Gustos en común

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Ambas chicas bajaron tranquilamente las escaleras principales, la castaña a cada paso que daba le contaba historias sobre objetos o indicaba habitaciones a las cuales no debía entrar si pretendía mantenerse con su sangre dentro de ella.

-Pero no dejes que eso te intimide, simplemente respeta sus espacios –explico con tranquilidad la castaña.

-Es difícil aprenderse los lugares permitidos y los que no. Esta mansión es inmensa –haciendo gestos con sus manos- Además, todo se parece –finalizo con una cara de aburrimiento.

-Tienes razón, pero hay un método para que recuerdes todo –dijo mientras le giñaba un ojo a la pelinegra- Recuerda los objetos o pinturas al principio de los pasillos, esos si son distintos –comento con una ligera risa.

Las muchachas culminaron de bajar las interminables escaleras y se encontraron en el recibidor principal, de allí se adentraron más en la mansión por un arco de madera que estaba debajo de las escaleras y llegaron a un pasillo amplio con diversos arcos y puertas, pero estas se dirigieron a la puerta del final del pasillo que las condujo a un hermoso jardín trasero repleto de rosas y diversos macizos de flores.

-¡Bienvenida al jardín! –exclamo la castaña.

-¡Es maravilloso! –dijo la pelinegra a la par que observaba las flores que adornaban diversas macetas, y jardineras desplegadas todas de manera uniforme por el cuidado césped.

-¿Te gustaría conocer el invernadero? –pregunto la castaña.

-¿Se puede? –pregunto emocionada la ojiazabache.

-No deberías ir allí sola, es el invernadero de Reiji-san. Pero no le veo problema –mirando el cielo distraídamente- Aun es de día –comento en voz baja.

-¿Qué tiene que ver que sea de día? –percatándose del susurro de Marie.

-Que es imposible encontrarse con Reiji en el invernadero de día –dijo con una sonrisa.

-¿Los vampiros realmente son vulnerables al sol?

-Solo durante las horas de máxima luz solar, cuando el sol comienza a ponerse pueden salir. Se debilitan mucho si salen al sol en pleno día; pueden enfermarse seriamente durante días –dijo mientras un recuerdo de Shu en cama pasaba por su mente- ¿Notaste que las cortinas de la casa estaban todas cerradas?

-Sí, pero no le di especial mención a eso –contesto desinteresada la pelinegra.

-Eso es para que puedan deambular por la casa a su antojo, sin respetar necesariamente un horario. Aunque usualmente duermen o andan de vagos durante el día –comento con una sonrisa en los labios.

-Entonces... ¿Pueden estar para siempre despiertos? –preguntó incrédula.

-Sí, ellos recargan energías de beber sangre, comer o dormir. Pero lo que más los revitaliza es el ingerir sangre humana –concluyo.

-Entonces Shu es el más fuerte de todos, dijiste que él siempre se la pasa durmiendo por allí –bromeo la pelinegra.

-¡Oye! –Exclamo molesta la novia del mencionado- Bueno no puedo negarlo, por ser el primogénito Shu es el más fuerte, pero es bastante pasivo y desinteresado de todo y todos.

-¿Incluso contigo? –pregunto algo molesta.

-Para nada –dijo riendo- Yo soy la culpable de que sea más despierto.

-Uhm –imaginando cosas pervertidas -¿Qué querrás ocultar con esa frase?

-¡Na-nada! –Exclamo toda roja -¡Oh mira llegamos! –dijo señalando una construcción aledaña a la casa con paredes de cristal en algunos lugares y el techo completamente de vidrio.

-¡Woah! Es impresionante ¡Entremos! –dijo tomando la mano de Marie y precipitándose rápidamente a la puerta doble.

El invernadero tenia múltiples plantas, desde: medicinales, ornamentales, florales e inclusive cultivos de vegetales y especias.

-Creo que este lugar dice mucho de Reiji-san –dijo observando unas rosas de color blanco.

-¿Eso crees? –pregunto incrédula.

-Sí, los cultivos de comestibles me dicen que le gusta la cocina, las plantas medicinales indica que le llama la atención la medicina o los experimentos y esa mesa de té –señalando la mencionada en el centro del invernadero- Me hace creer que le gusta tomar té o los postres a lo inglés.

-¡Estoy impresionada! –Exclamo con los ojos como platos- Acabas de hacer un retrato al carbón de Reiji ¿Cómo puedes hacer eso?

-Es sencillo, me gustan esas cosas. En el departamento donde vivía tenía una mesa pequeña donde me gustaba tomar el té en las tardes junto a Sebastian, y me interesa la medicina tenía una que otra planta medicinal creciendo en macetas en la ventana de mi sala y realmente me gusta cocinar, pero no soy experta –finalizo de explicar.

-Eres como Reiji –comento con voz floja- Además, ¿Me dijiste que tocabas el piano?

-Toco el piano –aseguro.

-Me encantaría escucharte tocar –dijo con brillitos en los ojos- Ya es tarde- mirando la altura del sol a través del vidrio del techo.

-¿Tarde para qué? –pregunto confundida.

-Ya es hora o va ser hora de almorzar ¿Te gustaría ayudarme a preparar el almuerzo para nosotras? –pregunto emocionada.

-Encantada –le respondió la pelinegra a su nueva amiga.

Ambas amigas emprendieron su recorrido de vuelta a la mansión mientras hablaban de cosas al azar, una vez dentro de la gran casa se dirigieron a la cocina donde encontraron todos los ingredientes preparados encima del mesón de la cocina.

-Al parecer todos almorzaremos –dijo Marie observando las cosas del mesón.

-¿Por qué lo dices? –pregunto la azabache.

-Pues yo no deje nada en el mesón, esa es señal de que Reiji quiere que todos coman –explico la castaña.

-¿Te deja todo el trabajo a ti? ¡Que fresco resulto ser! –exclamo Isabella.

-No digas eso, usualmente está aquí para ayudar cuando todos comen o cocina él mismo. Es extraño que no ande por aquí y me regañe por llegar tarde... -indico la castaña.

-¿Sera porque le incomodo? –cuestiono la pelinegra.

-No creo que sea eso, simplemente quiere darnos espacio. A lo mejor tiene intención de que te sientas segura en la mansión – razono la castaña.

-Dejen de hablar de los demás a sus espaldas –dijo entrando a la cocina el tan mencionado vampiro.

-R-Reiji-san, pensé que no bajarías –dijo Marie.

-Es mi casa, no dejare de hacer lo que guste por los invitados –mirando directamente a Isabella.

-N-no era mi intención dar a entender eso –dijo la azabache bajando la cabeza apenada.

-¡Bien! Comencemos... -dijo la castaña tratando de aliviar la tensión.

Las chicas se dispusieron a seguir al pie de la letra las indicaciones que Reiji daba sobre la realización de salsas, ensalada y guarniciones, mientras él se encargaba del plato principal.

-¿Hoy no piensas sobre-consentir al niño mimado? Marie... –dijo Reiji.

-¡Yo no lo sobre consiento! –dijo sonrojada la mencionada.

-¿Qué quiere decir? –pregunto la azabache dejando salir su curiosidad.

-Tu castaña amiga es... como decirlo... una consentidora empedernida de Sakamakis, o mejor dicho, de Shu Sakamaki –dijo en son de burla el pelinegro.

-¡Eso no es cierto! –dijo aún más colorada Marie.

-A mí no me gusta el chisme, pero me entretiene ¿Podrías ejemplificar el comentario Sakamaki-san? –pregunto con todo respeto al azabache.

-Veras, esta joven de aquí ama consentir a la gente y en especial con Shu, hay veces en que para consentirlo, le prepara un menú a parte, solo para él. Y como la joven tiene debilidad por la sonrisa de "ángel" de su novio, ella lo hizo así durante una semana entera –término de relatar el pelinegro.

-No sé qué decir, Marie has perdido mis respetos –dijo mirándola con cara de decepción.

-Yo solo quería animarlo –explico mirando al piso la castaña.

-¿Y no podías hacerlo de una forma más... activa y privada? –dijo la azabache con una mirada pervertida en su rostro.

-Y-yo... ¡Ahhh! ¡No insinúes cosas raras! –dijo la castaña al borde del colapso nervioso y con un sonrojo muy notable en toda la cara.

