YugKook: Un par de chefsitos.

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—YuGyeom, una familiar de peperoni y una vegetariana.


—Familiar de peperoni y una vegetariana. ¡Lo tengo amor!

Hace tres años ya que vivo con YuGyeom, me mude a su casa y juntos compramos la pizzería de su antiguo jefe.

Nuestra vida juntos se resume en fiestas, aventuras y trabajo.

Deje de ir al colegio de baile para poder enfocarme en nuestro trabajo, también hemos dejado de ver a los chicos, YuGyeom y yo salimos cada fin de semana de viaje así que no tenemos tiempo de reunirnos. Hoy por fin seria la excepción, después de un par de meses nos reuniríamos en casa de HoSeok.


— ¿Crees que está bien que dejemos a Jackson solo? —entre a la cocina para ayudar a Yu con la orden.

—Kookie, solo estará solo por cuatro horas, después de eso cerrara. ¿Qué podría pasar? —YuGyeom terminaba de meter al horno la pizza vegetariana.


— ¡Maldición! —Wang entraba a la cocina sosteniendo un par de platos con la mano derecha y tirando los que tenía en la mano izquierda. — Yo no he tenido la culpa.


—Gyeom. Creo que será mejor que cerremos desde ahora.


—No, no, yo puedo hacerme cargo, ustedes pueden irse. YuGyeom, deja eso, yo terminare el pedido. —le arrebato el rodillo y comenzó a amoldar la masa.


—Solo será por esta ocasión Kookie. —poso su mano en mi espalda. —Sera mejor que vayamos a casa, no debemos llegar tarde, ¿cierto?

YuGyeom subió a su motocicleta que estaba aparcada fuera del lugar, imite su acción subiéndome detrás de él. Encendió el motor y condujo a casa.

La velocidad nunca era suficiente, él manejaba como si no existiera un mañana, y yo me aferraba de su cintura como un Koala. Amaba esos pequeños instantes cuando el viento golpeaba mi rostro y hacia danzar mi cabello.


—Oye, aún tenemos dos horas, podríamos llegar solo un poco tarde.


—Pero, no has visto a tus amigos desde hace más de cuatro meses.


—Ellos podrán esperar un poco más. — colgué mis brazos en su cuello y bese sus labios mientras abría la puerta de casa.

Nuestra relación había permanecido intacta, todo se debía al buen sexo. Era simple, por una noche el recibía, a la próxima noche era yo quien recibía. Éramos versátiles. Esta vez el recibiría.


—Hoy es mi turno. —lo aventé al sofá más grande de la sala y subí a su cuerpo atacando sus labios.


Dame un segundo Kook. —me aparto de él. —Aun no puedo acostumbrarme a esto.


— ¿Lo harás de nuevo? — del bolsillo delantero de su pantalón saco una pequeña, casi diminuta bolsa plástica, ¿su contenido? Cocaína. —Deja eso de una vez YuGyeom.


— ¡No podré hacerlo sin esto Kook! — dejo caer un poco del polvo blanco en la mesa de centro de la sala.

—No consumes eso solo por esa razón. —mire como alineaba el polvillo en dos líneas.


Su único defecto era este, YuGyeom no podía vivir sin inhalar cocaína, todos los días teníamos una batalla campal debido a esto.

Cuando estuve a punto de irme de casa, el prometió al borde de las lágrimas que dejaría de hacerlo, sin embargo a los tres días caía en la tentación de volver a hacerlo.

Me levante del sofá en cuanto Gyeom inclino la cabeza inhalando la primera línea.

Subí a la habitación para buscar ropa y darme un baño, hoy tenía una reunión importante con los chicos, así que tenía que estar listo.

Deje que el agua tibia cayera por mi cuerpo, estaba tan cansado emocionalmente, me dolía la cabeza por darle vueltas al mismo asunto; "¿Cómo ayudar a YuGyeom?"

Apoye mis manos en la pared y cerré los ojos con desganado.


— ¿Vas a perdonarme? —YuGyeom abrazo mi cuerpo desde atrás.


— ¿Quieres irte? Estoy a mitad de una ducha.


—No hasta que me perdones. —se aferró más a mi cuerpo y sentí su respiración encima de mi hombro.

—Tu ropa se está empapando. —cerré con más fuerza mis ojos y apreté mi mandíbula. —Te resfriaras, no pienso cuidar de ti esta vez. Ahora sal de aquí.


—JungKookie, yo... necesito tu ayuda. Tienes razón, no puedo seguir así.


—Intente ayudarte una vez...dos veces... he perdido la cuenta ¿sabes?


—Lo sé. — me dio la vuelta y pude ver la tonalidad roja de sus ojos, sus cabellos adheridos a su frente y las gotas de agua descendían por su piel. — Pero, ¿podrías solo una vez más? No quiero que esto termine por consumirme.


Las lágrimas que rodaron por sus mejillas fácilmente podían confundirse con las gotas de agua que caían de la regadera.


No permitiré que suceda. —lo envolví en mis brazos con fuerza. —Lo prometo.


—Te amo JungKook.


Cerramos aquella promesa con un beso que más que ser apasionado, era tierno.

Se deshizo de su ropa y terminamos amándonos una vez más.


— ¿Crees que debemos de llevar la botella de vino tinto que tenemos guardada para navidad? —YuGyeom grito desde la cocina mientras yo bajaba las escaleras poniéndome la chaqueta.


—Buena idea cariño.

Salimos de casa, y volvimos a subir a la motocicleta, la noche era fría, el aire pegaba una vez más en mi rostro, esta noche era diferente, YuGyeom demostró que me amaba tanto como yo a él.

Mis brazos lo tomaron de la cintura, y pose mi barbilla en su hombro.


—Te amo YuGyeom.


Mis brazos soltaron el agarre lentamente, inhalé profundamente el frío viento y eleve mis brazos a los costados, sintiéndome libre una vez más.

El dulce perfume de su cabello se mezclo con el viento llenando mis fosas nasales. Descubrí entonces que yo también tenía una severa adicción, su aroma.


— ¡Hey conejote! Estaba pensando en ir a Francia, tomemos las vacaciones que tanto deseabas.


— ¿Francia?—apoye mis manos en sus hombros acercándome a su cuello.


Mirábamos una película animada de Pixar, la temática era alucinante y ridícula, ¡Una rata cocinando! Mientras veía el entorno que se empleaba en la película me entro la loca idea de ir juntos algún día a Francia, mientras YuGyeom miraba atento a la pantalla y llenaba su boca con palomitas, yo solo dije Vamos a Francia, será divertido.

El no respondió, solo me miro sorprendido aun con palomitas en su boca. Me encogí de hombros y seguí mirando la película.

—Vamos a Francia será divertido. —una risa melodiosa me contagio. El recordó mis palabras. —Iniciemos juntos de nuevo.

No dije nada, solo abrace su cuerpo con fuerza mientras el aumentaba la velocidad de la motocicleta, pronto llegaríamos a casa de HoSeok, sin embargo quería seguir embriagandome con el aroma de sus cabellos. 



★Mi Pequeño Hermano★


Hagamos maratón, solo por que las amo. 

No se ustedes, pero me reí fuerte por el titulo de mi capitulo. xD

Sígueme, en un par de horas subiré el próximo capitulo. 


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