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El alfa de cabello negro sintió el momento exacto en el que el joven omega había caído inconsciente, se preocupó porque tenía tantos golpes en su linda piel, incluso había un olor a basura que ocultaba su verdadero aroma. Aun cuando solo había ido a esa sala del castillo para salvar al omega y posteriormente dejarlo libre, ahora que lo tenía tan cerca sabía que no podía dejarlo ir.

El omega entre sus brazos era su omega, no podría dejarlo ir así como así, su tío podría hacerle algo malo si lo dejaba ir e incluso su lobo no estaba de acuerdo con dejarlo. Hablaría con él, llegarían a un acuerdo, haría lo que sea con tal de tenerlo a su lado. Pero también quería conocerlo, quería conocer a la parte humana, quería enamorarse de manera normal y no solo dejar que su lobo decidiera por él. Haría las cosas bien con ese lindo omega.

― Hyunjin, no salgas corriendo así - lo regaño uno de sus guardias

― Lo siento Bangchan, pero tenía que evitar que ese hombre hiciera de las suyas - explicó - Llegamos justo a tiempo

― Hongjoong dice que tiene todo bajo control en el lugar de las subastas - informó de manera seria - Rescato a cinco omegas, con lesiones pero lograran recuperarse, dentro de un rato va a venir a informarte él mismo

― Gracias - agradeció dirigiéndose a su propia habitación

― ¿Estamos yendo a tu habitación? - Cuestionó asombrado - Pensé que lo llevarías con Yuna y con Minho

― Este es mi omega, Bangchan - aclaró - Si lo dejo ir y algo le pasa, no podré con la culpa

― Pe-pero ¿cómo lo sabes? - cuestionó sin poder creerlo, enserio que ver a Hyunjin así de preocupado era sumamente raro, claro que se preocupaba por el pueblo pero ver a Hwang Hyunjin temblando mientras mantiene tan cerca a una persona, eso sí que es raro - Huele a basura, sin ofender - exclamó al ver la furiosa mirada del príncipe - Es solo, se nota que ha tenido una gran lucha esta noche - comentó

― Lo sé, ese hombre lo estaba golpeando cuando llegue y no dudo que sus hombres también lo golpearon - suspiró preocupado

Ambos llegaron a la habitación de Hyunjin, Bangchan fue quién le ayudo a abrir la puerta y así ambos pudieron entrar. Hwang quería llevar al omega al baño, ayudarle a bañarse y ayudarle con sus heridas, pero no podía. No quería hacer algo que pudiera arruinar su relación con el menor.

― Bangchan, trae a Yuna y a Minho aquí - ordenó - Diles a Moon, Hwa y a Ho que hoy no podremos descansar, tenemos que estar en guardia

― Entiendo, vuelvo dentro de poco - asintió dándose la vuelta para irse - Por cierto, felicidades - Lo felicito antes de irse

A pesar de las circunstancias, Hyunjin sabía bien que era una bendición haber encontrado a su pareja, el encontrarlo no cambiaba absolutamente nada de sus planes. La presencia de su omega solamente lo alentaba a seguir adelante, crearía un mejor lugar en donde su omega pudiera vivir sin preocupaciones, sin miedo a salir a la calle.

― Hijo, debes cuidar del reino, tal y como tu madre y yo te lo enseñamos - habló su padre, solamente podía juntar las últimas fuerzas que le quedaban para hablarle a su hijo

― Pero, papá, tu eres el rey - hablo el pequeño de manera temerosa - no puedes dejarme, no pueden - negó con lágrimas en los ojos

― La fuerza de un rey, es su pueblo, jamás lo olvides Hyunjin

Hyunjin lloró tanto aquel día, ni siquiera se dio cuenta cuando sus amigos lo sacaron de allí temiendo por su vida. Habían sido unos asesinos quienes los atacaron cuando iban de regreso al palacio. Eran demasiados, debido a eso lograron derrotar a la guardia real y los asesinaron, Hyunjin simplemente se escondió por pedido de su padre. Cuando al fin pudo salir, solamente observo a sus padres muertos, las últimas palabras de su padre jamás las olvidaría.

