☉✌81✌☉

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Shingo Yabuki es el tipo de amigo que te preocupa.

.

.

.

.

.

-¿Estas bien? ¡vamos (...)-chan, despierta! -el castaño pasaba un pedazo de algodón con alcohol por las fosas nasales de su amiga, la cual cayó desmayada al ver que alguien sacaba fuego de sus manos y también porque Shingo estuviera tratando de bloquear aquellos golpes en llamas- ¡resiste!

Demasiado para ella y su pobre corazón de pato.

Media hora después, ya recompuesta y con una tasa de té en manos, (...) seguía temblando un poco.

La señora Kusanagi se aseguró de que se mantuviese tranquila, hasta le dio unos masajes en las palmas de sus manos a la vez que decía que ella también estaba al punto del colapso cuando veía a sus hijos pelear de esa forma; el problema de (...) era que Shingo no era su hijo, ni su familiar, era solo el chico que le gustaba desde hacía unos años.

Fue demasiado para ella el verlo así, peleando en obvia desventaja pero aun así esforzándose.

-¿Ya te sientes mejor? -la puerta corrediza se deslizó y dejo ver al castaño, (...) le iba a responder que sí pero casi le da otro ataque al verlo con la ropa chamuscada y un mechón de cabello negro carbón, tendría que cortarlo a como antes, y eso que le gustaba su look con cabello un poco más largo.

-Algo, sí -quiere dejar el tema de lado, lo antes posible si se puede.

Tenia unas tremendas ganas de meterlo en un fuerte para que nadie le hiciera daño.

-Así que... -dejó las palabras en el aire, (...) levantó la vista y lo vio con los ojos brillando de emoción.

Hubiera tenido su usual sonrojo de típico manga Shoujo, de no ser que vio ese libro en sus manos.

-¡¿Qué te pareció?! ¡¿fui bueno en los golpes?! ¡¿debí ir más rápido?! ¡¿mis defensas fueron bajas?! -conforme más preguntaba, más se acercaba, haciendo que (...) hiciera uso de los pocos músculos, que ni sabía que podía usar, de su espalda, flexionando su cuerpo para evitar que le diese un cabezazo o algo.

Ugh, cuando se ponía en modo friki no sabría decir si era adorable o si ya era muy raro.

Aunque no podía decir que no se le hacía sumamente adorable ver que sonreía tanto al punto de mostrar sus caninos.

Era como un gatito.

-Pues, ¿un poco más rápido estaría bien? -comentó por decir, sabía que si no decía nada la cosa iría a peor ya que la seguiría hasta obtener una respuesta.

Sí, y lo decía porque ya se lo había hecho antes, a ella, a Kusanagi y a Kirishima.

En especial a Kusanagi, y eso, a veces, la ponía celosa.

Pero no había de otra, ella no podía soportar verlo jugando con fuego, literalmente, y haciéndose tanto daño tras cada pelea.

Una vez lo dejó escribiendo como maniático en su libro, se aventuró a ver las otras habitaciones, escuchando un ligero llanto desde una de ellas, parecía que era una chica, pero cuando estuvo dispuesta a tocar la puerta para tratar de ayudarla, Shingo tomó su mano y la alejó.

- Kirishima-sama... Ella... -ah, así que era la chica que andaba siempre cerca de Kusanagi, hubiera dicho que quería saber el por qué de su llanto, pero con ver el rostro enojado de Shingo le daba la clara idea de que él sabía lo que le pasaba- ella está preocupada por Kyo.

-¿Por qué lo estaría? -preguntó extrañada- ¿no estas diciendo siempre que Kusanagi es muy fuerte y cosas así?

-Kyo esta en problemas, (...)-chan

Entonces, como un foco encendido, la iluminación llegó a su mente.

-¿Por eso estas entrenando tanto? -soltó sus manos, dejando de lado el rubor que por naturaleza hubiese surgido- Shingo Yabuki, dime ¿te volverás a meter en ese torneo que mata gente, verdad?

-¡Tengo que! -a (...) le asustaba la severidad de sus palabras, no sabía que le ocurría a Kusanagi, pero parecía serio- ¡debo ir por Kyo! ¡necesita ayuda!

Se quedó callada, aguantando las ganas de hacerle entrar la razón a golpes.

Shingo era un aprendiz, ¡solo llevaba entrenando medio año! Y más de la mitad de los participantes en ese torneo poseían poderes raros, habían asesinos, también con poderes y los participantes que no poseían la habilidad de lanzar algún tipo de esfera mental o fuego de las manos, tenían años, ¡AÑOS! De experiencia.

-Shingo...

-¡Dime!

-Por favor, no vayas, te harán papilla, otra vez.

-¡¿Qué te cuesta animarme, (...)-chan?!

Ugh, odiaba cuando le decía con el 'chan', la volvía débil, maldijo para sus adentros ese honorífico que usan los japoneses.

Quiso hacer oídos sordos ante la queja del castaño, pero estaba profundamente preocupada.

Pero, por más preocupada que pudiese estar, no podía olvidar esa genial, adorable y... rara pasión suya.

-Shingo, te apoyo.

-¡No! ¡No quiero escucharte bajar mis fuerza! ¡Voy a salvar a Kyo! ¡cueste lo que cueste!... ¡Momento! ¿acabas de decir que-? -le dio un ligero pellizco en el brazo, aguantando el babear por esos músculos que desarrollo ahora último, para callar su boca de friki, en mis de dos segundos ya lo tenia dominado, y es que solo ella conocía ese punto débil.

-Escúchame bien, Yabuki -ante sus palabras, Shingo tembló, ella nunca le decía así, solo cuando estaba muy seria o muy molesta- vas entrenar más, lo mejor que puedas y vas a rescatar a ese tipo con problemas de solidaridad, yo te estaré apoyando tanto como pueda, no, ¡todo lo que pueda! ¡así que más te vale dar todo lo que puedas también! ¡¿quedó claro?!

- (...)-chan -podía ver sus lágrimas en los bordes de sus ojos- ¡Sí! ¡lo haré! ¡gracias! -en el momento en el que (...) dejó de lado el pellizco, se lanzó a abrazarla- ¡Eres la mejor amiga del mundo!

Ante esas palabras, (...) le mordió el brazo.

-¡Auch! ¡¿Por qué me mordiste,  salvaje?! ¡¿no se supone que somos amigos?!

-Tu... maldito idiota... -y se lanzó al ataque de nuevo.

Ah, lo que debía hacer por ese tonto.

.

.

.

.

.

Estaba entregada a ayudarlo, pero... ¡QUE AL MENOS TENGA CONCIENCIA DE SU POBRE CORAZÓN!

.

.

.

.

.

.

.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro