Un mes después.

Al bebé de Soobin le encantaba dormír, aunque esa era la excusa del padre para dormir hasta tarde, esos meses se la pasaba somnoliento y sólo buscaba dormir lo más posible aunque ya hubiera descansado todo el día.

Ese día no podía darse ese lujo ya que tenía que trabajar, con suma pereza se levantó de su cama con cierta dificultad por su pancita hinchada y fué al baño para darse una ducha reparadora, una vez listo y vestido fue a preparar su desayunó que fueron pan con huevo y su nuevo vicio: la mermelada, había descubierto que la quería comer con cualquier comida, siempre se le antojaba mermelada de lo que fuera, está vez fue de mango.

Seguía caminando de vez en cuando a su trabajo pero ese día no estaba con animos de caminar así que decidió tomar un taxi que lo llevo rápidamente al trabajo, ahí fue recibido con muchas miradas cariñosas, a Soobin le gustaba estar en su trabajo por lo mismo, recibía todo el cariño que no recibía en su solitaria casa, con una sonrisa saludo a sus compañeros y llegó a su lugar de trabajo para empezar a hacer los postres, a él usualmente le dejaban las decoraciones, especialmente las complicadas por su gran paciencia a la hora de hacerlo, Jennie se paseaba de vez en cuando para ver si se sentía bien.

Soobin a veces quería decirle a su noona que no le diera vacaciones, él quería que lo cuidaran de la misma forma en su casa, seguía seguro de su decisión con su bebé, pero no supuso que pasar el embarazo sólo fuese tan duro, tenía que cuidar de si mismo, nadie estaba para él, por lo menos en su trabajo se preocupaban por él.

Entre pensamientos y postres pasó la mañana hasta que en la tarde lo llamó el doctor Lee con respecto a la prueba de paternidad que le había pedido el mes pasado, lo citaba para que fuera de una vez, le pidió el permiso correspondiente a su noona que lo instó a ir rápidamente.

Una vez estuvo en el Banco de Esperma subió rápidamente al consultorio del doctor que lo esperaba con una sonrisa tranquilizadora.

—Buenos días Soobin-ah, ¿Cómo está transcurriendo tú embarazo?

—Hola doctor, todo está bien, mi bebé se está portando muy bien, ya me dejá comer tranquilo —le actualizó Soobin al doctor con una sonrisa.

El doctor no pudo evitar corresponder y procedió a aclararle la situación a Soobin.

—Soobin, tengo buenas noticias para tí —empezó el doctor Lee — Tú bebé no es de la muestra perdida, tú bebé va estar más que a salvo.

Soobin se permitió relajar y respirar correctamente después de escuchar la noticia, no se había dado cuenta que estaba reteniendo la respiración, el pensar que su bebé podía ser apartado de su lado lo ponía mal, posó sus manos en su pancita para reconfortarse y empezó a acariciarla.

—Tú cita está programada la semana que viene —interrumpio sus pensamientos el doctor —Y alguien quiere estar presente.

Soobin miró al doctor sin comprender, desde que había iniciado su embarazo nadie lo había acompañado.

—¿Quién?

—El padre biológico de tú bebé —confesó el doctor.

Soobin inmediatamente se puso alerta.

—Te prometo que no va a intentar nada contra el bebé y contra tí, él sólo quiere conocer a la persona que porta a su hijo.

—¿Cómo sabe éso? —Soobin protegía con sus manos su pancita.

—Ten confianza en mi, nada malo les pasará.

—¿P-puedo saber cómo se llama?

—Nah Kyung.

Soobin abrió sus ojos de la impresión, se preguntaba si sería posible tal casualidad, muy en el fondo deseaba que así fuera, con su mano intentó tapar su carita que formulaba una sonrisa mientras se repetía internamente que no se emocionará, pero el doctor logro ver a través de sus manos.

Volvió a su trabajo con la cabeza en la posibilidad de que aquel hombre amable fuera el papá de su bebé, lo volvería a ver, él mismo había solicitado estar en la cita mensual de Soobin, cómo si estuviera interesado por el bebé, aquello entusiasmo un poco al pelinegro.

El día de la consulta mensual había llegado y su noona le había concedido el día libre para dedicarselo a su bebé y la cita, su estómago había amanecido revuelto con el recuerdo de que ése día conocería al donante de esperma utilizado para dar vida a su bebé, vistió con una sudadera negra que era su favorita y sus jeans inseparables, agarró un taxi que iba dirigido al  Banco de Esperma, sus manos las secaba con su jean del sudor.

Cuándo llegó al edificio subió al piso de consultorio, las secretarias le indicaron que tomará asiento en la sala de espera mientras el doctor se desocupaba, su mente estaba tan distraída con la posibilidades del papá de su bebé que no se dió cuenta que había alguien sentado a su lado hasta que vió unos dedos pasar frente a sus ojos, se giró para ver al dueño de los dedos y quedó paralizado por la vista.

Era aquel hombre de bonitos halagos a él, le estaba sonriendo con una sonrisa que achicaba sus ojos.

—Hola, embarazado bonito.

Soobin se sentía a derretir, sintió cómo sus mejillas subían de temperatura y antes de poder taparse con sus manos el sujeto fue más rápido y agarró sus manos para impedirlo.

—Un embarazado sonrojado, eres tan tierno —decía el hombre con una sutil carcajada.

