Terry Bogard es el tipo de chico que te tiraría los tejos muy a su manera.

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-¡Tengo calor! -diría la castaña antes de que (...) le tendiera un té burbuja justo frente a su rostro- ¡gracias (...)-chan!

Son tal para cual.

Es lo que piensa (...) mientras sorbe su té con paciencia, el calor de ese día soleado no le afectaba demasiado, después de todo ha entrenado con "el señor llamas locas" desde que es una niña.

Varios peleadores se enfrentan en ese torneo al cual no le ve razón de ser, bueno, esta bien que quieran demostrar que son mejores que otro en cuanto a pelear se refiere pero cree que es algo bastante peligroso, sobretodo desde que secuestraron a Kyo y casi matan a su maestro.

-¡Ahí esta Terry Bogard! -muchas chicas a su alrededor gritan como gatas en celo, es tan molesto, voltea para ver a Yuki pero ella está más entretenida en una burbuja del té.

Son tal para cual.

Vuelve a pensar lo mismo.

Pero todos sus pensamientos se esfuman cuando siente que algo le cae en la cabeza, es muy ligero y apenas lo toca se da cuenta de que es una gorra, la mira y es una gorra roja que tiene escrito por logo "The King Of Fighters" en letras rojas.

Se extraña bastante hasta que ve al lugar de la pelea, donde Bogard acabo rápidamente con su oponente y ahora le está guiñando un ojo con su mano extendida en su dirección.

-Eh~ (...)-chan tiene pretendiente -dice Yuki con una sonrisa juguetona mientras le da unos ligeros golpes con su codo- ¿Qué esperas (...)-chan? ¡ve por tu hombre!

No iría por esa razón, pero sí iría para devolverle su gorra.

Bajo la mirada de muchas personas, en mayoría mujeres celosas, va al camerino para devolverle la dichosa gorra.

El guardia de seguridad la mira con altanería hasta que le muestra el pase que le dio Kyo, entra después de una reverencia y al primero que ve es a Kyo y su equipo, lo cual no le extraña en nada ya que su turno de pelear es el siguiente.

-Anda ¿Haz venido a desearme buena suerte? -su usual sonrisita arrogante esta en su rostro pero ella lo ignora mientras da una reverencia perfectamente hecha a Daimon y Benimaru, diciéndoles que por favor cuiden al cabeza hueca de su amigo ganándose así un par de sonrisas- no hables cómo si no estuviera aquí, enana.

-Aja si claro -avanza un poco más y decide preguntar finalmente- ¿Sabes donde esta Terry Bogard?

Benimaru suelta una ligera carcajada al darse cuenta de la situación.

-(...) querida, si Bogard te lanzó su gorra debe ser por algo -dice con su usual tono coqueto, Daimon sonríe al imaginarse que es la primera vez que coquetean a la chica.

-Le tengo que devolver su gorra, no es mía.

-Apoyo esa idea, su camerino es a dos puertas de aquí, dile al guardia que vas de mi parte -Kyo tiene la mirada seria y (...) sólo se despide para continuar su camino.

Lleva a cabo todas sus indicaciones y al primero que se encuentra es a Andy Bogard, el maestro del estilo Shiranui, tipo al cual admira bastante, da una reverencia respetuosa y pregunta por el otro rubio.

-Oh, aquí esta la señorita de hace unos momentos -Terry aparece en su campo de visión, esa chica se le hizo bastante interesante ¿Dónde más encontraría a una chica que en tanto calor porta tanta ropa verde oscuro que le queda bastante grande? Definitivamente era una chica resistente.

-Vine a traerte esto -le extiende la gorra y él la toma, entra al camerino sin decir nada más y cuando (...) da otra reverencia hacia Andy como despedida el otro rubio vuelve a aparecer con la misma gorra en manos y una sonrisa en el rostro- es tuya.

-Ya no, te la regalo linda señorita, y no se preocupe, mientras tenga esa gorra siempre me tendrá presente -dice la momento de poner la gorra en las pequeña manos de la chica, ella le mira interrogante y cuando lo ve ponerse otra gorra, esta vez solo roja y sin ningún logo, decide aceptar su raro obsequio.

Ya en la casa del clan Kusanagi, (...) sigue mirando interrogante aquella gorra que ahora descansa en una almohada de color azul.

Esta pensando seriamente en lavarla ya que el tipo se la lanzó después de una pelea en donde pudo haberla sudado, la toma y al tratar de buscar suciedad se da con la sorpresa de que hay un papelito entre la costura.

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"91* *** ***, siempre me podrás contactar, no lo olvides linda".

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