Provocando (9)

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Aomine no podía controlarse, estaba furioso y sus movimientos lo demostraban claramente.

-aahh... Aomine... ummm...- las manos del rubio se sostenían de sus hombros mientras el apretaba sus manos en los muslos de este.

-¿Te gusta provocarme? Pequeña zorra...- Aomine le miraba más que molesto- parece que aún no aprendes quien es tu dueño.

Una pequeña risa salió de los labios de Kise.

-pues ese... aahh... ese... No eres tú...- Aomine le volteo y comenzó a empujar su cuerpo contra el del rubio.

Aomine apretaba los dientes ante el recuerdo de lo que había visto y la furia aumentaba por su cuerpo.

Esa tarde, había quedado en salir con una de las omegas que siempre le seguían, irían a comer y quizás luego a la casa de la chica, pero sus planes se vieron arruinado cuando vio una escena que llamo su atención.

Kise estaba en aquel lugar de comida rápida, riendo y coqueteandole al chico ese de la última vez.

Pero no fue todo, lo que más le molesto, fue que el rubio le miró y luego dejara que aquel chico acariciara su mejilla.

Aún así, Aomine no quería dejar que el rubio jugará con el, pero su razonamiento se arruinó cuando vio al rubio despedirse del chico, con un maldito beso en la mejilla.

¿Quién se creía ese omega?

Aomine lo había marcado y era suyo. Debía estar sólo con él, mirarle sólo a él, ¡Besarle sólo a él!

Por ello, apenas vio que el rubio iba a su hogar, le siguió abandonando a la chica.

Cuando estuvo frente al departamento del rubio no dudo en empujarle y comenzar a quitarle la ropa.

Pero lo que terminó por irritarlo fueron las palabras del rubio.

-no quiero que me beses- dijo apartando el rostro cuando Aomine iba a unir sus labios.

No dudo en comenzar a morder y besar el cuerpo del rubio.

No dudo al momento de que sus caricias despertaron su miembro.

Y menos dudas tenía cuando ya tenía a Kise debajo suyo gimiendo por más.

Anudo dentro del rubio luego de varias embestidas furiosas y nuevamente tuvo la intención de besar al rubio, pero este apartaba el rostro.

El moreno se vistió y se fue más molesto de lo que había llegado.

Por otro lado, Kise no podía dejar de sonreír.

Pensaba en lo increíblemente inmaduro que era el moreno.

En lo fácil que es que le deseara, lo fácil que era manipularle, como un niño al que le han quitado un juguete.

Se ducho y se cambió por algo cómodo, estaba por irse a la cama cuando Kuroko apareció en su puerta.

-oh, buenas noches, Kuroko, emmm... ¿Necesitas algo?- el chico frente a él estaba más serio de lo normal, si es que se podía.

-buenas noches, quiero hablar de algo con usted, Kise Ryoko- l rubio abrió los ojos a más no poder y dejó al chico entrar a su departamento.

-¿De que hablas, Kuroko? Mi hermana no está, si la necesitas...-pero Kise podía notar claramente que Kuroko no le crearía, el sabía la verdad.

-no se preocupe, no le diré a nadie- Kuroko le miraba bastante preocupado- pero sólo quería confirmar aquello.

Kise suspiro y le pidió al chico que se sentara.

-bien, si, soy Kise Ryoko y Kise Ryouta- paso sus manos por su cabello- pero no tengo alternativa.

Kuroko estaba atento al rubio, y este sentía una opresión en su pecho.

-mi hermana murió cuando tenía 10, y mi madre nunca pudo superarlo- dijo teniendo la tentación de soltar una risa por la expresión de Kuroko- mi padre la dejó e intentando que se recuperara, decidí vestirme como mi hermana- soltó un bufido antes de continuar- se recuperó, pero cuando llegó mi primer celo fue demasiado para ella.

Kise recordaba claramente como su madre gritaba una y otra vez ''¡Eres un hombre omega!''

-pero Kise-Kun... ¿Por qué...?

-¿Por qué sigo vistiendo de chica?- Kise soltó una risa- cuando empecé a modelar, lo hice como mujer hasta que mi mánager me descubrió, le conté mi historia y me dijo que siguiera como hombre y que ocultara mi identidad siguiendo como mi hermana.

El pequeño le miraba, sabía que había algo más, pero no era quien para decirle algo.

-¿Y Aomine-Kun?- pregunto luego de unos segundos en silencio.

-¿Qué pasa con él?- Kuroko Bi sabía si seguir preguntando pero ya había dicho suficiente.

-tú y Aomine-kun... ¿Son pareja?- Kise no pudo reprimir la risa.

-no, no aún... pero para mi mala suerte, es mi pareja destinada, él muy idiota- Kuroko le miró con curiosidad- pero no debes preocuparte, al final, las parejas destinadas siempre terminan juntas, y yo me encargaré de eso.

Aquella última frase sonó macabra, aunque ninguno dijo nada.

Al día siguiente, Kise Ryoko volvió a clases.

Muchos se le acercaban a preguntarle como estaba o que le había pasado, a lo que la rubia les respondía animadamente.

Aomine llegó tarde, pero en cuanto vio a la rubia una gran sonrisa se instaló en su rostro.

Pero nunca espero que la chica le llamara para hablar en privado.

Por lo que a la hora de almuerzo, ambos fueron detrás del gimnasio para poder hablar.

-¿al fin te decidiste a ser mi omega, Ryoko?- la rubia soltó una risa.

-claro que no- Aomine le vio buscar algo en su bolsillo y luego dárselo- esto lo manda mi hermano, no se que quiere contigo, pero me pidió que te lo diera.

En el papel había un número de teléfono, nada más.

-de acuerdo- Aomine a pesar de todo, guardo el papel.

-creo que hoy iba a salir con Kaito, pero me dijo que- la frase quedó a medias.

-¿Conoces a ese idiota?- Aomine sintió la rabia correr por su cuerpo.

-claro que si, me pidió autorización para cortejar a mi hermano- y aquello fue la gota que derramó el vaso.

Aomine no compartía, y menos con un alfa idiota como ese.

El rubio era sólo suyo.

Frente a él, Kise reía por la expresión del moreno.

Poco a poco, Aomine era cada vez más suyo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro