Freya POV

La llegada de los padres de Ragnar ha sido una experiencia muy dulce, me han adoptado de una, ya no solo soy la luna de su hijo, ahora soy una hija que lleva el futuro de su manada y el legado de la familia. Ingrid, la madre de Ragnar me consiente mucho, no es que quiera sustituir a mi madre, pero ha cubierto algunos aspectos de ese puesto, me ha hablado de lo que se espera de mí como luna.

Constantemente me recuerda que soy la razón por la que Ragnar ahora se ha tomado más en serio su papel de Alfa, antes iba de bar en bar y alcoholizarse hasta perder el sentido. Cuando le conté mi historia, lamentó la muerte de mis padres, también me contó que había conocido a mi padre y que mi tío nunca le agradó. De mi madre nunca supo nada.

Me ha explicado que al nacer los mellizos debo trabajar en hacer surgir mi loba interna y en manejar mi aura. En trabajado en ellos y me he sorprendido grandemente, ya que, al afianzar el vínculo con mi pareja, he logrado que mi aura sea fuerte, como luna e hija de un alfa, he logrado que mí, loba surja en mis pensamientos; hay momentos que desea surgir, no obstante, debo de mantener mi control, en mí, estado no puedo cambiar o le haré daño a mis hijos.

—Luna —La voz de la ama de llaves llama nuestra atención – Ambas vemos a la mujer.

—Lo siento, luna Ingrid. Es a la señora Freya a quien buscan —Ambas nos volvemos a ver, no conozco a nadie que pueda venir a buscarme, Frida y Viken nos hubiesen llamado.

—¿Quién busca a mi nuera? —Pregunta Ingrid.

—Es Freydis y viene acompañada de una mujer. Ella no es de esta manda, señora —Yo me tenso y mi loba quiere salir a descuartizar a esa atrevida. —Freya no tiene nada que hablar con esa... Chica —Dice mi suegra.

—Ve y llama a mi esposo e hijo, por favor —Ella me toma de la mano dándome fuerzas, la ama de llave se marcha para hacer lo que se le ha pedido, sin embargo, las mujeres en cuestión parece que les gusta tentar a la muerte, principalmente Freydis que ingresa a la casa hasta donde estamos nosotros sin obtener un permiso para hacerlo, hoy alguien será despedido por ese hecho.

—Aquí estás...-La zorra de queda en shock al ver a mi suegra y luego a mí para bajar a mi vientre —Ahora las dos están en shock.

—Tú no quieres vivir, ¿verdad? Hasta donde sé, se te había advertido de no regresar a esta casa —La increpa Ingrid.

—Ella... Ella está embarazada —La mujer que acompaña a Freydis sale del shock y trata de huir dejando a su acompañante, no obstante, yo la detengo con mi aura.

—¿Quién eres? Y ¿A qué has venido? —Levanto más mi aura, haciendo que la mujer se encoja de dolor. Ingrid toma mi mano para que me calme, es difícil, ya que estas mujeres han venido a causar problemas.

—Helga So... —Ingrid la interrumpe.

—Eres Helga, la esposa de Jakob, el tío de Freya —Mis piernas me tiemblan, tanto de sostenerme de Ingrid para no caerme.

—Viniste a hacer el trabajo sucio de tu esposo —La voz de Ragnar se escucha tras de nosotros. Freydis trata de huir, ahora es el aura de mi esposo la que la frena, haciendo que caiga al suelo y se queje de dolor.

—Freya te hizo una pregunta, Helga. ¿A qué has venido? —Exige mi suegro. —Solo quería conocer a mi sobrina. Freydis me dijo dónde encontrarla - Esta mujer es estúpida o se hace.

—Es extraño que menciones ese detalle, puesto que Freydis no conocía mi procedencia, ya que al momento de su destierro ella desconocía mi nombre. Esa información se la debiste de haber dado tú, puesto que fue tu esposo el que nos mandó a matar a mi familia y a mí -La miro a los ojos y ella baja la mirada. No es una luna real. Yo soy su alfa.

—Creíste tener la suerte de no encontrarme aquí y lastimar a mi luna, ¿verdad? Pensaste que el traidor que las dejo entrar las llevaría a mi luna y así matarla. Pues tienen mala suerte —Las mujeres miran a Ragnar con temor.

—Yo lo siento, fue un error el venir. La verdad quería pedirle a Freya que no reclamara su lugar en la manada, de lo contrario mi hijo perdería su lugar —Dice la mujer temblando.

—Tu esposo no es el verdadero alfa de la manada Alta Forest, lo sabes bien. Así que hazte a la idea de que el puesto será reclamado en algún momento. Y por esta vez no haré nada en tu contra. Sin embargo, Freydis contigo no habrá condescendencia, serás castigada a recibir treinta azotes

y si vuelves ya no tendré piedad contigo. ¡Agárrenla! —Ambas mujeres se miran, Helga le dice lo siento a Freydis, para salir casi corriendo, dos ejecutores toman a la mujer y se la llevan. Ragnar, me estrecha entre sus brazos y me besa desesperado. Al ver a esas dos mujeres debe haberse preocupado mucho.

—Vamos a comer algo —Me toma entre sus brazos, para tomar camino al comedor con mis suegros siguiéndonos.

***

Los días han pasado muy rápido, he mejorado mis habilidades, también ya he llegado a conocer todo el territorio de la manada, si bien Ragnar me había presentado con la ayuda de Ingrid, he empezado a conocer a todas las familias que conforman nuestra gran manada, algunos no están contentos de que Ragnar me eligiera como su luna, no obstante ellos saben que no fue nuestra elección, si bien nos amamos es porque así estaba destinado a ser; si no les agrado pueden irse de la manada libremente; sin embargo, nadie lo ha hecho. Hoy es la reunión de alfas por lo que estoy nerviosa, según me han informado mi tío y el abuelo de Frida, no confirmaron su asistencia, Solvein piensa que ellos vendrán, hay demasiados alfas para poder atacar y ellos no podrían hacer alianzas con ninguno.

—¿Por qué estás tan callada? —Frida me saca de mis pensamientos. Ella y Viken llegaron ayer por la mañana. Viken se reunió con Ragnar y mi suegro para organizar la reunión, como acomodaran y con quien sentará a todos los alfas.

—Porque estaba creyendo en cómo habrán organizado esta reunión —Suspiro.

—Bueno, eso era asunto de ellos, es hora de que salgamos, Ingrid está con el personal del catering —Tomo una gran bocanada de aire, tomo el brazo de mi amiga, para salir al patio trasero de la mansión. Ragnar y Solvein decidieron que fuese aquí por si la basura tramaran algo, yo tendría un lugar donde protegerme. Caminamos hacia el área de la reunión y algunos ya me están mirando, sorprendidos, tomo con más fuerza el brazo de mi amiga.

—Tranquila, nadie te hará daño —Frida me da valor para continuar. Escucho la voz de mi pareja, él habla de su tiempo, de vida desenfrenada, todos ríen; de pronto se pone serio.

—Hasta que llego ella, mi luna, mi amor y la madre de mis hijos —Ragnar me mira.

—Ven amor mío —Me habla a través del vínculo. Yo procedo a caminar en su dirección, bajo la atenta mirada de todos. E s hora de ser la luna de esta manada. No es que no lo fuera antes, es el hecho que estén todos... bueno, casi todos los alfas. Llego al lado de Ragnar y él me estrecha entre sus brazos para luego mostrarme a los demás.

—Les presento a Freya, mi luna —