Terry Bogard es el tipo de hombre que piensas, es muy amable.

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-¿Una pelea callejera? -pregunto al escuchar su rara historia- apenas llegas a Japón y ya te están molestando Terry-san.

-Yeah, pero lo acepto, ustedes los japoneses son perseverantes.

-Um, no.

-What?

-Yo no soy japonesa.

-Oh, ya veo -(...) sonrió, le agradaba que Terry no fuera un entrometido, o al menos no con ella, ya que según Kyo, y otros participantes del KOF, Terry era un bocazas.

-¿Cómo estuvo el viaje? ¿Rock llego bien? -escucho su risa del otro lado.

-Debiste ver lo emocionado que estaba -y se quedaron ahí, hablando durante un largo rato sin importarles mucho el cuanto terminaría costando la llamada.

Hablaban de lo que hicieron en esas cuantas horas en las que el rubio estaba en el aeropuerto y en pleno viaje de avión ya que no podían llamarse por medidas de seguridad.

-Hace un rato Andy salió huyendo de Mai -la chica río, desde que se entero que ese par era pareja, información que le dio Terry, le daba condolencias al hermano del último porque a ella no le agradaba demasiado la castaña- Joe se fue a quién sabe donde y Rock quiere salir a explorar Japón.

-¿De verdad? Yo puedo ayudarles en eso, hay un lugar en donde hacen hamburguesas artesanales muy buenas.

-¡Entonces te veremos pronto, miss Kusanagi! -se quedaron hablando un rato más y, finalmente, le envío la dirección de su lugar de encuentro.

-Me pondré algo cómodo.

Un tiempo después se encontró con ambos rubios, Terry casi la saludo a como estaba acostumbrado, pero luego recordó todo el problema que era besar la mejilla de una japonesa, así que sólo le dijo un enérgico "hola", (...) extrañada por ello se acercó y le dio un apretón de manos como toda una mujer de negocios.

Ante eso los dos se rieron.

-¿Donde está Rock? -pregunto y Terry se hizo a un lado para dejar a la vista al niño que se veía incómodo y estaba algo sonrojado.

Pero luego vio a la persona que Terry quería que conociera, tenía pantalones holgados, un chaleco negro que le cubría todo el torso junto a una camiseta blanca de una banda de rock, vendas en los brazos que lo hacian verse cool y voz grave.

Para Rock, en ese momento, la persona que Terry le quería presentar era un chico.

Un chico guay.

-¡Hola! -dijo al momento que le daba la mano, (...) le sonrió mientras le devolvía el saludo.

-Wow -dijo Terry al ver que Rock no quería huir de ella, una vez Mai se acercó a saludar al niño, Rock casi desfallecia de la vergüenza.

-Vengan, por aquí esta el local.

-Espero no trates de llenarme de comida para que el equipo de Japón gane -era broma obviamente, y (...) lo entendía a medias.

-No necesitan que haga eso, igual, cualquiera puede ganar -frunció el ceño, extrañada, mientras Rock le decía lo que quería comer- ¿Qué? -pregunto al ver que Terry aguantaba la risa, todo porque su cara de escéptica le causaba gracia.

-Nada, nada -(...) tuvo que pedir para los tres, porque la gente podría atosigar a Terry y también porque Rock no hablaba muy bien el idioma.

Entre anécdotas graciosas, chiste tan malos que te hacían reír y 5 hamburguesas, fue un día bastante gracioso, terminando en ir a un parque en donde Rock jugó con otros niños y huía de las niñas.

Mientras ellos hablaban de lo que podría pasar en el torneo, que era dentro de una semana, Rock se cayó mientras jugaba, (...) no fue la primera en ir por él, Terry ya le había ganado en ello.

-Hey dude, are you okay? -su respuesta fueron algunas lagrimitas contenidas por los pequeños raspones  en sus rodillas.

-Aquí tengo unas curitas -ante eso, Terry quedó entre extrañado, por no saber por qué tenía eso a la mano, y divertido, por ver que las curitas tenían imágenes de pokémon.

-Well, nos vemos el día del torneo miss Kusanagi -llevaba al niño sobre su espalda, ya que le había entrado el sueño luego de un día movido.

-Sí, vayan con cuidado -(...) paso una mano por el cabello de Rock, enternecida con su cara redonda y sus ojos que se cerraban por el sueño.

-Fue un gran día, gracias miss Kusanagi.

-ByeBye -dijo el pequeño mientras se despedía con la mano.

-ByeBye -imitó su saludo.

Sin duda, sabía que esa familia era muy hermosa.

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Cada vez, tenía más expectativas sobre cómo sería vivir con ellos en un futuro.

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