Rota

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Mary Pov’s

Nunca tuve intensión de ser ambiciosa, solo tenía la esperanza de que pudiese encontrar algo por lo cual ser feliz, pero el amo Illumi tuvo razón “La esperanza es deseo y crece como la hiedra”. Yo no debía tener esperanza y mucho menos deseo por algo, y puede sonar idiota de mi parte, pero empecé a desear lo que más tenía prohibido. Comencé a querer su amistad, quise sonreír con ella; pero la amistad está prohibida en mi vida y en esta casa.

Lentamente comencé a abrir mis ojos, las paredes rocosas y grises sin pintura me dieron la bienvenida, el familiar olor a humedad me confirmo lo que yo sabía. Estaba nuevamente en la mazmorra del amo Milluki, es degradante ser torturada por ese hombre; y más aún si sabes que su vida es insignificante frente a la cantidad de poder que posees. Pero si quiero asegurarme de que aquellos que amo estén a salvo, entonces debo soportarlo.

Fin del Mary Pov’s

-Bienvenida nuevamente, Mary-chan –hablo una voz chillona de entre la oscuridad de la habitación.

-Mis saludos amo Milluki –dijo la albina bajando la cabeza en señal de respeto.

La tenue luz de la mazmorra subió de intensidad, permitiéndole a la albina mirar con detalle cada rincón de la habitación, no había cambiado mucho, mesas y estantes llenos con objetos de tortura de lo más variados, algunos contenedores de vidrio con ácidos y venenos de diferentes grados de corrosividad, una dama de hierro y otros objetos de tortura antiguos.

Mary se encontraba suspendida del techo, asida fuertemente por las muñecas con unas largas cadenas y gruesos grilletes, además de grilletes en los tobillos que conectaban sus pies a pesadas bolas de hierro algo erosionadas por el óxido.

-¿Qué hiciste ahora? –pregunto Milluki observando los objetos de una mesa cercana a Mary.

-No lo sé –murmuro en respuesta.

-¡Que falsa eres! –grito Milluki volteando a ver a la albina quien guardo silencio –Aun no sé porque te mandan a vigilar a Killua; Illumi debería prescindir de ti, es obvio que intentaras algo cualquier día – dijo acercándose hasta la chica con una daga en mano- ¡Responde maldita!

-¡No lo sé! –grito en respuesta luego de sentir el frio metal desgarrar su ropa en un solo movimiento.

El blanco vestido de la joven cayó al suelo hecho jirones, manchado con pequeñas gotas de sangre que salieron de una cortada superficial provocada por el implemento filoso al pasar tan cerca de su piel. Mary quedo solo en ropa interior frente a Milluki, quien paseo la vista descaradamente por las múltiples cicatrices que escondía la joven bajo su ropa, todas aquellas heridas mal cicatrizadas eran admiradas por el azabache con total morbosidad, orgulloso de cada vestigio de tortura a la joven,  ya que todas eran obra suya. Él no tenía por qué ser cuidadoso con ella, caso contrario al de Killua en el cual estaba obligado a contenerse; se suponía que la chica era enviada con él para ser torturada por sus agravios a la familia, aunque el obeso no gozaba del derecho para matarla, a pesar de que fuese su mayor deseo, solo podía dejarla, a lo mucho, en condiciones críticas sin inducir al coma, e Illumi se encargaba de supervisar que no se propasara y la matase.

Siempre fue una historia curiosa el hecho de que esa joven fuese tan “especial” como para no prescindir de ella, en un inicio solo fue considerada como un arma más, más inútil que las otras por su carencia de habilidades nen, a pesar de los múltiples entrenamientos y experimentos a los que fue sometida por Illumi. Pero cuando desarrollo sus habilidades, comenzó a ser un arma especial, sus habilidades de espionaje eran inmejorables, incluso mejor que las de Killua e Illumi, ella carecía de sed de sangre para activar cualquier instinto de supervivencia en sus objetivos, además poseía un zetsu perfecto que la hacía indetectable; podía estar frente a su objetivo, matarlo y continuar caminando sin que nadie advierta su ropa llena de sangre dejando tras sí una conmoción por el cadáver.

Según la matriarca de los Zoldyck, sus habilidades como espía eran imprescindibles a la hora de vigilar a Killua durante sus misiones en caso de necesitar un refuerzo, además de que el cuidado del joven albino era la máxima prioridad para la casa de asesinos debido a sus aptitudes como futuro cabeza de la familia. Durante mucho tiempo se mantuvo a Mary controlada gracias al relativo apego que genero con Alluka y Killua en sus días de infancia, pero se debieron buscar métodos distintos luego de que Killua saco a la Zoldyck menor de la mansión.

-Me pregunto –murmuro Milluki- ¿Qué clase de torturas estará recibiendo tu hermana por tu insolencia?

-¡No! –Rogo la albina con una expresión de terror puro- ¡Piedad! No le hagan nada, se lo pido amo Milluki.

-¡No tienes poder para demandar nada! –argumento el hombre abofeteando la ojiazul.

-¡No estuve en contacto con el amo Killua! –Argumento Mary- No sé porque estoy aquí. Debe haber un error.

-¡Eres una mentirosa! ¡Pagaras tu osadía! Kalluto seguramente debe estar probando sus nuevas técnicas en tu hermana y todo es tu culpa –dijo el azabache tomando un látigo de una de sus mesas y procedió a azotar múltiples veces el cuerpo de la albina hasta que las laceraciones causadas por el látigo manaron sangre.

-Milluki –hablo una voz masculina dentro de la habitación.

El joven obeso detuvo por un segundo su acometida contra la chica para buscar a su hermano mayor con la mirada; el primogénito Zoldyck entraba a la mazmorra con las manos enfundadas en los bolsillos de su particular atuendo verde.

-¿Viniste a llevártela? Illu-nii –pregunto el gordo con tono enfadado.

-No, vine a interrogarla –respondió el azabache mayor- Además, su nen estaba empezando a sobrepasarla –argumento mirando la escarcha que se estaba acumulando en los grilletes de la chica.

El joven de cabello largo miro atentamente la pared tras la albina, realizo un gesto con la cabeza en dirección a su hermano, para que este viera lo mismo que él. Ambos hermanos observaron la cantidad de hielo que está recubriendo la pared a espaldas de la chica y este cubría más porción del muro con el paso de los minutos.

-Debes recordar que ella es peligrosa, aun es inestable –comento el mayor con una sonrisa torcida –Podría matarte inconscientemente, aunque… yo no creería su inocencia, sería una lástima encontrarte atravesado por una estaca de hielo.

-¿P-por qué no obstruiste su flujo de nen como en otras veces? –pregunto el obeso sudando del pánico ante los inestables poderes de la chica.

-Necesito que haga algo antes de que prosigas con su… sesión –hablo Illumi acercándose hasta la joven que miraba las puntas amoratadas de los dedos de sus pies- ¿Estuviste en contacto con Killua?

-No, amo Illumi –respondió sin mirarlo.

-Mírame cuando te hablo –exigió el de vestimentas verdes.

-No, amo Illumi. Salí de allí en cuando el amo Killua recupero el conocimiento.

-¿Estuviste cerca suyo luego de que lo sacaste de la isla?

-No –mintió.

-¿Alluka te vio? –pregunto con el ceño fruncido.

-No –volvió a mentir.

-¿Dónde está tu lechuza? –quiso saber Illumi.

-Debe estar vigilando a Killua y Alluka como su madre orde… -Mary no completo su frase debido a un fuerte impacto en su rostro que rompió su labio inferior.

-Creo que tanto tiempo lejos te ha hecho olvidar ciertas cosas –murmuro Illumi despidiendo una potente y siniestra aura- ¡No tienes derecho a tutear a nadie de esta casa! ¡En especial a Kill! –siseo para luego impactar con su puño el abdomen de Mary.

Un grito desgarrador escapo de los labios de la joven, al sentir como sus costillas izquierdas crujían bajo el puño de Illumi, lo siguiente fue el sonido audible de cómo su fémur derecho se rompía por influencia del terrible hatsu de Illumi.

-Muéstrame a Kill –ordeno el pelilargo.

Con el cuerpo temblando por el dolor y aun escupiendo sangre por los golpes propinados, Mary desplego poco a poco su nen hasta abarcar un espacio considerable del piso, el cual se congelo en un círculo casi perfecto, del hielo manó luz y luego imágenes distorsionadas se comenzaron a ver en la superficie cristalizada. Era como ver un video desenfocado que con los segundos se fue volviendo más nítido, colores verdes se podían ver pasar a gran velocidad hasta enfocar un edificio modesto cercano a una arboleda, la imagen se deslizo por las ventanas del edificio hasta una en específico donde volvió a enfocar hacia dentro de la habitación.

Dentro del cuarto podía verse a una sonriente azabache abrazando a su hermano, quien luego hizo gestos de desprenderse de ella mientras le comentaba algo con actitud seria, pero luego la mirada del albino se suavizo, esbozando una sonrisa para la chica azabache, posteriormente entro un joven de cabello negro y puntas verdes, quien hizo algún comentario de forma sonriente. El grupo de jóvenes hablo durante unos minutos con actitud distendida, para luego salir de la habitación.

-¿Usaste in? –pregunto Illumi.

-Sí, amo –respondió la albina con voz ronca.

-Al parecer las cosas están bien –dijo el mayor un tono de escepticismo en su voz- Pero yo mismo iré a ver a Kill, es curioso que hasta ahora descubriera la aguja –murmuro a Milluki –Prosigue con tu trabajo.

-¿No olvidas algo? –dijo el obeso con sorna.

-¡Ah! –murmuro para luego lanzar un conjunto de agujas al cuerpo de la albina para detener el flujo de nen en su cuerpo- Aunque es una lástima.

-¿Qué Illu-nii?

-Que no podamos escuchar lo que dicen –aclaro el pelilargo.

-No todas las habilidades pueden ser perfectas –argumento Milluki.

-Tal vez, si… aunque yo apostaría por lo contrario –inquirió Illumi seriamente- Dime Mary –hablo con voz sedosa acercándose peligrosamente al cuerpo de la chica.

-¿Sí, Illumi-sama? –murmuro la ojiazul con voz baja.

-¿No se puede escuchar lo que Kill dice? –pregunto pausadamente el mayor.

El controlador se inclinó para mirar fijamente los ojos azules de la joven a corta distancia, apoyo su frente en la de Mary y poso una mano en su coronilla, para luego bajarla por la longitud de su cabello, cuando llego casi a la mitad halo fuertemente la mata de cabellos blancos logrando que la chica alzase su rostro.

Mary sentía como aquellos pozos negros que tenía Illumi por ojos, la arrastraban hasta el mismísimo infierno, exponiendo todos sus secretos en el proceso, una leve punzada en su frente la alerto de una nueva aguja entrando a su cráneo.

-Volveré a preguntarte –recito Illumi con lentitud- ¿Puedes escuchar las conversaciones de Kill?

-No, amo Illumi –respondió la joven con voz mecánica.

-¿No puedes o no quieres? –volvió a preguntar ejerciendo más fuerza al agarre de los cabellos de Mary.

-No puedo, las condiciones no se han cumplido.

-¿Qué condiciones? –intervino Milluki.

-Uno: Que esa persona conozca mi verdadero nombre y rostro, dos: compartir un secreto con esa persona y tres: esa persona y yo debemos tenernos ciega confianza –contesto lacónica.

-Eso es nuevo –dijo el obeso.

-No lo es, fue útil cuando Kill y ella se conocían, pero con mi aguja, Kill la olvido, además, aunque él logre recordar su rostro, el nunca tendrá confianza en alguien que está bajo nuestra influencia.

-¿Y porque antes sí? –inquirió Milluki.

-Eran niños, la confianza era algo sin suficiente matiz en su vida; pero Kill, ahora es el ser más desconfiado que puedes imaginar, yo mismo me encargue de eso, no confiara en ella a menos que tengan contacto directo; y eso, no pasara –explico Illumi con voz tétrica.

-Entiendo ¿Cuántos minutos puedes controlarla ahora? –indago curioso el obeso, mientras se deleitaba con la mirada vacía de Mary.

-Siguen siendo unos pocos minutos, mientras más fuerte se hace, más fácil destruye mis agujas, sin importar como las proteja con nen, no creo que ella sepa la razón, pero es algo que averiguare cuando tenga algo de tiempo libre.

-Es una amenaza, debe ser eliminada, no podemos confiar que no contactara a Killua –opino Milluki.

-Es una buena arma, mejor que muchos mayordomos y ahora que Killua la recuerda, es posible que se convierta en la causa de su regreso –argumento Illumi.

-¿Insinúas que Killua siente algo por esta niña? –pregunto con desprecio.

-Apelo a la curiosidad de Kill, y tal vez, a la supuesta culpa que pueda llegar a “sentir” –comento haciendo comillas en el aire con sus dedos- ¡Oh, volvió! –acoto el mayor al sentir su control desvanecerse.

Los ojos de Mary se volvieron más brillantes progresivamente, pero sin abandonar su ceño fruncido para con sus verdugos.

