• 006 | 🌟

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Jimin abrió la puerta de mármol pulido causando un estruendo que estremeció a los integrantes de la casa ángel, que giraron a verlo presos del miedo ante el escándalo.

El muchacho rubio se encogió en su lugar, muy avergonzado, pero su expresión cambió al ver a Solar, la jefa de su casa ángel, recostada en el sofá de la sala, con varios cortes en el cuerpo y manchas de sangre azul.

Se acercó a ella muy agitado y se apresuró a arrodillarse a su lado, tomando su mano en señal de apoyo. Solar estaba -casi por completo- desmayada, sus cabellos negros se pegaban a su frente y había un gran raspón en su mentón. Pestañeó un par de veces y cuando se acostumbró a la luz blanca del lugar, pudo enfocar a Jimin, siendo esto un incentivo para que se acercara más a él y le apretara la mano de vuelta.

"Jimin, Jimin" Llamó, cantando débilmente. Entonces, el rubio pudo reconocer que la voz que escuchó antes, eran los pedidos de su amiga para que fuese a ayudarla.

"Estoy aquí" Susurró. Acarició el dorso de su pequeña mano con delicadeza, y después giró para observar a Taehyung, a quien notó desde el principio tan pronto llegó, pero no tuvo oportunidad de saludarle por la impactante escena que presenció.

El pelinegro tenía el rostro ensombrecido, su pesar se notaba desde muy lejos, Jimin vio en su amigo la mayor expresión de culpa, y se preocupó con verdadera intensidad, jamás había visto a Taehyung tan afligido, y esperaba -con todas sus fuerzas- que la aflicción de su amigo no se debiera al mal estado en el que se encontraba la guardiana principal.

"¿Qué ha sucedido?" Preguntó el rubio en un murmullo, acercándose a él, (una vez que Solar se volvió a dormir y que verificó que sus heridas ya estaban sanando por sí solas).

Taehyung suspiró, y se revolvió los cabellos para luego tirar de ellos hacia atrás, frustrado.

"Un escuadrón de Hoseok estuvo en el limbo al mismo tiempo que ella, noona quería verificar que todo estuviese en orden por allí, pero tuvo la mala suerte de encontrárselos" Contó el menor, Jimin frunció el entrecejo, confundido, pues no sabía qué había provocado dicho ataque, los ángeles caídos siempre se mantenían al margen y no pudo evitar cuestionarse qué los hizo maltratar a la guardiana.

"¿Ya le informaron a Seokjin?" Taehyung negó, haciendo a Jimin lanzar miradas reprobatorias a los ángeles restantes en la sala -quiénes de hecho estaban muy pendientes de sus reacciones- Jimin era, el ángel pre guardian que tenía el título de "segundo guía", impuesto así por Solar; cuando la guardiana principal no estaba ejerciendo su puesto, era Jimin quien tomaba su lugar y hacía cumplir a los ángeles sus deberes.

"No sabemos si sea apropiado planteárselo a Seokjin sin haberlo conversado con Namjoon antes, después de todo, él y Hoseok eran cercanos antes de que Hoseok se convirtiera en un caído" Comentó Wendy con timidez -una ángel que tenía tan sólo un mes como experiencia debido a su reciente mayoría de edad- Jimin resopló, asintiendo al consejo de la chica, y con eso, dió por terminada la conversación.

Jimin subió por el largo tramo de escaleras, pasando por un pasillo que tenía, quizás, alrededor de veinte habitaciones -o una cantidad no tan lejana a ésta- debido al número de ángeles que allí vivían. Taehyung lo seguía muy de cerca, algo nervioso pues sabía que el silencio de su mejor amigo significaba problemas.

Fue la última puerta de dicho pasillo la cual Jimin atravesó, entrando así a su habitación. Taehyung entró después de él y cerró la puerta con pestillo, y luego se tiró sobre la gran cama de la que su amigo presumía tener -pero que rara vez ocupaba, debido a sus apretadas jornadas de estudio y entrenamiento que no le permitían descansar correctamente- Taehyung chilló feliz, abrazándose a una almohada de brazos y piernas, que era tan grande como la mitad de su cuerpo.

Jimin le sonrió a su amigo, la actitud tierna de su menor había calmado su estrés.

