Al cerrar la puerta de aquella casa me quede petrificado, las palabras de JiMin resonaban en mi mente, quizás en mi corazón. Abrí la puerta de nuevo, JiMin estaba ahí aun, mirando la puerta entristecido.

— ¡Y-YoonGi!

—Cállate —lo tomé de la muñeca jalándolo fuera de la casa.

—Regresaste ¿por mí?

No respondí.

— ¿A dónde vamos?

A mi casa, te llevare a mi casa.

— ¿Por qué no me contestas?—Seguía jalándolo de la muñeca con fuerza.

—YoonGi, los chicos están en casa, los dejare solos.

—Está bien. —me detuve de golpe soltando su muñeca. —Lárgate con ellos.

Camine sin darme vuelta, no quería ver que regresara a su casa. Dentro de mí quería que no me hiciera caso, y que siguiera mis pasos. Que no me dejara solo. Por favor, JiMin sígueme, no me dejes.

—YoonGi, espérame. Voy contigo.— Sonreí por instinto, camine ahora lento, JiMin iba a mi lado, tomo la pequeña maleta que llevaba en mi mano.

— ¿A dónde vamos YoonGi?

—Iremos a mi casa.

—De acuerdo —mire de reojo, y su rostro se ilumino. —Es emocionante.

—No te emociones, solo, necesitamos hablar, las cosas no son como pensabas.

—Hyung, ¿puedo tomar tu mano?

¿Qué le sucede a ese cachetón? Metí mis manos a los bolsillos de mi sudadera. El camino era largo, el sol era insoportable como para caminar hasta casa.

—Tomemos el autobús.

— ¿Tu casa está lejos Hyung?

—Si. —El autobús llego, deje que JiMin subiera primero, eligió los asientos de la parte del fondo.

—Sabes, creo que soy un chico malo, nunca antes me había ido de casa después de pelear con mis padres, esta es mi primera vez.

— ¿Te felicito? ¿Te hago una fiesta? —comenzaba a arrepentirme de traerlo conmigo.

—Solo, quiéreme Hyung. —sonrió y esquivo mi mirada mirando por la ventana.

El camino fue lento, JiMin y yo no volvimos a hablar, el silencio era incomodo, pero era preferible para mi estar en silencio que hablar, no quería que a JiMin se le ocurriera hablar sobre la noche anterior. El alcohol me hizo mal, no controle mis necesidades, me gano la temperatura de ese momento, desearía decir que me arrepiento, pero, no lo hago del todo.

—Vámonos, es aquí.— Bajamos del autobús, mi casa solo estaba a un par de cuadras de la parada de autobús.

— ¿Ya casi llegamos?

— ¿Ves la casa de dos pisos, de ahí? ¿La que tiene rosas rodeando la entrada?

— ¡Oh! ¿Es esa Hyung?

—Si. JiMin, tengo algo importante de que hablar contigo.

— ¿Qué es Hyung? Si es lo de anoche, ya lo olvide.

—No es eso.

Llegamos, la puerta de mi casa estaba cerrada, y tenía una lona que pendía de la venta superior sosteniéndose de la chimenea, "En venta" la sangre me hirvió en cuanto vi el mensaje.

—JiMin, tenemos que entrar por la ventana de mi habitación.

— ¿Dónde está tu habitación? — Señale la ventana del segundo piso.

— ¿No podemos entrar por la cocina? O ¿por las ventanas de allí?

—Las ventas de allí, están protegidas con barrotes, ¿piensas entrar por ahí?

— ¿Cómo entraremos a tu habitación?

—Subirás a mis hombros, abrirás la ventana, entraras y abrirás la puerta principal.

—Sabes, peso mucho, ¿aguantaras mi peso? — Me incline para que JiMin se subiera a mis hombros.

—No me sueltes Hyung.

—No lo haré.

Tuvimos éxito, mi ventana estaba entreabierta, le fue fácil a JiMin abrirla. Espere unos segundos y la puerta se abrió.

—Tenemos que hablar. Vamos a la sala.

Estaba tan inseguro de decirle esto a JiMin pero debía hacerlo. Nos sentamos en el sillón más grande, ese donde mi madre esperaba por mi cada tarde, recibiéndome al llegar de la universidad.

—JiMin, tome los papeles que se encontraban en la habitación de tus padres. Encontré una carta de mi madre, el verdadero testamento, y otras cosas.

—Dime Hyung.

—Mi madre y tu madre eran amigas, pero, tu madre amaba a nuestro padre. Tu madre se metió con el novio de mi madre a escondidas de ella. Poco tiempo después mi madre y mi padre se casaron, me tuvieron y al poco tiempo mi padre se fue de casa dejándome a mí y a mi madre. La carta que encontré era de parte de mi madre iba dirigida a tu madre.

—Hyung, no lo entiendo.

—Tu madre quería que mi padre se casara con ella, así que fingió estar embarazada, y adopto un bebe. Mi padre prefirió tu madre y esa es la historia. JiMin, no somos hermanastros.

—Hyung...

—JiMin, lo siento, tenías que saberlo.

—Hyung, lo siento, yo... lamento tanto esto, no merecías eso. No sabía que mi ma...dre fuera capaz de eso. —cubrió sus ojos con ambas manos, y comenzó a sollozar.

—No llores, no muestres tus sentimientos, no seas débil.

—YoonGi, no somos hermanos... Tú y yo no somos hermanos.

—Hay otra cosa, el verdadero testamento de mi madre dice que ahora yo soy el dueño del negocio familiar, mis abuelos eran dueños de una compañía de lácteos, mi madre la heredo y ahora yo lo herede. Tu padre, mi padre, quería adueñarse de la compañía.

— ¿Por qué? ¿Por qué mi padre se ha empeñado en hacerte sufrir?

—Solo puedo decir que el odio es mutuo. Bueno, si tú quieres, ya puedes irte.

— ¿Irme? YoonGi, me acabas de decir que soy adoptado y ahora ¿me quieres echar de tu casa como un perro?

—Bueno entonces puedes quedarte. Iré a mi habitación, no hagas mucho ruido debo dormir un rato.

Subí a mi habitación, todo estaba tal y como lo deje. Extrañaba a mi madre, la casa se sentía sola, pero la compañía de JiMin me serviría mucho. Quería ponerme en el lugar de JiMin, entender el cómo debía de sentirse, pero, no ha sufrido, fue un hijo no deseado, y adoptado por una familia que le dio todo su amor, y cumplió sus deseos, ¿Cómo podría compadecerle?

Me acosté en mi cama, mi suave cama, las sábanas blancas, me llenaron de paz, mi almohada estaba fría. Cerré mis ojos y el sueño se apodero de mí, en unos segundos, ya no sabía nada de mí y de mi alrededor. 

★ MI PEQUEÑO HERMANO★    

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Vayan a leer "28 Días" es NamJin, se que adoraran ese fic >u<

Denle amor...