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Charles Leclerc

Estoy sentado en la sala de la casa de mi madre, mis pies tiemblan ante lo que me dice por mensaje.

"Charlotte va en camino a casa"

Sin decirme ni una cosa más siento que mis pies se debilitan ¿en serio? Siento que mi estómago se revuelve por completo.

Mi madre me informó de la cena de esta noche, pero... ¿para que quiere venir? ¿Va a volver conmigo? ¿Me dirá que me aleje?

Estoy tan nervioso que no puedo ni pensar con claridad. ¿Mi regalo la hizo cambiar de parecer? ¿Me lo devolverá?

Cuando estoy por gritar de la desesperación, veo como las luces de un auto entran por las pequeñas ventanas de la entrada de la casa. ¿Llegó?

Aún no estoy listo. Corro escalera arriba a donde hay un ventana con vista a la entrada.

Veo como de un auto salen mi madre y Charlotte, se ve igual de linda que siempre... ¡Concéntrate Charles!

Relajo mis hombros y veo como mi madre le da una pequeña charla que me hace sentir muy extraño.

Veo como Charlotte camina hasta la puerta de la casa y mi madre camina en dirección opuesta, claro, irá a la casa de su amiga, Marisa.

De vuelta corro a la planta baja para esperar que ella no se arrepienta y si toque aque...

Un sonido...

Toc... toc... toc...

Dios mío, me levanto de mi asiento y camino hasta donde la puerta está, es ella.

Abro la puerta y verla me hace sentir una calma interna, ella me sonríe un poco tímida mientras veo como juega con sus brazaletes.

-¿Cómo estás?- preguntó tratando de hacer una conversación.

-Pues, tengo un poco de frío ¿Me dejas pasar?

-Claro, claro.

Soy estúpido, ni de la puerta la había pasado.

Ella entra y observa la casa con curiosidad, supongo que es porque no tiene el mismo estilo de la última vez que vino.

La observo, más de lo que quisiera, su pequeño rostro perfecto, su cabello igual de brillante y colorido que de costumbre, sus labios carnosos naturalmente rosados, sus ojos verdes y sus pocas pecas que hacen detallarla como una diosa. Y...

-¿Cómo estás tú?- pregunta devolviéndome a la realidad.

-Bien, muy tranquilo todo.- explicó. -¿Quieres ir al balcón de mi habitación?

Ella asiente un poco insegura y yo le indico el camino, pero ella ya lo conoce.

Ambos caminamos a la par, pero ninguno dice ni una palabra, sabemos que es algo que debemos hablar con claridad y esa conversación se pospuso lo más que pudimos.

Los pasillos de mi casa se me hacen largos y silenciosos, solamente hay tres personas en la casa además de Charlotte y yo.

Estamos a mi habitación y agradezco a Dios que no hay ningún desorden.

Caminamos hasta el balancín y ambos nos acomodamos en una silla, una junta a la otra.

-Si tienes algo que decir dilo ya, por favor.- dice sin verme.

-No se exactamente para que viniste, pero...

-Sabes a que vine.- explica mirándole a los ojos por primera vez. -Vine a hablar, obviamente.

-¿Sobre qué? ¿Sobre nosotros? ¿Sobre Lando y tu? ¿Ya no me quieres en tu vida? ¿Me odias?- digo con rapidez sin dejarla protestar por nada. -No se a que viniste, pero me mate el hecho de que no digas nada.

-Viene a hablar sobre nosotros.

Sus palabras hacen un hueco en mi corazón, no uno de tristeza sino uno de felicidad. ¿Vamos a volver?

-¿Estas bien? Parece que viste a un fantasma.- dice completamente seria.

-No, solo que no me lo esperaba.- comentó con rapidez.

-No voy a mentirte Charles, ya no quiero hacerlo...- dice viéndome a los ojos.

-¿Me amas?

Su mirada se desvía de mi cara y puedo ver como lucha por no decir lo que de verdad piensa.

-¿Alguna vez me dejaste de amar?

Un silencio completamente incómodo se apodera del lugar y toda mi fe de esfuma casi al instante, por supuesto que no me ama.

Sus ojos tienen un toque de tristeza y agonía, la estoy lastimando con estas palabras, con mis preguntas y no quiero hacer eso.

-Gracias.- le digo.

Me levanto de mi asiento y camino a donde esta la puerta del balcón, pero cuando estoy por irme su voz retumba por la casa.

-Nunca.

Me detengo y mi corazón comienza a temblar por sus palabras.

-Nunca te deje de amar.

Volteo para encararla y puedo ver como observa la luna, la cual se ve hermosa esta noche igual de perfecta que Charlotte.

-Pero me lastimaste de una manera que nunca había pensado que harías, cada noche después de ese día me preguntaba... ¿Por qué ella? ¿Ella era mejor? ¿Más linda? ¿Más inteligente?- dice sin dejar de ver la luna, como si estuviera hipnotizada. -A pesar de mis esfuerzos por tratar de entender lo que había pasado todo siempre me llevaba a lo mismo... Que ella había logrado lo que se propuso.

Por un no deja de ver a la luna y me observa a mi, sus ojos ahora tienen lágrimas cayendo de ellos y estos ahora reflejan una tristeza, no puedo evitar que mi pecho se una ante su mirada, ¿Qué estaba pensando? ¿Cómo fui tan cobarde? ¿Cómo pude hacerla sentir así?

-Charlotte...

-¿Si?

-Yo todavía te amo.- reveló de un momento a otro.

Su rostro que estaba viendo la luna se devuelve a mi con una pequeña sonrisa.

-Lo sé.

-Yo quiero estar contigo.- digo.

-No es así de simple, me temo.- dijo mientras se remueve un poco entre la silla.

-¿Qué necesitas? Puedo firmar un contrato, si te engaño me quitas todo lo que tengo.- ofrezco.

Una pequeña risa sale de sus labios.

¿Qué es tan gracioso?

-Lo digo enserio.- digo.

-No quiero eso, no quiero que estes amenazado para no engañarme.- dice.

-No lo haré por eso, yo te amo Charlotte, desde que me topé contigo en esa carrera nunca he dejado de pensar en ti, nunca.

-Charles, no es así de simple, ¿Que se supone que hagamos? Ir a la próxima carrera como si no hubiera pasado nada.

-Yo decía simplemente subir una foto besándote.- explicó.

-¡Habló enserio!- me dice golpeándome el brazo.

-¡Yo también!- protestó.

Ambos nos observamos y comenzamos a reír sin parar.

-Extrañaba pasar tiempo contigo.- reveló.

-¡Debo decirle a Max!- dice de repente sobresaltada.

Oh, jeje.

-Max, claro.

-¿Aún te da miedo?- dice con burla.

-¡Claro que no!

-Aún me puedo arrepentir.

Abro la boca en sorpresa ¿Se atrevió?

-¿Así me amenazaras ahora?

-Siempre que tenga oportunidad.- dice con una sonrisa.

-¡No te at...

Antes de que pueda terminar ella se acerca a mi y se sienta sobre mi mientras pega sus labios a los míos.

Dios como extrañaba sus labios

Y...
















AHHHHH Ya necesitaba subir el capítulo 😭😭

¿Soy la única que está llorando? 😢

Maratón 1/5

Navila Mikaelson

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