Mary Ryan es el tipo de chica que es interesante.

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Siendo el día que era, no era de extrañar que el bar estuviera a rebosar de, en su mayoría, gente soltera.

-¡¿Por qué?! -aunque también estaban aquellos que, con un vaso grande en mano y lágrimas en los ojos, tenían la posibilidad de haber sido dejados cerca de ese día.

O, para ponerle más sal a la herida, fueron dejados ese mismo día, lo cual a su vista era más triste en más de un sentido.

Agradecía no estar en el mismo grupo, pero no podía evitar maldecir al tan nombrado día conocido como el día de los solteros.

-Deme otro "sexo en la playa" por favor -levantó la mano para llamar la atención de uno de los que servían las bebidas, mirando con atención los detalles de sus trajes en un vano intento de entretenerse.

Un vano intento que le llevó a encontrarse con aquella persona, siguiendo el camino de una de esas personas borrachas de tristeza se cruzó con una rubia.

Una rubia muy guapa, y que muy posiblemente saliera de su liga.

Y de su talla.

-Deme una cerveza helada -ah, ¿curiosidad de la vida o el destino? No sabría decirlo, pero empezaban a sudarle las manos cuando ella se sentó en la banqueta continua.

Quisiera empezar una conversación, al menos un buenas noches al irse ella o en su defecto su persona, pero permanecían allí el mismo tiempo.

¿Y si esperaba que diera el primer paso? Sería pedir en vano ya que no se veía con la soltura o confianza de acercarse a una desconocida.

-Ah, es un lindo collar -hizo como si nada, pensando que era un comentario dirigido hacia otra persona, pero en cuanto dio una mirada discreta a su lado se dio con la sorpresa de que la despampanante rubia le estaba mirando.

O, más bien, al collar de oro con el dije dorado que colgaba de su cuello y que había comprado ese mismo día por las ofertas.

Había que aprovechar las ventas desde China y sus ofertas por el día de los solteros.

-Oh, bueno, me gustó su diseño, le compré uno a mi perro también, por supuesto solo el dije para su collar.

Aunque le estaba dando jaqueca el escuchar el repetitivo sonido de cascabel cada vez que se movía, y eso que solo lo llevaba ese día.

-Eso es muy lindo, esa estrella se ve muy realista -una sonrisa radiante apareció en su rostro, haciéndole sonreír también más por la buena vibra que daba que por pura cortesía.

-Aquí esta su cerveza, señorita -era obvio ver al hombre que servía las bebidas con esa mirada de interés, puede que también la tuviera, pero la vio primero- su "sexo en la playa" -dijo con cierto desdén y hasta cierta furia.

-Veo que eres más de bebidas ligeras -comentó sin segundas intenciones y solo tratando de ser amable.

Se sintió algo de presión en su subconsciente.

-Más allá de eso, no me gusta el sabor de la cerveza si no es algo dulce -por supuesto, tenia que verse interesante.

Relajar los hombros, respirar tranquilamente, no dar a notar una actitud desesperada.

-Es lindo ver que hoy en día aun queda gente que hace lo que le gusta -una sonrisa encantadora fue lo que terminó de enganchar su mirada en ella.

No pudo ni voltear a ver hacia su bebida, teniendo que tentar con su boca para encontrar el borde de la copa y no lanzarse todo encima.

-Entonces... tu nombre es...

-Me llamo Mary, pero me dicen Blue Mary.

-¿Te molesta que solo te diga Blue?

-Para nada.

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No quería darse alas, pero aquello sonrisa era demasiado.

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Demos gracias a la canción "Team 2018" que me está sacando poco a poco de mi bloqueo de inspiración.

Y crucen los dedos para que apruebe el examen práctico de anatomía.