Diamond Heart

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-¿La señal es tan mala? -pregunta al escuchar tanta estática y, de paso, lo que parece ser el sonido de una tormenta- ¿Dónde están exactamente?

-Es un lugar en las montañas -su tono feliz le dice que lo más seguro es que hace frio por ahí- justo ahora hay una tormenta de nieve, en la mañana todo se verá blanco, todo cubierto de nieve.

-Suena divertido -no es muy fanático del frío, en especial en las mañanas, pero no podía negarse a un chocolate caliente con helado.

-¡Será divertido! Kula hará ángeles de nieve, fortalezas y guerras de nieve.

-¡Ya me lo imagino! -suelta una risa, ya puede verla, jugando entre la nieve y dejando que la cubra de pies a cabeza- pero recuerda la situación en la que estas, K' fue muy directo al decir que tienen que ocultarse un tiempo.

Le preocupaba mucho si era sincero, le preocupaba de que fuese verdad que estuviera en alguna parte demasiado alejada, le preocupaba no verla durante tanto tiempo.

-¡Es un amargado! -tuvo que alejar el aparato de su oído ante tal tono agudo de su pareja- ¡debimos traerte con nosotros! ¡trajimos a la (...) niña también!

-Ya deja de diferenciarnos con eso de "(...) niña" y "(...) niño" -por más que esas sean sus palabras, la verdad era que se le hacía sumamente adorable el oírle referirse así a esa chica y a él.

-¡Pero de otra manera Kula se va a confundir!... a Kula le gustaría que estuvieses aquí -casi deja rapada a la señora Fuji en cuanto escuchó esas palabras.

-Deme un minuto y camine un poco, esto demorará en fijarse -fue lo que dijo antes de irse con teléfono en mano hacia la parte de atrás del salón de belleza- ¡¿Por qué eres tan linda?! -se escuchó de manera amortiguada por las paredes, siendo escuchado por sus compañeras de trabajo y algunas clientas que se ruborizaron al no estar enteradas de con quien estaba hablando, pero para sus compañeras esto era pan de cada día- ¡No digas eso! ¡Claro que eres lo más bonito que existe!

-¿Es su novia? -empezaron a preguntarse, viéndose algo incómodas y hasta emocionadas de tener una escena romántica digna de telenovela casi en frente de ellas.

-¡Woah! ¡Los dejaste helados! ¡como se esperaba de mi linda Kula!

-¡Avergüenzas a Kula! -ya se la imaginaba roja pasión, al ser tan pálida sus sonrojos eran más visibles.

¿Había una razón para ser tan ridículamente cursi? Sí, había una, el que se sintiera tan ridículamente inútil.

Siempre pensó que cuando tuviese una novia la protegería de todos los males del mundo, sería como su guardia personal.

Pero no, la última vez que trato de protegerla casi termina como queso suizo, sino fuera por esa pared de hielo que ella hizo para protegerlo, (...) estaba más que seguro de que ya hubiese muerto.

Tener una novia que parece ser espía o algo así es difícil.

Y era difícil imaginarlo teniendo en cuenta el cómo es su adorable novia.

Sin olvidar los tiempos en los que se sintió un completo pederasta.

-No te sientas mal -le escuchó decir, ahora más calmada y con un tono incluso más dulce- Kula puede defenderse sola, puede hacerlo.

Ah, era tan adorable.

-Lo sé, no tienes que recordarme eso, lo sé perfectamente -se desordena un poco el cabello, ¿tan obvio era? Tal parecía que sí- es solo que, me gustaría ser más fuerte o tener esos raros super poderes para poder protegerte.

-¡(...) niño es fuerte! -casi se ríe ahí mismo, no se acostumbra a que le diga así- ¡No importa que no tengas poderes! ¡Tienes gran habilidad con las manos!

-...

-...

-Kula, cariño, justo ahora no quiero sentirme como pedófilo.

-¡Kula no se refería a eso! -Wow, casi lo deja sordo con ese grito agudo- me refiero a las habilidades que tienes cuando le cortas el cabello a la gente, o cuando puedes desenredar el más doloroso de los nudos.

-No creo que eso sea una habilidad.

-¡Para Kula lo es! -silencio, pero no están malo, al menos no para (...), porque se la imagina toda roja, una combinación que le sienta bien al lado de sus lindos ojos.

-Me gustaría ser más fuerte.

-A Kula también.

-Tu ya eres fuerte, tu propio corazón es fuerte, es más, por algo tu apellido es Diamond, ¿no es así?

-Sí... ¡Sí! ¡(...) niño eres genial! -con esas palabras, un beso, un "cuídate" y una despedida; (...) supo que ella estaría bien.

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