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Flash Back

Una mañana soleada, Isabella bajaba unas largas escalinatas de granito pertenecientes al conservatorio de música, donde ella asistía a clases de piano avanzado. La joven pelinegra desde muy temprana edad fue considerada un prodigio de la música clásica, por lo cual siempre conto con instructores privados de música y diariamente practicaba durante largas horas, pero como ella amaba la música, nunca le fue pesado o tedioso balancear sus estudios regulares con sus clases particulares. Hoy en día con 20 años recién cumplidos la azabache asistía a un conservatorio muy famoso en Paris, con el fin de ser fichada por la orquesta sinfónica de la misma ciudad.

La ojinegra recorrió las calles con confianza y soltura, ya se sabía de memoria el camino desde su casa al conservatorio. Paso por una tienda cercana y compro unas cuantas golosinas para el camino, al salir se dirigió directamente a la estación del tren, una vez ubicada tranquilamente en un vagón del transporte, tomo asiento y procedió a abrir una de las barras de chocolate que compro. La chica ignoraba que era vigilada y miraba distraídamente el paisaje de su amado Paris por la ventanilla, el trayecto se hizo corto y rápidamente llego a su parada. Distraídamente camino en dirección a su hogar y decidió cortar camino por un parque poco transitado del vecindario.

Aun embelesada con la belleza de los árboles en plena primavera, se internó en una arboleda tupida y silenciosa, en cuestión de segundos la chica sintió como la tomaban por la cintura y le cubrían con un pañuelo el rostro. El olor dulzón inundo sus fosas nasales rápidamente y empezaba a perder la conciencia, lo último que recordó ver fue un par de ojos grises.

Fin del Flash Back.

-¿Simplemente fuiste secuestrada? –mostrando una cara de espanto.

-Sí –bajando la mirada- Lamento no poderte dar más detalles, Marie. Luego de eso simplemente desperté en esa mansión. Ellos se alimentaban de mí cada cierto tiempo y siempre estaba encerrada en esa habitación, solo sé el nombre de uno solo: Luki, Muki o algo así –termino de decir la pelinegra.

-Ruki Mukami, no es extraño. Él es como el jefe entre sus hermanos –explico la castaña- ¿No escuchaste algo sobre el motivo de tu secuestro?

-Realmente no mucho, algunas veces Ruki murmuraba sobre Eva o algo así – mirando directamente a la castaña- Debes creerme, no sé nada más.

- Te creo –mirándola con cariño- Ya veremos que averiguamos con los chicos, por ahora debes bañarte y cambiarte –tomando el plato vacío de las manos de Isabella- En la cómoda hay ropa para ti, son mías pero luego podemos ir a comprar cosas para ti –dijo sonriente.

-Te agradezco tu ayuda, eres como un ángel –devolviendo la sonrisa.

-Te dejare tranquila, volveré en unos veinte minutos y saldremos a pasear por el jardín –dijo mientras recogía el plato y vaso del desayuno de Isabella, junto a la comida que dejo en la mesa auxiliar por si la pelinegra despertaba en la noche con hambre.

Isabella Pov's

Cuando Marie cerró la puerta, me sentí abandonada y un tanto asustada. Por lo poco que se ella es novia de un vampiro, por lo tanto podría terminar siendo devorada por él o alguno de sus amigos; aunque Marie parece sincera y de confianza.

No le seguiré dando más vueltas al asunto. Entre a la puerta que me indico Marie antes de irse y encontré un baño muy lindo de baldosas azules y blancas a juego con la tina; me decidí por una ducha corta ya que no tenía mucho tiempo antes de que ella volviera y sería incorrecto hacerla esperar, termine de bañarme minuciosamente porque tenía mucha mugre y sucio adherido a la piel; fui hasta la cómoda y vi ropa interior limpia además de un vestido negro con listones turquesa bastante bonito. Me dirigí al tocador y estaba decidiendo que hacer con mi cabello cuando Marie ingreso a la habitación con un sordo ruido del cerrojo de la puerta.

Fin del Isabella Pov's

-¿Necesitas ayuda con eso? –refiriéndose al cabello de la pelinegra.

-Uhm, no gracias –dijo avergonzada ante la idea.

-Bueno si eso quieres –bajando la mirada un poco deprimida, al hacerlo noto que Isabella estaba descalza- ¡Oh! ¡Que tonta he sido, olvide los zapatos! Enseguida vuelvo – saliendo de la habitación rápidamente.

Isabella Pov's

Luego de cinco largos minutos de lidia con los nudos de mi cabello este quedo medio decente, liso en la parte superior con tirabuzones al final, pero estos ocultaban algunos nudos mal peinados. Ordene mi flequillo a un lado y escuche nuevamente el sonido de la puerta cerrarse.