"Ahhh~ ¡Esto es gloria, Minnie!" Taehyung volvió a chillar, y empezó a rodar por la cama para disfrutar de su comodidad, Jimin rió, negando, su TaeTae no tenía remedio. "¡Yah! No entiendo cómo es que tienes éste cuarto y casi no duermes aquí...¡Oh, mira ésto!...yah~...¡Es tan suave!" Jimin rió más fuerte, y se dirigió a su armario para empezar a buscar algo en el.

"No tengo tiempo para dormir con tanto trabajo, Taehyung-ah, la fecha en la que me convertiré en guardián se acerca y debo enfocarme" Dijo, su voz era amortiguada por el sonido de las prendas de ropa y los ganchos siendo removidos de aquí y de allá, Taehyung bufó desde su posición.

"Si quieres ser un buen guardián entonces deberías descansar bien, es decir, mírate, te ves cansado.....espera, ¿¡Esas son ojeras!? Por Dios santo, en serio necesitas una siesta" Regañó el pelinegro, y en un salto se aproximó a Jimin con rapidez y empezó a examinar su rostro a detalle. "Esto es grave" Jimin rodó los ojos, apartándose de él.

"Soy mitad inmortal, no dormir unas noches no va a afectarme" Contestó, Taehyung lo observó con una ceja arqueada, en total desacuerdo.

"El hecho de que seamos mitad inmortales no significa que nuestra parte celestial no sufra si no dormimos" Jimin refunfuñó, haciendo a Taehyung sonreír, el rubio sabia que él tenía la razón. "Nunca te olvides de que estamos hechos a la imagen y semejanza de un ser humano, Mimi".

"No somos iguales a ellos" Repuso, Taehyung se encogió de hombros.

"¿Y qué si no lo somos? Es como si lo fuéramos en aspectos básicos...y eso lo sabes, también necesitamos dormir, comer y llevar un estilo de vida saludable" Jimin se volteó para mirarlo, cansado de tantos reproches y suspiró, Taehyung sonrió, encantado con recibir la atención que buscaba.

"¿A dónde quieres llegar, Tete?" Preguntó, se aproximó al borde de la cama y se sentó sobre ésta, Taehyung lo acercó en un medio abrazo y le acarició el cabello con cariño.

"Nada en exceso es bueno, entiendo que estés preocupado por los resultados de tu prueba, pero...con todo lo que has trabajado para llegar hasta aquí, ¿Realmente dudas el que seas aceptado?" Jimin negó y Taehyung asintió, conforme. "¿Lo ves? ¿Por qué no duermes un poco? Anda, yo me ocuparé de atender a Solar noona, tú necesitas descansar".

El rubio estaba tan cansado que no pudo debatir con su mejor amigo el hecho de si debía o no acostarse, simplemente se recostó a un lado del de cabellos negros, que lo instó a que se acomodara mejor y después lo cubrió con una manta gruesa.

Taehyung decidió abandonar la habitación y empezó a apagar todas las luces a su paso -para ése momento, Jimin estaría en el más profundo de sus sueños- así que se fue, dejando sólo una pequeña lámpara con forma de ángel encendida en la mesita de noche a un lado de la cama, le deseó a su amigo dulces sueños y bajó el tramo de escaleras que conducía de vuelta a la estancia de la casa.

Al llegar a la sala, fue en busca de unas píldoras vitamínicas para ángeles y se acercó, muy cauteloso, a una somnolienta Solar, que aceptó tomar el medicamento aún sintiendo mucho dolor en su cuerpo.

Los ángeles tenían -de hecho- una capacidad sobrenatural para hacer sanar sus heridas en un tiempo de veinticuatro a cuarenta y ocho horas, pero ni aún así Taehyung pudo conseguir no sentirse culpable por haber dejado a su amiga completamente sola, porque fue él, en realidad, a quien Solar amablemente le pidió que le acompañara al limbo celestial; el limbo era, una división entre el cielo y la tierra, al que iban las almas con "cuentas pendientes" en el mundo mortal.

Al ser un lugar habitado solamente por almas en pena, cualquiera que tuviese algún tipo de relación con un ángel del templo celestial podría entrar allí, y esto, muy a su pesar, incluía también a los ángeles caídos, aquellos para los que sólo pudo ser destinada la desgracia y la debilidad; y era su misma debilidad la que no les permitía acceder tan fácilmente a una locación que se relacionara con "los de blanco" (que era el apodo despectivo que solían utilizar con sus hermanos mayores del templo, debido a sus obligaciones, la primera de ellas siendo llevar vestiduras blancas todo el tiempo que fuese posible). Poco sabía Taehyung que estos seres estarían dispuestos a sacrificar su poder -que era mínimo y casi inexistente- para herir a la jefa de la casa ángel. Sólo la había abandonado un minuto y después la había encontrado con la ropa manchada de su sangre azul, y allí estaba, temblando de miedo.

Lo que más le aterraba era que Jimin descubriese que le había mentido, siendo esto tanto una deshonra como ángel, a los diez mandamientos y una traición -aunque pequeña- a su primo, su compañero de vida, ese de quien había aprendido tanto y que aún era su modelo a seguir por la gran decisión y valentía con la que Jimin solía enfrentarse a lo que sea que se le atravesara. ¡Oh! ¿Qué sería de él? ¡Se sentía tan avergonzado consigo mismo! ¡Qué pecado tan descarrilado al que no quería hacer referencia jamás!.

¿A qué nivel Jimin se molestaría con él? No podía si quiera imaginárselo, porque si su amigo se enojaba con él podría no hablarle por meses o años o...¡O quizás nunca volvería a hablarle! ¡Sí, definitivamente Jimin no volvería hablarle de nuevo en su vida! ¡Eso era exactamente lo que pasaría si él no decía la verdad, y es que...

"¿Tae? ¿Estás bien?" El rostro de Taehyung se descompuso en una mueca incómoda, el arcángel Seokjin, que venía entrando a la casa, dejó su saco blanco en el ropero y se aproximó a él, tomando sus mejillas con sus manos y acariciándolas con suavidad. Taehyung intensificó su expresión de miedo debido al buen trato.

Seokjin le dio una sonrisa pequeña, y acarició con más ánimo sus mejillas.

"Tae, ¿Qué sucede?" Interrogó, y al no recibir respuestas, alzó las cejas, divertido, decidido a aligerar el ambiente. "Oye, podré ser un arcángel pero también soy tu hyung, eh?" Bromeó, pero Taehyung no mostró siquiera un gesto de complicidad, lo que hizo a Seokjin fruncir el ceño.

"Realmente estás extraño, ¿Vas a decirme qué sucede?" Entonces, Taehyung, que ya no pudo aguantar más el peso de su deshonroso secreto, se tiró en sus brazos y comenzó a llorar.

"Hey..." Seokjin lo atrajo a su pecho, meciéndolo de un lado a otro como si fuese un bebé y acariciando su cabello para que dejara de soltar hipidos. "Cariño, estás preocupándome, nunca te había visto así" Dijo, y en vez de ayudar a que el menor se calmara sólo aumentó su llanto y la presión que sentía en su corazón.

"Hyung, perdóneme" Murmuró entre balbuceos. Seokjin frunció el entrecejo, pero sin dejar de abrazarlo. "He obrado tan mal, lo siento muchísimo hyung, debe perdonarme" Seokjin no comprendió lo que el contrario estaba hablando y siguió acariciando su cabello, pero Taehyung no tenía planeado callarse.

"Oh, hyung, he sido tan ruin, le he mentido hyung... ¡Le he mentido!" Entonces, Seokjin se alejó sólo un poco y limpió las lágrimas de su menor con las yemas de sus dedos, instándolo a tomar grandes bocanadas de aire para que pudiese hablar sin balbucear.

Taehyung inhalaba y exhalaba respiraciones temblorosas, hipando cada tanto, tenía la nariz roja al igual que sus mejillas, el lunar en la punta de su nariz casi parecía estar brillando, sus grandes ojos cafés estaban hinchados y sus pestañas húmedas aleteaban rápidamente cada vez que parpadeaba, intentando alejar las lágrimas.

Cuando consiguió calmarse por completo, le hizo un puchero al arcángel, todavía sintiéndose muy culpable.

Seokjin suavizó su expresión, regalándole una sonrisita pequeña.

