31: ¿Eutanasia?

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Mi cuerpo impactó contra el pavimento. No me dio tiempo de reaccionar, mis costillas dolían, me sentí desubicado, pero el frenar tan brusco de un auto a mis espaldas acompañado de un golpe estruendoso me hizo reaccionar. El cuerpo de JiMin estaba tendido en el pavimento lejos de mí. Me olvide del dolor que me aquejaba y corrí hasta su cuerpo. Sujete su cuerpo con fuerza, sus finos cabellos estaban teñidos de sangre, su voz era débil, y un hilo de sangre fluía de su boca. A centímetros de él, se encontraba el anillo de mi madre cubierto por una fina capa de sangre.

—JiMin...— mis lágrimas brotaron sin detenerse cuando sus ojos se cerraron finalmente.

La cabeza de JiMin reposo en mi regazo, busque mi teléfono celular en los bolsillos de mi chaqueta, teclee un par de números y finalmente lo lleve a mi oído esperando que atendieran rápidamente mi llamada. Por fin me atendieron, una señorita de voz joven había contestado mi llamada, sin vacilar le dije la dirección para que enviaran una ambulancia en seguida.

Abrase su cuerpo rogando por que abriera los ojos, tenía miedo de perderlo.

— ¡Todo esto es tu culpa maldito bastardo! — La voz de aquella mujer era histérica. No pude mirarla, solo hundí mi rostro en su cuello empapándolo de lágrimas. —Aléjate de él. Todo esto es tú culpa, tú deberías estar en su lugar.

Ignore las palabras de aquella mujer, mi padre también se acercó, pero no hicieron nada, solo miraban en silencio la trágica escena.

Por fin los paramédicos habían llegado, me apartaron de su cuerpo tembloroso, había perdido mucha sangre dejando un charco espeso en el pavimento.

...

Una vez más me encontraba en un hospital, con el temor de recibir noticias desagradables.

Me encontraba sentado en el suelo fuera de la sala de urgencias donde JiMin estaba siendo atendido. Los padres de JiMin no estaban, la policía había llegado llevándose a la señora Park. Ella no se resistió y acepto ir con los oficiales, mi padre había ido con ella.

Estábamos solos, el luchando contra la muerte, y yo sin saber qué hacer, ese sentimiento de soledad me invadió de nuevo. ¿Qué sería de mí sin JiMin?

Tenían razón, todo esto fue mi culpa, soy el causante de todos los problemas de JiMin, nunca debió conocerme.

Nunca en mi vida había llorado tanto, incluso con la muerte de mi madre, solo bastaron un par de lágrimas, pero ahora no puedo detenerme.

—MinGi, ¿Qué sucedió? Vinimos corriendo en cuento nos enteramos. —Levante la mirada y me encontré con los rostros de TaeHyung, HoSeok y Jin.

—Fue mi culpa, yo debería estar ahí dentro, no él. —hundí mi rostro en el hueco de mis rodillas.

—YoonGi, fue un accidente. —Jin se arrodillo a mi altura tocando mi hombro.

—Young Mi  quiso arrollarme con el auto, pero JiMin se interpuso. — intente explicarle a Jin lo sucedido, sin embargo mi llanto no me dejaba hablar con claridad.

—YoonGi, ¿no te han dado alguna noticia? —Solo negué a la pregunta de HoSeok.

—Ya verás que todo saldrá bien. — intentaban ocultar su preocupación, pero era ridículo, algo así no podía ocultarse.

Habían pasado tres horas desde que habíamos llegado al hospital. Ninguna noticia, enfermeras salían y entraban a toda prisa. Mi corazón se aceleraba cada vez que esa puerta se abría, quizás solo era mi cobardía, pero, en verdad tenía miedo de que me dieran una mala noticia.

—Familiares del joven Park —me acerque de inmediato al hombre en frente mío.

—Yo... yo soy su hermano. —imagine que quizás si decía que era su novio, me negarían la información.

— ¿Podría acompañarme un momento? —mi boca estaba seca, no podía formular palabra, me limite a asentir. 

— ¿Qué sucedió con JiMin?

—El paciente está en un estado crítico, también lamento comunicarle que ha entrado en coma. El paciente llego con una severa conmoción en el cerebro, intervinimos a tiempo, pero no pudimos hacer algo más, lo lamento.

— ¿Cuándo despertara? —apreté con fuerza mis puños.

—Bueno, nada es seguro, podría despertar en un  par de horas, días, meses, inclusive años. También existe la posibilidad de que no lo hagas jamás.

— ¿Podría pasar a verlo?

—Solo por un par de minutos, el paciente debe de descansar el mayor tiempo posible.

Una señorita vestida completamente de blanco me guío por el pasillo, mi corazón dio un vuelco cuando mire los números de la puerta "305" y fragmentos de aquel día inundaron mi mente, mi madre murió en aquella habitación, JiMin estaba en la habitación que una vez mi madre ocupo.

—Puede pasar.

—Gracias.

La puerta se abrió, mire su cuerpo tendido en esa camilla, su cabeza estaba cubierta por vendas, su piel era pálida, los hematomas eran visibles en el pómulo derecho y el borde de su labio, conectada a su boca yacía un tubo transparente. Y de nuevo ese sonido agobiante, desvié la mirada del cuerpo de JiMin y por un momento mire el electrocardiograma. Tenía miedo. ¿La situación se estaba repitiendo?

—Minnie. — tome su mano acariciándole suavemente. —Perdóname. Todo ha sucedido por mi culpa.

Saque el anillo de mi bolsillo, lo mire por unos segundos, y lo coloque en donde debía estar, la pequeña mano de JiMin estaba helada, coloque lentamente el anillo en su dedo anular.

—Te advertí que no debías perderle de nuevo Jimin, este anillo es importante...—mis lágrimas brotaron de nuevo— No. Tú eres importante.

El electrocardiograma me permita escuchar los latidos de su corazón, eran tranquilos, me daban calma. Detuve mi mirada en su rostro, sus pestañas achinadas adornaban sus ojos cerrados, en ese momento desee con todas mis fuerzas ver el brillo de ellos.

—JiMin, es hora de despertar, ya pasaron más de cinco minutos, no tomes venganza cuando yo hice lo mismo. Vamos levántate, vayamos a comer. —con el dorso de mi mano seque las lágrimas que rodaban por mis mejillas. —No debes dejarme JiMin, ¿piensas que podré hacerlo por mi cuenta?

Espere en vano una respuesta que por el momento no llagaría, cerré mis ojos y me arrodille frente a su cuerpo.

—No debiste hacerlo, debiste dejar que ese auto me arrollará, yo debía estar en tu lugar. Fuiste egoísta, sabes que soy un cobarde, no podré soportar una ausencia de nuevo. Sé que es mi culpa, no debí dejarte solo, debí estar contigo en cada momento. Perdóname mi amor.

Mis labios rozaron en un cálido beso el dorso de su mano, mis lágrimas humedecieron en el contacto su piel.

Me estremecía al escuchar el sonido estático y agudo del electrocardiograma, mire una línea recta en la pequeña pantalla, y antes de que pudiera moverme, la puerta se abrió y un par de enfermeras entraron de prisa.

—Debe salir inmediatamente de aquí.

Una señorita me tomo del brazo guiándome a la salida, la última escena frente a mis ojos fue el cuerpo de JiMin rodeado por un par de enfermeras, y el doctor que minutos atrás había cruzado palabras conmigo.

— ¡Desfibrilador! De prisa, ¡lo perdemos!



★ MI PEQUEÑO HERMANO

¿Y si hacemos un maratón? 



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