Capítulo LI

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Hoy toca examen de matemáticas y reconozco que el profesor se porta, no es muy difícil y consigo hacer todos los ejercicios. Al final, pone en la pizarra los resultados para que los comparemos con los nuestros. He aprobado, menos mal, miro a Katy y me sonríe con el pulgar hacia arriba.

— El próximo día corregiremos los errores. Entregadme los exámenes antes de iros — dice el profesor.

— Menos mal, pensé que iba a suspender pero se ha portado — le digo a Katy mientras salimos.

— Sí, la verdad es que sí. Yo creo que quiere ponerlo más fácil el último año. Quizá no todos queramos hacer una carrera de ciencias o vayamos a necesitar esta asignatura para algo.

— La asignatura en sí no, pero algunas cosas que enseña sí — le digo.

— Tonterías, ya está la calculadora para sumar — dice riendo mientras guardamos los libros en las taquillas.

A la hora de comer están todos muy animados. Hoy había carne en el menú y bueno, está pasable.

— Me gusta más el pollo, la carne está un poco seca — digo poniendo un poco cara de asco.

— A mí la carne me gusta, pero sólo si está recién hecha, calentita, ñam ñam — dice Alan mientras muerde el brazo de Katy.

— Alan, tío, es mi hermana, compórtate — dice Derek riendo.

— Tú puedes morder a Luna — dice Katy riéndose a carcajadas.

Derek se encoge de hombros y me mira. — Pues también es verdad — y me muerde el hombro.

— ¡Caníbal! — Le digo riéndome yo también.

Por la tarde, quedo con Katy para hacer los deberes. Cuando toco el timbre de su casa ella me abre.

— ¡Hola! ¿Estás solita hoy? — Le pregunto al no oír ni un ruido.

— Sí, Derek está entrenando, mi madre salió a comprar y mi padre está trabajando.

— Pues ya vengo yo a hacerte compañía — le digo mientras subimos a su habitación.

— Te preguntaría qué tal llevas el libro pero creo que ya lo terminaste, ¿a que sí?

— Más que terminarlo es que ya lo había leído, pero sí, lo he vuelto a leer y ya lo terminé. ¿Qué te ha parecido?

— Me ha gustado mucho. Lo que no me gusta es tener que hacer la redacción — dice mientras enciende el ordenador y se sienta en el escritorio.

— Piensa que es una forma de revivir lo que has leído.

Se encoge de hombros y empieza a escribir. Yo me siento en su cama y saco el portátil. La redacción ya la tenía hecha así que sólo tengo que revisarla y corregirla.

— ¿Puedo imprimirla aquí? — Le pregunto un rato más tarde.

— Sí, claro.

— Gracias — le digo mientras guardo el documento y le doy a imprimir.

— Voy a bajar a por algo de beber.

— Vale.

Estoy guardando la redacción en una funda de plástico cuando el móvil de Katy suena. Será un mensaje. Vuelve a sonar, y otra y otra vez.

— ¡Katy, está sonando tu móvil! — No me contesta — ¡¿Katy?!

Debe estar en la cocina y no me oye, así que cojo el móvil para bajárselo cuando se desbloquea al tocar la pantalla. No soy cotilla con las cosas de mis amigas, pero veo un nombre que me llama mucho la atención: Tom.

Puede ser una coincidencia, no tiene por qué ser mi hermano... ¿No?

¿Sigue ahí?

¿Katy?

Avísame en cuanto salga.

Qué... raro...

No puedo evitar leer más mensajes.

Uf, esta mañana casi nos pilla.

Tenemos que tener más cuidado, si se entera nos mata.

Tranquilo, está controlado.

Subo más, para leer mensajes más antiguos.

Seguro que sospecha algo, es muy astuta y cuando le oculto algo lo huele.

No te pongas nervioso, a mí no me ha dicho nada, así que de momento estamos a salvo.

Tenemos que distraerla de alguna forma.

¡Ya sé! El lunes me la llevo de compras.


Buena idea, yo invito. Cómprate tú también lo que quieras.

Estos son sólo algunos mensajes, pero no puedo leer más. Estoy flipando. ¿Katy y mi hermano? No puede ser, esto es una broma, seguro.

