Capítulo III

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Odio las matemáticas, no se me dan nada bien, pero para ser el primer día ha estado bien. La mañana ha transcurrido bien y los profesores parecen majos.

Ha llegado la hora de comer y voy camino del comedor. Cuando entro está todo lleno. Me pongo en la cola para coger la comida y mientras espero me fijo en las mesas. Está muy clara la jerarquía de este instituto.

En el fondo, en la parte más alejada, hay un grupo de chicos y chicas con sus bandejas y sus libros abiertos. Están debatiendo sobre algún tema, seguro que están apuntados a varios grupos de estudio.

Repartidos por el comedor están los Emo, los Skaters, hay un grupo que parece ser de teatro, están leyendo un guión y gesticulan mucho con las manos.

Y en el centro del comedor hay juntas dos mesas, son las únicas que están así. La forman chicos del equipo de fútbol y unas cuantas animadoras. No me sorprendo, siempre las animadoras y los deportistas acaban liándose entre sí, parece que estuviera escrito en su ADN.

Llega mi turno y cojo un bol de macarrones con queso, una manzana, un zumo y una botella de agua.

Intento buscar una mesa libre pero no veo ninguna. No voy a sentarme en una ya ocupada aunque haya asientos libres. Al final es la mejor forma de conocer gente pero me parece muy brusco hacerlo de ese modo.

Así que decido atravesar el comedor y seguir buscando.

— Vaya vaya, mira lo que tenemos por aquí. Una chica nueva — me giro para ver quién ha hablado. — Hola, ¿te has perdido? — Su altanería me cabrea. Es una chica pelirroja, más bien bajita, lleva uniforme de animadora y está sentada, como no, encima de un deportista. Es un chico rubio, parece mayor. Decido seguir mi camino y no contestar, no me apetece. — Quizá sea muda. — La chica pelirroja se ríe.

— O quizá le das miedo Mary, sueles intimidar a la gente, y más a las chicas nuevas raritas. — Dice otra animadora. Tiene una voz muy aguda para mi gusto. Todo el grupo se ríe.

— Con esa actitud no creo que dure mucho por aquí — me giro y veo que lo ha dicho uno de los deportistas. Es alto, castaño y está sentado a la cabecera de las dos mesas, como si fuera el líder. Tiene una mirada que no me gusta nada. — ¿Quieres algo? — Me pregunta al ver que le estoy mirando.

— La verdad es que no, justamente de vosotros no quiero nada. — Doy media vuelta y me voy.

Decido salir fuera del comedor. Mientras estaba haciendo el tour con Justin vi una zona de césped con mesas de picnic. Hay gente fuera con las bandejas así que voy a comer aquí yo también.

Me siento en una mesa que hay libre y empiezo a comer.

A los pocos minutos se acerca una chica.

— Hola, ¿puedo sentarme? El resto de mesas están ocupadas y no quiero comer en el suelo.

— Sí claro, siéntate — no me apetece tener compañía, pero no voy a ser maleducada.

— ¿Eres nueva verdad? Soy Katy Jones, encantada de conocerte.

— Luna Miller, igualmente, encantada.

— Normalmente suelo comer siempre aquí fuera. Dentro está el ambiente muy ''cargado'', no sé si me entiendes. Demasiada gente y demasiados idiotas sueltos. — Me sorprende su sinceridad, no nos conocemos. — Sobre todo de las animadoras. Cada cuál es peor.

— Sí, si se puede comer aquí, creo que a partir de ahora también comeré fuera. — Quizá haga una amiga de comedor.

— Oye Luna, siento ser tan directa pero he visto lo que ha pasado dentro. No hagas caso a Mary, es una idiota. Se lo tiene muy creído. No todos son así, hay algunos chicos del equipo que son majos. Que no te afecte, ¿vale? Si te dice algo mejor pasa de ella, adora ser el centro de atención y fastidia a quien sea para conseguirlo.

— Vaya, gracias Katy. Esta mañana conocí a un chico del equipo, Justin, me pareció majo. Tú... ¿estás en mi clase, verdad? — Ahora que me fijo, ese pelo negro y esas deportivas de colores me suenan.

— Sí, estoy en algunas clases contigo. Justin y los que has visto en la mesa con Mary también vienen a algunas clases con nosotras. Esta mañana como tenían reunión con los entrenadores no han venido. Por desgracia a partir de mañana les veremos a menudo.

— Qué gran noticia. Acabas de alegrarme el día — la miro fijamente y ambas empezamos a reír.

Continuamos comiendo y suena la campana. Debemos volver a clase.

— Bueno pues ahora toca Literatura, ¿vamos? — Me pregunta mientras recoge.

— ¡Sí! Creo que junto con Historia van a ser mis asignaturas favoritas.

— ¿Sí? Literatura me gusta mucho a mi también. Si te gustan, este año vas a adorarlas más aún. Puedo decirte con seguridad que los profesores son los mejores. Ahora vas a conocer a la Señora Quinn, te va a encantar ya lo verás.

Katy ha conseguido animarme y ahora al decirme que los profesores de Historia y Literatura son buenos me anima mucho más. Estoy deseando comenzar la clase.

Cogemos nuestros bolsos y juntas nos dirigimos a clase.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro