Disfrutando (7)

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Aomine acariciaba el torso del rubio.

Estaba hipnotizado con aquellos rosa pezones.

Sin dudarlo, comenzó a lamer y morder uno de ellos.

-no... ya... ya basta...- Kise soltaba suspiros al sentir las manos del moreno recorrer su cuerpo.

-es tarde para negarse...- Aomine se acercó a dejar un beso en su cuello- tu olor a omega me pide que siga y te folle duro, como te gusta.

Cualquier réplica que el rubio tuviese se vio interrumpida cuando las manos del moreno se metieron en sus pantalones.

Su olor a alfa estaba embriagandole, su lado omega se preparaba al sentir la necesidad del Alfa y aunque se negara, Kise no podía reprimir las reacciones de su cuerpo.

-esta vez me encargaré de que no olvides mi nombre... ni tu, ni todo el vecindario- Aomine soltó una risa- aunque en estos días ya debieron aprenderselo.

El moreno comenzó a dejar un camino de besos por el torso del rubio y este, ya más resignado, no lograba reprimir sus gemidos.

-prepárate para mi, omega- Aomine miraba maliciosamente a Kise.

-¿Qué vas-?

Las palabras del rubio quedaron a medias al sentir como el moreno prácticamente le arrancó los pantalones y la ropa interior.

Aomine tomo su cintura y le hizo voltear, el cuerpo del rubio quedó recostado en la mesa y sus piernas apenas lograban tocar el suelo.

-espera, no quiero así... esta posición no me gusta...- Kise intento moverse pero Aomine le tenía bien sujeto.

-no dirás lo mismo cuando te este dando duro...- Aomine acercó sus labios al oído del rubio- como te gusta.

Lo siguiente que el rubio sintió fue como el miembro del moreno comenzaba a frotarse contra su entrada.

En ese momento agradecía su reciente celo, ya que, le ayudaba a lubricarse con mayor facilidad.

-Dios, eres apretado...- el moreno paso su lengua por su labio para moverse de manera brusca para meter su miembro de golpe.

-¡Aahh! Espera... Aaahh... No te muevas...- Kise apretaba su mano sobre la mesa.

-como si fuese a hacerlo- Aomine comenzó a moverse a pesar de las quejas del rubio.

Al moreno le encantaba como se sentía el interior del rubio, tan apretado, tan cálido, podría estar ahí por siempre, moviendo su cadera contra el delgado cuerpo del rubio, apretando sus manos en aquella cadera, marcando aquel cuerpo , que sólo debía ser suyo...

-Aomine... ya...- el moreno salió del interior del rubio y le volteo para verle directamente- Aaahh...

Las manos de Aomine le levantaron un poco para que quedará sentado en la mesa y comenzó a moverse otra vez.

Lágrimas y un hilo de saliva que corrían por el rostro del rubio,

Aomine se movía cada vez más rápido, buscando cada vez llegar más profundo y dejar una marca permanente en el cuerpo del rubio.

-me estás apretando más... omega...- Aomine sentía que estaba por llegar a su clímax.

-sólo... aahh... sólo termina...- Kise cubrió su rostro con uno de sus brazos pero Aomine le tomo de la muñeca con fuerza.

-tu lo pediste- luego de entrar con fuerza en el cuerpo del rubio, Aomine se corrió dentro de este, formando el nudo dentro de Kise.

El moreno tomo el brazo del rubio y dejó una gran mordida en el brazo del rubio.

Le había marcado... de manera temporal... pero ahora Kise llevaba su marca en el cuerpo.

-¡Idiota!- lleno de rabia, Kise le empujó pero Aomine sólo sonreía mientras tomaba sus manos.

-lo querías, rubia, no puedes negarlo... No ahora...- Aomine besó al rubio comenzando a acariciar los muslos de este- ahora no puedes dormir con nadie más que no sea yo, omega...

Nuevamente, comenzó a dejar besos por el torso del rubio, las mordidas de los días anteriores resultaban en la pálida piel de Kise, uniéndose a las que estaba haciendo ahora.

Kise se dejó hacer, dejó que Aomine le tocará como quería, dejó que lo pusiera en las posiciones que quisiera y que le tomará cuantas veces quisiera.

Le dejó, porque su lado omega lo deseaba, lo dejo, porque no podía detenerlo, pero sobre todas las razones... lo dejó para disfrutar más de su sufrimiento luego.

Porque podía ser un omega, podía estar siendo sometido en aquel momento, pero se encargaría de que Aomine la pasara tan mal como el lo pasaba al saber que su pareja destinada, dormía con otras.

-tienes un cuerpo exquisito, rubia...- Aomine mordia su labio cada vez que embestia a Kise.

No sabía que era lo que el rubio tenía pero necesitaba más...

Había olvidado la razón por la cual fue a verle en primer lugar, había olvidado todo su odio por los omegas masculinos, ¡Maldita sea! Había olvidado hasta que en cualquier momento podría llegar la hermana del chico.

Lo único que le importaba era tener al rubio gimiendo debajo de él, suplicando por más, hecho un desastre total.

-te voy a dar todo de mi, rubia, así que asegúrate de sentirme por completo- Aomine pego su cuerpo al del rubio para venirse otra vez en su interior.

El nudo se formó una vez más, logrando que Kise se viniera también

Ambos exhaustos, ambos cansados, se separaron para comenzar a vestirse.

-vendré a verte cuando este de ánimo...- Aomine beso la cabeza del rubio- sólo debes estar preparado para mi, omega.

Aomine levantó el mentón de Kise para dejar un gran beso en sus labios.

-recuerda tomar la píldora, no quiero que luego me digas que estas esperando un niño...- acarició la cabeza del rubio y luego de terminar de arreglar su ropa, se fue, dejando al rubio en el mismo lugar en el cual habían comenzado todo.

Kise le miró molesto por aquel gesto, aunque el rubio no sabía que Aomine sólo le besaba de esa manera a él, sólo le acariciaba a él, aunque el moreno aún no se daba cuenta de ello.

Debido a la marca temporal, Kise tendría que buscar alguna forma de no perder tantas clases, o esconder aquella marca.

Inconscientemente, paso sus dedos por aquella marca y una sonrisa se instaló en sus labios.

Esa tarde algo comenzaba a surgir, aunque ninguno de los dos estaba consciente de ello.




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Espero les guste ;)

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