Una carcajada rompió el silencio que se había instaurado en la cocina y ambas chicas voltearon sorprendidas a ver a la persona que la genero, encontrándose con un Reiji totalmente sonriente y con algunas lágrimas de risa en la comisura de sus ojos.

-Eres muy interesante, chica –dijo al recobrar un poco la compostura y acomodando sus lentes.

-P-puedes llamarme Isabella, Sakamaki-san- acoto la invitada.

-Reiji –dijo firme el joven.

-¿Ehm? –musito un poco confundida Isabella.

-Que puedes llamarme Reiji –dijo volteando en dirección a la azabache.

-E-está bien –dijo bajando la cabeza.

La preparación del almuerzo continúo con uno que otro comentario e indicaciones por parte de Reiji sobre cómo hacer ciertas cosas, pero del resto no se dijo nada más en la cocina. La castaña entraba y salía de la habitación buscando cosas para preparar la mesa y dejando solos a Reiji e Isabella.

-Sé que estuvieron en el invernadero –dijo de repente el muchacho.

-D-disculpa, no debí ir sin su permiso Reiji-san –se excusó la azabache.

-No le veo problema, en el día no suelo ir –explico con calma.

-Si es problema, ese lugar... dice mucho de usted como para que los extraños entren como si nada –contesto.

-¿Qué quieres decir? –dijo apagando la estufa y girando un poco la cabeza en dirección a la azabache.

-Allí pude sentir que de verdad lo conocía –dijo distraídamente mientras adornaba las fuentes de ensaladas y puré de papas.

-¿Conocerme? –pregunto intrigado y acercándose de a poco a la chica.

-Le gusta tomar el té de la tarde ¿Verdad? Y la cocina al parecer también y creo que un poco la medicina –dijo tranquila.

-¿Cómo puedes decir eso? –tomándola de la muñeca y volteándola para que lo mirase directamente.

-Ya se lo dije, ese lugar dice mucho de usted. Además reconocí cosas que me gustan a mí misma, usted y yo nos parecemos un poco –dijo con lentitud mirando directamente los ojos del muchacho de lentes.

-No puedo creerte –dijo acercándose a la cara de la chica.

-Las pertenencias hablan de sus dueños y los cultivos de vegetales y especias hablaban con sus colores, las plantas medicinales tenían condiciones específicas y cuidadosas, los macizos de flores estaban bien podados y la mesa del te perfectamente limpia y lustrada –dijo con tranquilidad.

El joven solamente miraba seriamente la cara de la muchacha, cabello negro lustroso y bien cuidado, labios como botones de rosa, pequeños y de un tentador color rojizo, mejillas coloradas de un rosa atardecer, piel blanca un poco bronceada totalmente perfecta. La vista del chico se dirigió nuevamente a sus labios y sintió algo fuera de lo normal: tentación; la identifico perfectamente porque sintió sus colmillos punzando contra sus labios asemejando el éxtasis que le produce a los vampiros beber sangre, en su mente algo hizo "click" y se percató de lo que hacía; estaba a punto de besar a esa azabache irreverente, que ni conocía, dándose cuenta de su error se separó bruscamente de ella.

-Tú no sabes nada de mí, no seas arrogante tu y yo, no nos parecemos, ni nos pareceremos –dijo con el ceño fruncido antes de voltearse nuevamente y comenzar a servir el plato principal.

Los demás hechos transcurrieron en silencio, el proceso de cocinar finalizo con la movilización de todos al comedor para degustar el almuerzo, donde Shu y Marie se sentaron juntos, al lado de ellos Isabella, todos comían con tranquilidad, pero la mente de la azabache no estaba justamente allí.

Isabella Pov's

¿Realmente él iba a besarme? No lo comprendo de un momento a otro parecemos que nos soportamos y luego me deja con la palabra en la boca. Reiji definitivamente es alguien difícil, aunque me recuerda un poco a Sebastian ¿Qué será de él? ¿Aún me recordara? ¿Me estará esperando?

Paseo la mirada por la mesa y veo a Shu y Marie muy tranquilos comiendo, aunque de vez en cuando intercambian un comentario o caricia sutil, son bastante pegajosos ¿Sera que no llevan mucho juntos y por eso son así? ¿Etapa luna de miel o algo así? Dirijo mi inspección a un chico de cabello lila que se sienta a mi lado, tiene un oso de peluche con un parche; Marie menciono que se llama Kanato. Luego estaba Reiji en la cabecera izquierda de la mesa, a su lado un peliblanco de nombre Subaru, luego Raito que se encontraba mirándome un poco raro; luego una pareja de una chica de cabello rubio platinado y un chico de cabello rojo y ojos verdes según Marie ellos son Ayato y Yui, al parecer son pareja o algo así.

Vuelvo a mirar a Reiji, pero el solo se concentra en la comida y no me mira para nada, tengo tanto que preguntarle de su actitud, pero creo que no me responderá.

Fin del Isabella Pov's

Cuando llego el momento del postre Ayato y Yui decidieron comerlo en otro sitio, Reiji también se retiró a "Quien-sabe-donde", Shu también se levantó sin siquiera esperar su porción al igual que Subaru.

Los únicos que quedaron en la mesa fueron Marie, Isabella, Kanato y Raito.

-¿Quieren algo de té para acompañar? –pregunto amablemente la castaña.

-Prefiero el café si no te molesta Mari-chan –dijo con una sonrisa Raito.

-Imagino que quieres té ¿Verdad Kanato? –mirando al de cabello lila.

-Sí y para Teddy también –dijo en voz baja.

-Okay ¿Isabella me acompañas? –pregunto.

-Si... -dijo distraída.

En la cocina prepararon rápidamente café expresso y te Darjeling.

-Oye ¿Por qué Shu no comió postre? –pregunto curiosa la azabache.

-No le gusta el dulce, pero si el café. Acompáñame llevemos una taza de café a Shu y una de té a Reiji-san –invito la castaña.

-No creo que sea buena idea –dijo con voz baja.

-¿Paso algo? –pregunto curiosa.

-Luego te cuento, mejor voy llevando lo demás al comedor te esperare allí.

Marie Pov's

Me pregunto si Reiji le hizo algo a Isabella, pero debo entregar esto primero. Encontré a Shu acostado como de costumbre, en el sofá del recibidor principal.

-Shu ¿Gustas café? –dije con voz bajita ya que no sabía si estaba durmiendo o no.

-¿Uhm? – musito abriendo uno de sus ojos y viendo la taza extendida frente a él.

-Si no quieres puedo llevármelo, no te preocupes –dije volviendo a poner la taza en la bandeja.

Shu creo que noto que me entristeció un poco su falta de respuesta.

-Quiero descansar un rato –me dijo viéndome a los ojos como pidiendo disculpas con la mirada- A las tres salón de música, Isabella puede venir –dijo cortante antes de darme un beso en la frente e ir en dirección a las escaleras.

-Okay Shu –dije un poco más animada.

El sigue siendo de pocas palabras y yo de muchas, pero de una forma u otra hacemos que el silencio no sea incómodo.

Subí las escaleras también y me dirigí al estudio de Reiji, la puerta de madera estaba ligeramente abierta pero sabía que debía tocar.

-¿Reiji gustas té? –pregunte aun desde la puerta.

-Pasa –se escuchó desde dentro.

Reiji-san estaba como de costumbre sentado en un diván de color carmesí, con un libro de tapa dura entre sus manos; el simplemente me miro y vi que en su mesa aún estaba el postre entero, aun esperaba el té. Al parecer me conoce bastante bien y sabía que le subiría algo para tomar.

-Ten, es Darjeling –dije dejando la taza al lado del plato con el postre.

-Buena elección –dijo apartando la mirada del libro.

-Reiji-san... -pronuncie con la intención de preguntarle si paso algo con Isabella.

-¿Uhm? –dijo para que continuara.

-Nada, te preguntare en otro momento –dije negando con la cabeza y retirándome de la habitación.

Al salir deje la puerta tal cual la encontré y antes de retirarme pude escuchar un leve "Gracias Marie", con una sonrisa baje las escaleras y me reuní con los demás. Tenían una conversación bastante animada.

Fin del Marie Pov's

-Volví –dijo la castaña.

-Qué bueno Marie –dijo burlón Raito.

-Oye Marie... ¿Guardaste más? –dijo Kanato con voz leve.

-Tranquilo en el refrigerador hay más pudin y tartaletas de frutas para ti solo –le susurro al cabello lila.

-¿Te gustan los dulces Kanato-kun? –pregunto Isabella.

-¿Gustarle? ¡Es lo único que come! –bromeo Raito.

-¡Raito! No te metas con Kanato –regaño Marie.

-¡Calma Marie! Pareces su hermana mayor –dijo riendo Isabella.

-No parezco su her... -dijo sonrojada la castaña.

-Lo eres –dijo Raito.

-Después de todo eres la novia de Shu –dijo Kanato con el tenedor en la boca.

-Oigan, no digan eso –dijo con voz bajita- Recuerden que a Yui-san no le gusta que digan eso.

-¿Y qué? Es la verdad, inclusive el propio Ayato te trata de hermana –dijo Raito- Además se le soporta por ser Eva, pero es una mujer bastante antipática, luego de que supo que era especial.

-¿Eva? –dijo curiosa Isabella.

-Es mujer, tiene una sangre especial que la hace adictiva para los vampiros. Según una leyenda esa sangre le daría mucho poder al vampiro que ella escogiese por Adán, pero para ello el vampiro elegido debe matarla y beber toda su sangre. Ella escogió a Ayato, pero él se negó a matarla, lo cual lo hace más fuerte que el vampiro sangre pura promedio, aunque solo en noches de luna llena –explico brevemente Raito.

-No sabía eso –dijo Marie.

-No era necesario que lo supieras, ella ahora es vampiro gracias a Ayato y vivimos todos juntos asegurando que el Clan Sakamaki es superior a todos los demás y eso es todo lo que debes saber. No hay ingenuo que intente meterse con nosotros –completo de explicar Raito.

-Ahora cambiemos de tema ¿De que hablaban cuando llegue? –pregunto la castaña.

-De música y me contaron lo que Shu escucha gracias a Raito –dijo Isabella.

-N-no puedo creer que le contaran eso –dijo toda roja Marie.

-Calma, me imagino que ya no lo escucha por el mp3 ya que te tiene a ti –dijo con una cara picara Isabella.

-¡Isabella! –exclamo muy avergonzada Marie.

Todos en la mesa se estuvieron burlando de Marie un rato, hasta que ella recordó que Shu las había invitado a la sala de música.

-¿Qué hora es? –pregunto la castaña.

-2:30pm ¿Por qué? –respondió Kanato.

-Shu dijo que fuera a la sala de música a las 3:00pm –comento.

-¿Van a tocar juntos otra vez? –pregunto Kanato.

-Supongo, aunque dijo que Isabella podía venir ¿Quieres ir? –pregunto Marie a su amiga azabache.

-Me encantaría –respondió la mencionada.

-Si Isabella puede ir, entonces yo también –dijo Kanato auto-invitándose.

-Uhm supongo, pero con una condición- dijo Marie.

-¿Cuál? –pregunto un poco inseguro.

-Si te pido que cantes, lo harás –dijo firme la castaña.

-Claro...-respondió el peli-lila un poco sorprendido por la petición.

-Bien, nos vemos allí en media hora –dijo la castaña recogiendo los platos y tazas de la mesa, para dirigirse a la cocina junto a Isabella.

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Primero que todo me disculpo por el tiempo ausente, y en medida de lo posible tratare de adelantar este trabajo en esta época vacacional. Pero al ser festividades los compromisos familiares me tiene un poco apartada de mis redes sociales, no es excusa, pero igual quería que supieran el porque estoy algo alejada de wattpad. 

En fin espero disfrutaran el capitulo y regresare con nuevas sorpresas sobre lo que le pasa a Isabella en su primer día recorriendo la mansión Sakamaki y para las Mukami fans, aguarden que ya viene su parte mas activa en la historia.

Se aceptan: estrellitas, tomatazos, sugerencias, comentarios y buenos deseos :)

Besos y Abrazos

Mia_GnzlzR


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