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Era algo que había pasado cuando estaba en patrulla, de nuevo, muchos recibieron la notificación de un "kosei fuera de control del usuario", Katsuki no se sintió demasiado sorprendido cuando se fijó en quien era por la forma de la cola.

-Nos llegó un informe de su médico a cargo y la llamada el pro héroe Godzillo, no se preocupe señorita, desviaremos los vehículos y al público para que tenga tiempo de volver a la normalidad con calma -ante las palabras del pro héroe frente a ella, o más bien a la altura de su hocico, hizo un ligero sonido, tampoco quería mandarlo a volar con un rugido- ¡que no se acerquen demasiado los civiles! -con su corto brazo volvió a bajarlo a la altura del suelo, viendo de paso su ropa totalmente desgarrada e inservible, ante la desgraciada imagen se envolvió con su cola para darse confort, escuchó a algunos héroes exclamar debido a que no se esperaban ese movimiento y ella ni se dio cuenta de que algunos estaban sobre su cola, sentados o curiosos de sus placas puntiagudas, o tomando fotos.

- Tan grande.

- Es enorme.

-¡Más grande que Mount Lady!

-¿Vieron el informe que enviaron? ¡parece que puede crecer más!

Qué vergüenza ...

(...) sólo quería hacerse pequeña pronto, eso pensaba mientras acariciaba su cola, aunque sólo pasaba sus garras sobre sus escamas, miró su mano, sería doloroso que le vuelvan a crecer los dedos que le faltaban.

Entonces, entre los héroes y las personas que se le acercaban para verla, divisó una familiar cabeza rubia puntiaguda.

- ¡Katsuki! -quizás para ella sonó así, pero para las personas a su alrededor ella rugió como una fiera, una conocida.

- ¡Gojiro!

- ¿Es el pro héroe Gojiro?

- Tanto ruido -verla así era mucho más grotesco que antes, aunque tuviera una manta enorme cubriéndola en la parte del cuerpo, parecido a la vez que la conoció, hace más de medio año, estaba cerca de su graduación y sus oídos ya le dolían por las exclamaciones de su loca madre que no se lo creía, suficiente tenía ya como para querer escuchar sus chillidos, mucho menos en esa forma que le daba una potencia diez veces mayor.

Ya se había cruzado con ella más veces de las que hubiera querido, se hubiera ido de largo pero era demasiado obvio que seguía con su atención puesta en él por la manera en que movía su corto brazo de un lado a otro a modo de saludo y los constantes, pequeños y agudos ruidos que le salían del hocico.

Era una imagen graciosamente perturbadora al punto de hacerlo sonreír a medias antes de impulsarse con explosiones y quedar en la garra delantera de tremendo monstruo.

Siendo sinceros, le gustó las exclamaciones de asombro del público, según su madre ya había bajado sus aires de grandeza por cosas mínimas como esta, pero de vez en cuando no era demasiado.

- Me alegra ver una cara conocida, no sabes, escuché un petardo y cuando me di cuenta ya estaba así -Katsuki estaba mucho más concentrado en ver a las personas que tomaban fotos que en escuchar sus ruidos inentendibles para él.

- No te entiendo una mierda -fue todo lo que llegó a responderle de vuelta, mirando que sus ojos, que si de por sí ya eran pequeños, ahora parecían dos puntos, tuvo ganas de reírse por su raro aspecto, en realidad estaba al borde de hacerlo, cubriendo su boca con su guante para que ko se le note demasiado la gran carcajada que se le quería escapar porque era un rostro tan bizarro que de seguro el término de "eres feo a morir" era poco.

- Te digo que esto es incómodo para , mucha gente está viniendo a ver -mientras la pobre seguía quejándose de su situación, aún con sonidos raros, Katsuki pudo divisar una sombra que ya se conocía.

Y no, no era el cabeza de cuervo ni su sombra quisquillosa, era su versión 2.0 con una faceta de emo aún más grande que el otro.

- Veo que Bakugou del salón A tiene extraños amigos -el ser salió de una de sus escamas, literalmente, primero salió la mano y luego todo el cuerpo, Katsuki se dio cuenta de que (...) dio un mini brinco que hizo a todos en el suelo perder el equilibrio un rato, luego la sintió a temblar al notar que Vantablack terminó de salir de una de sus escamas.

Si (...) hubiera estado en su forma humana se hubiera puesto a aplaudir, pero no podía hacerlo por sus ahora cortos brazos y porque tenía a Katsuki en una de sus pequeñas manos.

Katsuki ni recordaba bien su nombre, no recordaba el de la mayoría de sus compañeros hasta del salón A, para ser sinceros.

- Kuroiro -susurró por lo bajo y con los dientes apretados por la ira de que Katsuki parecía hacer memoria de quien era el tipo en frente de ellos, o más bien, sobre el hocico de (...)- Whoa -fue lo que dijo, mirándola sin mostrar miedo, sus ojos negros y pequeños se veían a sí mismos reflejados en los grandes ojos rojos del kaiju desde su perspectiva- qué sublime y amenazante, un ser de sombría apariencia -hizo un movimiento raro con la mano en su cabello, digna de un emo en perspectiva de Katsuki mientras volvía a desaparecer entre las sombras enormes que dejaba (...) en esa forma y sus escamas negras.

Por un segundo, juró que las escamas a la altura de las mejillas de la mujer se pusieron rosadas, era difícil decir su expresión porque ahora ella medía unos 30 metros aproximados y estaba casi a la altura de su pecho.

Sin olvidar que su rostro estaba prácticamente desfigurado.

- Es un raro... -finalmente Katsuki decide que es suficiente- oye, extra, voy a bajar -ante sus palabras no obtuvo respuesta, muy distante de los continuos sonidos que ella dejaba ir hace un rato- ¿me estás escuchando? -tratando de estar tranquilo, Katsuki no podía ver los ojos pequeños y brillantes de la fémina que horas más tarde pudo regresar a su tamaño original, aunque la verdad él se había ido hace horas igualmente.

Ni siquiera le devolvió el gesto cuando (...) movió su mano en señal de despedida al verlo alejarse pero parece que no le dio demasiada importancia.

- Kuroiro... -era lo que murmuraba (...) mientras miraba el café caliente que le habían dado unos policías, sin darse cuenta, su calor corporal subió demasiado y terminó por quemar el vaso de cartón que le habían dado, exaltando al paramédico que la monitoreaba al ver que su temperatura iba en ascenso.

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