"¿Mejor?" Preguntó. Taehyung asintió lentamente, aún con el puchero en sus labios que derretía el corazón del mayor.

El de cabellos cobrizos lo tomó de la cintura, atrayéndolo a él en un medio abrazo.

"Ahora, ¿Me contarás qué es lo que te tiene tan preocupado, Tete?" La mirada llena de dulzura y tranquilidad que Seokjin le dió, dejó a Taehyung momentáneamente sin habla, por lo que cuando se recuperó, escondió su rostro en el cuello del mayor, y desde allí, susurró:

"Tienes que prometerme que no te molestarás conmigo tú también hyung, no fue mi intención lo que pasó....yo...en realidad sólo fue un error ¿Sabes?...eh..." Se alejó de Seokjin, apartándose de su cuerpo para tomar una bocanada de aire, ahí iba.

"Taehyung..."

"Le mentí a Jimin" Fue lo primero que se le ocurrió admitir, con el corazón latiéndole a mil por hora y las manos sudando, volteó a ver a Jin, que tenía una expresión serena todavía y lo escuchaba atentamente. "Y no es la primera vez que lo hago, pero en esta ocasión le mentí porque tenía...en realidad tengo, miedo de perderlo" Hizo una pausa para limpiarse una lágrima que había salido de su ojo derecho sin su permiso y se le escapó un suspiro tembloroso. Seokjin seguía teniendo esa expresión serena que lo tranquilizaba, pero Taehyung sabía que una vez revelara su verdadero secreto, esa expresión en el rostro de su mayor ya no estaría y en lugar de eso estaría una mirada furiosa. Se mordió el labio con ansiedad, soltándolo bruscamente cuando se dió cuenta de que no podía permanecer callado. "Tengo miedo de perder a mi mejor amigo cuando mi mentira sólo alteró un dos por ciento de la verdad" Soltó una risa seca y sus comisuras se alzaron en un intento de sonrisa. "Creo que es algo muy insignificante si nos enfocamos en el verdadero problema...pero...eso no hace que me sienta menos culpable..." Finalmente, Taehyung obtuvo una reacción de Seokjin, el mayor tenía el entrecejo levemente fruncido pero no abandonaba su actitud tranquila, y eso lo alarmó, pero ya había comenzado, no podía simplemente olvidar todo y callar, era una opción que no valía la pena, así que juntó el resto de la valentía que le quedaba y con una presión en el pecho, dijo:

"Hace unas horas, Solar noona me pidió que la acompañara al limbo para una inspección matutina, yo accedí a ir con ella pero...tuvimos que separarnos para buscar cada uno por su cuenta y...tan sólo fue un minuto...acababa de pasar frente al arco del olvido y...escuché unos gritos, salí corriendo de regreso y cuando llegué hasta donde ella estaba...ella...tenía una daga negra clavada en el estómago y había una neblina oscura evaporándose en el aire, corrí a ayudarla y la cargué hasta traerla aquí, la dejé reposar en el sofá de la sala y luego...luego Jimin llegó...y...yo-yo entré en pánico hyung ¡Lo juro!, así que le dije que noona fue sola al limbo p-pero, y-yo estuve con ella ahí" Soltó Taehyung, hablando rápida y atropelladamente, entre muchos nervios y un vómito verbal, sus ojos curiosos giraron a ver a Seokjin en busca de algo que demostrara lo molesto que su mayor estaba, pero sólo se cruzó con una expresión indescifrable y lo que parecía una pequeña sonrisa queriendo estirar sus labios.

Seokjin negó, jalando a Taehyung hacia él para abrazarlo por los hombros.

"Eres un excelente ángel, Tete, y un muy buen amigo" Le sonrió. "La verdad aquí, cariño, es que el que Solar esté herida y el hecho de que tú hayas podido ayudarla y traerla, es más un alivio que un motivo para sentirse mal o estar nervioso por ello, estoy seguro de que Jiminnie entenderá, lo que le pasó a Solar no es tu culpa, no tienes que martirizarte más, ¿De acuerdo?, y si alcanzaste a ver a los que le hicieron eso, me gustaría que me mantengas al tanto" Seokjin le regaló otra cálida sonrisa, haciendo a su menor suspirar de alivio.