― Uh... - murmuró el omega en su cama

― Despertaste - comentó Hyunjin con una sonrisa

― ¿Dónde estoy? - cuestionó levantándose de un salto, notando sus manos liberadas pero un intenso dolor en su cuerpo

― No te levantes bruscamente - lo regaño - Te golpearon mucho ¿no es así?

― No es la primera vez - le restó importancia, era cierto, habían ocasiones en donde los guardaespaldas de las personas a las que le robaba lo descubrían y lo golpeaban hasta que lograba escapar

― ¿No? - Cuestionó curioso - Has tenido una vida difícil

― Todos los que viven al sur - explicó aludiendo a la parte de la ciudad que se encontraba más lejos del castillo

― Soy Hwang Hyunjin - se presentó

― Kim Seungmin - susurro un poco tímido - ¿Hwang? ¡¿El príncipe?!

― Bu-bueno sí, pero puedes llamarme solo Hyunjin - explicó con un ligero sonrojo

― Yo, no podría - negó, sabía que era su alfa pero no podía faltarle el respeto - usted será el rey, no podría hablarle tan informalmente

― Tú... ¿lo sabes, no es así? - cuestionó sentándose en la orilla de la cama

― ¿Qué cosa? - preguntó intentando hacerse el desentendido

― Que somos pareja, tu eres mi omega y yo soy tu alfa - suspiró - al menos eso dicen nuestros lobos

― Pero ¿cómo podría ser yo la pareja del príncipe? No estoy a su nivel - negó Seungmin decaído

― Para el amor eso no es importante - explicó mientras con su mano levantaba el mentón de Seungmin, quería que lo viera a los ojos - Mi madre trabajaba con mis abuelos en unas tierras a las afueras de la ciudad - explicó - Mi padre y ella se enamoraron cuando se vieron por primera vez, papá simplemente estaba haciendo un revisión de todos los que labraban la tierra, después de eso se casaron y mis abuelos, por parte de mi padre, no tuvieron nada en contra. Si hay algo que mi familia ha respetado desde la creación del reino, es el amor. Las parejas destinadas son tan preciadas que sería como una traición al reino interponerse entre una pareja que ha unido el destino - explicó

― Entiendo - asintió con una pequeña sonrisa, tal vez si se daban una oportunidad podrían llegar a amarse - Pero apenas lo conozco

― Tienes razón, apenas nos conocemos, pero podríamos llegar a conocernos ¿no crees? - cuestionó con una sonrisa

― E-eso me gustaría - asintió con una sonrisa tímida - pero debo volver a casa, decirles que estoy bien, ellos estarán preocupados

― Aunque quiera decirte que sí, puedes ir. Sinceramente no creo que sea bueno en este momento, estarás en la mira de ese hombre y si no estás aquí, no podría mantenerte a salvo - explicó con culpa

― Tiene razón - asintió - Pero no es por su culpa, su alteza - explicó - Mi madre lo rechazo, él mato a mis padres y ahora que sabe que existo, no me dejará en paz

― ¿Por eso es que te tenía ahí con él, amarrado y golpeado? - cuestionó molesto

― Sí - respondió decaído

― Mi lobo no se quedaría tranquilo si te dejo ir - suspiró - Me alegra haber llegado a tiempo

― Usted está muy ocupado, su alteza - interrumpió antes de que el príncipe se disculpara

― Pronto todo acabará - prometió atreviéndose a acariciar la mejilla del omega

― Lo sé - asintió confiando plenamente en esa mirada tan decidida y tan sincera

Antes de que pudieran seguir hablando, tocaron la puerta y entraron dos omegas. Una chica y un chico, por sus vestimentas podría decir que trabajaban en el castillo pero al mismo tiempo tenían un color diferente en sus identificaciones.

