Sie Kensou es el tipo de chico que se desespera si no te sube el ánimo.

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- Y entonces le dije que quería un bollo de carne pero me dio una de pollo ¡un bollo de pollo! ¡¿Entendiste?! -el chico empezó a reír a carcajadas solo, la chica frente a él solo le veía con algo parecido a una sonrisa en la cara- ¡vamos (...)! Debías entenderlo, no había forma de que no lo hicieras.

La extraña mueca desapareció de su rostro, Kensou conocía esa "sonrisa" desde que la conoció y lo saludo con esa mueca, esa en donde su boca tomaba forma cuadrada y se veían sus grandes e inusuales caninos.

Fue su compañera en secundaria, y ahora que tenia en 18 años ella seguía a su lado como confidente.

Pero eso no quitaba el hecho que desde el primer año de secundaria no había podido hacerla reír o sonreír sinceramente ni una sola vez.

-¡Ataque de cosquillas! -ese era el intento número 67 de hacerla reír con cosquillas y, como las anteriores 67 veces, (...) lo mando a volar de una patada frontal.

-Lo siento, es la costumbre -había olvidado que ella entrenaba con Goro Daimon desde hace un par de años.

Era gracioso el hecho de que a pesar de que viviera en China desde hace unos años ella aún se sentía atraída irresistiblemente hacia toda Asia, en especial a Corea y Japón, incluyendo a sus artes marciales y culturas.

-¡Vamos a comer carne! -esas palabras parecía hacer mágica para ella, porque sus ojos adquirieron un brillo especial.

-¿condimentada? -en esas ocasiones parecía una niña.

-¡Claro que sí! -no le había sacado una sonrisa pero si le había animado un poco.

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Le desesperaba el no poderte hacer reír y ya se lo estaba tomando personal.

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