꒰◌; capítulo diecisiete

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—¿Ocurre algo? —preguntó Lisa notando con facilidad la mirada ansiosa de la mayor.

Estaba de más decir que la conocía como la palma de su mano. No en vano su amistad existe desde que tenían uso de razón. Y por lo que podía notar, era que Jennie se comportaba extraño, muy extraño a decir verdad.

Suspiró con algo de diversión, a veces Jennie era tan predecible y mala con las mentiras.

Gran indicio de sentirse abrumada o sofocada, fue que Jen pisaba insistentemente el suelo y parecía hacer movimientos inconscientes con sus esponjosos labios, algo que no pasaba desapercibido para ella; conocía tanto su manera de comportarse.

—Jennie —volvió a llamarla, pero esta seguía con la mirada perdida en sus pequeñas manos.

Resopló e intentó una vez más.

—Hey, Unnie —dijo con la voz un poco más alta.

La mencionada cerró por unos instantes sus ojos y luego al abrirlos viajaron lentamente hasta encontrarse con aquellos ojos café brillantes.

—Eh... ¿si? —trató de sonar relajada.

—¿Estás bien?

—Yo, umh... Creo que iré al baño un momento —se excusó sonriendo levemente.

"Quizás solo era eso", pensó Lisa restándole importancia.

Jennie se aseguró de tener el celular en el bolsillo interno de su chaqueta y con un "vuelvo pronto", se dirigió rápidamente al pasillo que la llevaba hacia los baños, se encerró en el primer cubículo que vio vacío.

"Jimin, Jimin, Jimin", era como un mantra que se repetía una y otra vez en voz baja mientras buscaba su nombre en la lista de contactos.

Sin pensarlo dos veces, dio click al botón y la llamada fue atendida luego del tercer tono.

—¿Jennie?

—No, Hitler —respondió con sarcasmo—. ¿Por qué demoraste tanto en contestar?

Hey, hey, vuelve a responderme así y no dudaré en colgarte, mocosa.

—Yah~ —se quejó—. Jimin, tengo un 3312, repito un 3312. ¡S.O.S!

—¡Cállate, tarada! — le reprochó, deteniendo la inquietante voz de Jennie—. ¿Dónde rayos estás? Es mejor que estés en tu habitación y no en un lugar público gritando como desquiciada —una vez más la amenazó.

Jennie resopló con algo de desesperación y logró apaciguar su respiración a una más calmada.

—Lisa, Juwoon, ya le dije pero no todo, está fuera, allá, estoy en el baño, te llamo, no sé, ayuda por favor —dijo rápidamente digna de una rapera, pero con muchas incoherencias en el proceso.

¿Qué diablos? —Jimin suspiró con calma, a veces la castaña le colmaba la paciencia fácilmente y, tal vez parte de ello también era porque estaba en medio de una hoja llena de ecuaciones dimensionales por resolver—. Jennie —masajeó el puente de su delicada nariz y decidió despejarse un poco de las abrumantes tareas. Soltó el lápiz y se echó en su cama relajando su tensa espalda—. ¿Podrías hablar más lento....? No soy ningún papá tratando de entender a una pequeña mocosa.

—Ahg, está bien —resopló.

Y recuerda que el drama no es lo tuyo, morirás de hambre como actriz —dijo en tono burlón, haciendo que los nervios de Jennie disminuyeran—. Ahora, suelta todo que Jimin te escucha —sonrió con suficiencia en la tranquilidad de su habitación.

La chica peinó su cabello hacia atrás con su mano vacía y le contó todo lo que pasó y todo lo que había hecho horas antes.

Si serás tonta —fue la primera frase que salió de los labios del rubio ni bien Jennie terminó el relato.

—¿Qué querías que hiciera? —rezongó infantilmente—. Ella iba rechazarme, de seguro porque Bae iba a ir a su casa y yo... no sé, fue lo mejor que se me ocurrió.

Y sigues siendo Jennie impulsiva Kim.

—Me encantaría la idea de que dejes de insultarme y me ayudaras ahora, solo digo —dijo con un leve tono sarcástico.

Jimin río brevemente.

Recuérdame por qué lo hago —se quejó falsamente.

—Porque soy tu adorada amiga a la que quieres mucho y no deseas verla llorando y dejando sus mocos por tu cama cuando Lisa me rechace —dijo burlona.

Eso fue asqueroso —se quejó de nueva cuenta.

—Por eso te conviene ayudarme, querido Jimin.

El mencionado solo rodó los ojos mientras sonreía levemente.

—Ok, ok —suspiró—. No sabes qué decir, ¿cierto?

Jennie hizo un sonido de afirmación.

—¿Y si le digo la verdad?

—¿Qué? No, boba, no del todo. Tendrás que omitir la parte de que ella fue la principal, bueno, la única razón de que hayas terminado con Juwoon.

—¿Y cómo se supone que haga eso?

Ah —suspiró, a veces su amiga era media lenta—, solo dile que las cosas no iban bien, porque tus sentimientos no eran tan sinceros por Juwoon. Que volviste a encontrarte con una persona que conociste del pasado y de la que estás enamorada, pero no pudieron estar juntos en ese entonces.

La castaña lo dudó un poco, no sabía por qué pero tenía un presentimiento de que eso no acabaría bien.

—¿Seguro?

Pues es lo único que se me ocurre. No puedes decirle que la causa fue ella, ¿o sí? —segundos en silencio—. Recuerdo que me dijiste que querías declararte a Lisa de manera especial y en un lugar bonito. Aún falta que su confianza aumente, el enamoramiento no nacerá de un día para otro y menos diciendo algo tan directo como "Terminé con él por ti". Ni siquiera yo sabría cómo va a reaccionar. Sé más paciente y romántica, querida.

—Bueno, lo haré —volvió a sacudir su cabellera—. Tengo que colgar, de seguro he demorado años aquí.

—Hasta luego y mucha suerte —dijo de manera dulce y la llamada se dio por finalizada.

Jennie guardó su celular en el bolsillo de su chaqueta y salió del cubículo. Se dio una leve mirada en el espejo y trató de acomodar su desordenado cabello, se mojó las manos y salió de ahí un poco más relajada. Jimin siempre era bueno dando ideas.

Sin embargo, toda calma se fue al suelo cuando vio a una chica casi un poco más alta que ella, de cabello color naranjo y de buen porte físico mirar con total confianza a Lisa, con una gran sonrisa "estúpida" mientras le conversaba de no sabe qué.

Suspiró indignada y enojada. Se descuidó unos minutos y ya había estúpidas necesitadas detrás de alguien. Pero ese alguien, su alguien, ya la tenía a ella. Y claro estaba que Jennie jamás permitiría dar el pase a una tarada como esa por su dongseang.

Caminó apresuradamente hasta llegar hacia ellas, su mirada clavada en aquella intrusa.

—¿Interrumpo algo?

¡Gracias por leer!
🌻

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