Soiree Meira es el tipo de novio por el cual una es capaz de ser intimidante.

.

.

.

.

.

-¿Lo viste? -dijo una chica en el comedor del centro comercial, mordiendo su labio inferior de manera ansiosa y juntando sus piernas al sentir un cosquilleo en la parte baja del vientre.

-¿Cómo no hacerlo? -su acompañante muerde la pajilla de su bebida, ambas admirando la vista que se cuela del tórax desnudo del albino- santo cielo, como me encantaría ser esos pantalones.

Ese tipo de chicas nunca le habían agradado a (...), pero ahora le agradaba mucho menos al verlas comerse a su novio con la mirada y el pensamiento.

Soiree era un buen tipo, en su tiempo solía coquetear con muchas chica bonitas, pero ahora que tiene una novia, y que ambos están en el mismo lugar, no podía ni mirar a esas chicas porque la mirada de (...) parecía decir: "Te mayo si les respondes".

Su linda e inocente novia, según él, era algo celosa.

-No importa (...), solo vamos a otra parte de- -sus palabras quedaron a medias al ver que ella no estaba donde la había dejado, dio una vuelta en su propio eje y se la encontró cara a cara con esas chicas, Soiree sabía, o se daba una idea, de que esas chicas no eran como su novia pensaba, que en realidad lo hacían de broma o por impresionar a sus amistades.

Pero (...) no sabia mucho del doble sentido, ya fuese bueno o malo.

-A ver, chica de lentes de contacto azules -la segunda que habló casi se atraganta con su bebida, ese loca sabía de su "secreto"- te pido a ti y a tus amigas que dejen en paz a mi novio -la primera que habló, y al parecer la líder del grupo, se rió de manera delicada mientras su compañera miró para otra dirección.

-Es un país libre, cielo, si digo que me encanta su cuerpo solo lo digo -Oh, que asco de persona, pensó (...), ellas hacían esto pero de seguro son ese tipo de chicas que cuando una persona tomada o de mayor edad o poco atractiva les daba un silbido y los denunciaban.

-Te gusta su cuerpo -pasó la lengua sobre sus labios, ideando un plan y usando su aguda vista crítica, Soiree ya sabía lo que se venía así que trata de calmar las aguas, pero llegó muy tarde- pues yo no creo que a él le guste el tuyo -dijo al encontrar lo que quería.

-¿Cómo puedes decir eso? Mírame bien niña -hizo un amago de pasar su mano por su torso hasta llegar a sus muslos, dando un espectáculo de curvas que embobaron a los hombres presentes.

-Te miro bien -puso una mano en su hombro, y en un segundo se escuchó un "click"- pero los demás también deberían.

Y de un solo tirón le quito por la manga corta de la camiseta el sujetador, uno bastante grande para que luego salieran volando con el una cierta cantidad de almohadillas que volaron por el aire.

Un grito demasiado agudo, unas risas y otras comprimidas, y finamente su novia que tenia una sonrisa de malicia digna de una Bully.

Mandó a volar el sujetador mientras ondeaba su cabello y regresó con su pareja, Soiree le miraba atónito ante su actos, no era un comportamiento que aprobase, pero verla hacer de mala era nuevo y desconocido.

-Vamos por tu arcilla de plata -y así de campante como vino lo llevó a la tienda, no le dio oportunidad ni de decirle que lo que hizo estaba mal pero, ahora veía que su novia sí podía dar miedo.

¿En qué momento aprendió a ser así?

De repente el teléfono de (...) sonó y ella con una sonrisa lo contestó.

-Hola, sí, ajá, así es, seguí tus consejos -no sabía a quien le hablaba, así que se acercó otro poco para ver en pantalla el nombre de la mejor amiga de su hermano.

.

.

.

.

.

Debía ver ahora en más que esas dos tuviesen menos interacción.

.

.

.

.

.

.

.