Soiree Meira es el tipo de novio que teme a tu bebé.

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¿Quieres venir a casa?

Hice hamburguesas caseras

Sonaba tentador, muy tentador, si bien su movía no era una máster chef , era realmente buena a la hora de cocinar algo frito o de carne era la mejor, a su vista.

Cuando cocinaba en su departamento era lo mejor de la vida, pero cuando tenía que ir a la casa de (...)... prefería pasar completamente de largo.

¿La razón? El "bebé" de ambos proclamado por ella.

Pero, si era sincero, él lo odiaba ¿Por qué? No quería sonar racista en términos de especie pero de verdad, en serio, odia a los ratones.

Y es que eso era, su "hijo" es un ratón, un ratón carnívoro y feroz por si fuera poco.

De ahí el nombre tan... bonito.

Pero no había mucho que comer en el refrigerador, olvidó hacer las compras, y no quería morirse de hambre, razón por la cual decidió arriesgarse a tener un tiempo de caridad con su novia y su... ratón-hijo.

Horas más tarde, ya de noche y con la luna surcando el cielo, se encontraba en frente de la familiar y hogareña de su novia, algo muy extraño de ver en una ciudad de EEUU, se veía especial de alguna manera al estar rodeada de muchos edificios de departamentos que llegaban a los 30 pisos, dejando en ciertos momentos del día a la casa de tres pisos entre las sombras.

Estaba por tocar la puerta, a centímetros de que su dedo llegase a tocar el timbre, y lo oyó, como si hubiese dio la primera vez hace menos de medio año, ese tipo de aullido anormal, ese que le hacía sentir que agua fría corría a través de sus venas en lugar de sangre.

Maldito sea ese ratón que tenía el raro hábito de aullar en cuanto veía la luna.

De todas maneras se tragó el miedo, después de ver los pros y contras de la situación, odia a los ratones.

Pero al final solo tuvo que tocar el timbre y listo, pero su linda novia abrió antes, no lo dejo prepararse a tiempo, y, encima de eso, tenía al ratón correteando sobre su cabeza, pero se detuvo rápidamente al verlo.

Él odia a ese ratón, el ratón lo odia a él, el sentimiento era mutuo.

-¡Te estuve esperando durante media hora, Meira! -de un jalón lo metió a la casa, (...) se dio cuenta al instante que esos dos se retan con la mirada- ya basta Soiree, deja de retar a "asesino".

Ah, claro, mejor nombre no había.

-Hubiera sido mejor peste -esta molesto y no piensa esconderlo, por supuesto que no, demuestra cómo se siente siempre, en especial si es algo con lo que se siente incómodo.

-¡Su nombre es Asesino! -el ratón salta a su hamaca que le sirve de madriguera aérea justo en el momento que (...) inclinó su cabeza para que bajase- es mi bebé.

Se pasó las manos por el cabello, exasperado, siempre peleaban por lo mismo, ese ratón, ¿Qué pudo costarle tener un perro? ¿un gato, quizás? Sí, eso hubiera sido mejor, un gato para que no hubiesen ratones o ratas o cualquier otro tipo de roedor dos kilómetros a la redonda.

-Mira -trata de estar calmado, lo último que quería era volver a estar peleados- esta bien, es tu bebé y todo, pero a mi me cuesta aceptarlo.

-No te entiendo -dice aun enojada con él y su desprecio- explícame bien qué es lo que te pasa para poder entenderte.

-Es que... -se pasa las manos por el cabello, otra vez, nervioso- no me gustan los ratones -lo dijo tan bajo que (...) no escuchó, suspiró frustrado- que no me gustan los ratones.

La mirada impresionada de su novia no se hizo esperar, viéndose realmente conmocionada con aquel dato.

Sus lindos ojos estaban con pequeñas lágrimas.

-Entonces... no queda nada más que hacer.

Soiree pensó que liberaría al ratón en su medio ambiente natural y eso.

Pero no fue así.

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Desde ese día tendría una sesión diaria con el ratón para afianzar lazos y dejar atrás lo miedos.

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