🌣🔥45🔥🌣

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

K' Dash es el tipo de conocido al que sólo le ves poca variedad de ropa

.

.

.

.

.

-Preguntas por qué... -Máxima frunció el ceño, la pregunta de la chica era algo que no se esperaba- bueno, no sé si te diste cuenta, pero K' no es del tipo que gaste su tiempo en comprarse ropa casual.

Mordió su labio inferior, por supuesto que él no era así, el prefería dormir a la sombra de un árbol o estar peleando antes que poner pie en un centro comercial.

Algo muy diferente de Kula, a la que le gustaba arrastrarla de aquí para allá, pero no se podía quejar, el verla con esos conjuntos tan bonitos le superaba. Sin olvidar la ocasional pareja que pasaba por ahí y le hacía fantasear en su cabeza.

Pero volviendo al tema en cuestión, tampoco es que ella fuese una gran fanática de la moda, solo le daba algo de corte cuando K' era obligado a ir con ellas a algún lugar y que, usualmente, fuera con su ropa de siempre, unos jeans color negro y una camiseta blanca o negra.

- ¿K'? -llamó a la puerta, no encontró respuesta, puede que hubiese salido o estuviera dormido, abrió la puerta y entro.

Pensó que ese cuarto estaría más lleno de cosas, pero solo había una cama, una repisa y una mesa de noche; eso era todo.

Y quiso pensar que era por algún gusto minimalista, ya que si fuese de otra forma lo que le dijo Kula sería cierto.

El que nunca se quedasen en un solo lugar por mucho tiempo, era como un reloj que iba a la cuenta cero.

Sería obvio decir que si los descubrían, ellos tendrían que ir a otra parte, y es que así era, aun no le explicaban exactamente el porque estaban en la mira de organizaciones tan terribles.

Vio encima de la mesa de noche.

-Pensé que... -se acercó al golpeado marco del objeto, parecía haber sido arreglado con paciencia ya que ni tenía los raspones de hace unos días.

Paso su mano por el edredón de la cama y algo recorrió su interior, no era incomodidad, era diferente, casi parecido a cuando vio que sujeto A por fin admitió sus sentimientos a sujeto B.

-¿Qué diablos haces aquí? -la gruesa voz le pone los pelos de punta, asustada por el tono de advertencia y ferocidad que tiene.

Pareciera que le va a quemar entero por la forma en que le habla.

-Verás K', yo vine para decirte que Kula y yo iremos a pasear -inspiró, no le gustaba nada el brillo rojizo e intimidante de ese guante rojo que siempre portaba- y me preguntaba si podrías venir con nosotras.

El brillo bajo, pero no cesó,  solo dejo de verlo una vez él se negó y solo le quedo salir de la habitación.

Llevo una de sus manos a su estómago, sentía unas ganas de vomitar terribles.

Lo mejor fue salir ellas dos solas, a pesar del constante peligro (...) confiaba en que Kula sabría que hacer, había aprendido que a pesar de ser tan tierna y apachurrable a la vista tambien era una guerrera capaz de convertir a quien le diera la gana en cubitos de hielo con carne picada.

Increíblemente, Kula se sabía la talla de K', la de Máxima, la de Diana y Foxy... y de una tal Candy.

Fue tan precisa que a (...) le recordó a una espía, de esos que con solo dar un vistazo se recordaban de todo.

-Qué lindo -dijo la alta mujer al ver ese top celeste con el estampado en blanco de una mariposa, Foxy a su lado también se veía encantada con un polo de manga larga con la imagen de una avispa.

-Apenas Kula los vio quiso comprarlos y dárselos -tomó lo que eran las ropas de Máxima y K' para entregársela, justo cuando estaba por entrar en el cuarto del moreno este abrió la puerta con fuerza.

-Esto es para-

-Lo que sea -toma las prendas y solo le cierra la puerta en la cara, y eso, a pesar de lo que pensarían muchos, era, por mucho, mejor a que solo le hubiese cerrado la puerta en la cara sin decirle nada o peor, que simplemente le ignorará.

Eso, para (...), fue suficiente para que se pudiese sonrojar.

"Un poquito", según ella; un golpe en toda la cara, para el resto.

.

.

.

.

.

Le atraía un conocido suyo... y de una manera bastante rara.

.

.

.

.

.

.

.

Extra:

Dejo las prendas sobre la cama, sentándose después, se saca sus nuevos lentes de sol y los deja sobre la pila de ropa en tonos oscuros y claros.

Soltó un suspiro, uno cansado, mira a su mesa de noche, tomo los lentes de sol entre sus manos.

Pasa el dedo por su marco, sintiendo los cortes provocados por golpes que tiene, se detiene cuando llega a uno de los tornillos, porque puede ver ahí un tornillo diferente al otro.

No suele hacerlo mucho pero se pregunta: ¿Qué diría ella si viera su obsequio roto?

O, ¿Qué pensaría ella de él en esos momentos?

.

.

.

.

.

.

.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro