13: Si no quieres que te lastimen... Oculta tus Sentimientos...

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— ¿Qué mierda están haciendo?...


— ¿Y-YoonGi?


— ¿MinGi?

Sentí mi cara arder, ambos me miraron extrañados. Lo que en verdad estaba sucediendo ahí era algo totalmente diferente a lo que imagine.


—Hyung, yo solo ayudaba a Tae con... —sin apartar las manos de dicha zona me miro preocupado — con el zipper de su pantalón, esta atorado y no puedo bajarlo.


Los sonidos eran grotescos, cualquiera pensaría otra cosa, ¿no es así?


—Ese no es asunto tuyo Park—lo tome del brazo jalándolo fuera de allí. —deja que él arregle sus asuntos. ¿Acaso eres su niñera?


—Hyung yo, de acuerdo.


Llegamos de nuevo a la mesa, HoSeok tenía su cabeza apoyada en la mesa, el alcohol había hecho de las suyas, él ya no podía más, Jeon aun seguía bebiendo, parecía que no había tomado ni una sola copa. JiMin solo se veía sonriente, reía por cualquier cosa. El idiota bueno él... solo se veía más idiota.


— ¿Park, no crees que es hora de irnos? —estar en este lugar me provocaba migraña, no la estaba pasando nada bien, necesitaba mi cama, mi tranquilidad, el silencio.


—Pero, YoonGi, recién son las 11:00 pm, aún es temprano, solo un poco más.


—Creo que es hora de pedir una botella más. ¿Dónde está el meserito? ¿Meserito?


—Su nombre es Jin, TaeHyung creo que tienes razón, es hora de pedir otra botella.— JungKook le hizo una señal al mesero con el dedo, y el inmediatamente se acercó.


— ¿Qué es lo que necesitan?


—Más whishy —con la cabeza apoyada en la mesa HoSeok hablo, ¿este tipo podrá manejar?


— ¿Whishy?


—Jin cariño, necesitamos más whisky. —JungKook parecía ser serio, pero, en realidad era todo lo contrario.


—Bueno, es una pena, pero solo queda Brandy y vodka.


—YoonGi, ¿qué opinas? —Park preocupándose por mí, ya no es extraño.


—Me da igual.


—Jin por favor tráenos una y una.


En un par de segundos Jin llego, esta vez, se quedó, JungKook le pidió que se quedara a "servir" las copas de cada uno de nosotros. Y así lo hizo, en cuanto alguno de nosotros dejaba vacía la copa, Jin se encargaba de rellenarla, un poco cada vez.

Cada vez el escándalo se hacía más soportable, me fui a mi mundo, el alcohol me ayudo, me sentí feliz, mi primera vez desde que mi madre murió. Siempre me pregunte cual era la razón por la cual mi madre amo demasiado al padre de Park, ¿Por qué morir amando a alguien?  No sirve de nada "amar", es algo tonto, el corazón... el corazón solo es un órgano que bombea sangre, esa es la única función del corazón. Así como la única función del ser humano al relacionarse con otros es solo para reproducirse. Si en realidad las cosas son así, ¿Por qué se sufre y se vive por amor?


Los demás se habían dirigido a la pista de baile, me quede en la mesa, mientras Jin me servía más y más, y más. Una que otra vez me perdí en los movimientos de JiMin. ¿Por qué él era capaz de hacer todo lo que yo no puedo?

Reconozco sus talentos, pero jamás los aceptare.

Es un gran chico, pero jamás me relacionare con él, el me quito todo.


— ¿Se encuentra bien? —la voz de Jin me llevo de nuevo a la realidad.


—Sí, ¿Por qué no habría de estarlo?


—Bueno, es que usted está llorando.


Era cierto, las frías gotas que caían de mis ojos estaban aterrizando ahora en la copa de licor que estaba sosteniendo. Algo en mi pecho duele, quizás todo ese sentimiento reprimido por fin quiere salir. Siempre oculte mis sentimientos, si alguien me hacía daño, yo solo fingía estar bien, pero de vez en cuando por las noches, cuando no había nadie, sacaba mi frustración, llorando en silencio.

Más de una vez me dijeron que no tengo sentimientos, y yo asentía, mostrando mi rostro inexpresivo. La razón del por qué lo hago es simple, si muestras tus sentimientos, las personas te harán daño con facilidad, si ven lo contrario, las personas se cansaran rápido y te dejaran tranquilo. Solo que en momentos como este, el alcohol me traiciona dejando mi verdadero yo al descubierto.


—Tienes razón, estoy llorando.


— ¿Cuál es la razón? Claro si gusta contarme. — una persona que te sirve un trago, mientras quiere saber de ti, no es una buena señal. Es momento de encerrarme en mi mundo.


—Lo odio, yo debería estar en su lugar, y el en mi lugar, toda la mierda que he vivido le corresponde a ese bastardo, no a mí. —Bebí una vez más, el líquido fuerte raspaba mi garganta, se sentía como si estuviese bebiendo fuego. —Dame un cigarrillo.


—No entiendo de que habla, y no pienso preguntar más, solo, permítame darle un consejo. Odiar no es un sentimiento bueno, el que se hace daño es usted, tal vez a esa persona no le interese si lo odia o no, más sin embargo usted sufre día a día por odiarle, por querer verle sufrir. Eso es desgastante.

—Te pedí un cigarrillo, no un estúpido consejo.


Mi vista ya era borrosa, la música se escuchaba lejana, las imágenes ante mis ojos iban y venia en un vaivén desagradable que solo me hacía marear más.

—Por dios YoonGi, ¿Cuánto has bebido? Tenemos que irnos, pasa de las 3:00am.


En un parpadeo ya estaba en la camioneta, las risas de TaeHyung y los demás no cesaban.


—Chicos, ¿Por qué no se quedan en mi casa?


— ¿Podemos?


—Oigan, el mesero me dio su número de teléfono.


Quise protestar, hacer algo, pero no pude, escuchaba lo que hablaban pero yo no parecía que podría hablar.


—Alguien baje al gruñón.


—Yo lo are, Tae toma las llaves, cargare a YoonGi.


Me tomo en sus brazos, es curioso, esta sensación ya la había tenido antes, soñé que unos brazos imponentes sujetaban mi cuerpo con fuerza, pegándome a su pecho cada vez más, sentía su respiración en mis labios, todo era justo igual, como ahora, quizás nuevamente este soñando.Esta vez no fue así, era JiMin, algo me dice que aquel sueño fue realidad, JiMin nuevamente me acunaba en sus brazos.


Abrí mis ojos, nos miramos, su mirada se conectó con la mía como si de un rompecabezas se tratara, podría decir que por fin había encontrado la respuesta a mis preguntas, ¿el por qué darías todo por una persona que amas? La respuesta estaba ahí, en ese peculiar brillo en sus ojos.


—JiMin, yo dormiré en este grande sofá, claro si no te molesta.


—No, claro que no me molesta, adelante Kookie, puedes dormir ahí, hay mantas en mi habitación, dile a Tae que te indique donde.


Subió las escaleras, me sonreía sinceramente, yo no pude responder adecuadamente, mi sonrisa salió forzada, no es bueno mostrar tus sentimientos...


Me acostó en mi cama, ese escalofrió recorrió mi cuerpo, su calor corporal se esfumo..


—No te vayas.


Y así las piezas del rompecabezas por fin se habían conectado, haciendo más fácil resolver los problemas restantes, teniendo dos piezas unidas, es fácil encontrar las demás...



MI PEQUEÑO HERMANO


Si me sigues seras 88% mas feliz. 

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