Yuki Kushinada es el tipo de amiga que se preocupa por tu salud.

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Yuki tenía muy en claro la carrera que quería desde que era una niña, la enfermería era algo que la llamaba con fuerza, razón por la cual fue su primera opción en el formulario que les dieron a llenar en la clase, aunque aún no sabía a cual institución ir, las opciones eran muchas.

Miró al lado de la ventana, Kyo estaba jugando con el lápiz entre sus manos, de seguro solo habría puesto que quería seguir peleando o algo por el estilo, ¿Qué se podía hacer? Era Kyo, y así lo quería, por otra parte estaba (...), un asiento delante de Kyo, que estaba recostada en su pupitre y durmiendo la mona después de entregar su hoja.

Sabía por parte de Kyo que (...) era muy aplicada, sus notas atribuían al hecho, pero había momentos, como estos, en los que se esforzaba de más y quedaba hecha puré al día siguiente; estaba con cara de sueño todos los días; ni hablar de su nuevo corte de cabello, le preguntó a (...) qué había pasado y por qué lo llevaba tan corto, pero la paso de largo mientras leía un libro de inglés intermedio como si la vida se le fuese en ello; se enteró por Kyo que, estudiando, no se fijó que su cabello estaba demasiado cerca de la vela junto a ella en el apagón del día anterior.

No quería ni pensar que hubiese pasado si Kyo no hubiese estado ahí para tirarle el agua de un florero.

Pero ahora se preguntaba, ¿podría ayudarla? Estaba demás decir que podía, pero no sabía cómo.

Cuando regresó la vista al papel en frente suyo un gruñido hambriento llamó la atención de más de uno, empezando a ver quien tenía tremenda hambre, Yuki miró a su lado, un poco más adelante, para ver que (...) ya no estaba en la posición de antes, ahora sus brazos cubrían más su rostro pero dejaban al descubierto sus rojas orejas.

Sin duda ella no estaba comiendo bien, o al menos no sí desayuno, ¡y eso que es la comida más importante del día!

Ella quería ser enfermera para ayudar a la gente, bien, empezaría con ayudar a su amiga.

Se pasó una hora completa buscando recetas nutritivas y apetecibles, muchas no eran muy atractivas a la vista, pero no se detuvo.

Al día siguiente fue con todas sus investigaciones a la casa Kusanagi, en donde le entregó a Shizuka las recetas y le pidió que no dejase ir a (...) de la casa hasta que se comiese su desayuno.

Al día siguiente el primero en llegar a clases fue Kyo, quien le miró con una ceja levantada.

-¿Qué haz estado haciendo? -preguntó de buenas a primeras, Yuki se preguntó donde estaría (...)- mamá casi amarra a (...) a la silla para que termine de comer todo.

-Es bueno saberlo -una sonrisa muy feliz esta dibujada en su rostro, aliviada de que ahora en más su amiga dejará de estar tan cansada- mi plan salió a la perfección

-Pues espero que tengas un plan B -ante la mirada de duda de su novia solo se limitó a soltar un suspiro cansado a la vez que se sentaba en su puesto- Veamos -subió sus pies a la carpeta y se balanceo con la silla- ¿Te das cuenta que yo y mi moto estamos aquí, verdad?

Antes de procesar del todo las palabras dichas sonó la campana, dándole la razón de la pregunta.

Miró a Kyo, luego a la puerta y luego de nuevo a Kyo.

-¡¿Qué te costaba esperarla para venir juntos como siempre?! -le increpa pero el solo levanta los hombros diciendo que ella iba a demorar mucho comiendo monumental desayuno.

-Todos a sus asientos -dijo el maestro, los cabellos de Yuki se crisparon, sabía que para (...) su asistencia y puntualidad perfecta era algo de lo que estaba orgullosa pero puede que eso acabe hoy, pero, ante todo pronóstico, la chica llegó, casi atropellando al maestro, con el cabello tirado para atrás y el uniforme  en desastroso estado- ¡señorita Kirishima!

Una reprimenda pequeña y la dejó pasar, (...) se paso las manos por el cabello y miró en dirección a la castaña que le veía nerviosa.

Ya en el recreo Yuki se acercó a ella y le pidió disculpas por meterse en donde no la llamaban, (...) sólo sonrió a la par que decía que todo estaba bien.

-Creo que es mejor para mi -había comentado una vez comían sus almuerzos- es decir, tendré que cambiar mi horario pero ya no me siento tan cansada, gracias, Yuki.

-De nada, es decir, estoy aliviada, pensé que te molestaría -una negación es su repuesta y luego un silencio bastante cálido- (...)-chan -llama su atención, ella estaba justo comiendo un Tamagoyaki- ¿Qué es lo que quieres estudiar?

(...) pasó su bocado, a la vez que se pasaba la manga por la boca para limpiarse, miró al cielo.

-Eso lo dejaremos para otro momento.

-¡(...)-chan!

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Las buenas acciones, aunque llevan en ellas más esfuerzo, vienen por una razón.

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