Shermie es el tipo de chica que trata de hacerte ver más "bonita" de lo que ya eres.

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-Así te ves hermosa -fue lo que dijo mientras terminaba de pasar por ultima vez el cepillo- saldría más lindo si tuvieras el cabello largo.

-Eso me traería muchos problemas a la hora de hacer Tae Kwon Do -no quería contradecir sus palabras, pero, ciertamente, el nuevo estilo que le dio Shermie no le dejaba ver nada.

-Me encantaría amarrarte el cabello, pero primero me tengo que hacer algo con estas puntas abiertas.

-¡Nada de acondicionador! ¡No me gusta su sensación grasosa! -y lo decía porque ya lo había intentado, pero el acondicionador que usaba su padre.

Siguieron riendo un rato más, para (...) se podría decir que esto es nuevo.

Es hija única, su madre no sabe nada de moda y prefiere escapar de su padre cuando lo ve con la plancha para el cabello en la mano.

Shermie era como la hermana mayor que nunca tuvo, su noona.

Ah, aun no tenía el valor de decirle así fuera de su cabeza.

Claro que tenía a Chae Lim y May Lee, pero si algo compartían las tres eran sus gustos en raros hobbies, y lo decía libremente porque sabía que tenía gustos exóticos ya que los Kaiju son tan hermosos, según ella.

Tampoco podía decir que Shermie era la definición de "normal", pero la ayudaba a comprender cosas que nunca preguntaría en voz alta.

Después de tener la pregunta en su mente durante varios años por fin sabía cual era la diferencia entre toallas higiénicas y tampones.

¡Nunca hubiese imaginado que solo ciertas chicas podían usar las segundas!

-No puedo ver mucho -pasó sus dedos sobre su cabello, era naturalmente lacio, por su padre, pero cuando lo dejaba a lo natural llegaba a ponerse ondulado, por su madre, y como casi siempre lo dejaba así estaba acostumbrada a verlo ligeramente, o bastante, ondulado; razón por la cual se vio gratamente impresionada.

-Te ves tan linda -acomodó dos mechones de cabello, pasando sus dedos por el sedoso cabello.

-De verdad me veo linda... -nunca antes había visto sus ojos tan grandes, por lo general casi no los veía ya que eran parcialmente cubiertos por su enredado cabello, pero ahora hasta los veías redondos, profundos o brillantes.

En serio se veía muy femenina.

-Siempre has sido muy linda -sintió como le rociaba algo, quizás un fijador para mantener todo en su lugar, dando después ligeras sacudidas con sus dedos.

No podía creer que solo algunos cuantos cachivaches y algunas cosas de belleza podrían dar un resultado así.

-Muchas gracias, Shermie -le hubiese abrazado tal y como su cariñosa naturaleza le dictaba, se detuvo en seco.

-¿Qué ocurre, (...)-chan? -movió su cabeza ligeramente a la derecha, haciendo aun más terrorífica la imagen ante la más joven.

Le empezaron a temblar los labios, aterrorizada, a punto de gritar y llorar por el espanto.

Estaba viendo a la pelirroja, con el cuello cortado de lo que parecía ser un solo tajo, un aura oscura rodeando su cuerpo y si se daba cuenta su cabello estaba más violeta y su piel más oscura.

Era como si no estuviera viendo a Shermie.

Subió un poco la mirada, notando algo que en definitiva no era normal, empezando a hiperventilarse.

-(...)-chan, ¿estas bien? -trató de acercarse pero la adolescente estaba entrando en pánico, dando pequeños murmuró al aire hasta que la tocó y pareció volver en sí.

-... -Sólo era silencio, ninguna palabra salía de su boca.

-¿Te sientes mal? Oh, pobrecita -la abrazó, tratando de reconfortarla, casi oprimiendo un botón que dejó fluir las lágrimas de miedo y los sollozos.

¿Qué era esa mano que se movía sobre Shermie hace un rato?

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¿Qué era esa extraña y desagradable sensación de que algo terrible iba a pasar?

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Me siento mala persona cuando pienso en lo que va a pasar, pero luego recuerdo que a muchos les gusta y se me pasa.

"Gracias totales".