-El abuelo querrá verla pronto, no la dejes incapaz, Milluki –acoto el mayor para luego retirarse de la mazmorra.

-Salvada nuevamente- expreso Milluki con desprecio- Sigo sin comprender porque el abuelo, es indulgente contigo, luego de tu traición, pero te hare desear haber muerto en los experimentos de Illu-nii.

En aquella lúgubre habitación, Mary tenía prohibido el uso de nen, a menos que le ordenasen usar alguna de sus habilidades, pero no podía, bajo ninguna circunstancia, usar su aura para reducir o evitar los daños de la tortura de Milluki, ella debía aceptar cada lesión proporcionada por el Zoldyck obeso como parte de su castigo, el uso de su nen como defensa era considerada una rebelión y por ende su comportamiento seria pagado por su hermana.

Flash back.

Casi dos meses, apenas habían pasado 6 semanas desde aquel día. Luego de conocerse, lentamente, Mary y Killua se habían convertido oficialmente en amigos, la pequeña felicidad que compartían ambos albinos al jugar luego de pasado el toque de queda para los mayordomos, era el sumun de sus infantiles ambiciones, hecho realidad.

Pero esto no duro mucho, pasaron siete días desde el regreso de Killua de su última misión y la familia Zoldyck descubrió la amistad entre ambos niños, un amo y su mayordomo; una “aberración” en palabras de Kikyo Zoldyck.

-No podemos permitirlo –dijo Illumi con su faz carente de expresión.

-Mátenla –tercio con obviedad Milluki.

-Se han empleado muchos recursos en su entrenamiento, es un desperdicio –se pronunció Zeno.

-¡Silencio! –exclamo Silva- Tengo planes para ella, pero indudablemente tenemos que separarla de Killua.

-¡Querido! –exclamo Kikyo llena de sentimientos contradictorios.

-La designaremos nuevamente como mayordomo de “eso”, con la supervisión inmediata de Tsubone, así ya no deambulara por los pasillos de la mansión –comento Silva.

 -¿Y crees que Killua lo aceptara así nada más? –razono Zeno.

-Illumi puede encargarse de ello –murmuro- Luego de esto, Killua no volverá a buscar a “eso” o a esa niña.

-¿Y cómo pretendes mantener bajo control a esa niña? Sus poderes crecen a un ritmo increíble, pronto podría tener la suficiente fuerza e inteligencia para escapar de aquí y al matarla quedamos en las mismas –hablo el Zoldyck anciano.

-Amenazarla es una opción –opino Milluki mientras jugaba en el sofá con una consola- Mentirle y decirle que su desobediencia la pagara Killua.

-No me gusta esa idea, tendríamos que dejarle a ella recordarlo –hablo Illumi.

-Sigamos la propuesta de Milluki –repuso Silva- Tengo una carta bajo la manga, pero por el momento es mejor no darla a conocer.

-Bien, padre –acepto Illumi sin demostrar su descontento.

La noche pronto cubrió la montaña Kukuroo, el manto negro salpicado de miles de estrellas se hizo más profundo con el paso de las horas, y cuando la actividad en los terrenos Zoldyck debía ser más reducida, dos manchas borrosas de color blanco se movían con agilidad entre los arboles de la propiedad.

-¡Te tengo! –dijo la voz aguda del heredero Zoldyck.

El niño de cabellos revueltos se lanzó desde una rama mucho más alta a la posición de su compañera de juegos, embistiéndola con su cuerpo dejándola bajo sí mismo.

-¡Eres un bruto, Killua! –decía la niña mientras se removía bajo el pequeño albino.

-Y tú eres muy lenta –bromeo el niño acercando su rostro al de su compañera.

-¡No es cierto! –nego enojada Mary, pero al percatarse de la cercanía entre ellos, volteo su cara a un costado para ocultar el pronunciado sonrojo que sentía cubrir sus mejillas -¡Qui-quita de encima, Zoldyck!

-¿Mary? –llamo extrañado a la niña pero ella no giraba a verlo- ¿Te moleste? –pregunto a la mención de su apellido.

-Solo quítate –pidió entre murmullos.

-¡Ahf! ¡Por estas cosas es que no me gusta jugar con niñas! –exclamo irritado apartándose de la niña - ¡No aguantan nada!

-¡Idiota! ¡A las niñas no debes acorralarlas de esa manera! –le grito la albina.

-¿Por qué? Es efectivo para inmovilizar a una presa de menor fuerza y de tamaño parecido al propio –argumento el ojiazul lógicamente.

