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Anne llego a su casa a su casa bastante adolorida. Conducir un auto definitivamente no es buena idea cuándo has recibido tantos golpes en el abdomen, los brazos, la espalda, las piernas, la cara... En fin: Todo el cuerpo. Cada minúscula parte de su anatomía le dolía como mil infiernos.

Cada vez que intentaba mover un solo musculo un sentimiento de quemazón la invadía y le hacía soltar gritos de dolor, seguido de unas cuántas lágrimas y un montón de insultos hacía sí misma dentro de su cabeza. Subió a su habitación, gritando con cada paso que daba y llorando, no a casusa del dolor, sino del odio que sentía hacía sí misma. Un baño de agua fría fue lo primero que necesito para relajar su cuerpo adolorido. Cuando supo que ya era suficiente, que la sangre se le había despegado del cuerpo y se sentía solo un poco mejor, salió de allí y comenzó a mirarse en el espejo.

Se espanto al ver su reflejo. Definitivamente, jamás había estado peor. Una lágrima amenazo con salirse de sus ojos mientras escuchaba a su mente decirle

"Estúpida, lesbiana. Esto es lo que te mereces"... Se estremeció.

La voz de su mente sonaba exactamente como la voz de Gus. Lentamente, comenzó a detallarse. Su labio estaba roto.

【.....】

En cuánto Anne se volteo a mirar a Gus y Matt, su corazón se paralizo al igual que su cuerpo. No había nada que hacer. No tenía donde huir.

Gus: ¡No te quedes allí sentada! -Le ordeno mientras le sujetaba el cabello y la lanzaba contra el suelo, haciéndola gemir de dolor.

Matt: Jamás olvidaras este día, Anne, lo prometo.

Gus volvió a sujetarla del cabello y la levanto. Ella se mordía el labio, intentando reprimir sus gritos de dolor. Tenía que ser fuerte. Tenía que resistir.

Amity: ¡Suéltala, estúpido!

Matt: No, preciosa, él no la perderá de nuevo.

Y así fue como Matt comenzó a golpear a Amity, no sin que esta se defendiera lo suficientemente bien como para que este recibiera unos cuántos golpes de vez en cuando. Luz intento ayudar, pero un solo puñetazo de Gus la hizo caer al suelo, inconsciente.

Gus, sonriendo como siempre, obligo a Anne a arrodillarse frente a él y grito delante de toda la cafetería:

Gus: ¡SEÑORAS Y SEÑORES, CON USTEDES: ANNE BOONGAY!

Todos los de la cafetería rieron y gritaron en ese mismo instante, mientras las mejillas de Anne se llenaban de lágrimas silenciosas y su cabeza de insultos. No todos en la cafetería eran malos. En realidad, muchos no aprobaban la conducta de Gus y Matt, pero tenían miedo de enfrentárseles, pues sabían cómo terminaría todo.

Anne: Puedes golpearme todo lo que quieras, Gus. Pero eso no te hará más hombre -Susurro. Si él iba a herirla, ella lo golpearía donde más le dolía: su ego. Fue entonces cuando el puño de Gus aterrizo sobre su rostro, haciéndola probar su propia sangre.

【.....】

Tenía también una herida en la ceja y otra en el puente de la nariz.

【.....】

Anne: ¿Eso es todo lo que tienes, pequeñín? -Pregunto mientras escupía toda la sangre que se había acumulado en su boca.

Gus: ¡CÁLLATE, IDIOTA! ¡CÁLLATE! - Grito, depositando en su rostro la más horrible expresión que Anne jamás vio en su vida. Y así fue como a su rostro fue a parar, de nuevo y con más fuerza, el puño de Gus. El cuerpo de Anne cayó directamente sobre el suelo.

【.....】

Su mejilla era decorada por un gran moretón. Incluso, si lo veía de cerca, podía notarlo palpitando.

【.....】

Anne sintió una gran presión. Era Gus, que se había colocado sobre ella y ahora sujetaba su cabeza contra el frio suelo de la cafetería.

Anne intento moverse, sin éxito.

Gus: Créeme que esto me duele más a mí que a ti, preciosa -Susurro mientras enredaba el cabello de Anne entre sus dedos.

Anne: ¿Qué? ¿Qué mis heridas sean más grandes que tu pene? Sí, eso debe doler -Se burlo. Lo siguiente que Anne sintió fue el duro y frío suelo golpeando su mejilla.

【.....】

Moretones también cubrían sus hombros, abdomen, espalda y piernas. El dolor que sentía al caminar le decía que tenía, al menos, tres costillas rotas.

【.....】

Sus mejillas estaban llenas de lágrimas, y sentía que su rostro pronto explotaría de dolor. Aun así, seguía fuerte, sin gritar. No quería complacer a Gus. Resistiría hasta el final.

Gus: No llores, preciosa. Esto apenas empieza -Susurro contra su oído. Su aliento caliente golpeando su mejilla era una de las cosas que más odiaba Anne en este mundo, así que no pudo evitar estremecerse al sentirlo.

Anne: ¿En serio? Conociéndote pensé que terminarías antes -Susurro con una falsa sonrisa en el rostro, continuando así su juego de ofensas a pesar del dolor.

Fue entonces cuando Gus gruño, ofendido, se levantó del suelo y sonrío con malicia, como siempre lo hacía cada vez que las cosas empezaban a empeorar. Lo primero que Anne sintió fue el pie de Gus impactando contra su abdomen una y otra vez.

Anne ya no pudo resistir más. Los gritos escapaban de sus labios inconscientemente, como si estos fuesen a disminuir el dolor. Intentaba protegerse haciéndose un ovillo, pero eso solo hacía vulnerables otras partes de su cuerpo como su espalda, sus brazos y sus piernas.

Gus: ¡Estúpida... lesbiana... estúpida... estúpida... estúpida... estúpida... no... mereces... vivir... no... mereces... nada! -Cada palabra era acompañada con una patada. Y cada patada, con un grito de Anne. Los demás sabían que eso estaba mal, y deseaban poder proteger a la pobre chica tirada en el suelo, manchada con su propia sangre, pero eran demasiado cobardes.

Anne sentía que ya no podría soportarlo más. Estaba llorando desesperadamente, sintiendo como golpes iban y venían por todas partes de su cuerpo, quemándola como mil infiernos. Por eso, cuándo Matt alejo a Gus de ella, casi sintió ganas de besarlo.

Matt: ¡¿Estás loco?! ¡Vas a matarla!

Gus: Se lo merece -Dijo secándose el sudor que corría por su cuello con una de sus manos, mientras sonreía al ver a Anne llorando sobre el suelo manchado con su sangre.

Matt: Pero tú no quieres ir a la cárcel, ¿o sí?... Podemos escaparnos de muchas cosas, pero no de un asesinato...

Gus: Tienes... Tienes razón.

Matt: Vámonos de acá -Le ordeno mientras los tomaba de los brazos, sabiendo que si lo soltaba no podría detenerlo nuevamente.

Gus: Espera, quiero despedirme de nuestra lesbiana favorita

Mat asintió, quedándose cerca de Gus todo el tiempo, temiendo ir a la cárcel por culpa de su amigo. Entonces, Gus se acercó al cuerpo de Anne, se agacho y le acaricio una mejilla, haciéndola a ella temblar de miedo.

Gus: ¿Viste su rostro, chica enamorada? -Y sin esperar respuesta, le escupió en la cara.

【.....】

Casi pudo sentir la saliva de nuevo en su rostro, y se sintió asqueada. Se sintió decepcionada también, pues, al irse Gus, ni una sola ofensa había logrado salir de sus labios. "Te mereces esto y mucho más, Anne" Susurro su mente "Lo sabes" Ignorándose a sí misma, se fijó en sus rodillas, llenas de raspones.

【.....】

Amity: ¿Estás bien, Anne? -Pregunto mientras corría hacía ella e intentaba ayudarla a sentarse.

Anne: Sí... yo solo... eso fue -Y sin poder soportarlo más, se echó a llorar sobre el hombro de Amity, intentando borrar los recuerdos de lo que había ocurrido. Amity intentó calmarla durante unos minutos, sin éxito. Ella también se sentía bastante adolorida, pero jamás como Anne.

Gus hería a Anne de una forma en la que todos los golpes del mundo no podrían herirla a ella.

Amity: Vamos, te llevare a casa.

Anne: No... Yo tengo.... tengo mi auto... Yo estoy bien, lo prometo... Puedo... Puedo conducir... Yo solo... Tu solo... Lleva a Luz con la enfermera... Aún está inconsciente... Yo.... Yo estaré bien.

Amity: Pero, Anne...

Anne: ¡HAZLO AMITY! -Grito, cansada. No quería que su amiga la siguiera viendo así. Lo único que Anne deseaba en ese momento era estar sola. Amity no pudo hacer nada más que asentir e ir a buscar a la enfermera lo más rápido que todas sus heridas se lo permitían.

Anne se levantó despacio, procurando no herirse más de lo que estaba. Luego de escupir toda la sangre que su boca había acumulado, fue caminando despacio y ahogando sus gritos hasta la salida del colegio. Como siempre, nadie le ofreció ayuda.

Por supuesto, las heridas de Anne no le permitieron llegar a su auto caminando. Cayo sobre el pavimento, llorando y adolorida. Gateo hasta su auto, arrastrando las rodillas, gimiendo con cada movimiento. Una vez adentro, lloro hasta que los ojos se le secaron.

【.....】

Recordar todo esto le trajo a Anne una gran tristeza, más insultos internos y unas inmensas ganas de vomitar. Camino hasta el retrete y dejo que su estómago desechara lo que había allí dentro. Y aunque Anne sentía que necesitaba llorar, no lo hizo.

Ya había llorado suficiente por culpa de Gus. No lo dejaría salirse con la suya tan fácilmente. De nuevo centrándose en sus heridas, Anne ya sabía lo que debía hacer. Como estaba acostumbrada a los maltratos de Matt y Gus, ella guardaba un gran botiquín lleno de vendas, gasas, analgésicos y otras cosas en su baño.

Cuidadosamente vendo su torso, limpio sus heridas y coloco apósitos sobre los cortes. Se tomo algunas medicinas para el dolor y luego decidió recostarse sobre su cama, sabiendo que no podría moverse con libertad hasta dentro de unos días. Jamás se había sentido peor. No solo su cuerpo estaba destrozado. Su alma también.

Fue entonces cuando miro hacía la ventana. Si no se equivocaba, la chica debía de estar allí. Se levanto ignorando el dolor, sabiendo que hablar con la chica de la ventana la haría sentirse mejor. Entonces vio aquellos papeles pegados sobre la ventana de su vecina:

"Hablamos en la noche, chica de la ventana"

"Estaré pensando en ti"

No era lo que esperaba, pero Anne sonrío y suspiro. ¿Podría ser cierto que aquella misteriosa chica de ojos escurridizos estuviese en realidad pensando en ella? ¿Era eso posible? ¿Podía una joven tan hermosa estar pensando en ella, una simple chica con baja autoestima? No conocía las respuestas a sus preguntas, pero no se cansaría hasta tenerlas.

Anne abrió la ventana sonriendo y se sentó en el borde, dispuesta a esperar a la chica de la ventana toda una eternidad. Sin saber cómo, se quedó dormida. Solo lograron despertarlas unos fuertes golpes. Anne abrió los ojos lentamente, y espero que estos se acostumbrar a la luz. Aún era temprano, pues no había comenzado a anochecer. Se descubrió durmiendo en el borde de la ventana y sonrío.

Ojalá la chica si estuviese pensando en ella, pues solo eso podía valer el dormir en una ventana. Lo siguiente que descubrió es que estaba adolorida, mucho más que antes, y supo que tendría que arrastrarse hasta su cama para poder llegar a ella. Fue entonces cuando la vio frente a ella, golpeando su ventana.

Saludo a la chica con la mano, sonriendo, sintiendo un montón de cosquillas en su estómago y un inmenso dolor en su mano. Entonces, la chica de la ventana tomo un papel y lo coloco frente a ella.

"Espero que tuvieses un lindo sueño, chica de la ventana"

Esto fue todo lo que necesito Anne para olvidarse de todo lo sucedido duran de todo lo sucedido durante el día. Olvido los golpes de Gus. Olvido los insultos. Olvido la humillación.

Ahora, sentía que podía volar y tocar el cielo con los dedos. El día comenzaba a ser perfecto. Cuando Anne sonrío, la chica de la ventana lo hizo también. De repente, la chica de ojos claros comenzó a abrir la ventana, procurando usar solo su mano derecha, como si la otra pudiese sufrir algún daño.

"¿Acaso estoy soñando? ¿Ya me volví loca?" Se pregunto. Cuando la ventana estuvo completamente abierta y pudo ver su largo cabello negro danzando con la brisa, Anne supo que no lo estaba. Como una idiota adolescente que acaba de conocer a su artista favorito, sonrío y se sonrojo al escuchar las primeras palabras que aquella chica le dirigió con una voz rasposa que le hizo sentir escalofríos hasta en el rincón más inhóspito de su ser:

Marcy: Estuve pensando en ti, chica de la ventana.

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