En cuanto los pedidos de los alfas fueron puestos en la charola, Yoongi no pudo evitar soltar un suspiro, al menos no tendría que trabajar los siguientes días, pero también iba a ser una tortura tener que convivir con esos alfas, podían ser a veces agradables, y otras tan extraños que llegaban a causar que en sus pensamientos sólo estuviera lo peor de ellos, pero bueno, no es como si pudiera estar en casa ahora mismo, esperaba que su madre regresase pronto, faltaban pocos días para que esa semana diera por terminada, y Yoongi contaba las horas y los minutos y se sentía feliz cada que la noche hacía acto de presencia, otro día nuevo para él, después del trabajo llamaría a su madre para poder saludarla, la extraña.

Camino con la charola en manos, dirigiéndose hacia la puerta de salida y entrada de la cocina, y cuando lo hizo, no dudo en mirar a la mesa en donde aquellos alfas se encontraban, todos parecían estar esperándolo, se mantenían demasiado serenos, sumamente tranquilos para el gusto de Yoongi, en casa eran un desastre andante, y más cuando se trataba de comer, parecía que se les iría la comida corriendo de sus platos, comían demasiado, los alfas comen demasiado, pero no creía que tanto.

Siguió su camino esquivando las otras mesas y por fin cuando estuvo frente a los hermanos Kim, pudo sentirse un poco aliviado.

—Aquí están sus pedidos —menciono Yoongi antes de comenzar a repartir la comida a cada uno de los alfas.

—¡Esto se ve delicioso! —exclamo Taehyung mientras juntaba las palmas de sus manos y las restregaba una contra la otra—. Gracias por traerlo, omega.

—No soy tu omega —dijo en respuesta haciendo que Hoseok soltase una risa pequeña.

—Sí, como Yoongi podría querer a un alfa tan tonto como tú —dijo Hoseok haciendo que Taehyung lo mirase de mala gana—, para eso me tiene a mí.

Yoongi rodo los ojos al escuchar esas palabras, ¿qué demonios les pasaba a esos cinco? Desde que llegaron, Yoongi supo que algo no estaba del todo bien, en primera venían vestidos como si estuvieran a punto de ir en búsqueda de omegas, un ligue rápido, en segunda, habían pedido y especificado a Sunhee que los sentase en una mesa de las que le tocaba atender a él, y en tercera, nada más cuando se había acercado, esos tontos habían comenzado a coquetearle, ¡y vaya forma de hacerlo!

Yoongi en toda su vida había recibido elogios, por su piel, por su sonrisa, por sus ojos, inclusive por su actitud, y cuando se presentó como omega, los elogios y adulaciones fueron incrementándose más, lo cual no le gustaba debido a que algunos alfas podían ser unos grandes idiotas, ¿qué acaso no sabían cómo tratar bien a un omega? No a todos les gusta que se haga comentarios sobre lo 'lindo' que es su trasero y cosas por el estilo, pero por supuesto, jamás pensó que los hermanos Kim serían capaces de demostrar un coqueteo frente a él.

—¿Algo más que quieran? —pregunto Yoongi en cuanto termino de entregar la comida de Jungkook.

—No me molestaría que estuvieras aquí con nosotros, omega —dijo Jimin dándole como regalo a Yoongi un guiño.

—Prefiero ir a la cocina —menciono Yoongi para después soltar un suspiro—, y hablo en serio, ¿no se les ofrece algo más?

—Una conversación contigo no estaría nada mal —dijo Hoseok.

—No me pagan para hacerle compañía a los comensales —respondió Yoongj.

—Auch —dijo Seokjin, eso sí había dolido—, bueno, por el momento no queremos nada más, Yoon.

—Bien —sin más Yoongi se retiró de la mesa.

En cuanto Yoongi se alejó de la vista de los hermanos Kim, todos soltaron un resoplido, se sentían totalmente derrotados por todo lo que estaba pasando, nunca creyeron que coquetear sería un trabajo arduo y mucho menos tan difícil.

—Ese omega es más complicado de lo que creía —menciono Taehyung mientras le daba un vistazo a la comida, el aroma le estaba abriendo el apetito.

—Pienso lo mismo —dijo Hoseok—, pero vean el lado bueno, al menos no nos sacó a patadas de aquí.

—Pero se ve que tiene la intención de hacerlo —comento Jungkook y Seokjin dio un asentimiento reforzando las palabras de su hermano menor—, no quiero que me eche de aquí, es la primera vez que vengo aquí, y esta él aquí, y me gusta.

—¿Creen qué lo estemos molestando? —pregunto Jimin—. No quiero que se enoje.

—Ni yo —dijo Seokjin en un resoplido, miro detrás de él para fijarse si Yoongi se encontraba cerca, pero no estaba—, esto fue una muy mala idea.

—¿Apenas lo reconoces? —pregunto Hoseok—. Jamás debimos hacer caso a las palabras de Taehyung.

—¡Era un plan fabuloso! —reclamo Taehyung—. Aunque él nos está mandando muy lejos.

—Quizás no estemos haciendo algo bien —dijo Jungkook—, tal vez debemos ser menos directos con él.

—Deberíamos irnos después de comer —menciono Seokjin—, eso es lo que debemos hacer.

—Pedirle disculpas a Yoongi también —dijo Jimin—, no quiero tener problemas con mi futuro omega.

—No lo será —Jungkook no quería que sus hermanos mayores fueran los ganadores, él podría ser el más pequeño, pero es muy competitivo, y Yoongi lo había cautivado con sólo acciones y palabras, nunca imagino que eso le pasaría—, le pediré matrimonio cuando cumpla la mayoría de edad.

—Cuando la cumplas, Yoongi ya estará conmigo —menciono Seokjin haciendo que su hermano menor le gruñera en respuesta—, ¡quieto, lobito!

Yoongi volvió a salir de la cocina y entonces miro a la mesa en donde se encontraban esos chicos, observo con cuidado lo que hacían, sus semblantes parecían llenos de tristeza y preocupación por lo que estaba pasando, además de que algunos parecían molestos, Yoongi no entendía lo que pasaba, necesitaba de muchas explicaciones de parte de esos chicos.

No quería acercarse, pero también no quería quedarse con la duda, además estaba trabajando, no podía simplemente sentarse con ellos y charlar un rato, no cuando la supervisora estaba cerca, pero bueno, necesitaba hablar con ellos, después de todo no entendía sus razones para estar allí, y por sobretodo sus razones para tratar de coquetear con él.

Apretó los labios formando una línea recta.

—Voy a arrepentirme de esto... —dijo para sí mismo y entonces volvió a caminar, esquivando algunas de las mesas para así poder llegar con los hermanos Kim—, oigan...

Los alfas al escuchar la voz del omega no dudaron en mirarle.

—¿Qué pasa, omega? Decidiste que es una buena idea venir con nosotros y pasar un buen rato —pregunto Taehyung.

—Ya dejen eso —menciono Yoongi.

—¿Qué cosa? —pregunto Hoseok.

—Ese intento tan tonto de coqueteo.

Bueno, Yoongi los había descubierto, aunque habían sido demasiado obvios con sus intentos, los colore rápidamente subieron por los rostros de los cinco alfas allí presentes, la vergüenza estaba en sus cuerpos, Hoseok se maldecía internamente por haber aceptado el plan tan estúpido de Taehyung, Jimin quería esconderse debajo de la mesa y no salir nunca de allí, Seokjin quería darle un golpe a Taehyung por haber tenido un plan tan ridículo como ese, sabía que Yoongi nunca iba a caer con sólo sus palabras, Taehyung quería levantarse y salir corriendo sin dar explicaciones del restaurante, mientras que Jungkook se dejó caer en su asiento, deslizándose un poco, detestaba sonrojarse, pero estaba avergonzado por haber sido descubierto. Yoongi al verlos tan apenados se sintió un poco mal, pero no sabía porque lo hacían, quizás inclusive lo hacían para practicar sus toques de galanes cuando vayan por el omega que les gusta.

Al pensar aquello, Yoongi pudo colocar bien los puntos sobre la mesa, era eso, ellos estaban practicando sus coqueteos con él para saber si eso funcionaba para poder conquistar a los omegas que les gustan, aunque sabe que esos omegas no son algo que sea bueno para ellos, a ellos les gustan, no puede hacer nada contra eso, el corazón se enamora de la persona menos esperada, así que no los culpaba, podría ser inclusive el omega más enojón, y poco simpático de la historia, pero siempre habría un alfa interesado y enamorado de ese omega.

—No tienen de que avergonzarse —hablo Yoongi, para después regalarles una sonrisa—, los perdono por esta vez —menciono el omega haciendo que los alfas lo vieran—, chicos, no tienen que actuar de otra forma para impresionar a un omega, el omega que los quiera debe quererlos tal y como son, no por apariencias, ni por ropa linda, ni por palabras, todo eso es una máscara, lo que les debe importar es si el omega los quiere por todo lo que son en el interior. Además, son alfas sumamente buenos, un poco desastrosos, pero lindos, cualquier omega estaría encantado de salir con ustedes.

Jungkook había sentido como su corazón se aceleraba con esas palabras, demonios, le había gustado, era un lindo consejo, Yoongi los conocía poco, pero esas palabras habían sido dulces, le habían hecho sentir enamorado. Seokjin no sabía que decir, era cierto, ellos creyeron que llamarían la atención con todo lo que hacían, pero sólo molestaron a Yoongi, y con esas palabras, la vergüenza se había ido, y no pudo evitar mirar a Yoongi, eso había sido sumamente dulce.

Taehyung sintió calidez con las palabras de Yoongi, él la mayoría del tiempo mentía para impresionar, pero a Yoongi no le tenía que mentir, podía ser él mismo con toda confianza, era inevitable no poder enamorarse de ese omega. Jimin quería simplemente levantarse y abrazar a Yoongi para no volver a soltarlo, esas palabras habían sido tan lindas que lo único que quería hacer era brindarle el cariño más puro y sincero a ese omega que había hecho latir su corazón. Mientras que Hoseok, no sabía qué hacer, su corazón había latido de un de repente mucho más rápido, la calidez había invadido su pecho, quería sonreír y no dejar de hacerlo nunca y más si se trataba de sonreír todo el tiempo para Yoongi.

El omega sin querer les había dado motivos a los alfas para quererlo, para amarlo.

—Terminen de comer y vayan a casa —dijo Yoongi al no recibir respuesta alguna de parte de los hermanos Kim—, les llevaré golosinas, ¿bien?

Los alfas dieron un asentimiento lentamente sin dejar de ver a Yoongi, el omega sonrió en respuesta y volvió a retirarse de allí, estaba molesto, pero ya los regañaría en casa, por el momento los dejaría en paz. Cuando Yoongi se había retirado, los alfas no evitaron soltar un suspiro, uno largo y tendido.

—Creo que ahora si estoy muy enamorado —comento Taehyung sin dejar de ver a Yoongi quien atendía ahora mismo en otra mesa.

—Ya somos dos, mi querido hermano –dijo Seokjin, definitivamente le gustaba Yoongi.

—Sumen uno más a la lista —dijo Hoseok, de repente el sabor de todo sería más dulce para él.

—No se olviden de apuntarme en esa lista —dijo Jimin mientras su mirada seguía clavada en Yoongi.

—Tampoco me olviden a mí, chicos —Jungkook no podía dejar de sonreír mientras veía a Yoongi—, él es lindo.

—Lo es —dijeron los demás al mismo tiempo, era una de las pocas veces en que todos estaban de acuerdo.