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El poder se desborda.

Lo siento revolotear en cada vena de mi cuerpo.

Los susurros.

Aquellos que pertenecen a mi origen catastrófico.

Aquellos que pertenecen a quién me creo.

Aquellos de quien me crió.

Tres caminos diferentes.

El poder de regenerar y crear nueva vida solo con una gota de mi sangre.

Estoy tan asustado.

De solo pensar en todo lo que sucederá.

Y lo que no.

El tremendo potencial puesto en mis manos.

Pero, aun así.

La justicia esta sobre mis propios intereses.

Aun así, la justicia que yo he visto... esta podrida.

Y lo cambiaré.

Aunque deba hacerlos carbón.

Aunque deba ahogarlos.

Aunque deba destruir para siempre sus asquerosas existencias.

Encontraré a mi otra mitad.

Y, juntos, volveremos a dar vida al muerto cascarón.

Porque ya ha pasado demasiado tiempo.

Desde que está planeta se hizo respetar.

Solo los que lo merecen.

Vivirán.

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