El pelinegro quedo un rato más prendado de la mirada del contrario mientras sentía el calor de sus manos, fué un carraspeó lo que lo sacó de su ensoñación y giró para ver que ahí estaba el doctor esperándolo.

—Todo listo, Soobin-ah, puedes pasar —con una mirada tierna le dijo a Soobin, luego pasó al hombre a su lado y su mirada fue más fuerte —Tú también, Kyung.

Ambos pasaron al consultorio dónde tomaron sus respectivos asientos y el doctor los presento.

—Soobin, él es Nah Kyung, es el padre biológico de tú bebé —dijo con delicadeza el doctor Lee.

El pelinegro volteó a ver a Kyung quién le sonreía y le devolvió tímidamente la sonrisa.

—Un gustó, pequeño —Kyung ke ofreció su mano en saludo y Soobin devolvió el gesto —Me alegró que seas tú quién cargue a mi hijo, va a ser un bebé muy bonito.

Un carraspeó interrumpió el ambiente tímido que había creado Kyung y el doctor lo miró con advertencia, procedió a preguntarle a Soobin de manera amable cómo llevaba su embarazo, mostrándose tímido por la compañía de Kyung, le relató que todo seguía normal con su embarazo, su barriga se hinchaba cada vez más y el doctor le comentó que su peso también debía subir junto con los kilos de la pancita para llevar un embarazo normal, que no se preocupará por las estrías y cosas así, ya que sabía que sabía que si Soobin se lo proponía podía bajar el peso ganado en un corto tiempo, también le recomendó unas cremas para la piel.

El doctor le pregunto si quería realizar una ecografía en esa cita, Soobin miró a Kyung para ver sus ojos entusiasmados, no pudo decir que no y con mucha timidez  subió a la camilla y alzó su hoodie, el doctor aplicó el gel para ver a la pequeñita criatura.

El doctor movió un poco el aparato hasta que le aviso a los presentes que había encontrado un buen ángulo y señaló a la pantalla, Soobin apreció un buen rato a su bebé y luego observó a Kyung, sus ojos brillaban viendo a su bebé y Soobin sonrió por ello.

Limpió su pancita una vez la ecografía terminó y escuchó las últimas recomendaciones del doctor para salir del consultorio junto con Kyung, no se dió cuenta que el doctor le lanzaba una mirada de advertencia a su acompañante.

—¿Vas a algún otro lugar?, ¿Quieres qué te acompañe? —preguntó amablemente Kyung al menor que se sonrojó.

—Ah, yo... No, no, gracias —respondió tímidamente Soobin.

—Pero si vas a alguna parte, pues, te acompaño, no puedo dejar que quién carga a mi hijo ande sólo por las calles.

A pesar de que Soobin insistió en que no lo acompañará fue cómo hablar con la pared, de igual forma fué con el pelinegro al supermercado, Soobin tenía que abastecer su alacena, en especial su más preciado antojó, pero sentía pena de llevarse los quince potes de mermelada que usualmente llevaba, así que optó por agarrar sólo dos y otro día volvería por los demás, Kyung arrastraba el carrito dónde fuera que se moviera Soobin, hacía años que Soobin no era acompañado al supermercado, su último acompañante había sido Yeonjun, sentía melancolía por su recuerdo pero tenía que superar el hecho de que el rubio no volvería por él.

Fueron a la caja a pagar y ahí se encontraba la chica que usualmente lo atendía quién lo saludo de forma entusiasta, le parecía súper tierno el embarazado y siempre le preguntaba si por fin sabía el sexo de su bebé, con una sonrisa empezó a facturar y se sorprendió de que sólo llevará dos potes de mermelada.

—Disculpe, ¿Ya no tiene antojó por la mermelada? —preguntó inocentemente la cajera.

—Eh, ¿Antojó por mermelada? —interrumpió la posible respuesta del sonrojado Soobin.

La chica reparó en que el embarazado no iba sólo y se sintió feliz de pensar que era su pareja.

—Si, usualmente se lleva quince potes de mermelada, las de pera son sus preferidas pero siempre se lleva una gran variedad.

Kyung con una sonrisa cómplice observó a Soobin que no podía estar más rojo porque no podía, con un "espera un momento" corrió hacía el estante de las mermeladas y volvió con las trece que faltaban, él pago por todo y le dejó propina a la cajera que inocentemente pensaba que el embarazado tenía quién lo cuidara.

Kyung dejó a Soobin en su casa, lo ayudó con sus cosas y se fué con la excusa de que tenía que buscar a alguien pero se mantendría en contacto con el pelinegro con el cuál intercambio número telefónico.

Soobin con una sonrisa se aseó y después fue a su sala de estar para acomodarse en el sofá dónde acarició su pancita y la miró con ternura.

—Tú papi es muy tierno, bebé, parece que tuviste suerte, aunque yo nunca te abandonaré, ya quiero conocerte.

Con un bostezó se acomodó en el sofá para ver una película, la cuál no llegó a ver completamente por culpa del sueño que lo venció.

Holis para ti que sigues leyendo está historia, gracias por dedicar tú tiempo a leer ésto, disculpa mi retrasó, es que mi tiempo de ocio se acortó muchísimo pero créeme cuándo digo que está historia no la dejaré de escribir, sólo me tardaré actualizando y los capítulos ya no van a ser largos, así que se extendió el número de capítulos, ups.
En fin, aquí el cap 💖 disfruten y gracias por su paciencia 💜

Ate: Hyejoon