Le dió una media sonrisa al mayor de regreso, encogiéndose de hombros.

"Por ahora, sólo sé que podría tratarse de Hoseok, eran cuatro caídos y sólo él lideraría a un grupo para atacarnos" Compartió en un murmullo la poca información que sabía, Seokjin asintió, conforme, dando unos pasos atrás en cuanto notó la cercanía que el pelinegro y él aún mantenían, sonrojándose en el proceso.

"Bueno...yo...uh..." Balbuceó Seokjin, poniéndose muy nervioso repentinamente cuando los grandes ojos del contrario se posaron encima de él y lo miraron con intensidad, sin siquiera parpadear. Se aclaró la garganta. "Yo...iré a ver cómo está Solar, si ves a Jimin por favor dile que necesito hablar con él, su iniciación se adelantará para dentro de unas horas por órdenes que vienen de arriba, Namjoon no pudo impedirlo, así que hay que prepararlo lo más rápido posible" Dijo, Taehyung sólo asintió, sintiéndose muy tímido para decir algo más. Seokjin hizo ademán de irse, despidiéndose cortamente con una leve inclinación pero antes de que pudiera marcharse, Taehyung lo jaló del brazo y lo pegó a su cuerpo completamente. Seokjin jadeó, sorprendido.

Las manos de Seokjin no tardaron en rodearlo por la cintura, correspondiéndole después de un par de segundos. Taehyung se escondió en el cuello del mayor de nuevo, buscando ocultar su sonrojo por el impulso que había cometido, su corazón estaba latiendo tan rápido que sentía que en algún momento se le saldría del pecho. Seokjin aún no se había recuperado del shock, por mucho que su corazón le estaba diciendo que lo que estaba ocurriendo era real.

Se separaron, sonriéndose con algo de vergüenza.

"Ya debo irme Tete, te veré en la iniciación de Jimin ¿Sí?" Se acercó en un movimiento fugaz a dejar un casto beso sobre la nariz de Taehyung. El pelinegro apartó la mirada tras el repentino contacto, tratando de no verse peor de lo que seguramente ya se veía.

"Está bien hyung, iré a despertar a Jiminnie enseguida" Afirmó, con la nariz y mejillas encendidas, habría seguido coqueteando con el arcángel de no ser por una cantarina voz que provino detrás de él.

"No hace falta, ya estoy aquí" Habló fuerte y claro, bajando las escaleras en forma de espiral para situarse al lado de su mejor amigo. Taehyung no volteó a verlo, siendo consciente de que probablemente Jimin había escuchado toda su conversación con el arcángel Seokjin.

"Hyung, ¿Qué necesitas?, no he estado muy al pendiente de la iniciación porque me encuentro cansado" Admitió, estrujando sus pequeños ojos con sus manos. Seokjin sonrió, causándole ternura la actitud de su menor, Jimin con el cabello revuelto y a medio despertar lucía como un auténtico querubín.

"La iniciación se adelantó unas horas, Jiminnie, será dentro de dos horas exactamente, y la próxima semana podrás ir con tu humano" Le comentó con alegría, acercándose a él para pasar un brazo por sobre sus hombros, el rubio lo miró asombrado, sin saber cómo reaccionar.

La próxima semana es muy lejos...- gimoteó internamente, él no quería esperar para ver a Jungkook tanto tiempo, él quería verlo hoy.

"Perfecto, ¿Debo usar algo en especial?" Cuestionó en cambio, con un tono sugerente que hizo reír al arcángel, que se negó a su pregunta, todavía sin dejar de reír.

"No, sólo...te sugiero que te vayas olvidando de tus alas, ya no las necesitarás más" Palmeó su espalda, comenzando a alejarse de inmediato sin esperar una contestación.

Jimin frunció el entrecejo con confusión.

¿Qué? ¿A qué se refería con que ya no usaría sus alas?

Giró sus ojos en dirección a Taehyung para corroborar si su mejor amigo había escuchado lo mismo que él, el pelinegro le devolvió la mirada con aún más confusión de la que se reflejaba en sus ojos.

Cuando Jimin reaccionó, se dió media vuelta para volver a su habitación, pero la mano de Taehyung en su codo lo detuvo.

"Lo siento, Minnie" Soltó en un tono bajo, temiendo de la reacción del contrario, Jimin negó, volteándose para apreciar mejor el rostro de su primo.

"No tienes de qué disculparte TaeTae, estoy orgulloso de ti, hiciste lo correcto al traer a Solar aquí, no debiste ocultármelo, yo...te habría ayudado" Lo tomó de las manos, haciendo un puchero en su dirección con el entrecejo fruncido, no entendía porqué Taehyung no confiaba en él.

Al pelinegro se le cristalizaron los ojos, así que rompió la distancia que lo separaba de su mejor amigo y lo abrazó con fuerza; Jimin acunó el rostro de Taehyung en sus pequeñas manos, sonriendo cuando lo vió intentar ocultar un sonrojo de vergüenza al sentirse observado.

"Pensé que...estarías decepcionado de mí" Susurró el menor. Jimin rodó los ojos con una sonrisa divertida, negando a la vez que comenzaba a reírse por lo bajo.

"¿Qué cosas dices, TaeTae?. Yo nunca podría decepcionarme de ti, tonto" Respondió, picando su abdomen para hacerle cosquillas.

Taehyung intentó esquivarlo, pero terminó riendo en compañía del mayor, sintiendo su pecho llenarse de calidez porque todo volvía a ser como antes.

Cuando el pelinegro asumió que su mejor amigo ya no estaba molesto con él, comenzó a caminar a su lado, rumbo a la habitación de Jimin de nuevo ya que el rubio debía prepararse para la ceremonia de iniciación.

Kim iba meditando en el camino las últimas palabras que el arcángel le dirigió al pre guardian, y tras analizarlas un largo rato, jaló a Jimin del brazo para llamar su atención.

"¿Crees que te conviertan en humano?" Preguntó de repente, con la mirada perdida en el pasillo de las habitaciones.

Jimin lo miró con sus ojos casi saliéndose de su órbita, siendo tomado por sorpresa.

"¡¿Qué?! E-eso es imposible, Taehyung-ah..." Murmuró, pero su miedo aumentó cuando la frase dicha por Seokjin con anterioridad, resonó en su mente como un eco:

»Te sugiero que te vayas olvidando de tus alas, ya no las necesitarás más«

Avanzaron hasta el cuarto del mayor, cerrando de un portazo cuando entraron sin decir otra palabra, lo suficientemente consternados para que sus cerebros les exigieran silencio.

Jimin tomó de un perchero las prendas que había seleccionado con anterioridad, poniéndolas frente a su cuerpo para después chasquear los dedos, consiguiendo que la ropa en los ganchos intercambiara su lugar con la pijama que traía puesta.

La seda medianamente transparente de la camisa a mangas largas se ciñó a su cuerpo, delineando su figura, al igual que el pantalón de lino; ambas prendas tenían escarcha artificial en la parte superior, consiguiendo que cada vez que Jimin movía sus alas, los brillos del traje parpadearan.

Taehyung le sonrió con nostalgia, tal vez no volvería a ver a su mejor amigo por un tiempo.

"Seguramente ese chico Jungkook estará muy sorprendido de verte cuando seas humano" Comentó, su sonrisa nostálgica lo delató, Jimin se giró a verlo, yendo a abrazarlo cuando lo percibió triste.

"No lo sé, probablemente borren su memoria antes de que nos conozcamos de nuevo" Murmuró en cambio, eso era algo de lo que no se sentía seguro, las transformaciones de ángeles en humanos en realidad no eran imposibles, sólo que él prefería hacer oídos sordos para no alterar más a su sistema nervioso.

Taehyung asintió, palmeó la espalda de Jimin y se levantó de la cama con una gran sonrisa, para decir:

"¡Hoy es tu día, Jiminnie! Cambia esa cara, todo saldrá bien, volverás a ver a Jungkook y podrás cuidarlo de cerca si eres humano" Jimin suspiró con cansancio, no tenía más opciones, eso era lo que le quedaba.

Siguió a su amigo a la habitación de éste para que se cambiara el atuendo a uno más formal, y tras eso, ambos caminaron lado a lado hasta llegar a la laguna Estigia, también conocida como el lago de Narciso, donde se llevaría a cabo la transformación de Park Jimin, el ángel guardián.

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