Life is like a boat

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Estando a la deriva, era así como se sentía cada vez que tenia que hacer tripas corazón para tratar de no romper a llorar.

Cuando Grant estaba con ella era más sencillo, le ayudaba a inhibir sus sentimientos, en especial los más dolorosos.

Pero tenía que aceptarlo, lo sentía correcto para no separarse, para no perderlo.

Que la llamen cobarde, no le importaba, en lo absoluto.

-(...), ¿Podrías pasarme la escarcha morada de ahí? -rápidamente tomó el pequeño posible, mirando algo sorprendida la habilidad de Sie para hacer ese tipo de cosas- mira, si la pasas encima del pegamento puedes darle forma -orgulloso por la línea amorfa se la mostró a su amiga- esta espectacular ¿no?

No dice palabra, solo asiente con una sonrisa pequeña en el rostro, ve de nueva cuenta el cartel blanco, negro y morado, con el nombre de Athena Asamiya dentro de un enorme corazón.

-Oye -escucha su voz de reprimenda a la vez que le siente jalar sin mucha fuerza de sus mejillas- no te hagas como antes, ahora puedes sonreír tanto como puedas, sonreír es bueno.

--pero sonreír con el corazón convaleciente no lo es, puede decir que es como abrir una herida que se hace cada vez más grande.

Horas han pasado y ahora (...) esta siendo presentada ante un muchacho rubio, según Heidern, él será su compañero para tratar de saber qué pasaba con un tal Ash.

De alguna manera se siente emocionada, es la primera misión en la que le encomiendan a ella como primera opción.

Y tuvo que aprender a jerarquizar a pesar de no quererlo, tuvo que poner la seguridad de Adel y su hermana sobre todo lo demás para evitar que la última cayese en el control de alguien más.

-¿Qué está sucediendo, (...)? -le preguntó Sie cuando logró alcanzarla, después de ver cómo ella se tenía que enfrentar ante el equipo de los Psyco Soldier para evitar que pasen a Adel.

Era información importante, era parte de su misión no decirle lo que pasaba, o al menos aún no, no hasta que Heidern diese la orden.

-No te importa.

No eran las palabras correctas, pero no podía evitar sentirse afectada desde de Ash mencionó que ella era una perfecta serpiente de Orochi.

Se espantó al momento de ver esas llamas verdes, temió por Iori Yagami, ya que, de alguna muy extraña forma, eran familia.

Quería tener a Kensou fuera de todo eso, porque el panorama solo empeoraba.

- es algo que te ponga en peligro me importa, ¡me importa mucho! -no la dejaba irse nada más, empezó a seguirla, buscando alguna explicación, no queriendo pensar en que ella estuviese metida en algo con el hijo de Rugal Bernstein y con el tipo que robaba poderes.

Parecía que nunca dejaría de preocuparse por ella.

-¿Tiene que ver con el Orochi? -preguntó en cuanto lo llamaron para ir con su equipo, dejándola quieta en su lugar, en la puerta vio al castaño que, desde su punto de vista, solo le traía mal a (...)- ¿Quieres traer de vuelta al Orochi? ¿Otra vez? -esta vez ella si lo encaró, sorprendida por sus palabras y su falsa acusación.

¿Cómo podía pensar eso de ella?

-¿Cómo es que tu..?

-Athena me lo dijo, dijo que tu corazón y tu Ki estaban siendo corrompidos.

Después de decir eso la vio exhalar con fuerza, no creyendo que solo porque lo dijo Athena él ya viese en ella a un seguidor de Orochi, aun sabiendo todo lo que luchó para que eso nunca se cumpla.

-Yo nunca trate de traer al mundo a ese monstruo -su voz empieza a alterarse, no sabiendo si son las ganas de llorar o de gritar, sus manos empiezan a picar- todo este tiempo solo he tratado de mantener a esa cosa en su sello, por amor a todo lo bueno, Sie, ¡hasta el mismo Kusanagi me considera confiable!

Eso es lo que más le duele, que alguien que conoció hace algunos años confíe en ella pero la persona que es su "mejor amigo" este dudando de lo que dice y de su accionar.

Además, ¿Cuándo paso eso de querer traer a la vida a Orochi?

-Yo... yo solo creí que...

-Déjame decirte que eso es lo peor de todo... -decir que esta furiosa es poco, siente que en su interior las usuales aguas calmadas se han convertido en una tempestad- es que, en realidad, no es que lo creas, alguien más te lo dijo y tu dudas de mi aun cuando no te he dado razones -no quería llorar, la verdad que no, pero tal parecía que el hombre al que ama no sabe ni quien es ella.

Se empieza a preguntar si sabe en verdad quien es él.

-Kensou -hace mucho no le llama por su apellido, suele decirle 'Sie' casi siempre, pero ahora sus palabras son cautelosas, expectantes de cualquier actitud en él- tu... ¿En verdad... crees que yo haría eso? A pesar de todo lo que hice para tratar de controlarlo, a pesar de exponerme y dejarme a la deriva a mi misma en más de una ocasión -sus hombros se dejan caer, derrotada, al momento de ver la expresión en su rostro- tu temes de mi -y no es una pregunta, es la más dolorosa declaración.

Recuerdos de momentos en donde él estaba más nervioso de lo normal, en donde no le contaba cosas, momentos en los que no quería escucharla hablar de lo que hacía.

Todo cobraba sentido.

-¡No es por eso! -refuta después de un momento, pero ya estaba presente ese silencio, se tomó un tiempo para pensar en sus palabras- yo sé que tu no eres así, lo sé perfectamente, pero debes entender que tu situación es complicada.

- es demasiado complicado para ti... no me importa -palabras quedas lo hacen detenerse- voy a evitar que lleguen a Adel, no importa qué.

-Tu y él -no dejó que ni acabase la frase, solo tomó el camino que debía seguir.

Dejaría que la marea tormentosa la guíe en lo que le deparará la vida, aun si deba perder lo que en algún momento fue lo más importante.

Quizás de esa manera nunca podrá ver la orilla, pero la verdad era que se negaba a ir ahí si su destino la esperaba del otro lado.

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