¿En serio me golpeó?

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Ya advertí que no quería estar en un lugar así, y menos en el local de ese idiota —Cristián continuaba expresando su descontento.

—¿Piensas que la despedida de Lina no será igual? —comentó Nik.

—Incluso peor —oí a Alan murmurar.

La observación provocó sonrisas tanto en Gian como en mí.

—Por supuesto que no, ella me aseguró que sería solo una pequeña reunión en casa con sus amigas —afirmó Cristián.

"¿Y se lo ha tragado, con la cara de viciosa que tiene esa tipa? Este chico es tonto." Me levanté y salí de la sala VIP. Había algo que quería hacer desde que vi a esa chica de cerca. Aunque antes bailaba a cierta distancia, no pude ver bien su rostro. Sin embargo, al acercarme, su cara me resultó familiar y me recordó a alguien que esperaba no volver a ver.

Decidí seguirla para asegurarme. Sabía que no debería hacerlo; "si si Luka se entera me cortará los huevo. " Pero todo sea por una buena causa.

—Hombres, se comportan como niños —la escuché decir y abrí la puerta bruscamente.

—¿Quiénes se comportan como niños? —pregunté, y su reacción casi me hizo reír.

Sin embargo, me puse serio al ver su expresión de terror. "¿La he asustado tanto? ¿Las chicas de hoy en día son tan asustadizas?"

—¡No puedes estar aquí! ¿¡Cómo has entrado?! —me recriminó.

Su miedo había dado paso a furia e ira. Es cierto que debería haber llamado antes de entrar; podría haberla sorprendido desnuda. "seguro que se desnuda delante de muchos más hombres, uno más no creo que le molestase"

—Por la puerta —respondí con voz divertida y llena de sarcasmo.

La chica de cabello castaño me escudriñó y luego abrió mucho los ojos. Supongo que finalmente se dio cuenta de que era uno de los hombres que hace pocos minutos estuvo deleitando con su cuerpo.

—¡No puedes estar aquí! Esta área es para empleados —informó.

"¿Cree que no sé algo tan simple como eso?" Ignorando su comentario, caminé lentamente hacia ella, lo que la puso nerviosa y alerta. No sabía por qué, pero eso me pareció divertido.

"Quiero ponerla más nerviosa"

—El dueño de este lugar es mi amigo —declaré.

Su enfado no cedía; por el contrario, se intensificaba.

—¿Y eso qué? —preguntó, intentando calmarse.

"No era la reacción que esperaba." Pensé que volvería a sorprenderse, pero se mantenía serena.

—Incluso si eres amigo de mi jefe, eso no te da derecho a entrar aquí.

"Sin duda, tiene carácter." Pero necesiaba retomar la conversación hacia lo que me interesa; vine aquí con un propósito.

—Vaya mal genio que tienes, por cierto, me llamo Dante.

—No te pregunté —respondió irritada, arrancándome una sonrisa.

Decidí reducir la distancia entre nosotros y me acerqué, manteniendo una distancia calculada. Sentía cómo sus ojos me lanzaban maldiciones, pero lo ignoré para apreciarla.

Era mucho más guapa de lo que había imaginado. Tenía ojos grandes de un tono marrón verdoso que contrastaban con su cabello recogido. Y sus labios... mi mente divagó, imaginando todo lo que esa boca podría hacer.

Rápidamente volví a la realidad al darme cuenta de mis pensamientos.

—¿No me dirás el tuyo? —pregunté de nuevo.

Con su nombre, mis dudas podrían despejarse, "a menos que usara un alias..."

—No —soltó bruscamente, interrumpiendo mis pensamientos.

Su voz era más cortante y fría, lo cual me molestó un poco. "Entiendo su enojo por entrar sin avisar, pero se estaba pasando."

—¿No deberías ser más amable con los clientes? Al fin y al cabo, somos quienes pagamos —comenté molesto.

En menos de dos minutos, abrió la boca asombrada y su rostro se volvió escarlata.

—¿¡Te crees que soy una prostituta o algo así?! —vociferó furiosa.

Está realmente enojada, aunque yo también estoy molesto por su forma de hablar. "Parece que se lo merece.

—bueno, prostituta, Stripper ¿No es casi lo mismo?—la provoqué, mostrándole una sonrisa maliciosa. Pero sin previo aviso, su mano impactó fuertemente contra mi mejilla, desconcertándome por completo.

Después de esa bofetada, la chica recogió rápidamente sus cosas y abandonó el camerino, cerrando la puerta con fuerza. "¿Acabo de ser golpeado?"N o podía creerlo, así que llevé mi mano a la mejilla afectada.

Sentí un leve escozor y me examiné en el espejo del camerino; mi mejilla ahora mostraba un tono rojizo. "!Realmente me ha golpeado!"

Ni siquiera mi madre se habría atrevido a hacer algo así. "¿Y esta desconocida viene y me golpea por una simple broma?" Y luego tiene la audacia de irse sin decir nada.

Miré nuevamente mi mejilla enrojecida. "¿Piensa que la dejaré ir así sin más?"

Aunque me considero una persona bastante tranquila, la cual no se mete en excesos ni problemas, pero si acaban con mi paciencia, puedo ser terrible y en rencoroso no me gana nadie. Sonreí para mí.

—Esto será interesante.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro