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02. Madriguera y Callejón Diagon


Aparecieron en lo que parecía ser un pantano.

Para su suerte, cayo de manera en la que solo arruinó sus zapatos y parte de sus piernas.

— Mataré a Dumbledore — Se quejó, viéndose a sí misma— Las botas son nuevas

— Vamos — Le dijo Harry empezando a caminar — Ten cuidado, esta resbaloso

Salieron del agua y comenzaron a caminar en silencio.

Antes de entrar ambos se quitaron los zapatos. Ella se las saco con enojo

— Y ahí van sesenta dólares a la basura — murmuró tirándolos a un costado

— No exageres, puedes arreglarlo con magia

— No recuerdo ningún hechizo para eso

Leylah rodó los ojos y abrió la puerta, escuchando gritos

— ¿Escuche una Lechuza? — Reconoció la voz de Hermione

— ¿Tu no lo viste o sí? Al parecer anda por la casa

— ¿En serio?

— En serio — contestó el chico con una sonrisa

Ginny fue la primera en acercarse a saludarlos

— ¡Harry! — Leylah se corrió para que ambos pudieran abrazarse. Al separarse, también se abrazaron entre ellas

— ¡Harry, Leylah!

Hermione los abrazó con fuerza al igual que Ron. La señora Weasley fue la última en aparecer

— Pero que agradable sorpresa, ¿Por qué no nos dijiste que vendrías?

— No lo sabía — Contestó —Dumbledore

— Ese hombre — Sacudió la cabeza con una sonrisa — Pero ¿Qué haríamos sin él?

— Ehh... Tienes pasta de dientes — Ron llamó la atención de todos al dirigirse a la castaña a su lado

Hermione río nerviosa y se lo quitó con la manga

— Señora Weasley — llamó la Riddle luego un unos momentos en silencio

— Dime Molly, Querida

— Claro, si — Le sonrió — Molly, ¿Cree que podría tomar una ducha? — Señaló sus piernas con barro — Dumbledore calculo mal

La matriarca río — Por supuesto que sí, Charlie te dirá donde hay toallas

Miro detrás de la mujer y se encontró con la mirada del pelirrojo. No lo había oído bajar

— Sígueme — asintió con la cabeza las escaleras.

Lo siguió luego de sonreírles a todos. Subió detrás de él en silencio ya que en realidad no tenía mucho que decirle

Charlie se paró delante de una puerta y la abrió

— Traje tus cosas aquí, donde dormirás mientras te quedes — pasó y ella hizo lo mismo — Hermione dormirá con Ginny

— ¿Es el cuarto de Bill o el de Percy? — le preguntó mirando a su alrededor.

— No, es el mío. Yo dormiré en el de Bill

— ¿Que? ¿Por qué? — lo enfrento con el ceño fruncido — ¿No es mejor que yo duerma en el de Bill y tu aquí?

— No, ¿Por qué quieres dormir en el cuarto de Bill?

— Porque no quiero robarte el tuyo

— No es un robo si te lo doy — Abrió la boca para refutar — No está en discusión

— Bien de acuerdo — le sonrió. Sin sus botas, que le otorgaban unos cuantos centímetros de más, la semidiosa le llagaba al pecho del chico por lo que debía de alzar un poco la cabeza para poder mirarlo bien — Si me querías en tu cama solo tenías que pedirlo

— Tal vez no te quiera en la cama de otro — contestó sorprendiéndola. Nunca le devolvía sus comentarios y coqueteos. Él rio por su expresión— El baño es la puerta del frente, hay toallas dentro. Te dejo para que te acomodes

Se dio vuelta, pero terminó volviendo sobre sus pasos, acercándose y besándola

El beso fue corto, casi solo un roce antes de separarse de ella

— ¿Y eso?

— Estoy demostrándote que soy un verdadero Gryffindor — Le contestó y ahora sí caminó hacia la puerta — Nos vemos por la mañana. Descansa

¿Descansar? ¿Cómo pretendía que descansara después de aquello? Dioses, estaba segura que estaba a punto de sufrir un infarto

Sacudió la cabeza tratando de concentrarse e ir a la ducha. Tomo su ropa y fue al baño.

Cinco minutos después apagaba el agua y se cambiaba. Harry la esperaba ya también aseado

— ¿Estas cansada? Ron y Hermione nos están esperando, pero si tienes sueño no importa

— Estoy bien, vamos.

Llegaron al cuarto del pelirrojo y todos comentaron sus vacaciones hasta ahora. Se rieron de algunas de las anécdotas.

— ¿Cuándo llegaste? — preguntó Harry a su amiga

— Hace unos días, por un tiempo no sabía si vendría

— Mamá enloqueció la semana pasada — siguió Ron — Dijo que Ginny y yo no debíamos de volver a Hogwarts

— Ay, por favor — Exclamó Harry

— No es la única, hasta mis padres saben que algo malo está pasando

— En fin, papá intervino le dijo que estaba exagerando, tardo unos días, pero aceptó

— Remus y Sirius tampoco quieren que vuelva — contó ella — Incluso lo sometieron a votación junto con la orden. Temen que Bell me busque una vez que se dé cuenta de que estoy viva

— Pero hablamos de Hogwarts, esta Dumbledore. No hay nada más seguro

— Se dice, últimamente, que Dumbledore está muy viejo

— Que estupidez... Solo tiene ¿Cuántos?

Todos se miraron mientras lo pensaban

— ¿Ciento cincuenta? — preguntó Ron — Años más, años menos

todos se rieron y la tensión que se había generado se disipó.

Despertó en el bosque del campamento mestizo, era de noche y estaba oscuro. Los árboles se mecían de un lado a otro con calma. Se escuchaban algunos grillos en la lejanía. Podía escuchar el fuego crepitar de la fogata y algunos de los canticos que hacían los de la cabaña siete. Las noches como esas eran sus favoritas en el campamento

la hacían sentir en paz y felicidad

La escena cambio. Miró a su alrededor viendo el cuerpo sin vida de Aarón, en sus manos, que estaban ensangrentadas, estaba su daga también manchada de sangre.

— ¿Leylah? ¿Qué has hecho? — Remus se acercó mirándola a ella y al cadáver — ¿Cómo has podido matarlo?

— Yo... Puedo explicarlo

— No hay mucho que explicar — Sirius apareció al lado del hombre lobo — Eres una asesina

— Él iba a matarme y matarlos a todos... Yo tenía que... — susurró desesperada — ¡Tenía que hacerlo!

— La Leylah que recuerdo nunca lo hubiera hecho — Nico se apareció detrás de ella junto con Harry y Percy. Los tres la miraron decepcionados y, lo peor para ella, con terror

Giró sobre si misma mirando a todos los presentes. Ahora estaban todos los de la orden, la rodeaban

— Deberías estar en Azkaban — le dijo Charlie — Antes de que te conviertas en tu padre

— Quizás ya sea demasiado tarde — Susurró Harry

Las lágrimas caían con fuerza, el aire le faltaba. Todos la rodearon con miradas enojadas y juzgándola.

Cayó al piso y gritó.

— ¡Leylah, despierta!

Abrió los ojos respirando con dificultad, miró a los lados asegurándose de que estaba en la madriguera. Las manos le temblaban y sentía ganas de vomitar.

Unas manos cubrieron las suyas y saltó ante el tacto

— Shh, tranquila — levantó la vista y vio a Charlie con una mirada preocupada en su rostro — Solo fue una pesadilla — se estiró y tomó un vaso de agua y se lo tendió — Toma

Agarró y tomó un sorbo. Se obligó a calmarse, nada de aquello había sido real. Tomó toda el agua y le devolvió el vaso

— Gracias — agradeció con la voz ronca — ¿Te desperté?

Negó — No, fui a buscar agua y cuando volví estabas gritando

— lo lamento, espero no haber despertado a nadie — se llevó las rodillas al pecho

— ¿Quieres hablar de eso?

— No recuerdo que estaba soñando, solo recuero que era malo — mintió y carraspeo. — Creo que volveré a dormir

— Claro — se levantó de la cama y caminó hasta la puerta. — Si necesitas algo, estoy en el último cuarto de la derecha — la miró intensamente — Enserio, lo que necesites

— ¿Y si lo que necesito es un beso de buenas noches? — preguntó con una falsa diversion, tratando de hacerle ver que no estaba afectada

él le sonrió y negó con la cabeza — Podemos llegar a negociarlo. Que descances

— Buenas noches

Una vez que el pelirrojo se fue y la puerta se cerró su sonrisa cayó. se deslizó a través de las sábanas sabiendo que ya no se dormiría.

[...]

La tienda de los gemelos Weasley explotaba de personas, en su mayoría niños.

Habían terminado de comprar los útiles de ese año y, los miembros de la orden que los habían acompañado, como Remus, Charlie y Kingsley, los dejaron recorrer algunas tiendas.

Acomodó su gorra y trató de cubrirse el rostro ayudándose con su cabello. La única manera que la dejaron ir con el resto había sido si se cubría en todo momento. Faltaba tan solo unos días para volver al castillo y no querían imprevistos

Leylah estaba cansada de esconderse; Era una semidiosa, ella peleaba no huía.

— ¡Pasen, pasen! — gritaban los gemelos — Tenemos delicias desmalladoras, y justo para el regreso a clases; ¡Pastillas vomitivas!

Pasó junto a Hermione y Ginny mirando las pociones de amor. Tomó una y la examinó

— Hola señoritas... — se acercaron Fred y George — ¿Pociones de amor? Si, de verdad funciona

— Pero según dicen, Ginny, lo estás haciendo bastante bien sin ayuda

— ¿De qué hablan?

— ¿No estas saliendo con Dean Thomas?

— No les incumbe — la pelirroja se alejó

— ¿Qué es eso? — preguntó Leylah mirando unas piedras brillantes negras. Se acercó a ellas y las examinó tomando una

— Polvo Peruano de oscuridad instantánea — le respondió George

— Útil para huidas rápidas, se vende mucho — Fred siguió y le guiñó el ojo — Inspirado en ti

— ¿En serio? — la hizo girar entre sus dedos — Fascinante

Ambos se fueron y ella compró algunas cosas, sabía que Mikael se divertiría con ellas.

— Vamos de aquí — dijo Ron

El trio de oro y la semidiosa salieron de la tienda y empezaron a caminar

— ¿Cómo le hicieron Fred y George? Tienen el callejón lleno de clientes

— Fred dice que la gente necesita divertirse

— Tiene razón

Pararon delante de uno de los locales destrozados

— Ay, no — dijo con pena la castaña — Todos compraban varitas con Ollivanders

— ¿En serio? — le preguntó ella. todos entraron al lugar — ¿Aquí?

— ¿Dónde conseguiste la tuya? — le preguntó Harry

Se encogió de hombros — Mi madre me la dio. Creo que ella la hizo

— Aun me cuesta creer que tu madre sea una Diosa — hablo el Weasley, luego miro a la ventana — Chicos, ¿Lo imagino o es que Draco y su madre no quieren que los siga nadie?

Se acercaron a la ventana y pudieron ver a ambos Malfoy mirar a todos lados antes de caminar.

Suspiró cansada — Vamos a seguirlos, ¿Cierto? —La única respuesta que tuvo fue verlos a los tres salir por la puerta — Genial

Siguieron el camino del rubio tratando de no ser descubiertos. Se metieron por un largo pasillo a oscuras. Cerca del final de este había un hombre golpeándose a cabeza contra la pared y hablando solo

Lo vieron entrar en Borgin & Burke y se quedaron a unos cuantos metros de la entrada, escondidos entre una pared. Vieron una luz prenderse más arriba.

Se miraron entre ellos antes de escalar para poder ver hacia adentro. se sostuvieron como pudieron, pero no podían ver mucho más que a Draco junto con su madre y algunas personas más.

La Riddle frunció el ceño. Ojalá supiera de que iba aquello o por lo menos tener alguna pista. Odiaba no comprender algo

Se escondieron cuando alguien miró en su dirección. Luego la cortina se cerró y ya no podían ver nada

— Vamos antes de que nos maten — les dijo y bajaron para volver junto al resto 

Capitulo dos!!

¿Como están? Espero que bien

Estuve releyendo algunos capítulos de la historia y, además de encontrar errores de tipeo y ortográficos, me di cuenta de que me gusta mucho la amistad de Leylah y Harry como para arruinarla con una relación. Creo que en cierto punto incluso puede llegar a parecer media forzada.

Así que decidí que esta historia solo será de Charlie y Apolo. De igual manera como lo comenté anterior mente voy a escribir una solamente de Harry, así que si tienen alguna idea que les gustaría pueden decirmela en los comentarios

Desde ya agradezco a todas las personas que me leen, votan y comentan. Realmente lo aprecio.

En fin, voten y comenten si les gustó

Nos leemos en la próxima!! ♡♡

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