Pero contra más lo pienso, más me cabreo.

— Así que no te gustaba mi hermano — le digo a Katy cuando entra por la puerta.

— ¡Luna! Eso es privado, ¿por qué has cogido mi móvil? — Pregunta mientras mira hasta dónde he leído.

— No paraba de sonar, iba a bajar a dártelo pero al cogerlo se desbloqueó. ¿Desde cuándo tienes su número? ¿Quién te lo ha dado?

— Él — ha pasado del enfado al desconcierto. No se esperaba que me fuese a enterar.

Empiezo a dar vueltas por la habitación.

— Luna... no es lo que crees — dice intentando apaciguarme.

— Explícamelo entonces — me cruzo de brazos delante suya.

— No... no puedo — dice agachando la cabeza.

— ¿No puedes o no quieres? — Le digo fuera de mí.

— Ambos.

— Estáis juntos, es eso, ¿no?

— ¡¿Qué?! ¡No! ¡Claro que no! — Dice nerviosa.

— Cuéntamelo entonces, ¿Qué pasa? — Ante su silencio, decido que es mejor que me vaya. — Me voy — digo cogiendo mis cosas.

— Luna, espera por favor. ¡Luna! — Me grita cuando salgo de su habitación.

Oigo que vuelve a llamarme, esta vez con una voz rota, seguro que ha empezado a llorar pero no me da pena. Lo primero que se me pasa por la cabeza es que estará avisando a mi hermano de que me he ido de su casa.

Y he acertado, porque cuando entro por la puerta de mi casa, Tom sale a mi encuentro, pero le hago una señal con el dedo para que me deje en paz. No quiero hablar con él, ahora no.

Subo a mi habitación y me encierro. Capta el mensaje porque no sube detrás de mí.

Al cabo de un par de horas, Derek me llama. No he salido de la habitación desde que llegué y oí que mi hermano se encerró en su estudio.

— Pequeña, ¿qué ha pasado? — Voy a responder cuando me corta. — Y no me digas que nada, porque cuando he llegado a casa, Katy estaba berreando como una loca. — Vale, me siento un poco mal. — Luna, no es lo que te imaginas. Katy estaba hablando con tu hermano porque no sabía que regalarte. Sois amigas pero es vuestro primer cumpleaños juntas y quería regalarte algo especial.

Vale, hasta ahí me lo creo. — ¿Y por qué decían por mensajes que yo no me podía enterar, que tenían que distraerme? Es todo muy raro Derek.

— No debería decírtelo, pero tu hermano estaba planeando una cena sorpresa por tu cumpleaños. Quería invitarnos a todos a cenar.

No creo que sea eso, estaba muy arrimado a Katy ayer, seguro que es otra cosa. ¿Verdad?

Voy a contestar cuando llaman a la puerta, Tom abre y se asoma.

— ¿Seguro que es eso?

— Claro pequeña, yo nunca te mentiría.

— Oye, tengo que colgar, luego te llamo — me despido y cuelgo.

Tom entra en la habitación y me cuenta la misma versión que Derek.

— Katy no te ha dicho nada porque le daba vergüenza reconocer que no sabía que regalarte. Tienes de todo y quería hacer algo especial. No te enfades con ella.

Como sus versiones coinciden, ahora me siento como una mierda. He metido la pata hasta el fondo. Agacho la cabeza avergonzada.

— Soy una idiota.

— No lo eres, preciosa. Quizá si los demás hubiésemos visto lo mismo que tú, habríamos pensado igual. Lo importante es que te arregles con Katy. Me ha llamado y parecía muy preocupada.

— ¿He fastidiado nuestra amistad?

Sonríe y me abraza. — Claro que no, son malentendidos. Además, como dicen, estas cosas pasan en las mejores familias.

Me da un beso y sale de la habitación. Aprovecho y llamo a Derek.

— La he cagado, he metido la pata hasta el fondo.

— No te preocupes, he hablado con Katy mientras hablabas tú con tu hermano y no está enfadada. Al contrario, está aliviada. Aunque sí está un poco mosqueada porque ahora sabes que no tiene ningún regalo para ti. Se siente una mala mejor amiga — dice riendo.

— Ay que no diga tonterías, es la mejor amiga del mundo.

— En el fondo lo sabe, pero díselo mañana, que ahora se ha dormido.

— Vale, muchas gracias por mediar entre nosotras. No sé qué haríamos sin ti.

— A lo mejor os mataríais. Pero, Luna...¿cómo has podido pensar que mi hermana estaba con tu hermano? — Se ríe a carcajadas. — No has pensado que si eso fuera cierto, ¿yo sería el primero en ir tras Tom?

— También tienes razón — le respondo riendo. — Mañana hablaré con Katy. Buenas noches guapo.

— Descansa nena.

Dejo el móvil encima de la mesilla y me doy con la mano en la frente, soy muy tonta.

Es época de exámenes y hoy toca resistencia en clase de gimnasia. Cuando la profesora toca el silbato, comenzamos a correr y me pongo al lado de Katy.

— Perdóname, de verdad, soy una completa idiota.

— Perdóname tú a mí. No tendría que haberte ocultado nada, es sólo que me daba vergüenza.

— ¿Por qué? Sólo nos conocemos hace un par de meses, es normal que no sepas qué regalarme.

— Pero, soy tu mejor amiga — dice agachando la cabeza.

— Y tu amistad es el mejor regalo que me puedes dar.

Sonríe y choca su hombro con el mío. — Te abrazaría pero... no quiero suspender.

— Yo tampoco — me río con ella — así que sigue corriendo.

— La verdad, es que ahora que lo pienso sí que parecían un poco raros los mensajes que me enviaba con Tom. Los he vuelto a leer y parece lo que no es. ¿Te imaginas? Te reconozco que... si Alan no me hubiese pedido salir... habría intentado cazar a tu hermano.

— ¡Serás...! — Digo y corro más rápido, persiguiéndola.

— ¡Reconoce que está muy bueno! — Dice riendo y corre más rápido.

— ¡Huye, cobarde! — Le grito riendo.

— Veo que ya os habéis arreglado — dice Derek poniéndose a mi lado.

— Sí, te lo agradezco, de verdad.

— ¿A mí? ¿Por qué?

— Porque ayer estaba tan enfadada que cuando entré en casa y vi a mi hermano casi le mando a la mierda.

Suelta una carcajada. — Eres única Luna Miller.

— Lo sé, no me odies, por favor.

— Nunca te odiaría. Además, contigo mi vida es mucho más entretenida.

Ahora soy yo la que suelta una carcajada.

No sé cómo lo he hecho, pero he aguantado corriendo todo el examen y todos hemos aprobado.

A las 00:00h en punto, mis hermanos entran a mi habitación cantando cumpleaños feliz a pleno pulmón. Cuando terminan, me levantan por los aires y me abrazan. Todos los años hacen lo mismo y cada vez me gusta más.

También recibo mensajes de mis amigos.

Justin
¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseo yo, cumpleaños feliz!

Justin es único, acompaña el mensaje con un montón de emoticonos de tarta, regalos, globos y confeti.

Alan
¡Feliz Cumpleaños Luna! Qué putada que tu cumple caiga en jueves, aunque debes estar agradecida de que no haya sido un lunes. Prepara tus orejas porque mañana tiraré de ellas.

Anna
¡Mi niña! Feliz cumpleaños, espero que pases un buen día, estoy deseando verte para darte un besazo.

Derek
Feliz cumple pequeña. Aunque voy a verte mañana, te deseo feliz día, o más bien, felicidad para toda la vida. Estoy muy orgulloso de ti. PD: dije que siempre te protegería, pero te aviso que no sé si podré de los tirones de orejas de Justin y Alan.

Ese mensaje me hace reír. Los quiero un montón a todos. También tengo un audio de Katy. Está cantando cumpleaños feliz a todo pulmón y de fondo se oye a Olivia regañándola porque es muy tarde. Al decirle que el mensaje es para mí, por mi cumpleaños, se une a ella y ambas me cantan, o más bien, berrean, el cumpleaños feliz.

Me tumbo en la cama y lloro de emoción. Nunca me había pasado algo como esto. Le estoy agradecida a la vida por haberme traído hasta aquí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro