03

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¡¿Pero por qué no?! —Chilló Jimin, tomó las manos de Taehyung y se colocó de rodillas.

—Ji-Jiminie, no. Levántate —murmuraba el castaño, mientras miraba a los lados y notaba como muchas personas se hacían expectadores de tal escena.

—¡Necesito a Jeon, Taehyung! —aseguró.

—No es mi problema —bufó.

—¿Vas a dejar morir a tu amigo? —Preguntó—. ¿De verdad lo vas a permitir?

—Hay personas buenas en el equipo, Jiminie —mencionó.

—Sí, así como en los otros dos cursos —continuó el rubio—. Sólo debes mirarle, sonreírle; así tu bella carita deslumbrará y después le dirás: "Jeon Jungkook, te necesito".

—¡Yo-yo no lo necesito! —Alegó muy rojo—. ¡Y levántate!

—¡Kim Taehyung! —Igual chilló—. ¡No me voy a levantar hasta que lo hagas!

Y es que Taehyung hasta cierto punto entendía las razones de su amigo. La carrera de relevos era algo importante cada que se hacía el festival deportivo anual. Los beneficios abundaban cada que el año culminaba y además, este iba a ser el último para ellos.

—¡Quiero graduarme a lo grande, TaeTae! —Puchereó—. Vamos…

Taehyung intentaba no ceder, él intentaba no mirar como los grandes mofletes de Jimin lo hacían ver más adorable y que aquél ruego resultara muy efectivo.

El castaño nunca supo cómo negarle algo a Jimin.

—Es más, yo hablaré con él, pero permíteme hacerlo a tu nombre, ¿sí?

Taehyung suspiró, lo pensó por un rato y al final asintió. —Supongo que así es más sencillo.

—¡Te amo! —Alegó, abrazó muy fuerte su amigo y se fue muy rápido.

Y es que Taehyung nunca creyó qué tan lejos podía llegar su pequeño y rubio amigo. No se acordaba que estaba hablando con Park Jimin.


   Las clases estaban siendo del asco para Jeon. Ya era la tercera vez que intentaba prestar atención a ellas, pero el ver a una mosca, o notar en qué dirección se movían las hojas del árbol frente a su ventana, sin duda, no se lo estaban permitiendo.

El receso había empezado hace unos minutos, Jungkook medio escuchaba lo que comentaban su dos amigos y lo único que hacía, era asentir con su cabeza y hacer como que prestaba atención.

Recostó su cabeza en su pupitre y cerró sus ojos para intentar conciliar el sueño, pero una aguda voz de inmediato lo detuvo.

—¡Jeon Jungkook! —Habló el rubio, y se acercó de inmediato.

Yugyeom lo miró, sonrió de inmediato y dijo—: No ordené ninguna hermosa rosa. ¿Qué haces aquí, precioso?

—En definitiva, no para verte a ti —respondió brusco y rodó sus ojos.

—Por perro —completó en burla Mook.

El más alto sólo rió y negó con su cabeza. —Tu amor duele.

—¡Que yo no te amo! —Chilló Jimin.

—¿Dime? —Entró a la conversación el azabache.

—El asunto es este. —Jimin rodó de forma descarada a Yugyeom, se metió en medio y dijo—: Te necesito en mi equipo.

El menor iba a rechazar la oferta de inmediato, pero el rubio se adelantó, calló al menor al colocar uno de sus deditos en su boca, y continuó. —Déjame terminar, te conviene.

Este simplemente se mantuvo en silencio.

—Yo sé qué es lo que quieres, o mejor dicho, a quién…

Jungkook de inmediato se interesó más por el tema y continuó escuchando.

—Hablé con Taehyung, él también está muy emocionado por la carrera, más por querer que nuestro equipo gane. Me pidió amablemente que te invitara a mi equipo. Yo, obviamente al saber que eres bueno, no me negué.

—¿De verdad… él lo pidió? —Preguntó, bastante extrañado y a la vez, ilusionado.

Park simplemente asintió.

—Entiendo. —Sonrió levemente. —Per-

—Tendrá una cita contigo si ganas.

No hubo que decir nada más. Fue más que suficiente; la emoción del menor cambió de cero, a ser un total de cien. Ahora quería ganar y mierda, sí iba a hacerlo.

—Está bien. —Sonrió en grande.

—Mañana en la tarde tendremos una reunión. No faltes —pidió amablemente y se fue.

—¿Por qué me odia? —Preguntó Yugyeom, fingiendo estar sufrido.

—Creo que tiene novio —respondió Mook.

—¿Qué mierda, de verdad? —Volvió a hablar.

Mook asintió. —Se graduó el año pasado, Yugy —informó.

Este rodó sus ojos y después miró al azabache, el cual estaba totalmente metido en las palabras dichas por Jimin.

—Lo perdimos —mencionó Yugyeom.


   Las horas pasaron bastante rápido, Taehyung y Jimin ya habían salido de clase y se encontraban en la casa del menor; los dos debían entregar un trabajo, por lo cual, estaban en ese tema.

—Pensé que iba a ser más difícil convencerlo —dijo Taehyung, mientras entraba a su habitación con un montón de comida y dos bebidas—. Tú sabes que la única vez que participó en aquella feria, fue el año pasado, y fue según, porque iba perdiendo deportes.

—Bueno… —Continuó Jimin, mientras agarraba una bebida y la abría. —Iba a negarse —informó.

—¿Y qué hiciste para convencerlo? —Preguntó interesado, se sentó en su cama y empezó a ojear un libro.

—Le dije que tú deseabas que nuestro equipo ganara.

—Bueno, realmente lo espero, mas no es como que me voy a morir si no pasa. —Se mofó.

—TaeTae, no fue… sólo eso, ¿sabes? —Empezó a colocarse nervioso.

El castaño le miró bastante serio. —¿Qué le dijiste?

—Vas a tener una cita con él —confesó.

—¡¿Qué?! ¡Park Jimin, estás loco! ¡No voy a ir a ninguna cita! —Alegó sorprendido y se colocó de pie.

—¡Debía decirlo o de no se negaría! —Chilló y abrazó a su amigo—. ¡Perdóname la vida!

—No voy a ir, Jimin —aseguró. —No sé cómo vas a hacer, pero se lo harás saber.

—¡No me hagas esto! —Alegó. —¡Kim Taehyung!

—¡Yo no te pedí que fueras de arbitrario a decidir cosas por mí!

—Tae-

—Que no, Jimin.

—Pero, Tae…

—No lo haré, y no estoy titubeando, así que tómalo de forma seria.

Jimin se resignó a quedarse en silencio y a negar con su cabeza.
En ningún momento esperó que el castaño recibiera tal información de forma paciente, pero tampoco creyó que se viera tan duro al momento de dar un no definitivo a la situación. 

—Entonces… supongo que hablaré con él mañana. —Decidió entre murmullos y palabras tristes.

Taehyung asintió, aún mirándolo muy serio y volvió a sentarse.

Y bueno, Jimin realmente no sabía cómo ni cuándo iba a hablar con jungkook. Además, él esperaba que al ultimo momento, Taehyung mágicamente decidiera ir a por aquella cita.

Es más, este iba a hacer lo posible para que sucediera.

—¿Estás… enojado?

Taehyung negó, miró a su amigo y sonrió levemente. —Sólo me sorprendiste.

—Entiendo… —No dijo más, y simplemente se dignó a continuar con su parte del trabajo.

Al parecer, Jimin iba a continuar con aquella mentirilla unos días más.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro