75

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


De verdad creía que alguna vez podríamos llegar a ser algo más que torturador y víctima. Había más posibilidades de que le diera a tío Jordán un abrazo a que fuera amigo de él.

Lo peor de todo era que no poseía la autoestima suficiente como para esperar que sucediera de forma casual, sino que lo pedía, lo suplicaba.

—¿Podemos ser amigos? —me preguntaba cuando abría los ojos en la mañana y lo encontraba mirándome.

—No —gruñía siempre en respuesta.

—¿Podemos ser amigos? —pedía mientras cenaba.

—No.

—¿Podemos ser amigos? —suplicaba mientras me duchaba con agua congelada.

—No.

Y siempre, sin excepción, al obtener mi negativa, él la aceptaba con pesar, sacaba un frasquito de medicina de su bolsillo y se tomaba una pastilla blanca que metía con nerviosismo en la boca. No me importaba para qué ingería eso, si estaba enfermo mejor para mí. Aunque más tarde lo descubriría, obviamente, porque no existían secretos entre nosotros como... ag, como dos amigos.

Pero, así como yo descubriría sus secretos, él averiguaría los míos.

Lo secretos son como Lázaro, siempre saliendo a la luz, resucitando a pesar de que fueron sepultados.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro