima del nombrado árbol, empezó el interrogatorio, sosteniéndolo Jaguaret con una mano de su camisa blanca en el vacío.

-¿Dónde se oculta Vidria?-Pregunto Pauline.

-Pensé que era su trabajo averiguar eso-Respondió Atros sin inmutarse.

-Déjate de juegos Federico-Dijo Jaguaret tocando su quijada con una garra-¿Dónde está Vidria?

-No me asustas fenómeno. No tienes valor para matarme-Respondió Atros cínicamente.

-¿Visto acaso como murciélago?-Dijo clavando un poco su garra en su quijada, como suavizando el agarre de su camisa para dejarlo caer al vacío. Aunque no lo admitiera, Betancourt estaba nervioso al pensar que podría haberse equivocado al respecto del jaguar gigante.

-No me importa si me matas. Tengo lo que quería. Pronto sabrán que nunca estuve loco-respondió cauteloso.

-No-Dijo Jaguaret secamente.

-¿Disculpen?

-Rompimos y desactivamos todas las cámaras de seguridad antes de nuestro encuentro-Respondió Pauline.

-Parece que alguien no es tan listo para suponer que haríamos eso-Dijo Jaguaret frente a la mirada atónita de Atros, que, sin más, tenía que decirles el lugar exacto donde se refugiaba su "amiga".

-Por tu determinación veo que no es la primera vez que te manchas las garras.

-Nosotros hacemos aquí las preguntas sabiondo-Dijo Jaguaret apretando su agarre.

En una fábrica de vidrios, Jaguaret y Pauline se movilizaban en busca de Vidria.

-Que oportuno. Una fábrica de vidrios-Dijo Jaguaret.

-Quiere que estemos en su terreno-Dijo Pauline.

-Correct-Dijo la vidriante saliendo de una esquina-No creas Jaguaret que te tengo miedo por tus nuevas habilidades que mis compañeros me han relatado-Dijo convirtiendo su mano derecha en cuchillas-Además, tengo mayor ventaja por su estado agotado al saber que derrotarían a todos mis compañeros, aunque admito que la tontería que Betancourt hizo no era parte del plan original, y yo ni siquiera me eh movido. Sin duda soy más inteligente que ambos.

-O más tonta quizás-Dijo Jaguaret.

-Shut up, assholes.

-You shut up slut-Respondió Pauline.

Tras gruñir en cólera, iniciando el primer golpe, la vidriante los mando a volar hacia una máquina, rompiéndola del impacto. Dirigiéndose a atacar con sus manos transformadas en cuchillo, supieron pasar por debajo de sus piernas para tomar altura, solo para darse con la sorpresa que Vidria ahora también podía dividirse en copias iguales al atacarlos con una lluvia de vidrios desde arriba por medio de sus clones, también volviendo a reconstruirse una vez fueran destruidas al rugirles Jaguaret y dispararles Pauline, empezando a jugar con ambos como si fuera fútbol, hasta estrellarlos contra una pared.

-¿Le gusta mi nueva habilidad? No eres el único que puede hacer eso, Jaguaret-Se que no los derrotaré, pero, no puede perder la oportunidad de vengarme.

-Si veo algo, no es necesario que lo digas-Respondió Jaguaret desplegando su bioelectricidad que no la afecto en nada para su gran sorpresa.

-Jajaja. Really? La electricidad no me afecta en nada.

-Ya lo notamos-Dijo Pauline.

Movilizándose por la fábrica, esquivando sus vidrios desplegados, estando bastante filudos, sus copias fueron lo bastante rápidas para cogerlos a ambos y volverlos a estrellar contra todo el lugar, además de clavarles sus propios vidrios. Estando a punto de empalarlos, supieron romper los brazos de las copias, alejándose para planear una estrategia.

-De acuerdo, su nueva habilidad complica todo-Dijo Jaguaret.

-Aun así, no tomo en cuenta una cosa. Una fábrica de vidrios también tiene cosas que los deshacen-Dijo Pauline.

Posicionándose en un horno, lo abrieron violentamente, quemando sus llamas las copias de la vidriante en cuestión de segundos, como afectando sus chispas a la verdadera. Molesta, y herida, Vidria ataco nuevamente, solo para ser golpeada, ahora si recibiendo daño. Observando como sus habilidades ya no funcionaban del mismo modo que antes, suponiendo que era por el fuego, tramaron su derrota. Movilizándose a otro horno, cegada por la ira en media de una de sus rabietas, Vidria no supo ver que había caído nuevamente en una trampa del dúo que odiaba, al ver como se derretía por el gran calor cercano, quedando una masa liquida en su lugar.

-Honestly, melted she looks like better-Dijo Pauline en inglés en burla.

-Espero que con esto acabe esta noche de tipos locos-Dijo el jaguar-Lo mismo digo-Expreso Pauline, pasando a retirarse de vuelta a Paititi. Lo que no se percataron era que Vidria en estado liquido pudo moverse sin problemas, escapando de la fábrica por debajo de una ventana.

En el resort de esquí, con los rehenes ya liberados y atendidos por ambulancias, estando tranquilo, Atros fue arrestado por la policía tras que lo liberaran de la prisión provisional de esquís en la que fue colocado. Los ex rehenes contaban quienes habían sido sus salvadores para sorpresa como escepticismo de la policía, tratando el ex profesor de justificar su actitud ante la ley tras que le colocaran las esposas.

-Solo hice lo que tenía que hacer. No tienen por qué jugar al héroe señores.

-¿Jugar al héroe? ¿Tomaste a todo un resort como rehenes y quieres que no te arrestemos?

-Mételo en la patrulla de una vez-Pronuncio el otro policía, haciendo la acción su compañero-Trasladándolo a la estación de policía más cercana para iniciar los trámites de su detención, se detuvo a pensar en los puntos en los que había fallado en su plan-(Si que subestime a esos fenómenos. La próxima si los tendré en mis manos)

Terminado el asunto de Los Resentidos, regresaron a Paititi, solo para darse una muy desagradable sorpresa a la vista.

-¿Pero qué...?

-¿Qué ha ocurrido aquí?

Observaron sin poder creerlo ante sus ojos, como el hogar de Makonde yacía en ruinas, vigilando dos guardias la zona. Tras la sorpresa inicial, se movilizaron en busca de su amauta y amigos, esperando que no hubiera pasado lo peor.

Dentro de su guarida, Transmaster al fin tenía lo que buscaba; el último orbe, colocándolo cuidadosamente en su máquina, ante las celebraciones de sus huestes, empezando a funcionar a su complacencia.

-Solo falta el ultimo preparativo-Pronuncio.

En una favela, una rata se movía por los viejos muebles del oscuro lugar, deteniéndose para comer un pedazo de queso en el suelo. Fue muy tarde al ser atrapado y masticado por Mantícora, pensando diariamente en los responsables de que su popularidad como caza recompensas cayera rápidamente, canalizando todo su odio en su bocadillo.

-La mayor caza recompensas de Brasil. Y ahora se alimenta solo de ratas-Dijo Transmaster saliendo de las sombras aplaudiendo.

-¡Lárgate, no me interesa lo que me ofrezcas!-Dijo Mantícora comiendo su presa sin observar al visitante.

-¿Eso incluye una nueva oportunidad para matar a los que te pisotearon y dejaron en ridículo?-Pregunto Transmaster de forma manipulativa.

De solo escuchar esas palabras, la mujer termino de comer a la rata, poniéndose en pie, mirando cara a cara al alquimista.

-¿Qué tengo que hacer?-Pregunto Mantícora inquieta como una niña pequeña que le fueran a presentar una sorpresa.

-Te lo contaré, si meacompañas de vuelta a Cusco-Dijo Transmaster.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro