Angel Torres es el tipo de amiga que quiere encontrarte pareja.

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AU normal

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-Angel, no -trata de safar sus brazos del firme agarre, tratando de huir lo más rápido posible de aquel lugar.

-Angel, sí -la peli blanca la atraía a la puerta del centro nocturno, aunque también era algo así como un restaurante, la había enfundado en una linda ropa para fiestas, algo que no era de la preferencia de (...).

-Te lo ruego, haré tus tareas y proyectos del profesor de estadísticas por una semana pero no me metas ahí -su último recurso, están a dos pasos de entrar.

Esta asustada, no quiere encontrarse con personas indeseables, obviamente si eso pasara Angel les daría una paliza, pero ella prefería más que su amiga no se metiese en problemas.

Ya suficiente tenía con ser conocida como una z****, o lo que era peor, ese tipo de cabello azul que le gustaba a su amiga.

-Basta, Angel, de verdad te lo pido del alma, no quiero ir -debió elegir mejor sus palabras, la sonrisa sádica de la albina le puso los pelos de punta.

Antes de darse cuenta ya estaba adentro, pero no era como se lo imagino, había música, pero no era hasta el punto de hacerle reventar los tímpanos, algunas personas bailaban en una parte del local y otras simplemente estaban en la barra pidiendo tragos y otros solo comían tranquilamente.

-¿De verdad pensaste que sería capaz de llevarte a un antro?

-Sí, la verdad es que sí -sólo se río de ella, (...) miro a una esquina, en donde un grupo de personas le estaban mirando.

Quería correr, esconderse en su cama si pudiera.

-¡Allí están mis amigos! -levantó la mano entusiasta al ver a un rubio y a otro con... una capucha y un antifaz, o fuera lo que fuera eso que tenia en la cara- vamos, ambos están solteros y... creo que Ramón necesita despejarse de pelirrojas.

Así que era eso, los iba a juntar a ver qué tal.

Y la sola idea de estar cerca de dos tipos que se veían intimidantes le causaba temor.

Demasiado altos y musculosos para su gusto.

Sin contar que uno tenía fachas de ser un delincuente enmascarado y el otro tenía un parche en el ojo.

Sí, tipos muy normales.

-Chicos -llamó la atención de ambos, tomándola de los hombros para evitar en siquiera pensar en cómo escaparse- esta es mi amiga, (...), tratenla bien y no la muerdan -señaló a uno de ellos, el que tenia una capucha que parecía de luchador de box- y si, te hablo a ti rey.

No había que ser un genio para recordar de donde salía ese nombre, esos eran los locos que iban a las peleas con Angel.

-¡Oh! ¿esa es tu amiga de la que tanto hablas? -el rubio hablo, (...) quería salir corriendo.

-Sí, sí, ambas vamos a la escuela de modas, aunque ella es más vieja que yo -le miró indignada, ahora si se quería ir.

Pero claro que no lo podría hacer Angel la había sentado, casi a la fuerza, en la banca al lado del más grandote.

Eso sí, fue un bonito detalle que le diera de su filete, a pesar de tener fachas de delincuente no era tan malo.

-Gracias -saluda tratando de ser cortes, recibiendo un gruñido como respuesta, Angel y el rubio solo se ríen, la peli blanca mirando con una sonrisita burlona a ese par.

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Estaba de más decir que no descansará hasta ser la madrina.

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Estoy hasta mis canas naturales de los constantes problemas de revisión, diciendo que el capítulo fue modificado en otro lugar o no se guardo.

Este es la novena versión de este capítulo, siempre porque no se guardo o había problemas de Wattpad.

Espero su compresión.

"Gracias totales".