-¡Marie, que bueno que volviste! –volteándose sonriente.

-Así que tú eres el gorrión herido que salvo Marie –dijo el chico de ojos verdes parado en el marco de la puerta.

El tipo no me daba para nada buena espina, aparte de sus ojos verdes bastante intimidantes y frívolos; vestía un poco raro: una chaqueta con borde de felpa, un gorro de copa baja y ala corta, pantalones por debajo de la rodilla y zapatillas tipo Vans. No me mal entiendan se ve muy bien, y en situaciones regulares le consideraría muy atractivo; pero no estamos en una situación normal, soy perseguida por vampiros y estoy en una casa desconocida que al parecer también pertenece a vampiros, sin obviar que este tipo me mira como si fuera el tentempié de la tarde.

Fin del Isabella Pov's

-Me llamo Raito Sakamaki, un placer pajarito –dijo el pelirrojo acercándose peligrosamente a Isabella.

-U-un gusto –dijo la pelinegra temblando del miedo y retrocediendo a pasos cortos.

-¿Por qué huyes de mí, PAJARITO? –resaltando la última palabra mientras acorralaba más a Isabella.

-N-no huyo, solo no estoy acostumbrada a ver a nadie más en esta habitación –explico con temor.

-Si, al parecer Marie te tiene bien encerrada –metiendo cizaña a la pelinegra- Pero tranquila, hare que te diviertas en tu estadía –mientras terminaba de acorralar a la chica contra el muro.

-¿A q-que te refieres? –dijo desesperada al notar que su espalda toco el muro y no tenía más escapatoria.

-Solo déjate llevar –le susurró al oído – Relájate –continuo susurrando mientras bajaba por su cuello haciendo leves caricias con su nariz- Te gustara... lo prometo.

Raito al encontrar la yugular de la chica por donde pasaba fuertemente la caliente sangre, se dedicó a realizar lentas caricias con la punta de la nariz en esa zona y a la par para distraer más lo sentidos de Isabella, fue subiendo la mano derecha lentamente por la cintura de la chica hasta la altura de los pechos y de nuevo a la cintura en una sexy caricia.

El pelirrojo estaba listo para saciar su sed con la chica, pero un empujón lo aparto bruscamente de la aturdida muchacha.

-¡¿Qué crees que haces Raito Sakamaki?! –grito con fuerza la castaña.

-Al parecer Shu no te ha enseñado bien, lo que es un humano para nosotros –dijo con una sonrisa socarrona curvando sus labios- Creo que deberé enseñarte.

- ¡Sabes que no puedes tocarme ni un cabello! –Grito Marie- A menos que quieras terminar desmembrado y quemado hasta las cenizas –amenazo con firmeza.

-A ti no, pero a ella –apuntando a la asustada azabache- A ella puedo hacerle lo que sea –mirando de arriba-abajo a Isabella.

-¡Ella es mi protegida! –Apuntando a Raito con firmeza- Y si te atreves a hacerle algo, hare de tu vida un infierno.

- No puedes amenazarme, ni hacerme nada –riendo con altanería.

-Pero yo si –dijo con tranquilidad la voz de Shu desde el marco de la puerta.

-¡Bah! –Exclamo fastidiado el pelirrojo ante la presencia del mayor de los Sakamaki –Hay muchas mejores presas en Inglaterra –dijo para luego salir de la habitación bajo la atenta mirada de Shu.

-Te dije que tuvieses cuidado –le regaño Shu a su novia.

-M-me descuide, lo lamento –bajando la mirada- No volverá a pasar.

-Eso espero –acercándose a la castaña- Al ella no estar marcada es peligroso para ambas –palmeando la cabeza de su novia y luego camino hasta estar frente a la azabache- Que no las sorprendan con la guardia baja de nuevo –tendiéndole la mano a Isabella que estaba sentada en el piso en la esquina entre su cama y la pared.

-M-merci, por tu ayuda –logro articular la chica y tomo la mano que lo ofrecía el ojiazul para levantarse del suelo.

-No es por ti, es por Marie –dedicándole una mirada helada a la recién llegada- Si algo le pasa por tu culpa, conocerás el infierno en vida –saliendo de la habitación.

-¡Shu no tienes que ser borde! –Grito la castaña al aire, porque su novio ya no estaba en la habitación –Discúlpalo, es algo histérico con mi seguridad –mirando el suelo apenada.

-No sé si lo entiendo, pero es razonable –mirando la nada- Pareces ser muy importante para el –recordando a cierto azabache de ojos color vino- Ya debió olvidarse de mi –susurro.

-¿De quién hablas?-pregunto curiosa luego de captar el susurro de Isabella.

-Uhm m-mi novio Sebastián –dijo super sonrojada- Pero ya no debe ni acordarse de mí.

-¿Tienes novio? –continuo con el interrogatorio.

-No sé si aún es "mi novio" –haciendo comillas con los dedos en las últimas dos palabras- Pero, sí, tenía un novio cuando fui secuestrada –termino de explicar un poco triste.

-Si te ama de verdad, te estará buscando –dijo sonriente Marie.

-Eres una idealista, es imposible. Él no es del tipo que para su vida por una chica –recordando lo centrado del chico en cuanto a su carrera como músico.

-Si el amor es real, no hay nada que signifique un muro –continuo con su opinión romántica- Además es posible que cuando se vuelvan a ver el este esperando por ti.

-¿Regresar? –pregunto confundida la azabache.

-Si, en cuanto estés sana y a salvo del plan de los Mukami, ten por seguro que te ayudare a volver con tu familia –sonriendo mientras le pasaba unos zapatos que trajo para la chica.

-Gra-gracias, no estoy segura; pero ver a mi familia si me hace mucha ilusión –comento mientras se calzaba los zapatos de tacón bajo.

-¿Te quedan bien? –pregunto por los zapatos la castaña, mientras buscaba un cepillo para peinar.

-Sí, son muy cómodos, además de muy bonitos –comento, la azabache iba a continuar hablando, pero sintió como Marie tomaba su cabello por mechones y comenzaba a peinarlo con suavidad.

-Lo siento –dándose cuenta de lo que hacía- ¿Te incomoda? –pregunto apenada.

-No, para anda. Solo que hace mucho tiempo que nadie hacia algo como esto por mí –explico un poco sonrojada Isabella.

-No te preocupes, me agrada hacerlo –riendo ligeramente- Tengo una hermana cinco años menor que yo, es bastante grande pero me deja hacerlo y para ser sincera la extraño mucho. Somos muy unidas –explico con tristeza.

-¿Hace mucho que no la vez? –no pudo evitar preguntar.

-La vi hace tres meses, Shu y yo la vamos a visitar a ella y a mis padres cuando es posible. Pero, como somos muy unidas es duro estar separadas –terminando con el cabello de Isabella.

-Yo también tengo una hermana; se llama Constanza. Nos llevamos bien, pero ella estudia lejos de mí y ya nos acostumbramos a vernos solo para las fiestas –comento también sobre su familia.

-¡Ya basta de nostalgia! Que deprimida no soy bonita –Exclamo- ¿Aun estas de ánimo para pasear por la mansión? –cambiando el tema radicalmente.

-¡Me encantaría! Estoy harta del encierro –comento alegre.

-¡Ups! No era mi intención hacerte sentir encerrada –se disculpó Marie- Pero la puerta debe mantenerse cerrada para evitar que entren sin permiso a hacerte daño, pero ten –dándole una llave plateada- Sal y entra cuanto gustes pero procura buscarme si vas a pasear mucho por la mansión, por seguridad.

-¿Una simple puerta puede detener vampiros? –pregunto curiosa.

-No, pero esta puerta es especial. Tiene conjuros y grabados que no permiten la entrada a los inmortales, si está cerrada. Cierra con llave y estarás a salvo –mostrándole el intrincado diseño dibujado en la puerta- Solo a quien tú le abras podrá pasar, la llave activa el sello que hace la habitación impenetrable para invitados no deseados.

-Gracias por todo, Marie. Nunca tendré forma de pagarte todo lo que haces por mí –inclinando su cabeza ante la castaña.

-No hay necesidad ¿Para eso están las amigas, no? –pregunto con una sonrisa.

-Sí, amigas –dándole la mano en señal de amistad a la castaña.

-Ya verás que esto será por poco tiempo. Luego los chicos te tomaran respeto, muestra carácter y se mantendrán a raya. O yo los mantendré a raya –tronándose los dedos de forma maligna.

-Calma esos impulsos agresivos Marie, pareces familia de un psicópata –bromeo la azabache.

-Muy cierto –soltando una carcajada la castaña.

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He vuelto desde las profundidades del abyss con un nuevo capitulo de este fic. Realmente me disculpo por estar tanto tiempo sin actualizar; pero la musa es una preciosa dama muy esquiva que desea ver arder el mundo de la creatividad e imaginación.

En fin sigo viva y eso es lo que importa, por lo tanto este fic seguirá su curso a pasitos de tortuga pero continuara. Recuerden se aceptan: flores, tomatazos, comentarios, estrellitas e ideas para continuar este fic con el agrado de todos.

Pronto revelare la identidad del misterioso novio de Isabella y mas de una querrá estar en sus zapatos cuando el papasote ese aparezca por el fic. Pista: No pertenece al anime de Diabolik Lovers, a ver quien adivina.

Besos y Abrazos.

Mia_GonzlzR 


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