A todos los que trabajaban en el palacio les daban unas identificaciones, usualmente tenían un color plateado, pero las que veía en aquellos omegas eran de color dorado.

― Eh, Seungmin - lo llamó Hyunjin - Ellos son Yuna y Minho, ellos te ayudaran a bañarte y a vestirte

― No es necesario - negó - Puedo hacerlo yo solo

― Estás muy golpeado, no podrás pararte sin ayuda - explicó Hyunjin - Ellos son de mi entera confianza, si necesitas algo, le hablas a ellos y solo a ellos. Ahora ve, yo iré a la habitación de al lado para bañarme también, tuve un viaje muy largo hoy

― Esta bien - asintió sabiendo que no le quedaba de otra, según los mayores revolucionarios, el príncipe era bastante terco y nadie podía hacerle cambiar de opinión

Cuando Hyunjin salió de la habitación con un cambio de ropa, tanto Yuna como Minho lo vieron con curiosidad. Seungmin se sintió levemente juzgado, debido a como lo veían, aspiro un poco sintiendo el horrible olor que tenía. ¿Así había hablado con el príncipe? Se sentía tan avergonzado por su apariencia que solo atino a cubrir su rostro con sus manos y chillar avergonzado.

― ¡Eres tan lindo! - exclamaron ambos emocionados

― Con razón Hyunjin te trajo aquí - comentó la chica, Yuna si no estaba mal

― ¿Eh?

― Bueno, Hyunjin siempre intenta salvar a los omegas que ese hombre horrible trae para hacerles daño - comenzó a explicar Minho mientras lo ayudaba a salir de la cama - Pero usualmente los lleva con nosotros, en nuestras habitaciones los ayudamos y luego los dejamos ir, cuando pensamos que no hay peligro

― Sin embargo, esta vez te trajo a su habitación, ni siquiera nosotros hemos venido mucho, solo cuando está herido y necesita cuidados - explicó Yuna mientras comenzaba a quitarle la ropa

― ¿Me van a quitar toda la ropa? - cuestionó sonrojado

― No tienes nada que no he visto antes - bromeó la chica - Además no te preocupes, somos omegas y somos leales a Hyunjin, esto lo hacemos para ayudarte a sanar tus heridas, si te quedas con esta ropa, los cortes que tienes se pueden infectar

― Entiendo - aceptó, estaba un poco incómodo de todos modos, nadie lo había visto desnudo antes

Ambos omegas eran bastante parlanchines, le preguntaron muchas cosas, sobre sus comidas favoritas, sobre donde vivía, sobre las personas que conocía y si tenía alguna alergia. A simple vista eran preguntas casuales que cualquiera preguntaría en una conversación normal, pero seungmin sabía. Ambos necesitaban toda esa información para cuidarlo bien, para proveerle todo lo que necesitara para su comodidad, después de todo él sería el omega de su rey. Aunque Seungmin no haya dicho que sí formalmente, aún.

En cuanto terminaron de vestirlo con ropa que tenía el olor del alfa, además de curar sus heridas, ambos cambiaron las sabanas de la cama y se retiraron. Segundos después entro Hyunjin, estaba vestido con ropa holgada, como si estuviera listo para dormir.

― ¿Dó-dónde dormiré? - cuestionó Seungmin un poco avergonzado

― La cama es grande, pensé que sería mejor si dormía en la siguiente habitación - explicó - pero no se me hace justo que yo descanse y deje a mis guardias cuidándonos a ambos por separado. Los envié a dormir y yo me quedaré a cuidarte, tengo el sueño ligero

― Pero - se sonrojo intentando encontrar las palabras adecuadas

― No haré nada, lo prometo, solo no quiero dejarte solo, no quiero que nada te pase - explicó

― Uh, está bien - asintió, ya podría ver en su futuro que le sería difícil negarle algo al alfa si lo veía con aquella mirada preocupada

Ambos se recostaron en la cama, bastante separados el uno del otro, para Seungmin todo eso era nuevo. Estaba un poco nervioso, asustado, pero su lobo lo calmaba, confiaría en su lobo porque su madre siempre le explicaba que los lobos dentro de ellos, siempre buscarían lo mejor para ellos y que confiar en ellos no era nada malo.