-No serviría de nada explicártelo –dijo Mary mirándolo fijamente.

-Las niñas son muy complicadas –bufó Killua.

-¿Cómo lo sabes? No es como que tuvieras cerca de muchas niñas –argumento la niña con una ceja levantada.

-Eso no puedes saberlo. Salgo de misión seguido ¿Sabes que puedo conocer más niñas fuera?

-¡Tonto! –exclamo al sentir sus ojos cristalizarse y con la idea de esconder sus sentimientos heridos salió corriendo.  

-¡Mary! –llamó Killua.

La pequeña despareció en cuestión de segundos y al sentir lejana la presencia de su compañero, se sentó junto al tronco de un árbol y abrazo sus piernas para esconder su rostro entre las rodillas. Las lágrimas salieron sin control a pesar de saber que los comentarios de Killua son solo eso, comentarios; y que su forma de ser, crianza, además de los motivos por los cuales sale de la montaña no dan entrada a que él pueda hacer amistad con otras niñas; igualmente se sintió herida contra toda lógica. Ya que ella anhela poder ser la única en la mira de Killua, no concebía la idea de otras niñas a su alrededor.

Ella sabía que la situación se había salido de control, se conocía lo suficiente como para saber que aquella posesividad no era típica de una amistad común y corriente, no era tonta para no poder identificarlo, pero enamorarse de él estaba fuera de cualquier consideración, ya bastante lejos estaba hiendo al ser su amiga.

Con la mente totalmente distraída, Mary fue incapaz de captar la presencia del albino acercarse a paso veloz y solo cuando sintió el calor que emanaba de él justo a su lado se atrevió a mirarlo con las mejillas y la nariz roja.

-Idiota, no salgas corriendo de esa manera –regaño.

-¿Cómo me encontraste? –pregunto Mary intentando llevar la conversación por zonas seguras para ella.

-Pareciera que no sabes con quien hablas –respondió egocéntricamente- Además un abrigo carmesí no es exactamente discreto.

-Tú insistías en que me abrigara –refuto ella.

-Y aun así te enfermaste –comento al notar la cara roja en Mary.

-¿De qué hablas?

-Tienes la cara completamente roja –dijo Killua para luego mirar las manos de la niña- Y vuelves a tener la uñas amoratadas. Seguro enfermaras.

El albino envolvió las manos de uñas amoratadas entre las suyas, para llevarlas cerca de su boca y empezar a soplar lentamente, intentando que las manos de su contraria entraran en calor. Con las mejillas aún más rojas, Mary observo la acción de su compañero en silencio, a sabiendas de que su esfuerzo era inútil.

Killua observo las uñas de ella nuevamente, percatándose que seguían en el mismo tono azulado, dándose por vencido. Ceso su acción, pero sin conocer el motivo mantuvo las manos de Mary agarradas a las suyas, auto convenciéndose que solo la ayudaba a recuperar calor. El silencio los envolvió durante unos minutos, y a pesar de estar solamente sentados junto al otro con el frio envolviendo lentamente sus cuerpos, de alguna manera ese momento era lo más grandioso en la vida de ambos, inexplicablemente sabían que la compañía del otro era lo único que necesitaban para ser felices en su limitado mundo.

-Sabes… -murmuraron los dos albinos al mismo tiempo.

-Tú primero –volvieron a decir al unísono.

-Habla tu primero, Kill –dijo Mary.

-No, tú –rebatió Killua.

-Killua… -murmuro la niña con un tono de terquedad que el albino conocía a la perfección, y que no aceptaba replicas.

-Estaba pensando, en que tú y yo… -decía hablando cada vez más bajo

Las palabras y sentimientos cálidos quedaron para siempre congelados en ese instante, ya que la presencia de Illumi aterro a ambos niños quienes se obligaron a levantarse y ponerse espalda con espalda, para observar al azabache de largos cabellos y al hermano robusto del albino Zoldyck.

-Illu-mi… –murmuro el niño viendo aterrado a su hermano mayor.

-Buenas noches, Kill –hablo el mayor lentamente.

-Te has portado mal, Killua –dijo Milluki a sus espaldas con una carcajada reverberando en su garganta.

-Por favor, Killua no tiene nada que ver, es mi culpa, debí ser más firme… -pedía Mary.

-¡Callate, zorra! –grito Milluki cruzando el rostro de la niña de una bofetada.

-¡Eres un maldito, Milluki! –exclamo Killua, sin apartar la mirada de Illumi.

-Calla Killua… -ordeno Illumi usando su nen para reprimir el comportamiento de Killua.

El niño solo pudo escuchar como Milluki tomaba con fuerza uno de los brazos de Mary, y esta dejo salir un leve gemido ante la presión que ejercía este en su brazo. Milluki se paró arrastrando de la niña junto a Illumi, la mirada adolorida de la ojiazul se chocó con la impotente de Killua.

-Sabias que tienes prohibido acercarte a Killua –hablo Illumi para Mary.

-Sí, amo Illumi –murmuro por lo bajo.

-Sabias que te mataría por esto.

-Sí, amo Illumi.

-¡Illumi! –exclamo Killua- ¡No te atrevas!

-Mary, se ha decidido dejarte vivir – murmuro lentamente el mayor- Pero si vuelves a incumplir nuestras normas, pagaras el precio. Milluki.

-Sí, Illu-nii.

El obeso saco un látigo de entre sus ropas y comenzó a azotar a Mary frente a su hermanito. Illumi se agacho a la altura de Killua para retener sus movimientos si era necesario.

-¡Detente! ¡Eres un poco hombre, Milluki! ¡Mídete conmigo, cobarde! –gritaba impotente el niño, clavado en su sitio por la presencia de su hermano mayor.

-Esto es su culpa, Killua. Tu no debes, tú no TIENES amigos. Solo sirves para matar, es lo único que puedes hacer bien. Todos a los que te acercas están condenados a morir… -murmuraba el mayor al oído del peliblanco.

-¡Es mentira! –grito Mary con toda la capacidad de sus pulmones.

-¡Insolente! –grito Milluki asestando un latigazo certero al rostro de la niña, quien sin levantarse del piso dirigió una mirada directa a su amigo llena de convicción en sus palabras, para luego articular con sus labios unas palabras que jamás debían ser pronunciadas, pero si debía morir por ello lo haría.

-Milluki, llévate a Killua a la mazmorra.

-¡No! –grito Mary nuevamente- ¡A quien deben castigar es a mí!

Milluki tomo a Killua del brazo para arrastrarlo con él rumbo a la mansión, el niño apenas se removía, se encontraba en shock por la palabras de su hermano mayor, pero un nuevo grito de Mary lo saco de sus pesimistas pensamientos, ella le llamaba, sus sollozos eran atronadores en el silencio de la montaña, el ojiazul puso mayor resistencia pero fue sometido por un golpe certero de Illumi en su nuca.

-Si te revelas, Killua pagara tus acciones –dijo el Zoldyck mayor a la niña, quien desde el suelo solo veía aquellos ojos sin emociones llena de impotencia y tristeza- Vamos al laboratorio, a ambos les espera una larga semana.

Con los ojos anegados en lágrimas, Mary se levantó y siguió pasivamente al hermano mayor de la familia de sus captores. Aquel destino cruel que se vislumbraba en su horizonte, era peor de lo que pudo imaginarse al tomar la mano de ese egocéntrico albino, pero nunca se arrepentiría, haberse encontrado con él fue lo más feliz que su destino le pudo haber regalado. Y solo por ello aceptaría cualquier cantidad de años en miseria, siempre y cuando ella supiera que él estaba bien.

Fin del Flash Back.

Los latigazos eran una ráfaga continua en su cuerpo, pero ya este se hallaba tan entumecido que no sentía los demás golpes, la bruma de oscuridad en su cerebro se hacía más densa, sabía que la inconciencia se hallaba cerca. Uno, dos, tres, cuatro… Volvió a articular mudamente el mismo “te quiero” de esa noche, porque al igual que en aquel entonces, ella aceptaría cualquier infierno por ver esa sonrisa, esa preciosa sonrisa que últimamente iluminaba la cara de su amado Killua. Un azote más, y la oscuridad la absorbió.

 ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

Mis 4 ángeles,  que son en realidad 5 porque creo que hay uno por alli oculto en las sombras como nuestro Hunter asesino favorito, ya se han pronunciado por esta historia...

¿Y como resistirme a hacerlas felices con un doble capítulo? 

No le agarren mucho el gusto ya que para la próxima semana las actualizaciones seran entre una y dos semanas

¿Que creen que le hará nuestro querido albino a su hermano otaku cuando se entere de lo que este ha hecho a Mary?

Es el mes del amor y toca esparcir amor... les amo angelitos

Besos y abrazos
~ Mia_GnzlzR

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro