Séptimo

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TaeHyung estaba seguro que la había jodido. SeokJin contestaba sus mensajes de forma tardía y no había vuelto al restaurante. Al menos no al día siguiente y la semana estaba terminando. Ellos no abrían los fines porque gracias al cielo el trabajo iba muy bien y los fines podían descansar, así que si SeokJin no pisaba el restaurante esa misma tarde él tendría que buscar alguna excusa para verlo.

«¿Por qué necesito verlo?» peleaba consigo mismo.

A decir verdad, tampoco necesitaba una excusa, SeokJin había dejado en claro que podían verse cuando TaeHyung lo necesitará y a decir verdad estaba interesado en algún plan de fin de semana. Él necesitaba pasar tiempo con alguien. Jimin estaba formalizando con el tal Namjoon y Jennie ya no era parte su vida, él necesitaba hacer algo y Jin era tan soltero y gamer boy como él, podrían juntarse y hacer algo tranquilo. Eso era totalmente amistoso ¿O no?

— ¡Hyung! —la voz de MinGyu sonaba feliz y un poco coqueta. TaeHyung giraba creyendo que le hablaba a él, pero en realidad estaba abrazando al tipo que acababa de entrar esa tarde medio lluviosa.

«SeokJin»

Su pulso se aceleraba, algo estaba muy mal con él cuando sentía sus manos sudar y su corazón precipitarse. SeokJin sonreía a MinGyu hermosamente, hasta un poco mucho coqueto.

TaeHyung no sentía un nudo en su estómago, se sentía él, todo un maldito nudo y tenso, para nada feliz viendo como ese hombre empleaba su encanto con su empleado. Su muy atractivo y grande empleado. A TaeHyung no le gustaba MinGyu físicamente, envidiaba la altura y contextura del tipo, pero luego su personalidad era la de un Golden retriever despistado y adorable.

Pero no le gustaba que ese Golden pareciera estar despierto esa tarde. MinGyu era más alto que SeokJin y que él por unos buenos centímetros, pero su pose extrañamente sumisa y el porte engreído y atractivo de SeokJin parecían hacerlos lucir a la inversa. Como si SeokJin tuviera casi un metro noventa y MinGyu un metro ochenta.

— ¿La lluvia te trajo? —soltaba el chico—. Tu pelo húmedo se te ve muy bien.

TaeHyung apretaba sus dientes cuando los veía hablar más bajo y sonreír, así que no se daba cuenta cuando ya estaba caminando en dirección a ellos sin poder detenerse.

—Entonces debe-...

— ¡Jin! —saludaba.

El susodicho recibía a un TaeHyung que lo abrazaba a modo de bienvenida, interponiendose entre él y MinGyu. Los ojos de SeokJin se abrían un segundo, pero sonreía, no expondría a TaeHyung y su extraña posesividad.

—Tae... ¿Cómo has estado? —decía cortando el abrazo y palmeando el hombro del otro hombre.

"Oh, vuelvo en unos momentos" decía MinGyu.

TaeHyung sonreía con diversión y SeokJin negaba con su cabeza riendo ladino.

— ¿Qué? —preguntaba mirando hacia atrás notando que MinGyu ya no estaba allí, cuando volvía a mirar a SeokJin lo veía de brazos cruzados y con una sonrisa divertida—. No lo hice a propósito —se defendía.

—Yo no dije nada, cariño —susurraba SeokJin.

TaeHyung sonreía—. Se siente raro que me digas "Tae" —exclamaba.

SeokJin sonreía—. Decirte "Fresita" o "cariño" frente a MinGyu hubiese dado un mensaje equivocado —respondía—. Sé que no hubieses querido eso.

« ¿No? » pensaba aturdido.

—Por supuesto que no, el Golden haría preguntas luego —respondía TaeHyung, llevando a SeokJin a la que creía era su mesa favorita.

— ¿Golden? —replicaba el otro divertido, mientras se sentía más que complacido cuando TaeHyung tomaba asiento con él.

—MinGyu, hace mucho decimos que es como un enorme Golden retriever y usualmente es muy despistado y propenso a desastres.

En ese instante se escuchaba un gemido y MinGyu malabareaba la bandeja con los platos levantados y MoonByul frente a él intentaba salvarlo de romper todo, para uego golpearlo por el susto causado.

—Noona... Eso dolió —se quejaba el grandote con un puchero.

SeokJin sonreía y miraba al chico, en ese instante este lo miraba y sonreía coqueto. TaeHyung sentia que sobraba.

—No sé. Yo lo encuentro muy atractivo para ser honestos —exclamaba SeokJin.

TaeHyung lo miraba lentamente y mordía el interior de su mejilla para evitar decir lo que fuera, lo que fuera con tal de no parecer celoso y posesivo, así que sonreía, juntando fuerzas de dónde no le salían cuando sólo quería mandar a MinGyu a volar, dónde fuera que no quedará a la vista de SeokJin.

El castaño seguía mirándolo. Su atención no estaba en TaeHyung y este se sentía... Desdichado. No quería que viniera Jin sólo para ver cómo este disfrutaba de la vista con MinGyu. No, mierda.

— Creí que no vendrías —decía llamando la atención de SeokJin y quitándola de MinGyu, se sentía satisfecho en un nanosegundo con esos ojos sobre él.

—Realmente estuve ocupado, lo siento. Pero aquí estoy ¿Me extrañaste? —susurraba gravemente.

La nuca de TaeHyung cosquilleaba.

— ¿No? —respondía evitando reír.

—Eso no sonó muy convincente, pero no voy a presionar —decía alzando sus manos.

En ese instante MinGyu comenzaba a prepararle la mesa, TaeHyung lo miraba confundido.

—Aún no ha pedido —exclamaba.

MinGyu se sonrojaba—. Oh, es que Jin siempre pide lo mismo los viernes... Sopa de algas —decía con sus manos juntas frente a él.

—Es cierto, pero por favor tráeme un soju esta vez. Tuve un día muy largo —suspiraba el castaño, MinGyu asentía y desaparecía. TaeHyung resoplaba—. ¿Qué te pasa? Estás haciendo un puchero —decía amagando con querer tocarlo, pero se contenía.

TaeHyung suspiraba ante el fantasmagórico tacto perdido—. Te conoce bien, al parecer —mencionaba.

SeokJin fruncía su ceño—. Sólo sabe lo que como, fresita —respondía—. Fuera de eso, aún no sabe cómo soy o que otras cosas me gustan —decía con una sonrisa ilegalmente sensual y elevaba sus cejas.

«¿Aún?»

TaeHyung entrecerraba sus ojos—. ¡MinGyu! —gritaba más fuerte de lo esperado.

— ¡Hyung! ¿Sí? —decía llegando de inmediato al lado de TaeHyung.

El azabache apretaba sus dientes cuando SeokJin lo miraba sonriente y MinGyu correspondía brevemente a la sonrisa.

— Añade un café negro al pedido de SeokJin, por favor. Quiero acompañarlo en su cena y que lo traiga MoonByul, tú atiende a la familia que acaba de entrar —exclamaba poniendo su codo sobre la mesa y su rostro en su mano.

Toda su atención en un SeokJin que ahora lo miraba atentamente a él. "Si, hyung" era la último que MinGyu decía.

—No tenías que gritar su nombre como si fueras a matar a su perro —decía el castaño casi divertido.

TaeHyung iba  a volverlo loco.

—No lo hice —se excusaba TaeHyung con un puchero—. Se distrae con tu presencia, esa familia entró antes que tú y él no los vió —decía señalando a la mesa detrás de ellos.

— ¿Y tú sí? —se mofaba SeokJin, por dios el rostro de frustrado que tenía TaeHyung lograba volver a su corazón uno todo conflictuado y mortificado—. Era broma —susurraba.

TaeHyung suspiraba, abría su boca para decir algo, pero MoonByul aparecía con su orden interrumpiendo, en ese momento el teléfono de SeokJin sonaba con un mensaje y cuando lo revisaba miraba en dirección a MinGyu, instantáneamente. El chico estaba detrás del mostrador con el pedido de la mesa detrás de ellos y cuando SeokJin escribía y mandaba su texto, el teléfono de MinGyu sonaba.

La sangre de TaeHyung hervía, se sentía horriblemente descompuesto y enojado al intentar no ser tan obvio de que estaba observando el intercambio de ambos. Entonces algo estaba sucediendo allí.

TaeHyung se sentía todo incorrecto y extraño porque SeokJin no estaba mirándolo, pero claro, Byul seguía acomodando las cosas en su mesa y estaba a punto de abrir el soju para SeokJin, pero TaeHyung la detenía.

—Yo lo hago, gracias Byulssi —exclamaba.

Cuando SeokJin continuaba tipeando, sus dientes estaban demasiado apretados sirviendo el soju para SeokJin en el vaso pequeño. El castaño guardaba su teléfono y el teléfono de MinGyu sonaba una vez más. TaeHyung apoyaba la botella de soju con demasiada fuerza sobre la superficie y SeokJin se replanteaba si debía preguntar cómo estaba o sólo dejarlo ahí.

— ¿Que harás el fin de semana? —soltaba repentinamente el azabache.

SeokJin abría sus ojos soprendido—. Ahmm... Por el momento no tengo planes —exclamaba rascando su cabeza—. ¿Tú harás algo? —preguntaba comenzando a comer y sin mirar al hombre frente a él.

Notaba justo a tiempo como TaeHyung se ponía tenso de inmediato y SeokJin suprimía un suspiro, antes de pensar en que decir la puerta sonaba y Jimin entraba con Namjoon de la mano.

— ¡Hello, hello! —decía el rubio saludando a los empleados de TaeHyung y luego se dirigía a la mesa de los otros dos con Namjoon de su mano sonriendo como imbécil—. Oh, los encontramos justo a tiempo.

TaeHyung suspiraba, no los esperaba, pero de repente miraba a SeokJin—. ¿Tú sabías que vendrían?

—Efectivamente —afirmaba.

«Entonces no viniste por mi»

Jimin y Namjoon tomaban asiento a su lado.

— ¿Quieren tomar o comer algo? —preguntaba TaeHyung intentando no sonar desganado.

— ¿Tú quieres amor? —preguntaba Jimin.

"¿Amor?" Decían los Kim al unisono.

La pareja reía mientras Jimin tomaba a Namjoon del brazo y se apoyaba en su hombro sonriente.

—Le propuse a Namjoon ser pura y exclusivamente mi novio —exclamaba un Jimin meloso.

— ¿Novios? —decía SeokJin con ojos abiertos de par en par—. ¿Ya eres su novio? —soltaba sorprendido.

Jimin ondeaba su mano y chasqueaba su lengua—. Le pedí a él ser exclusivo conmigo, yo seguiré siendo libre cuál mariposa, sexy Jin —se mofaba guiñando un ojo al castaño y—. ¡Ah!

— ¿Estás bien? —preguntaba Namjoon.

Debajo de la mesa, Jimin había recibido una patada de TaeHyung. El azabache abría sus ojos en forma de ruego y el rubio sólo hacía un puchero—. Me mordí la lengua —soltaba con ceño fruncido a su mejor amigo, pero se recompinia cuando SeokJin los felicitaba con una sonrisa.

Con un pequeño relato de como el rubio se había salido con la suya, ambos pedían algo no ligero para tomar en el proceso.

SeokJin sonreía feliz por ellos y añadía—. Bueno, entonces diré "De nada" y cuando tengan su primera pelea, diré "No tengo nada que ver en eso" —y tomaba su vaso de soju de un tirón.

La pareja reía y TaeHyung también, excepto que quedaba embobado con el cuello largo de SeokJin, extendido hacia atrás mientras bebía. Era todo un show verlo. Jimin lo atrapaba checando a SeokJin estúpidamente y TaeHyung carraspeaba su garganta.

—Felicidades y suerte con el temperamento de Jimin. Es fiel, pero insoportable —mencionaba TaeHyung.

Jimin sonreía y Namjoon besaba su cabeza, dios... Ellos se veían realmente bien, pensaba TaeHyung. Instantáneamente su mirada iba de la pareja a SeokJin y SeokJin lo estaba mirando ya. La calidez de esa mirada podía sentirla en todo su cuerpo, de adentro hacia afuera, para volverlo loco y extraño. Él le sonreía y SeokJin lo miraba otro poco más.

Estaba comenzando a creer que era adicto a las miradas de ese hombre. Extraño, pero adicto al fin.

—Entonces ¿Vamos a celebrar? —soltaba SeokJin para dejar de estar tan embelesado con el curioso hombre a su lado.

—Hoy celebraremos entre nosotros, pero podemos organizar. Aparte ustedes tienen que celebrar también —soltaba Jimin.

— ¿Celebrar qué o por qué? —soltaba TaeHyung, sentandose más derecho y pasando saliva.

Su pánico mal disimulado. Todos lo notaban, SeokJin solo suspiraba sutilmente.

— ¡Que son con-cuñados! —expresaba el rubio—. O algo así, pero sí —afirmaba.

TaeHyung reía relajado—. Bien, claro... Mañana en la noche podría ser —exclamaba viendo a SeokJin.

La pareja asentía en acuerdo, el teléfono de SeokJin sonaba, leía el mensaje y luego negaba, el corazón de TaeHyung se detenia.

—Podemos festejar hoy o la semana siguiente —decía tipeando algo en su teléfono

— ¿Y por qué no mañana? —soltaba TaeHyung—. Yo tengo libre —decía a la pareja, pero sin quitar sus ojos de SeokJin.

— ¿SeokJin? —le llamaba Namjoon.

"¿Mmm?" El susodicho levantaba la vista hacia Namjoon y TaeHyung apretaba sus puños, él quería que SeokJin lo notara, pero parecía estar sumergido en sus propios temas.

— ¿Mañana celebras con nosotros? —preguntaba su amigo.

El castaño abría su boca y miraba a un MinGyu que llegaba con el café para la pareja y ambos compartían una mirada que a TaeHyung le ponía los pelos de punta.

—Ah, no... Lo siento, vayan sin mí —decía sonriente—. Tengo mucho trabajo que hacer y estaré muerto en la noche —decía asintiendo, MinGyu volvía a mirarlo y ellos se sonreían.

Namjoon se encogia de hombros, indiferente a la situación—. Lo haremos otro día si no puedes.

Jimin en cambio no parecía indiferente a esos dos, él sonreía de forma peculiar, esa sonrisa que escondía una sucia travesura. Oh, TaeHyung lo conocía muy bien. ¿Qué carajos había hecho el pendejo? Él iba a decir algo cuando escuchaba a MinGyu preguntar si necesitaban algo más, pero Jimin le sonreía pícaramente y negaba.

—Yo no, niño —exclamaba el rubio—. No sé SeokJin.

Sonaba casi divertido considerando que Jimin parecía el niño al lado del grandote, pero era más viejo de edad. Los ojos rasgados de Jimin miraban a SeokJin y entre los tres compartían una sonrisa cómplice. Dios, TaeHyung quería golpear a Jimin, principalmente. ¿Acaso él estaba pintado? El intercambio había sido cuestión de segundos, él iba a decir algo, pero Namjoon tocaba su brazo para hablarle.

«Genial. Gran momento para interactuar conmigo, hombre»

— ¿Tae? —NamJoon insistía.

—Sí ¿Qué, qué? —preguntaba intentando mirar al novio de su amigo, pera veía que Jimin decía algo como "Me debes un favor, grandote" y MinGyu reía.

SeokJin empujaba suavemente a Jimin y decía algo así como: "No lo molestes, se pone colorado"

MinGyu reía con timidez y TaeHyung-...

— ¿Puede ser? —soltaba Namjoon.

TaeHyung no había escuchado una puta palabra de lo que Namjoon había dicho por ver a esos tres interactuar frente a sus narices. SeokJin no lo había mirado ni una vez por hablar con Jimin y MinGyu. Dios, se sentía horrible y enojado. Ignorado y a la vez un imbécil.

Cuando MinGyu se iba, TaeHyung se encontraba con los ojos de SeokJin, no sabía cómo lo estaba mirando, pero SeokJin parecía pintarse de culpa en todo su bonito rostro. TaeHyung se sentía como la mierda, pero no podía dejar de verlo como si SeokJin le hubiera faltado el respeto al hablar con otro hombre que no era él.

Eso era ridículo, él estaba siendo ridículo.

— ¡Tae! —Jimin movía su mano frente a él y el azabache reaccionaba—. ¿Estás sordo o qué? Namjoon te pregunto si mi tía, tu madre, podía hacerle una pequeña mesa dulce para el cumpleaños de su ahijada...

TaeHyung parpadeaba, se ponía rojo de la vergüenza porque realmente no había escuchado una palabra del grandote, él solo había mirado a Jin y a Jin y nada más que a un SeokJin que suspiraba y volvía a comer su sopa. Dios, él estaba siendo raro otra vez.

—Lo siento, dormí poco hoy... —exclamaba con una sonrisa incómoda. Se sentía horrible la sensación pesada en la boca de su estómago y las obstrucción en su pecho ¿Qué era eso?—. Hablaré con ella, seguramente lo hará sin problemas al saber que es para el novio de Jiminah —exclamaba y se ponía de pie—. De hecho, iré a preguntarle ahora ¿Para cuándo lo necesitas?

Cuando se ponía de pie, incómodo y descompuesto, tenía esos ojos negros atentos sobre él y cada uno de sus movimientos. Era horrible como en poco tiempo sabía cuando esté hombre lo miraba y cuando no lo hacía. Su mirada era casi un toque físico de lo más cálido para TaeHyung. Cuando Namjoon respondía a su pregunta, TaeHyung se inclinaba y se despedía del trío.

— ¿No volverás a salir? —preguntaba Jimin confundido.

—Tengo que hacer el cierre del mes de Junio. Estoy retrasado —respondía sin girarse.

SeokJin se quedaba viendo en dirección a lo que seguro debía de ser la oficina detrás del mostrador principal ¿Pero que podía hacer? Él no podía estar con TaeHyung y TaeHyung lo deseaba como amigo, sin importar cuántas veces sus miradas curiosas descolocaran a SeokJin, él respetaría lo que fuera que TaeHyung quisiera creer.

Si deseaba seguir ciego ante sus necesidades o curiosidades, SeokJin no sería quien le quite la venda.

TaeHyung se sentaba en la silla detrás de su escritorio y suspiraba fregando su rostro. Se sentía enojado y descompuesto. Su estómago dolía, pero más a un dolor sordo, que venía probablemente de su cabeza o su corazón. O quizás algo le había caído mal.

La puerta sonaba antes de que TaeHyung pudiera recordar que había comido para sentirse así.

— ¿Si? —preguntaba esperanzado.

—Soy Jiminah ¿Estás decente?

Dios, TaeHyung literalmente se desinflaba ¿Qué esperaba? Que SeokJin se levantará y fuera a socorrerlo.

—Pasa —decía chasqueando su lengua.

Cuando el rubio abría la puerta, veía facturas y papeles encima del escritorio de TaeHyung y a un TaeHyung con puchero casi por el suelo. Cerrando la puerta se apoyaba sobre esta y lo miraba. TaeHyung se le quedaba viendo con ese rostro neutro y algo aburrido.

— ¿Qué haces aquí? —decía TaeHyung.

—Vine a ver porque mi mejor amigo se levantó con ese humor de perro camuflado que conozco muy bien —decía cruzandose de brazos.

TaeHyung resoplaba—. No sucede nada conmigo, y no tengo ningún humor de perro camuflado —respondía cruzandose de brazos.

Jimin rodaba los ojos—. ¿Acaso te conozco hace dos semanas?

TaeHyung abría su boca y la cerraba mirando hacia otro lado. Él no tendría esta charla con Jimin.

— ¿Qué te molesta? —insistía el rubio, sentándose frente a él y suspirando cansino.

— ¿Por qué habría de molestarme algo? —soltaba TaeHyung.

— ¡Aaaaahhh! —gritaba Jimin hastiado, tirando su cabeza hacia atrá—. No quiero tomarme tu actitud personal, pero ¿Te cae mal Namjoon?

— ¿Qué? No, para nada. Te felicito por tu relación, me parece genial. Parece un buen tipo

—Hasta el momento lo ha sido. Más inteligente que la mitad de hombres con los que he estado. —decía con una sonrisa enamorada.

—Realmente estoy feliz por ti —añadía TaeHyung con sinceridad.

— ¿Pero?

Un silencio ensordecedor.

—Pero nada —añadia con letargo.

—No voy a presionar porque no funcionas bajo presión, pero estabas de los más bien con Jin y luego disociaste totalmente mientras Namjoon hablaba contigo y te desconectaste del resto y huiste. No soy estúpido.

TaeHyung entrecerraba sus ojos—. ¿Qué hiciste con SeokJin y MinGyu? —cuestionaba en contra de su mejor juicio.

Por supuesto se había maldecido al micro segundo de lanzar su pregunta y notar la sorpresa en el rostro de Jimin.

—Oh, eso —decía el rubio desinteresadamente—. Sólo un empujón —se encogia de hombros.

TaeHyung apretaba sus dientes y movía su pierna ansioso. Jimin no decía nada más y su curiosidad explotaba en su cara.

— ¿A qué te refieres con empujón? —soltaba sumamente serio y con ceño fruncido.

—Nada. Sólo le mencioné a MinGyu que se animará a invitarlo a salir. Que era totalmente el tipo de SeokJin y él definitivamente aceptaría —se encogia de hombros—. Él se animó, SeokJin aceptó y saldrán el sábado —Jimin hablaba con tal naturalidad que TaeHyung quería golpearlo con fuerza—. Se lo debía a Jin.

— ¿Estás loco? —soltaba con seriedad. Dios, que alguien detuviera su boca.

Jimin fruncía su ceño—. ¿Con respecto a qué? Porque también dudo de mi cordura en ocasiones —decía divertido, pero TaeHyung no se reía—. Espera ¿Esto es porque SeokJin y MinGyu tendrán una cita?

TaeHyung apretaba sus dientes y miraba hacia otro lado.

— ¿Tae? ¿Qué me estoy perdiendo aquí? —Jimin sonaba preocupado.

—MinGyu es un buen chico, no sé... No sé si SeokJin sea lo que necesite —exclamaba.

Jimin alzaba sus cejas y lo miraba confundido—. Por más que creas que SeokJin es un Korean Lover, realmente no lo es. Es un tipo decente y maduro. Ellos se gustan hace un tiempo, me enteré —exclamaba el rubio.

TaeHyung apretaba sus dientes, no le gustaba como sonaba eso ¡Y no era del todo cierto! SeokJin se había fijado en él, hacía meses ya. ¡Meses!

— ¿Tienes algo que decir en contra de Jin? —preguntaba Jimin.

TaeHyung mordía su labio—. Tienen diferentes edades —susurraba.

Jimin entrecerraba sus ojos—. MinGyu es solo dos años más joven que nosotros y Jin no tiene más de cincuenta —se burlaba—. Dame algo mejor aquí para preocuparme.

«No tengo nada mejor, SeokJin es el mejor tipo que conocí »

Obviamente TaeHyung no decía sus pensamientos en voz alta. Jimin suspiraba—. ¿Realmente te preocupa que SeokJin no sea bueno para MinGyu?

«Nadie es bueno para SeokJin» su cabeza estaba alborotada.

—Porque mejor no me dices que te está afectando realmente... —soltaba el rubio mirándolo sospechoso. TaeHyung sentía que transpiraba la gota gorda. No estaba seguro a qué le temía si Jimin descubría que se sentía horrible ante la noticia de SeokJin conquistando a MinGyu y viceversa. Pero ¿Por qué siquiera se molestaba él? ¿Qué iba a responder si Jimin lo descubría? —. Esto tiene que ver con la visita del señor Lee ¿Cierto?

TaeHyung nunca había suspirado con alivio antes por escuchar el nombre del señor Lee saltar a colación. Pero ahora, se sentía más que salvado por la campana. Sujetaba la soga de ayuda para salir del pozo de la confusión en el que se había metido jalando a Jimin con él y asentía frenéticamente.

—Oh, Tae... Sabes que puedes hablar conmigo al respecto. Hace mucho no lo veías —susurraba.

—No necesito hablar al respecto, Jiminah. Lo deje que se reúna a solas con mamá y yo me quedé ... —TaeHyung mordía su lengua—. Yo solo decidí no aparecer por casa para no molestar. Mamá se siente inquieta desde que dejé de decirle "Tío Lee" sé que de alguna manera sin mí entre ellos, ella puede desenvolverse mejor y si quieren rememorar a mi padre, lo pueden hacer sin culpa. Yo no lo tolero —suspiraba.

Jimin asentía y no decía nada, él nunca le diría a TaeHyung como debería sentirse al respecto, era un tema delicado la perdida de su padre y la relación entre su madre y Lee. Suspirando Jimin se ponía de pie y le sonreía, TaeHyung quería hacer un par de preguntas más con respecto a SeokJin y MinGyu, pero este daba por terminada la charla.

— Relájate, esos dos estarán bien —decía suspirando—. Le pasé a Namjoon tu número para que te diga lo que desea que tu madre cocine y luego pásale un presupuesto. Y dile a mi tía que sea un presupuesto real, nada de hacerle precio sólo por ser mi novio —decía sonriente, luego se acercaba y besaba a TaeHyung en la sien—. No trabajes mucho, cuando estés listo, me avisas y te presentaré a alguien que valga la pena.

Guiñando su ojo, salía y TaeHyung suspiraba, la idea de estar de nuevo en el mercado lo hacía sentirse extraño. Por el momento con respecto al sexo estaba bien, su autoestima seguía pisado y maltratado por lo que en cierta forma iba atado a su libido. Parte de él quería volver a salir y la otra quería quedarse encerrado allí. Había dejado a SeokJin solo y a decir verdad se sentía un poco traicionado porque cuando TaeHyung le propuso hacer algo, él no le dijo que tendría un cita.

¿Por qué no lo había hecho? Ellos podían hablar también de eso, TaeHyung lo hacía con Jimin ¿O no?

«Si, claro. No lo toleras» TaeHyung tocaba su pecho y pensaba que había cierta incomodidad en ver a SeokJin con otros hombres, pero estaba seguro que era porque aún no lo conocía y le costaba relacionarlo a alguien del mismo sexo o... Sí, eso era. Debía de ser eso, a veces TaeHyung admitía que las apariencias y la sexualidad era una pequeña obsesión que debía de dejar, pero se le dificultaba en ocasiones. Lo mantenía a raya, pero desde que había conocido a SeokJin, se sentía extraño. Y no estaba del todo bien luego de su ruptura.

No es que estuviera enamorado de Jennie, pero la chica le gustaba y ahora sólo se sentía demasiado hipersensible y lo acontecido recientemente lo había dejado descolocado. Un poco mucho. Era extraño, pero los golpes en su puerta lo sacaban de su cabeza. Jimin habían olvidado decir algo, seguramente.

—Adelante —decía irritado por otra charla de psicoanálisis con el rubio.

—Me estoy yendo... —decía la voz de SeokJin y su cabeza asomándose por la puerta—. Sólo venía a despedirme.

TaeHyung se ponía inmediatamente de pie—. Oh, pasa. Entra —exclamaba llegando a la puerta para abrirla más.

Poco le importaba que pensaran sus empleados, si SeokJin había llegado hasta ahí, es porque le había preguntado a MinGyu o a Byulssi. TaeHyung cerraba la puerta y rodeaba el cuerpo de SeokJin sentandose sobre su escritorio.

— Entonces con-cuñados ¿Eh? —mencionaba SeokJin divertido.

TaeHyung respondía como lo era usual a esa sonrisa en los últimos días juntos. Él sonreía también y quizás era su cabeza rara que era toda extraña alrededor de este hombre, pero cuando sonreía los ojos de SeokJin parecían brillar el doble. ¿Era eso posible?

Dios, necesitaba cortar con esto.

— ¿Entonces mañana no haces nada? —insistía TaeHyung.

« Pídeme que nos veamos. Pídeme que nos veamos »

Su cabeza era un auténtico desastre.

—Nop, pero trabajaré con algo pendiente y me llevará un buen tiempo. Por lo cual estaré realmente agotado —exclamaba metiendo las manos en su bolsillo.

TaeHyung sentía una punzada en su pecho ¿Por qué Jin no le decía que vería a MinGyu? «Acaso ¿Quieres escucharlo de él?»

SeokJin no sabía porque no se lo decía, pero prefería simplemente no hacerlo o solo daría paso a qué TaeHyung pusiera alguna cara peculiar como lo había hecho en la mesa y el solo vacilar de esos ojos daría vuelta su mundo moviendo su piso más de lo deseado. No, TaeHyung no necesitaba saber.

—Jimin dijo que hará un grupo para los cuatro, organizaremos por ahí el festejo por los pájaros amantes —mencionaba SeokJin sonriendo.

Era casi forzada, porque notaba un brillo de desgano en el rostro de TaeHyung. SeokJin desearía no ser tan atento a las emociones de este hombre. El teléfono de ambos sonaba y TaeHyung miraba el suyo y sonreía con desgano.

—El grupo está hecho —murmuraba.

SeokJin asentía—. Bien, entonces... Debo irme, estoy con una tarea peculiar en la terraza del edificio —exclamaba asintiendo—. Te veré en la semana, fresita —añadía poniendo su mano en el hombro de un TaeHyung que creía que verse la siguiente semana sonaba a demasiado tiempo de espera.

Él no quería esperar tanto ¿Qué estaba mal con él o que tenía este hombre que quería pasar tiempo de calidad a su lado? Quizás era su reciente ruptura y Jin siendo el mejor amigo que había necesitado de Jimin en ese momento clave de su vida, pero Jimin estaba ocupado follando a su reciente y deslumbrante novio, sin embargo SeokJin había estado ahí para él.

Sin pensarlo dos veces se ponía de pie y acortaba la distancia con SeokJin enrozcando sus brazos en la cintura ajena y metiendo su cabeza en hueco del cuello de un SeokJin que nuevamente era tomado por sorpresa. Una sorpresa demasiado grata.

Así que envolvia sus brazos alrededor de la espalda de TaeHyung y lo presionaba de una forma que debería de ser amigable, pero su cuerpo no reaccionaba de forma amigable a este hombre. Nunca podría ser tan amigable aunque lo intentará como un demente, su cuerpo deseaba a TaeHyung. Bueno, no solo su cuerpo.

Un suspiro de TaeHyung golpeaba en su cuello, en esa zona sensible y erógena que lo hacía sentir un calor sobre su espina dorsal, subiendo, calentando sus orejas y descendiendo hacia su zona sur. Él necesitaba poner distancia entre ellos, pero TaeHyung hacía totalmente lo opuesto, acercándolos más al punto de tener toda su parte delantera corporal pegada a SeokJin.

Carajo... SeokJin iba a ponerse duro por un simple, jodido y precioso abrazo. Cuerpo y corazón tocados de una misma forma por algo tan simple.

TaeHyung pensaba que dicha despedida de "hermanos" estaba durando más de lo que debía, pero todavía no quería soltarlo y no quería pensar por qué no quería hacerlo. Así que solo lo apretaba un poco más y se congelaba cuando SeokJin dejaba escapar un suave gemido. Suave, ronco y bajo, no tenía intención alguna de ser oído y el cuerpo de TaeHyung se sacudia de placer.

Cuando separaba principalmente su rostro del hueco del cuello de SeokJin, notaba la cercanía con este hombre. SeokJin lo miraba con una mueca de mortificación pura. Sentía los brazos del castaño aflojar a su alrededor y se miraban el uno al otro.

—Lo siento, apretaste un poco fuerte —decía SeokJin en voz baja y grave.

TaeHyung sentía nuevamente un escalofrío recorrerle y sus ojos se desviaban a aquella boca carnosa que había decidido no mirar en absoluto, pero imaginaba a SeokJin besando a MinGyu de la misma forma en que había besado a Jimin, pero no habría nadie que detuviera el hecho de que esos dos podian terminar en la cama del otro. Muy desnudos y enredados.

El estómago de TaeHyung se retorcía ante el rechazo de la imagen y la idea, afeando bastante sus hermosas facciones. SeokJin no lo sabía, pero lo tomaba personal, por otro motivo, así que se alejaba, pero TaeHyung enmarañaba sus manos sobre la camiseta y sus ojos rogaban.

"No vayas a verlo" «¿Por qué dirías algo así?»

SeokJin miraba su mano y alzaba la vista a TaeHyung, el chico relamía sus labios y volvía a mirar los suyos. Carajo, esto no podía seguir. Era sólo un ser humano y TaeHyung se estaba volviendo en su kriptonita. Sonriendo, acortaba la distancia y besaba a TaeHyung en la frente. Cuidadosamente lo miraba luego y el espacio escaso hacía cosas con el cuerpo y mente de TaeHyung. Su frente todavía picaba dónde esos labios habían besado y el aire se esforzaba por pasar a través de sus pulmones.

—Nos vemos, fresita —decía SeokJin, arrancándose del lado de TaeHyung y saliendo por la puerta.

El azabache suspiraba sonoramente, recién ahí notaba sus manos temblando y su cuerpo encendido. Fregando su rostro volvía a tomar asiento y ponía su mente en blanco para no pensar en nada. No había nada en que pensar.

Su sábado estaba siendo demasiado callado y aburrido. Había lavado su ropa sucia y limpiado su casa. Había comprado a su madre lo que necesitaba para lo que Namjoon había pedido. Había hecho ejercicio, paseado al perro de TaeEul y había jugado algún que otro videojuego y ahora en la noche, se sentía inquieto. Jodidamente inquieto.

Apenas había hablado con Jin, pero no de forma directa, sino a través del grupo que Jimin había hecho y, dios, él iba a cometer una estupidez. Pero estaba decidido, así que de su refrigerador tomaba un pack de su cerveza favorita y tres botellas de soju. Camino a casa de su madre abría la puerta y avisaba;

—Me voy a casa de un amigo. Te veo mañana, seguramente. ¡Me llevo el auto!

—De acuerdo, cariño —decía su madre sin tanta vuelta, pero TaeEul aparecía en la puerta frente a él.

— ¿Qué? —soltaba TaeHyung, la niña lo miraba.

—Jimin es tu único amigo ¿Con quién sales ahora que tu novia Yannie está fuera del mapa? —curioseaba.

TaeHyung rodaba los ojos—. Tengo más amigos y era Jennie —decía saliendo, pero volvía a entrar—. Es, es Jennie... Sigue viva, creo.

TaeEul rodaba los ojos e iba a continuar curioseando, pero TaeHyung le cerraba la puerta en la cara. Minutos más tardes, alrededor de las diez o más, estaba frente a la puerta de SeokJin con las cervezas y el soju. Golpeando la misma sin dudarlo—bueno, había titubeado bastante hasta que finalmente había salido del auto—pero finalmente estaba allí.

No necesitaba poner ninguna excusa, él no sabía que SeokJin tenía una cita, porque no se lo había mencionado, por ende podia tranquilamente aparecer frente a su puerta y convencer a SeokJin de que eligiera su compañía por encima de la de MinGyu, parecía tarea fácil y no un plan algo malicioso para saborear su cita.

—Soy un ser despreciable —decía golpeando la puerta.

Nada, otro golpe y su corazón se aceleraba. Uno más y alguien tocaba su hombro haciéndolo saltar del susto.

— ¿Qué mier-...? ¿Si? —decía a una amable señora sonriente.

—Hola, si eres amigo de Jin, salió hace como una hora. Muy bien vestido, no creo que regrese pronto —decía.

TaeHyung se sentía descompuesto y decepcionado, al parecer incluso una desconocida se daba cuenta.

—Oh, lo siento jovencito. Es una lástima que llegarás tarde ¿Él no te avisó que saldría? Puedo decirle que viniste luego, si quieres —decía en dirección al elevador—. Creo que tenía una cita amorosa, se veía de muy buen humor —añadía divertida.

—No es necesario, pero gracias señora —exclamaba TaeHyung forzando una sonrisa. La señora asentía y tomaba el elevador para dejarlo solo en el pasillo.

Suspirando, volvía a su auto antes de tener que tolerar algún encuentro incómodo con su ex. Subiendo, se quedaba allí, tomaba su teléfono y pensaba que tipo de mensaje enviar que hiciera a SeokJin volver y dejar a su cita.

«¿Por qué quieres hacer eso? El tipo tiene necesidades»

Su cuerpo temblaba extraño, no podía tolerar la idea de SeokJin y-.... Tomando su teléfono llamaba a Jimin.

— ¿Hola? —su ceño se fruncía, ese no era Jimin.

— ¿Namjoon? — "Ajam" sonaba con respiración agitada—. Necesito a Jimin

Ummm, está ocupado... —el tipo suspiraba, algo faltó de aire y TaeHyung abría sus ojos.

—Carajo, dile que se ponga de pie y me llame. Es urgente —añadía y cortaba mientras dejaba caer su cabeza sobre el volante. Tenía que parar.

Él no iba arruinar la cita de-... ¡...!

— ¿Jimin?

Estaba dándole la mejor mamada a Namjoon cuando interrumpiste diciendo que era una urgencia —su voz sonaba ronca. TaeHyung apretaba sus ojos—. ¿Qué pasó, Tae?

TaeHyung apretaba sus dientes—. Mmmm... Tienes que decirme a dónde llevó SeokJin a MinGyu.

El silencio en la línea golpeaba a TaeHyung con la realidad. Él estaba siendo ridículo.

— ¿Por qué? —se limitaba a preguntar Jimin.

—Te lo diré cuando lo sepa —decía TaeHyung con sinceridad.

Otro silencio que se extendía en la línea y sus pensamientos comenzaban a ser menos alocados. Él estaba haciendo una estupidez y tenía que deteners-...

Lo llevó al mismo bar donde fuimos la semana pasada —decía Jimin suspirando—. Pero su cita comenzó hace como hora y media ¿Qué sucede, TaeHyung?

—Gracias, por eso eres mi mejor amigo —decía colgando el llamado y arrancando el auto.

Nuevamente no pensar, era la opción número uno y por eso minutos más tarde bajaba de su auto y entraba al bar. La gente alocada, la música fuerte y el lugar repleto lo hacían sentirse más ridículo aún con su remera negra y sus pantalones deportivos grises.

—Esto es una pésima idea —murmuraba moviéndose entre los cuerpos sudados. Mujeres se restregaban contra su cuerpo mientras buscaba alrededor, bajo las luces estroboscópicas. Era sorprendente no poner su atención en féminas atractivas—. Yo no debería estar aquí —decía para sí mismo, pero no se detenía y sus ojos no dejaban de buscar, hasta que lo encontraba.

SeokJin había estado toda la noche, bebiendo y bebiendo y recibiendo tragos de regalos. TaeHyung no tenía como saber eso, pero podía notar que estaba volando alto gracias al alcohol y tenía dos hombres y una mujer bailando a su alrededor. El se veía más elegante que el resto con su camisa de vestir y sus pantalones negro, pero estaba desprolijo y sudado, el nudo en el estómago del azabache se volvía imposible de soportar. SeokJin tenía seis pares de manos por todo su cuerpo, mientras que él solo bailaba y echaba su cabeza hacia atrás.

Estaba seguro que eso era acoso y abuso desde Corea hasta Latinoamérica. Aunque el castaño no se veía perturbado ya que las manos se contenían de ir a sus partes privadas. Pero justo entonces veía a un tipo tercer tipo, un twink. El twink, TaeHyung recordaba muy bien los rostros, era el tipejo que había querido ligar con SeokJin frente a sus narices, pero SeokJin lo había rechazado.

Sin embargo ahí estaba, delgado y marcado en los lugares correctos, no debía pasar los veinticinco. Llevaba pantalones de cuero ajustados y un Crop top blanco con una manga sola. Su cabello era negro como la noche y sus ojos pequeños, nariz marcada y labios finos. A TaeHyung no le parecía atractivo, no le parecía "lindo" pero era sexy como el infierno y estaba pegado detrás de SeokJin y...

— ¡Mierda! —TaeHyung comenzaba a pasar entre la gente sin cuidado, mareado y empujado por una dosis de ira y rabia cuando notaba al twink pasar su lengua por el cuello de SeokJin, estaba a punto de girar la cabeza del castaño para capturar sus labios, pero TaeHyung agarraba la camisa azul cielo que SeokJin llevaba puesta esa noche y lo jalaba de los ansiosos muertos de hambres que estaban aprovechándose de él.

SeokJin parpadeaba confundido, hasta que veía quien había tirado de él. Su camisa llevaba desprendida casi hasta su abdomen, todo su pecho y clavículas estaban a la vista y los ojos de TaeHyung se veían perturbados.

— ¿Estoy soñando? —murmuraba.

TaeHyung no lo oía por sobre la música y poco le importaba que lo estuvieran mirando mal los depredadores que estaban encima de su SeokJin. De SeokJin. Carajo.

— ¡¿Qué estás haciendo?! —preguntaba furioso.

SeokJin lo miraba parpadeando con letargo y veía las manos temblorosas de TaeHyung, abotonando su camisa. Tenía sus dientes apretados y su ceño todo fruncido. SeokJin no podía creerlo. Sus pies se movían y él estaba seguro que tenía más alcohol que sangre corriendo por sus venas. Pero TaeHyung lo sostenía de su cintura y lo miraba seriamente.

— Estás aquí... ¿Por qué estás aquí?

TaeHyung le hacía seña de no oírlo y se lo llevaba a un rincón, más cerca de la puerta.

— ¡Estaban abusando de ti! ¿Cuánto has bebido? —decía cerca de su oído.

TaeHyung había sido cuidadoso de no acercarse demasiado, SeokJin olía a alcohol y a su perfume y a muchas otras personas. Sus ojos se habían desviado a su cuello sudado, a sus clavículas... Y había temblando intentando abotonar la camisa sin tocar esa piel. Él estaba totalmente descolocado. Y tan enojado.

SeokJin lo miraba echando su cabello hacia atras, quería llorar. Dios, él quería gritar de la frustración. Estaba haciendo un trabajo perfecto para no pensar en este hombre y había luchado contra su mejor juicio para no llamarlo mientras estaba ebrio. Había escrito millones de mensajes y borrado otros mil más. También había presionado llamar y cortado al instante. Todo para nada, TaeHyung estaba aquí, sosteniendolo y mirándolo furioso luciendo hermoso aún con su rostro fruncido.

Sus manos tomaban en rostro de TaeHyung y toda la rabia se iba para ser reemplazada por la sorpresa y la cautela. Dios, rompía el corazón de SeokJin ver lo asustado de esos ojos negros y lo tenso que TaeHyung se ponía, pero tiraba de su cabeza y ponía sus labios en la oreja de TaeHyung.

—Vete... No te llamé, vete de aquí —y lo empujaba intentando volver a la pista.

Pero sus piensa se enredaban y TaeHyung era más rápido para volver a tirar de él y presionarlo hacia la pared. Dios, el cuerpo de TaeHyung estaba caliente y firme sobre el suyo. No, no, no, él estaba demasiado ebrio para esto.

TaeHyung por su lado estaba tan enojado, preocupado y confundido que cuando SeokJin forcejeaba, él lo presionaba más. No podía detenerse, no iba a dejarlo ir. Y se sentía extrañamente correcto que fuera él quien estaba encima de este hombre.

— ¿A dónde está MinGyu? —preguntaba.

Su pierna estaba entre las piernas de SeokJin y no era ajeno a lo duro que este se estaba poniendo. Parte de él estaba entrando en pánico, y la otra presionaba más. SeokJin cerraba sus ojos y mordía su labio inferior. Eso había sido demasiado caliente, bañando a TaeHyung con ese escalofrío familiar que había sentido desde el día uno con este hombre. Pero estaba tan enojado que lo tomaba del rostro y pedía respuestas:

— SeokJin ¿Dónde está MinGyu?

— ¿Cómo sabes de eso? —preguntaba el castaño confundido en su nebulosa de alcohol y deseo.

—Jimin me lo dijo, tú me lo ocultaste ¿Por qué? —dios, TaeHyung en serio se estaba odiando por montar una pequeña escena pidiendo respuestas a SeokJin.

El castaño veía ese puchero y esos ojos de cachorro y él literalmente dejaba salir un llanto frustrado—. ¡Carajo, Fresita! Lo cancelé, le dije que no podía verlo —se encogía de hombros—. Es un buen chico, pero no voy a usarlo.

TaeHyung se congelaba. ¿Usarlo? ¿Por qué o para qué? Dios, él apretaba sus dientes y miraba a la distancia al twink de pantalones encuerados acercarse más que decidido. Su mano se aferraba a la muñeca de SeokJin.

— ¡Nos vamos! —decía tirando del castaño.

SeokJin miraba en dirección al twink, este aceleraba el paso y SeokJin se detenía, tirando a TaeHyung con él.

— ¡Vete, yo me quedo! —anunciaba gritando para ser oído por encima de la música.

TaeHyung sentía que su estómago se cerraba—. ¡No, vienes conmigo!

— ¡¿Para qué?! —preguntaba SeokJin con sus esperanzas demasiado altas.

TaeHyung abría sus ojos.

Dios, por esto no lo había llamado o mensajeado ebrio. Porque él iba a ser lo que no deseaba, presionar un simple botón que obligará a TaeHyung a admitir algo para lo que no estaba listo y él lo entendía. Por eso, no iba a ser un idiota, no con este hombre.

—Vete Tae, estaré bien. Estoy por decisión propia aquí —cuando decía eso, quitaba la mano de TaeHyung de su muñeca. Bueno, lo intentaba, porque TaeHyung presionaba fuerte allí. Dios, hasta su agarre decidido hacia cosas locas con el cuerpo de SeokJin—. Cariño, suéltame —susurraba más cerca—. Ve a casa, haré de cuenta que nunca apareciste aquí y listo. ¿Si?

TaeHyung fruncía su ceño, SeokJin intentaba sacarlo una vez más, no funcionaba. El azabache lo veía suspirar cansino y en su cabeza se preguntaba ¿Por qué estaba siendo un completo imbécil? SeokJin lo miraba una vez más y TaeHyung lo soltaba.

Soltarlo había sido decepcionante para ambos, TaeHyung no quería hacerlo realmente y SeokJin hubiera deseado que algo más sucediera y TaeHyung lo sacará de allí ¿Pero así? No, mejor no. Una sonrisa casi dolida y decepcionada cruzaba el rostro de SeokJin quien ponía su mano en la nuca de TaeHyung y besaba su mejilla. Cerca, pero no tanto de esos labios que se abrían mientras cerraba sus ojos.

SeokJin sospechaba lo que podía estar sintiendo. Ira, confusión ¿Quizás deseo? TaeHyung temblaba por completo y cuando abría sus ojos, SeokJin sonreía, se alejaba y se llevaba al twink que lo último que hacía era sonreírle victorioso. Cuando los pasos mareados de SeokJin se detenían por otro trago en la barra, miraba por detrás de él y TaeHyung ya no estaba allí. La decepción y el vacío le duraba lo que restaba de aquella madrugada. Pero era obvio.

Por supuesto que TaeHyung no iba a quedarse. Todavía no podía creer que había ido hasta allí. Pero sólo había sido un acontecimiento digno de olvidar y dejar pasar sin pena ni gloria. Él no sabría con certeza que TaeHyung sentía sus pies pesados, su rostro picaba dónde sus labios se habían apoyado para besar y su corazón se sentía pesado dentro de su pecho.

Afuera, en el auto poniéndolo en marcha, se sentía furioso porque sabía que estaba mal. SeokJin no tenía que estar ahí, pero ¿Por qué sentía que SeokJin no tenía que estar ahí? Ni siquiera tenía el poder de voluntad para ver más allá de él mismo. Sus manos seguían temblorosas y la sonrisa maliciosa de ese estúpido twink le habían dado ganas de volver adentro, golpearlo y llevarse a SeokJin.

—Mierda, soy un completo idiota.

SeokJin iba conduciendo como podía mientras el entusiasta twink de nombre Jeno, estaba entre sus piernas chupando su polla. Estacionando en el garage, la imagen era tan bizarra que se sentía descompuesto. La mamada no era mala, para nada, pero su cabeza rememora esa carita que lo tenía loco desde hacia un tiempo.

Reía cansino porque el destino le había permitido acercarse a TaeHyung sólo para seguir deseándolo como un demente y no poder tenerlo.

—Ah... Tranquilo, déjalo. Vamos a mi apartamento y terminemos con esto —pedía empujando al chico.

El tal Jeno, apenas y lo soltaba, limpiando sus labios y sonriendo sensual—. Hombre, estaba teniendo el festín de mi vida. Ahora que te tengo no me dejas divertirme —el chico hacía un puchero.

SeokJin reía sin gracia, no era ni la mitad de hermoso que los pucheros de TaeHyung.

—Ay, carajo. Vamos, voy a follarte hasta dejar de pensarlo —murmuraba SeokJin.

Cuando el chico lo seguía, por dios, parecía pulpo. SeokJin estaba seguro que tenía fácil tres o cuatro brazos extras. Lo tocaba por todos lados al mismo tiempo, mientras se estaban besando y el chico estaba hambriento por él. Eso debería ser caliente porque a SeokJin le parecía caliente el chico, pero estaba comenzando a molestarle no poder respirar un maldito segundo. Él miraba alrededor de los pasillos para no encontrarse a ningún vecino que lo viera en estas condiciones, porque el chico seguía besándolo y dándolo contra las paredes para tocarlo otro poco más y besarlo otro "poco mucho".

—Niño, con cuidado. Déjame llegar y seguiremos aden-... —SeokJin iba caminando de espaldas a su puerta intentando sacarse al tal Jeno de su cuello, pero su pie chocaba con algo en el suelo—. ¿Qué -...?

Empujando a Jeno y mirando hacia atras y abajo, notaba una pierna. Girando confundido miraba como correspondía y TaeHyung estaba en su puerta. Sentado en el suelo, mirándolo somnoliento.

— ¿Es una broma? ¿Acaso es tu novio? —decía Jeno.

SeokJin parpadeaba mientras el mundo se detenía y miraba a TaeHyung mirarlo fijamente. Agachándose a su lado lo miraba con ojos muy abiertos, sentía que todo el alcohol se había drenado de su cuerpo.

— ¿Qué haces aquí, cariño? —dios, él era un imbécil totalmente azotado por ese hombre.

TaeHyung parpadeaba—. Dile que se vaya —susurraba. SeokJin sentía que su corazón saltaba de su pecho, apretaba sus dientes, negando cansino a TaeHyung, pero este añadía—. Yo no me voy a ningún lado, dile a él que se vaya.

Meme mood:

Perdón la tardanza 😭😭😭 ¿Que les pareció? ¿Que pasará? La última parte decidí que fuera más narrado del lado de SeokJin y el siguiente veremos más desde el lado de TaeHyung nuevamente ya que es el más enredado de ambos UwU

Con amor niñita Nanykoo 💜

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