Shen Woo es el tipo de conocido que se pregunta qué tipo de ataques tienes.

.

.

.

.

.

¿Razones para su actuar?

No sabría dar un argumento claro o algo por el estilo, solo podía decir que era mera curiosidad, y la verdad que alimentaba a esa pequeña curiosidad era nada más y nada menos el ver sus buenos reflejos y la ocasional técnica de Kung fu que realizaba.

No eran coincidencias, eran hechos que estaban por ser irrefutables.

Y es que sospechaba que (...) tenía bases en la pelea, pero, si era así, ¿termino siendo mesera en un restaurante cutre, en mitad de Shangai, con un hijo siendo tan joven? Vamos, que ni sabía si el mocoso de (...) era de padre ausente.

Era una maraña de misterios.

Sin mencionar que ya se había aburrido de los incompetentes que se querían hacer de su puesto del más fuerte, una completa idiotez.

Pero lo sentía, en ocasiones sentía la fuerza que emanaba de ella; fuerza que solo los que entrenan con años para ser peleadores, tienen.

Y eso, de alguna manera que iba más allá de molestarla, le incitaba a buscarle pelea.

Pero primero, necesitaba información, no le gustaría golpear a una mujer indefensa que solo ladra y no muerde, o que no este dispuesta a devolver el golpe.

Eso sí, tenia un solo informante hasta el momento.

-¿Qué si mamá sabe pelear? -el renacuajo de (...) se había pegado a él desde hace un tiempo, siguiéndolo a algunas peleas, todo a espaldas de su madre- no sé -dijo mirando el horizonte- ¡ah! ¡mi abuelo siempre lleva esa ropa que se ponen los que siempre gritan y dan puños y patadas por la justicia! ¡justo como tu!

Bien, eso no le decía absolutamente nada, cualquier anciano podría vestir así si tenía el dinero.

Dejó ir gruñido de molestia y se dirigió hacia el trabajo de la mujer en cuestión, viéndola salir de su lugar de trabajo con esa mochila vieja de siempre.

Era ahora o nunca.

-¿Shen? ¿Por qué estas-? -detuvo sus palabras al mismo tiempo que bloqueaba la patada que iba para el lado derecho de su cara, la técnica que usó era sólida y estable.

Antes de que si quiera pudiese preguntarle qué había sido eso y cuáles eran las razones, se le lanzó de nuevo.

Y no lo hacía de broma, sabía que sus golpes eran medidos, pero aun así no podrían dejarse machacar así, solo defendiéndose.

¿Hace cuanto que no ha usado su Ergokinesis?

Pero antes de darse una respuesta ve a Shen levantándose del piso, la manga de su usual camisa morada esta rostizada al igual que un poco de su brazo que tiene unos raspones y un poco de suciedad.

Esta lista para disculparse, y con ganas, pero la risotada que lanzó Shen al aire la dejó perpleja y hasta asustada, ¿sería que se golpeo la cabeza a la hora de esquivar su golpe de energía y cayó al suelo?

Se sentiría terrible de que así fuera.

-¡Nada mal! -dice mientras ríe- nada mal -dice de nuevo cuando ha recuperado el aliento, el estómago le duele- ha sido interesante.

(...) escucha los murmullos de la gente, afirma las correas de su mochila y solo se dirige a su casa, sonrojada y apenada hasta las orejas, refugiándose en su cuarto apenas llega.

Por otra parte el rubio esta ligeramente molesto por su camisa, era su favorita, suerte que tiene otras, porque algo le decía que abría otro torneo de KOF dentro de poco.

Movió su hombro, le dolió, eso era energía de Gaia, como la del tipo del equipo de Fatal Fury, era parecido, ¿mismo maestro? No lo veía imposible después de todo lo que vio en ese torneo.

.

.

.

.

.

Fue solo un golpe, pero que golpe.

.

.

.

.

.

.

.