Antes de que pudieran dormirse por completo, tocaron la puerta de manera suave como temiendo despertar a un demonio. Escucho como Hyunjin se levantaba molesto de la cama y encendía la luz.

Ambos observaron entrar a un hombre con cabello alborotado, tenía el cabello castaño y parecía no haber dormido bien en una semana. Pero seungmin lo conocía bastante bien.

― ¿Hongjoong? - cuestionó desde la cama, quería levantarse, pero sus piernas dolían por las patadas que le dieron

― ¿Seungmin? - cuestionó impresionado, olvidando la presencia del príncipe se acercó a Seungmin para hacer una gran reverencia - Te agradezco infinitamente por lo que hiciste, enserio si tu no hubieras ocultado a Dahyun, ella no estaría tranquila en casa - levanto la cabeza para verlo - Ahora puedo darle una buena noticia, ya que estas bien. Temía que algo te hubiera pasado cuando no te vi en la subasta

― Esos hombres no me dejaron en la subasta, me trajeron aquí. El rey me quería aquí - explicó con el entrecejo fruncido

― Ese cerdo - gruño molesto - Ya decía que sus movimientos eran sospechosos, lo han visto hablando con sus lacayos varias veces en estas semanas. Al parecer esperaban que Hyunjin estuviera lejos por otra semana más, supongo que esperaba tener tiempo para jugar contigo - entendió

― Hongjoong - lo llamó Yoongi con la ceja alzada - El informe

― Oh sí, lo siento - asintió - Hemos rescatado a cinco omegas de esta subasta, mis hombres han ido a interceptar otros tres vehículos que llevan a unos que fueron vendidos antes de que llegáramos. Me tarde porque quería saber si Seungmin estaba a salvo, Dahyun mi omega me había pedido que lo buscara. Seungmin fue quien escondió a Hyunah y a Jaemin, otro omega, pero debido a eso lo raptaron a él - explicó

― Entiendo - asintió - ¿Qué dijiste sobre que ese hombre esperaba que tardara más?

― Como me pediste que me quedará para estar al tanto, note cierta actitud extraña - explicó - Hablaba mucho al teléfono, o hablaba con sus lacayos, se veía tan emocionado que me enfermaba - recordó con asco - Pero viendo a seungmin aquí, podemos concluir que él era la razón. Según los sirvientes más viejos, Kim heejin era una hermosa omega de cabello rubio y ojos azules, no es muy común en estas tierras. El rey la quería para él, cuando la trajo, ella se resistió, le escupió en la cara y bueno, los relatos son poco precisos. Pero al parecer él estaba tan molesto por el rechazo que la mando a matar, pero él sabía que tenía un hijo, solo que no sabía dónde estaba. Es solo una teoría, pero creo que estuvo buscando a seungmin todo este tiempo y ahora que lo tenía casi en sus manos tú se lo quitaste, estará furioso

― No me importa si ese pedazo de mierda está furioso o no, yo soy el que está furioso. ¿Cómo se atreve a lastimar a mi ome...? - A mitad de la oración se interrumpió a sí mismo aclarando su garganta - Digo a Seungmin - soltó con vergüenza sin ver que Seungmin también estaba sonrojado

― Oh - sonrió de manera burlona - Entonces los dejaré solos, su majestad - se inclinó de manera respetuosa - Felicidades por cierto

― Maldito Hongjoong - gruño Hyunjin al verlo salir con una sonrisa burlona

Ambos se quedaron en silencio por un rato, para finalmente reír, había sido incomodo pero en cierto punto fue divertido. Parecían dos niños al hablar de ese tipo de cosas y eso les causaba gracia. Ambos durmieron después de eso, podían hacerlo porque por el momento estaban tranquilos.

¿Cuánto duraría esa calma?

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